Jardín de la academia

Recuerdo del primer mensaje :

sabia que reaccionaria asi, le pasa un brazo alrededor de los hombros- ooh, venga, encima de que vengo hasta aqui..., si nos lo pasabamos muy bien, dejame quedarme, ya sabes que no tengo a donde ir- la mira con su cara de angel pero con una pizca de mirada traviesa, no era habitual verlo asi de simpatico, pero con ella no podia evitarlo

Se limitó a asentir, esbozando una nueva sonrisa, deseando conocer sus planes y explicarle los suyos propios, en caso de que todo saliera como planeaba, sería un completo exito y cumpliría aquello que se había prometido hacer. Se encogió ligeramente de hombros.
-No estoy seguro, pero es posible que esté en nuestra antigua residencia aquí -respondió- Si fuera otra persona podría intentar localizarla fácilmente, pero mi querida hermanita protege su mente bastante bien.
Suspiró. Se disponía a añadir algo mas cuando escuchó el sonido, parecía provenir de algún lugar cercano, de entre las hierbas, sin duda alguna, alguien habia estornudado. Busca con la mirada.

Sonrió de forma un tanto irónica, precavida era la palabra perfecta para ella, eso sí, lo era desde que supo de su regreso, encontrarla al principio había sido rematadamente fácil, un juego de niños. Aunque claro, también era previsible.
-Era de esperar -sonrió de nuevo, orgulloso de sí mismo.
Observó como él se alejaba, sacando a una joven de detrás de un árbol. Luke arqueó las cejas, preguntándose quién sería ella y que era lo que habría escuchado, de seguro estaría ahí desde el principio, de no ser así habría advertido su llegada. Se aproxima al árbol cuando el tipo se lo indica.
-¿Quién es? -le preguntó con evidente curiosidad, le dió la impresión de que ambos se conocían.

Se sorprendió al escucharle. ¿Su hermana? No había duda de que aquella chiquilla no era una pura sangre, multitud de preguntas acudieron a su cabeza en aquel momento, pero decidió dejarlas para otra ocasión. Al escucharle sonrió ampliamente, y en sus ojos pudo advertirse un leve destello de odio, entremezclado con la maldad que destilaron sus ojos durante un instante.
-Es una maravillosa idea.
Cogió a la joven en brazos, pues no tenía ganas de arrastrarla tras de sí y así irian mas rápido, y se apresuró a seguirle a donde quiera que fueran.

off: Me acoplo xD

Hace apenas unas horas que llegó aquí, se suponía que iban a establecerse por la zona o aquello era lo que le dijeron ¿Siendo sinceros? A él le importaba un pimiento, podía hacer lo que le diera la gana. Y eso hace ahora mismo, se dedica a andar en busca de alguna diversión, cosa que se le antoja complicada por el momento. Aunque esté aburrido está sonriendo ampliamente. Descubre una presencia conocida a unos veinte metros y se detiene.
Un cuchillo vuela hasta la cabeza de rana de Fran, clavandose en ella con fuerza, a éste primer cuchillo le siguen otros dos, que se clavan un poco mas abajo, forman un perfecto triángulo equilatero. De ese modo es como anuncia su presencia. Camina riendo hasta donde está.
-Shishishi -rie mirándole, aunque sea imposible verle los ojos- Estúpida ranita ¿qué haces?
Entonces se percata de que hay alguien mas allí, gira la cabeza para ver quien es, sin dejar de sonreir burlonamente en ningún momento.
-Buenas noches

Bien, si le parecía extraño el hecho de que ese vampiro con cabeza de rana estuviera allí, ahora lo sería el doble. ¿Quién en su sano juicio hace una entrada como esa, lanzando cuchillos a las cabezas ajenas? Kaname no puede evitar ponerse más serio de lo normal. Siempre se sintió en deuda con la Academia, y eso no cambiaría. Cuidaría la seguridad del lugar a como de lugar, aunque eso implique ser un borde aguafiestas.
- Buenas noches. - Se limitó a responder en primera instancia. Frunció un poco el ceño. Observaría mejor a estos dos antes de dictaminar hacer o decir algo. ¿Qué querrían aquí? Si de algo estaba seguro, era que estos críos eran más raros que un perro verde. Uno con una rana en la cabeza, y el otro con esa risa extraña y...
Olvídalo. Raros y punto.

(yo estaba en mi mundo haciendo divagaciones mentales sobre los temas de la vida ,para nada me había percatado de un pura sangre ,mi mente solo podía pensar y zas una brillante idea,mi idea consistía en ... bueno mi mente no dio para mucho,cuando iba a hablar con el pura sangre ,tres hermosos cuchillos se clavaron en mi cabeza)-bell-sempai ,eso duele...por que no me saludas como alguien normal y te dejas de hacer composiciones de polígonos en mi cabeza... (dije mirándole de reojo ,acto seguido me puse de cuclillas como si fuera una rana y mire al pura sangre )

Oh, vaya. Estos dos no dejaban de sorprenderle. Kaname frunce ligeramente el ceño nuevamente. Mira fijamente los cuchillos. La verdad es que no le simpatizaba ni medio que estos anden sueltos por el jardín de la Academia así como así.
Se percata de la mirada del "chico rana" sobre su cuerpo. Le echa otra fugaz y luego dirige su vista al rubio, el de la risa de payaso, o mejor dicho, el creído con aires que vuelan por encima de la capa de ozono.
- Kuran Kaname. - Responde solamente, en tono serio, y desconfiado. Pero claro, la desconfianza la lleva siempre a flor de piel, así que no es un rasgo que pueda distinguirse como novedoso.
Esperaría unos minutos más para ver qué hacen, y luego haría la pregunta del millón.

Kaname entrecierra los ojos viendo la escena, hasta que oye la voz del rubio.
- Lo mismo digo. - Responde a lo que éste ha dicho.
Sin siquiera una mínima mueca de simpatiquismo, vuelve a observar al "niño rana", el cual se presenta como Fran. Este chico parecía tratar a todos de manera muy educada. Le daba curiosidad.
- Es un placer, Fran. - Menciona más que nada por respeto. Aún no podía dictaminar si era un placer o no conocer a ambos muchachos, pero bueno, se estaban mostrando amables, más alá de todo.
- ¿Qué es lo que los trae a los jardines de la Academia Cross? - Decide preguntar finalmente. - Pues si mal no deduzco, no pertenecen al alumnado.

Kaname alsa levemente ambas cejas, claramente sorprendido.
- ¿Crash-sama? - Pregunta en voz alta, quizás más para sí que otra cosa. De algún lado le sonaba ese nombre. Crash, Crash, Crash... No consigue recordar de dónde.
Mira a Belphegor, esperando respuesta de parte al respecto.

Kaname arquea una ceja al oír la respuesta del rubio. ¿Cómo debía tomarse eso? ¿Debía suponer que no agregaba nada más porque era cierto o porque en realidad ocultaba algo?
Como sea, la cuestión era que le aclararía un par de cositas. O una que encierra a todas.
- Bien, da igual lo que vengan a hacer aquí mientras no alteren el orden de la Academia. - Aclaró seriamente, sin dejar de mirar fijamente a uno y a otro.
Y no, no era borde -aunque quizás sí sólo un poco-, era responsable y considerado con quienes tanto le deben.
- Y no es nada personal, simplemente órdenes generales que todo aquel que pise este suelo debe cumplir. - Decidió agregar luego, para dejar más en claro cómo son las cosas por aquí.