Londres

Suspiré exageradamente.
- No sé qué puedo contarte. - puse una mueca graciosa - Una vez cuando era pequeña, tendría 7 años más o menos, me perdí en un supermercado porque me fui con una mujer que se parecía a mi madre. ¿Eso vale? Supongo que no.
Daba vueltas en mi cabeza a todo mi pasado en busca de algo interesante que contar que no hubiera dicho antes.
- James, James Colton. Así se llama aquel que fue mi primer amor. - sonreí - Era un amor de niños, él me gustaba y yo le gustaba a él pero cuando me fui de Londres no volví a saber más de él. Bueno, no he vuelto a saber ni de él ni de aquellas personas a las que yo llamaba amigos. Cuando llegué a Japón lo primero que mis padres hicieron fue regalarme un peluche que vendía una de las pequeñas tiendas del aeropuerto. Era un peluche de Superman, pero nada más llegar a mi nueva casa se me cayó en el jardín de afuera de ésta y un perro que pasaba por allí se lo llevó. - reí - Me costó mucho tiempo aprender japonés pero puedo presumir de que lo hice en muy poco tiempo. La primera vez que decidí aquello de dañarme a mí misma fue después de la muerte de mis padres, el día en el que desperté del coma. Era eso o robar las pastillas de los demás pacientes y tragármelas, pero esa era una tarea difícil. - le miré - ¿Necesitas saber algo más?

- ¿Tú crees que podría encontrarle? Seamos realistas, se habrá mudado y habrá encontrado a otra. Además, no sé como sería físicamente hoy en día. Por otra parte, ya no me gusta tanto como en aquellos tiempos. La adolescencia cambia a todas las personas y quien sabe si se habrá vuelto un estúpido. Encontraré a alguien mejor, algún día. Estoy segura. - le miré sonriendo

- Yo creo que sí lo conseguirás. Solo que hay que esperar al futuro, cada cosa a su tiempo. Si eso es lo que estás buscándose estoy segura al cien por cien de que tu deseo te será otorgado. - sonreí - ¿Crees que mañana hará un tiempo algo estable para que puedas ver Londres? - pregunté después de mirar por la ventana de la habitación comprobando que la lluvia seguía ocurriendo y que ya era de noche - Nos quedan poco más de dos días en Londres, sino hace buen tiempo te llevaré por toda Londres como que yo me llamó Sara Smith. Aunque truene o venga un tornado hacia la ciudad, vamos a ir a ver gran parte de Londres sea como sea.

- Me apetece tomar una ducha para relajarme y descansar. - dije después de mirar la hora en mi móvil - Ya es de noche. ¿Te apetece bajar al restaurante a cenar?