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¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
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¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Recuerdo del primer mensaje :
La enorme sala está decorada con motivos navideños, el centro está preparado a modo de pista de baile, al fondo de la sala hay un pequeño escenario donde una banda de música ameniza la noche, a los lados hay mesas con comida.
¡Poneos vuestras mejores galas y preparaos para pasar una buena noche!
Recordad, la fiesta estará abierta desde hoy, día 20 hasta el día 29
La enorme sala está decorada con motivos navideños, el centro está preparado a modo de pista de baile, al fondo de la sala hay un pequeño escenario donde una banda de música ameniza la noche, a los lados hay mesas con comida.
¡Poneos vuestras mejores galas y preparaos para pasar una buena noche!
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Última edición por Kaien Cross el Jue Dic 27, 2012 2:14 pm, editado 2 veces
- Kaien Cross
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Kai observo todo lo que ocurria a camara lenta, la alumna gritando, Ziel intentando llevarsela, el vampiro interponiendose en el camino de la lanza..., consiguio respirar al ver a Ziel seguro con Bella, pero por poco tiempo cuando escucho el apellido del anterior novio de Kasha, era Tabu para ella. Vio como se dejaba caer al suelo, pero se recompuso, sacando de ahi a Fraiah, la verdad es que le sorprendio la rapidez con la que se recompuso, sin poder hacer mas que sonreir.
Ya no habia humanos alli, asi que su siguiente orden era atacar y acabar con la amenaza, saco de la espalda un par de pistolas y se puso detras de una columna observando la posicion de cada uno de los vampiros para ver como podian hacerles frente
Ya no habia humanos alli, asi que su siguiente orden era atacar y acabar con la amenaza, saco de la espalda un par de pistolas y se puso detras de una columna observando la posicion de cada uno de los vampiros para ver como podian hacerles frente
- Kai Olivier
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
El silencio pareció formarse de un momento a otro. La voz de Katrina llegó clara y concisa a su oído. Fraiah se quedó algo perpleja. Pudo percibir el mismo resultado en Kasha. Incluso, no hubiera esperado que su amiga derramase lágrimas tras tanto tiempo de creer que había asumido y superado lo de Alec. Aún en la mente de Fraiah la imagen de la muerte de Sebastian estaba latente. Cerró los ojos un momento, como si dedicara un minuto de silencio a ellos, y le extendió la mano a Kasha. Sería mejor ser fuertes, al menos por hoy. Ya tendrían tiempo de hacer una noche de amigas y llorar como idiotas, ¿cierto? Fraiah casi quiso sonreír ante tal pensamiento. Ellas tenían tanto que contarse...
Entonces, Kasha se pone de pie de repente y coloca a Fraiah sobre su espalda, a caballito, y sale corriendo en dirección a Christian. Ella era realmente rápida. Se aferró cerrando los ojos. Hubiera querido decirle que podría correr. Una vez llegaron, se bajó y corrió hasta su hermano. Junto a él estaban Bella y dos humanos.
- Chris... -susurró, realmente apenada y preocupada, sujetándole con suavidad el rostro. Estaba tan herido. Miró la lanza que lo atravesaba desde la espalda al pecho. Desvió la mirada tras hacer una mueca de dolor.
Entonces, Kasha se pone de pie de repente y coloca a Fraiah sobre su espalda, a caballito, y sale corriendo en dirección a Christian. Ella era realmente rápida. Se aferró cerrando los ojos. Hubiera querido decirle que podría correr. Una vez llegaron, se bajó y corrió hasta su hermano. Junto a él estaban Bella y dos humanos.
- Chris... -susurró, realmente apenada y preocupada, sujetándole con suavidad el rostro. Estaba tan herido. Miró la lanza que lo atravesaba desde la espalda al pecho. Desvió la mirada tras hacer una mueca de dolor.
- Fraiah B. Eslin
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Fue completamente inesperado. Al verme no se sintió atemorizada, ni ofensiva ante mí. Era muy interesante. Una situación de la que podría aprovecharme...
Fraiah se lanzó hacia mí y me abrazo tras abrir la boca. Sentí su calor, por primera vez. Su verdadero calor. Era un sentimiento especial que hizo que me sintiera bien y a gusto. Quise mostrarle que sentía también cariño, aunque fuera de mentira.
Escuché de nuevo su triste y aguda vocecita, contándome lo que la entristecía tanto y yo accedí a escucharla.
-¿Habéis roto? Oh... eso si que es causar daño. Daño gratuito... y perverso.-dije al principio dulcemente y después con tono malvado y retorcido.-Maldito Crash...
Ni siquiera tenía idea de que estos dos estuvieran saliendo. Tampoco me importaban y menos los jueguecitos de amor y tonterías de esas.
Fraiah continuaba hablando. Al escuchar sus palabras sonreí como ella, entrecerrando los ojos.
-Vamos, ya me conoces. Se perfectamente como despertar esa sonrisa, como hacer que esos labios resplandezcan. Te conozco desde hace mucho.-terminé susurrándolo a su oido.
Intentaba que mis palabras la dominaran, pudiendo así tenerla a mi merced y haciendola perfecta para mis planes. Fraiah es una de las pocas humanas que ha estado en contacto directo con los vampiros. Es más, ha sido vampira y creo que no habría mejor conejillo de indias que ella.
Mientras tanto, se estaba formando un quilombo del bueno en la pista de baile. Sentí como un vampiro devoraba el cuello de una humana y como los cazadores intentaban socorrer a todos los presentes. Era consciente de que si Fraiah moría por ese chupasangre, mis planes se irían a la mierda y eso era un precio que no podía permitirme pagar.
De repente, Fraiah es agarrada por una mujer que desconocía supuse que conocía a Fraiah y entre tanto revuelo, me vi arrastrado por Fraiah. Joder... que demonios... Al final, fui incapaz de sujetar la mano de Fraiah y la perdí de viste. No podía ser, debía recuperarla y encontrarla. Busqué y busqué hasta que la encontré, junto con otras personas más.
Cuando llegué, me encontré con Christian herido de muerte, junto con otra chica que no conocía, Bella y con... aquella chica de la calle. Y por si fuera poco, Katrina pululaba por aquí y eso no era especialmente bueno.
Cuando la observé sonreí y la miré fijamente pero con discreción. Sabía que ella no se olvidaría de mí. Pero en ese momento preferí hacer como que no la conocía. Fraiah se mostraba, de nuevo triste ante su hermano caido y malherido en el suelo. Me acerqué a ella y traté de abrazarla para tranquilizarla.
-Vamos, vamos, tranquila... se va a poner bien, no te preocupes.-susurré a Fraiah.
La verdad es que esa herida tenía mala pinta, pero no era algo difícil de solucionar para mí. Sin embargo, a mi no me importaba ver a alguien envuelto en sangre, así que quise hacerme el afligido y lo fingí. Espero que me creyeran.
Pero esto no era lo que quería, necesitaba encontrar un buen momento para afiliarla a mi planes definitavemente y tenía que hacerlo sin que nadie mi viese. Jodido vampiro... tenías que comerte a esa humana justo ahora... Tendría que darle un mensaje, un código o algo... Así que, antes de que pudiera ejecutar mi plan, debía asegurarme de que todo se volvía seguro, que nadie de los aquí presente se percatara de lo que hacia y derrotar a cualquiera que se presentara con la intención de acabar con la vida de Fraiah. Las otras personas me daban igual.
Fraiah se lanzó hacia mí y me abrazo tras abrir la boca. Sentí su calor, por primera vez. Su verdadero calor. Era un sentimiento especial que hizo que me sintiera bien y a gusto. Quise mostrarle que sentía también cariño, aunque fuera de mentira.
Escuché de nuevo su triste y aguda vocecita, contándome lo que la entristecía tanto y yo accedí a escucharla.
-¿Habéis roto? Oh... eso si que es causar daño. Daño gratuito... y perverso.-dije al principio dulcemente y después con tono malvado y retorcido.-Maldito Crash...
Ni siquiera tenía idea de que estos dos estuvieran saliendo. Tampoco me importaban y menos los jueguecitos de amor y tonterías de esas.
Fraiah continuaba hablando. Al escuchar sus palabras sonreí como ella, entrecerrando los ojos.
-Vamos, ya me conoces. Se perfectamente como despertar esa sonrisa, como hacer que esos labios resplandezcan. Te conozco desde hace mucho.-terminé susurrándolo a su oido.
Intentaba que mis palabras la dominaran, pudiendo así tenerla a mi merced y haciendola perfecta para mis planes. Fraiah es una de las pocas humanas que ha estado en contacto directo con los vampiros. Es más, ha sido vampira y creo que no habría mejor conejillo de indias que ella.
Mientras tanto, se estaba formando un quilombo del bueno en la pista de baile. Sentí como un vampiro devoraba el cuello de una humana y como los cazadores intentaban socorrer a todos los presentes. Era consciente de que si Fraiah moría por ese chupasangre, mis planes se irían a la mierda y eso era un precio que no podía permitirme pagar.
De repente, Fraiah es agarrada por una mujer que desconocía supuse que conocía a Fraiah y entre tanto revuelo, me vi arrastrado por Fraiah. Joder... que demonios... Al final, fui incapaz de sujetar la mano de Fraiah y la perdí de viste. No podía ser, debía recuperarla y encontrarla. Busqué y busqué hasta que la encontré, junto con otras personas más.
Cuando llegué, me encontré con Christian herido de muerte, junto con otra chica que no conocía, Bella y con... aquella chica de la calle. Y por si fuera poco, Katrina pululaba por aquí y eso no era especialmente bueno.
Cuando la observé sonreí y la miré fijamente pero con discreción. Sabía que ella no se olvidaría de mí. Pero en ese momento preferí hacer como que no la conocía. Fraiah se mostraba, de nuevo triste ante su hermano caido y malherido en el suelo. Me acerqué a ella y traté de abrazarla para tranquilizarla.
-Vamos, vamos, tranquila... se va a poner bien, no te preocupes.-susurré a Fraiah.
La verdad es que esa herida tenía mala pinta, pero no era algo difícil de solucionar para mí. Sin embargo, a mi no me importaba ver a alguien envuelto en sangre, así que quise hacerme el afligido y lo fingí. Espero que me creyeran.
Pero esto no era lo que quería, necesitaba encontrar un buen momento para afiliarla a mi planes definitavemente y tenía que hacerlo sin que nadie mi viese. Jodido vampiro... tenías que comerte a esa humana justo ahora... Tendría que darle un mensaje, un código o algo... Así que, antes de que pudiera ejecutar mi plan, debía asegurarme de que todo se volvía seguro, que nadie de los aquí presente se percatara de lo que hacia y derrotar a cualquiera que se presentara con la intención de acabar con la vida de Fraiah. Las otras personas me daban igual.
- Evan Darkness
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
La sonrisa de Marcus se hizo cada vez más enorme conforme Padre iba hablando. Su voz era poderosa y tranquilizadora. Miró de reojo a sus hermanos. La escena sangrienta que se había montado ante ellos le daba hambre. Empezando por la humana, siguiendo por el vampiro con afán de proteger a criaturas débiles que merecen estar muertas o en su estómago. Además, ¿qué era esa forma grosera de referirse a Padre? Él le demostraría a esos humanitos de porquería quién mandaba allí.
Dio unos pasos hacia el frente y se quitó los guantes que cubrían sus manos.
- A ver Chie cuando nos quitas esta apariencia estúpida -espetó, mirando con aquellos ojos falsos color verde de manera intensa a todos los presentes. Fijó su atención en la joven Alexa y su acompañante humano, el que se veía tremendamente apetitoso y con el cual casi logra una amistad; una amistad, sí, falsa, por supuesto. Tras mirarlos fijamente, impuso en ellos su poder mental. ¿Cómo se librarían de su don? Si bien Marcus pudo percibir una cierta capa protectora sobre el muchacho, la chica no poseía tal beneficio. Sin embargo, no dudaría demasiado. Marcus era más fuerte que todos ellos juntos, y Padre... Pues Padre era más fuerte que todos los que estaban aquí dentro, ellos inclusive.
De repente, unas extrañas explosiones comenzaron a ejecutarse en el cuerpo de Alexa y Ziel. La sangre comenzó a derramarse. Sus piernas sufrían heridas múltiples al igual que sus brazos. Había decidido atacar las extremidades primero, luego continuaría con... ¿quién sabe? Tal vez luego los asesinara de un solo golpe. Marcus se relamió ante el aroma dulce de la sangre. Acto seguido, para que aquella cazadora y esa vampiresa inútil no intentasen nada, los afectó del mismo modo, sólo que intensificó el dolor en la vampiresa. Su aura le indicaba que tenía propiedades curativas bastante rápidas, y a Marcus no le interesaba en los absoluto que se recuperase.
Dio unos pasos hacia el frente y se quitó los guantes que cubrían sus manos.
- A ver Chie cuando nos quitas esta apariencia estúpida -espetó, mirando con aquellos ojos falsos color verde de manera intensa a todos los presentes. Fijó su atención en la joven Alexa y su acompañante humano, el que se veía tremendamente apetitoso y con el cual casi logra una amistad; una amistad, sí, falsa, por supuesto. Tras mirarlos fijamente, impuso en ellos su poder mental. ¿Cómo se librarían de su don? Si bien Marcus pudo percibir una cierta capa protectora sobre el muchacho, la chica no poseía tal beneficio. Sin embargo, no dudaría demasiado. Marcus era más fuerte que todos ellos juntos, y Padre... Pues Padre era más fuerte que todos los que estaban aquí dentro, ellos inclusive.
De repente, unas extrañas explosiones comenzaron a ejecutarse en el cuerpo de Alexa y Ziel. La sangre comenzó a derramarse. Sus piernas sufrían heridas múltiples al igual que sus brazos. Había decidido atacar las extremidades primero, luego continuaría con... ¿quién sabe? Tal vez luego los asesinara de un solo golpe. Marcus se relamió ante el aroma dulce de la sangre. Acto seguido, para que aquella cazadora y esa vampiresa inútil no intentasen nada, los afectó del mismo modo, sólo que intensificó el dolor en la vampiresa. Su aura le indicaba que tenía propiedades curativas bastante rápidas, y a Marcus no le interesaba en los absoluto que se recuperase.
- Marcus O'Conell
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Vio como el vampiro con el que estaba hablando antes Fraiah volvia aparecer, no le gustaba ni un pelo como trataba a Fraiah, que pasaba hoy?, se habian puesto todos de acuerdo para fastidiarla?, a toda costa intentaria alejarla de el, cogio la lanza clavada en la espalda de Christian
- aguanta un poco el dolor, quieres?, tardare poco...- y antes de acabar la frase, tiro de la lanza sacandola, la dejo apoyada en el suelo junto a ella vigilandola, era posible que pudiera usarla luego en alguna ocasion.
Miro al vampiro que se acercaba a Fraiah
-eh, tu, si tantas ganas tienes de que se ponga bien, echame una mano, ella te lo agradecera mas, y de paso haces algo de utilidad- se acerco a Christian con intencion de ayudarlo a levantarse, paso uno de sus brazos por encima de su cuello y le susurro al oido sin que nadie se diera cuenta y la oyera salvo el- se que no es el mejor momento, ni tu estas en las mejores condiciones, pero no pierdas de vista a este vampiro, me da muy mala espina...- termino de levantarlo del suelo y lo apoyo en la pared manchandose el vestido, no era el primero que manchaba, asi que le dio un poco igual
Sus botas hacian demasiado ruido y podia moverse peor, preferia quedarse descalza.
-Tsk, incordio de botas...- dijo mientras que se las quitaba y las dejaba caer al suelo, el suelo estaba algo frio, pero asi no hacia ruido alguno y estaba mucho mas comoda.
Pero antes de salir a hacer nada, puso a todos lo mas juntos posible y sin pedir permiso a Ziel, saco de su bolsillo el cristal de Nokku, se aparto un poco y lo lanzo a sus pies, haciendo que se rompiera, al segundo una capa gruesa de cristal los protegio aunque mientras que se formaba vio como en el cuerpo de Ziel y la chica sangraban, bueno, ahora estarian a salvo todos durante un rato de cualquier ataque, Christian podria recuperarse y Bella podria curarlos sin dificultad. Una vez echo esto, salio de detras de la columna y se puso en posicion de ataque muy seria para poder repeler cualquier ataque fisico dirigido a esa parte del lugar
- aguanta un poco el dolor, quieres?, tardare poco...- y antes de acabar la frase, tiro de la lanza sacandola, la dejo apoyada en el suelo junto a ella vigilandola, era posible que pudiera usarla luego en alguna ocasion.
Miro al vampiro que se acercaba a Fraiah
-eh, tu, si tantas ganas tienes de que se ponga bien, echame una mano, ella te lo agradecera mas, y de paso haces algo de utilidad- se acerco a Christian con intencion de ayudarlo a levantarse, paso uno de sus brazos por encima de su cuello y le susurro al oido sin que nadie se diera cuenta y la oyera salvo el- se que no es el mejor momento, ni tu estas en las mejores condiciones, pero no pierdas de vista a este vampiro, me da muy mala espina...- termino de levantarlo del suelo y lo apoyo en la pared manchandose el vestido, no era el primero que manchaba, asi que le dio un poco igual
Sus botas hacian demasiado ruido y podia moverse peor, preferia quedarse descalza.
-Tsk, incordio de botas...- dijo mientras que se las quitaba y las dejaba caer al suelo, el suelo estaba algo frio, pero asi no hacia ruido alguno y estaba mucho mas comoda.
Pero antes de salir a hacer nada, puso a todos lo mas juntos posible y sin pedir permiso a Ziel, saco de su bolsillo el cristal de Nokku, se aparto un poco y lo lanzo a sus pies, haciendo que se rompiera, al segundo una capa gruesa de cristal los protegio aunque mientras que se formaba vio como en el cuerpo de Ziel y la chica sangraban, bueno, ahora estarian a salvo todos durante un rato de cualquier ataque, Christian podria recuperarse y Bella podria curarlos sin dificultad. Una vez echo esto, salio de detras de la columna y se puso en posicion de ataque muy seria para poder repeler cualquier ataque fisico dirigido a esa parte del lugar
- Kasha Oskan
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Todo aquello había transcurrido demasiado rápido frente a sus ojos. Ziel intentando frenarla a toda costa, intentando salvarla. Vladimir mirándola con aquellos ojos perversos llenos de muerte y destrucción. Aquel hombre que se interpuso para salvarlos, arriesgando su vida por el bienestar de Ziel y Alexa, siendo que ella misma había iniciado esto. Ella tenía la culpa de que el hermano de esa joven yaciera tremendamente herido en el suelo. Aún no podía entender cómo seguía vivo. O acaso sería que él...
- No es humano -susurró, llevándose ambas manos a la boca. ¿Ninguno de los que la rodeaban eran humanos, entonces? ¿Vampiros? No, eso no podía ser cierto, pero real. Lo recordaba con claridad. Alexa miró a Ziel y se vio tentada de sujetarle la mano. Al parecer, él era el único como ella allí, y creía que la joven que intentaba ayudar a su hermano también, pero no estaba segura. Esto era demasiado confuso. Y, entonces, el dolor se apoderó de ella.
Aquel vampiro, que supuestamente se llamaba Matt, los observó lascivamente. Luego de eso, Alexa cayó al suelo sin remedio, retorciéndose mientras su sangre cubría cada espacio claro de su piel. Gritó de dolor, miedo, desesperación. ¿Qué era todo esto? ¿Iba a morir aquí y así? Quería pedir ayuda, pero no lo conseguía, no conseguía articular palabra alguna. Y poco a poco comenzó a ver cómo los demás también se veían afectados por el mismo dolor, las mismas heridas. ¿Por qué...?
- No es humano -susurró, llevándose ambas manos a la boca. ¿Ninguno de los que la rodeaban eran humanos, entonces? ¿Vampiros? No, eso no podía ser cierto, pero real. Lo recordaba con claridad. Alexa miró a Ziel y se vio tentada de sujetarle la mano. Al parecer, él era el único como ella allí, y creía que la joven que intentaba ayudar a su hermano también, pero no estaba segura. Esto era demasiado confuso. Y, entonces, el dolor se apoderó de ella.
Aquel vampiro, que supuestamente se llamaba Matt, los observó lascivamente. Luego de eso, Alexa cayó al suelo sin remedio, retorciéndose mientras su sangre cubría cada espacio claro de su piel. Gritó de dolor, miedo, desesperación. ¿Qué era todo esto? ¿Iba a morir aquí y así? Quería pedir ayuda, pero no lo conseguía, no conseguía articular palabra alguna. Y poco a poco comenzó a ver cómo los demás también se veían afectados por el mismo dolor, las mismas heridas. ¿Por qué...?
- Alexa Gráinne
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Tsk, cazamosquitas de porquería. Estos también iban a molestar bastante al parecer, aunque se estuvieran desangrando. Ella era la misma del parque, Marcus la recordaba luchando contra Yami y la otra vampiresa pequeña.
Comenzó a avanzar hacia ella. Si quería vérselas con él, muy bien, a él le parecía perfecto. Entrecerró los ojos y las explosiones comenzaron a surgir entre el tejido corporal de la mujer. Vamos, esperaba que ahora intentara darle su mejor golpe. Estaba seguro de que no podría ni tocarle un pelo.
Comenzó a avanzar hacia ella. Si quería vérselas con él, muy bien, a él le parecía perfecto. Entrecerró los ojos y las explosiones comenzaron a surgir entre el tejido corporal de la mujer. Vamos, esperaba que ahora intentara darle su mejor golpe. Estaba seguro de que no podría ni tocarle un pelo.
- Marcus O'Conell
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Chlóe observó aquello desde su posición. Aquel vampiro se había arriesgado por dos humanos. Eso demostraba que aún había esperanza; que aún podía confiar en esos seres, pues algunos tenían buen corazón. Ella apuntó sus cuchillos y los envió directo a la cabeza de Marcus. Acto seguido, corrió delante de la cazadora y se interpuso entre la mirada del vampiro y ella. Si él no la veía, ella no saldría herida... ¿Verdad? Y Chlóe tenía ventajas por ese lado.
- Escóndete mientras te cubro. Él no puede hacerme daño de este modo -dijo rápidamente. Ella no saldría afectada por ningún poder mental. Si Kasha lo atacaba a la distancia, Chlóe podría luchar cuerpo a cuerpo con él para intentar redimirlo. Ya sabía que una vez no lo había logrado, pero procuraría haber aprendido y esta vez hacerlo mejor.
- Escóndete mientras te cubro. Él no puede hacerme daño de este modo -dijo rápidamente. Ella no saldría afectada por ningún poder mental. Si Kasha lo atacaba a la distancia, Chlóe podría luchar cuerpo a cuerpo con él para intentar redimirlo. Ya sabía que una vez no lo había logrado, pero procuraría haber aprendido y esta vez hacerlo mejor.
- Chlóe Crosszeria
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Su cuerpo empezo a sufrir heridas, pero no lo suficiente graves para pararla, no podria acercarse a el, asi que tendria que ser a distancia, pero solamente tenia una oportunidad, en ese momento otra cazadora se interpuso, parecia que ella iba a tener mas oportunidad que ella contra ese vampiro, asi que se lo dejaria a ella
- De acuerdo, es todo tuyo- se escondio de nuevo detras de la columna para taparse las heridas y salir de nuevo, pero justo antes de salir, saco de un bolso que llevaba colgado su mascara, la cual se puso, a pesar de que se disolvio la brigada secreta que creo Itachi de cazadores de elite, ella habia guardado la mascara, pues le era muy util para esconder lo que habia heredado de su clan, esos extraños ojos que le permitian alcanzar una velocidad y una fuerza mucho mayor a la que ya poseia.
En cuanto tuvo bien colocada la mascara y sus ojos cambiaron, salio de su escondite y se quedo mirando a los otros vampiros que estaban montando ese follon, ¿con cual de ellos se tendria que enfrentar?
- De acuerdo, es todo tuyo- se escondio de nuevo detras de la columna para taparse las heridas y salir de nuevo, pero justo antes de salir, saco de un bolso que llevaba colgado su mascara, la cual se puso, a pesar de que se disolvio la brigada secreta que creo Itachi de cazadores de elite, ella habia guardado la mascara, pues le era muy util para esconder lo que habia heredado de su clan, esos extraños ojos que le permitian alcanzar una velocidad y una fuerza mucho mayor a la que ya poseia.
En cuanto tuvo bien colocada la mascara y sus ojos cambiaron, salio de su escondite y se quedo mirando a los otros vampiros que estaban montando ese follon, ¿con cual de ellos se tendria que enfrentar?
- Spoiler:
- Kasha Oskan
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Vio como Kasha rompia el cristal de Nokku y envolvia a todas esas personas que ella habia conseguido reunir alli en un momento, agradecio saber que durante un rato, Ziel estaria a salvo de todo aquello. Minutos despues vio como Kasha era atacada por ese vampiro, pero otra cazadora la protegio, si aguantaban mas de diez minutos con estos tipos era un milagro.
Kai siguio manteniendose en su posicion, ahora mismo el era un cazador de largas distancias, si se exponia, no podria defenderse como Kasha, su lucha tendria que ser a distancia por el momento, pero mejor eso que no poder defender a nadie por no haber traido su equipamiento, debia hacer mas caso a Kasha, sus ideas eran en muchas ocasiones brillantes.
Kai siguio manteniendose en su posicion, ahora mismo el era un cazador de largas distancias, si se exponia, no podria defenderse como Kasha, su lucha tendria que ser a distancia por el momento, pero mejor eso que no poder defender a nadie por no haber traido su equipamiento, debia hacer mas caso a Kasha, sus ideas eran en muchas ocasiones brillantes.
- Kai Olivier
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
En ese momento alguien agarro del cuello a Marcus por detrás con una fuerza que, como muy bien sabia ella, el no podía contrarrestar. Con un imperceptible movimiento lo lanzo contra una pared donde hizo un agujero por el impacto.
Con una sonrisa dulce y maternal miro a los presentes que se hallaban frente a ella, unos muchachos que nada tenían que ver en esta guerra, humanos, vampiros, a ella le daba lo mismo, todos ellos eran inocentes. -Vladimir, deberías castigar a tus "niños" mas a menudo.- Dijo poniéndose frente a el con rápidos movimientos, como si se teletransportara, quedando entre los experimentos, como ella los llamaba, y los estudiantes de la academia.
Escucho lo que dijo una de las mujeres. ¿Ella había matado a Angelique? Que interesante, seria una aliada valiosa. También vio al muchacho que se había interpuesto en el ataque de Vladimir, pobre muchacho. Volvió a fijar su mirada en Vladimir.
-¿Que ocurre? ¿No te alegras de verme? Quizá es que no esperabas verme con vida. ¿Es eso?.- Dijo mirándolo con una sonrisa de suficiencia. El la había creado, pero, lo que el no sabia es que ella no había tenido los fallos que habían tenido los siguientes experimentos, su único fallo era el no haber tenido poderes, pero ella, con el paso del tiempo se había dado cuenta de que eso no era cierto.
Con una sonrisa dulce y maternal miro a los presentes que se hallaban frente a ella, unos muchachos que nada tenían que ver en esta guerra, humanos, vampiros, a ella le daba lo mismo, todos ellos eran inocentes. -Vladimir, deberías castigar a tus "niños" mas a menudo.- Dijo poniéndose frente a el con rápidos movimientos, como si se teletransportara, quedando entre los experimentos, como ella los llamaba, y los estudiantes de la academia.
Escucho lo que dijo una de las mujeres. ¿Ella había matado a Angelique? Que interesante, seria una aliada valiosa. También vio al muchacho que se había interpuesto en el ataque de Vladimir, pobre muchacho. Volvió a fijar su mirada en Vladimir.
-¿Que ocurre? ¿No te alegras de verme? Quizá es que no esperabas verme con vida. ¿Es eso?.- Dijo mirándolo con una sonrisa de suficiencia. El la había creado, pero, lo que el no sabia es que ella no había tenido los fallos que habían tenido los siguientes experimentos, su único fallo era el no haber tenido poderes, pero ella, con el paso del tiempo se había dado cuenta de que eso no era cierto.
- Freya Dowton
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Mientras me movía a medias, un olor bastante… ¿Conocido, Delicioso? Inundo la habitación, despertándome por completo. Desvié la mirada, hasta el último vampiro en llegar, y como un cadáver, la cual estaba rodeada por una estela de sangre, yacía el suelo, me pregunte durante unos segundos por que había derramado tan poca sangre, para una herida que se veía algo profunda. Al parecer el vampiro la había dejado medio muerta, antes de dejarla retorcerse en el suelo algunos minutos.
Dejando de ver la escena, note como Kaname nos dirigía una mirada, al parecer recalcando que esa noche, al igual que muchas otras terminarían pintando uniformemente el suelo… O tal vez no. Los pocos cazadores, menos de 6, que se hallaban en el interior de la sala, habían intentado cubrir la zona, lográndolo a medias… O a cuartos… Suspirando, luego de que el “Discurso” del Vampiro hubiese terminado, sentí un ligero sueño de nuevo. Y al parecer, habían planeado despertar a todos allí. Una sangre diferente, procedente de una esencia conocida, brotaba de la pequeña humana del Jardín. Haciendo una mueca, solté a Rima. El plan que los cazadores habían dejado ver era… Un poco complicado. Desalojar a los humanos del Salón… Los vivos y heridos… de regreso a la Academia, sin llamar la atención de los Extraños, y sin dejar indefensos a los que quedaran en la estancia.
Aquella sangre pura, La actual líder del consejo, la cual se había mantenido aislada de la multitud, al parecer intentaba distraer, o traerle recuerdos, Al hombre que, según había creído escuchar, se había autollamado el “Padre” de los invasores, algunos de los cuales habían comenzado a tomar ejemplo del derramamiento de sangre de Su Líder, para manchar el suelo, con otras criaturas. El bullicio, los gritos, el escándalo así, me atormentaba, y fastidiaba. ¿Por qué los humanos eran siempre tan Histriónicos, consciente o inconscientemente? Al parecer, creían que corriendo todos, en distintas direcciones, y a diferentes lugares, distraerían al enemigo, pero no hacían más que fijarse como blancos fáciles. Le dirigí una mirada a Rima, aclarándole que al final, sería una fiesta como “Cualquier Otra”
Dejando de ver la escena, note como Kaname nos dirigía una mirada, al parecer recalcando que esa noche, al igual que muchas otras terminarían pintando uniformemente el suelo… O tal vez no. Los pocos cazadores, menos de 6, que se hallaban en el interior de la sala, habían intentado cubrir la zona, lográndolo a medias… O a cuartos… Suspirando, luego de que el “Discurso” del Vampiro hubiese terminado, sentí un ligero sueño de nuevo. Y al parecer, habían planeado despertar a todos allí. Una sangre diferente, procedente de una esencia conocida, brotaba de la pequeña humana del Jardín. Haciendo una mueca, solté a Rima. El plan que los cazadores habían dejado ver era… Un poco complicado. Desalojar a los humanos del Salón… Los vivos y heridos… de regreso a la Academia, sin llamar la atención de los Extraños, y sin dejar indefensos a los que quedaran en la estancia.
Aquella sangre pura, La actual líder del consejo, la cual se había mantenido aislada de la multitud, al parecer intentaba distraer, o traerle recuerdos, Al hombre que, según había creído escuchar, se había autollamado el “Padre” de los invasores, algunos de los cuales habían comenzado a tomar ejemplo del derramamiento de sangre de Su Líder, para manchar el suelo, con otras criaturas. El bullicio, los gritos, el escándalo así, me atormentaba, y fastidiaba. ¿Por qué los humanos eran siempre tan Histriónicos, consciente o inconscientemente? Al parecer, creían que corriendo todos, en distintas direcciones, y a diferentes lugares, distraerían al enemigo, pero no hacían más que fijarse como blancos fáciles. Le dirigí una mirada a Rima, aclarándole que al final, sería una fiesta como “Cualquier Otra”
- Senri Shiki
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Continué bailando con Shiki hasta que un olor bastante apetitoso inundo la sala por completo. En ese momento nos detuvimos para ver lo que acontecía a nuestro alrededor, yo no me había enterado de nada pues había estado prácticamente inconsciente todo el rato. Observo con fijeza la muchacha muerta del suelo, a los pies de aquel extraño hombre que había entrado tan solo unos minutos antes.
Mire a Kaname un momento, que nos indico que debíamos ayudar, que fastidio, los humanos eran inestables, chillones y torpes. Resoplo y soltó a Shiki mirándolo un momento, coincidiendo con su mirada y rodando los ojos antes de acercarme a donde estaba Kaname, para flanquearle por si había algún problema, todos los humanos habían desaparecido quizá gracias a los miembros del consejo, que, por una vez hizo algo bien.
Mire a Kaname un momento, que nos indico que debíamos ayudar, que fastidio, los humanos eran inestables, chillones y torpes. Resoplo y soltó a Shiki mirándolo un momento, coincidiendo con su mirada y rodando los ojos antes de acercarme a donde estaba Kaname, para flanquearle por si había algún problema, todos los humanos habían desaparecido quizá gracias a los miembros del consejo, que, por una vez hizo algo bien.
- Rima Touya
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Interesante. Aquel vampiro había arriesgado su vida por simples... humanos. Vladimir los miró fijamente por un rato y agradeció que Marcus tuviera intenciones de encargarse de ellos. Miró a Chie y le dedicó una suave y paternal sonrisa. Acto seguido, concentró su poder en la lanza que había creado a través de su cuerpo y esta comenzó a mutar. Había quedado dentro del cristal, por lo que comenzó a oscurecerlo todo y, por ende, comenzó a atrapar en su tremebundo veneno a quienes estaban allí dentro. No eran tan listos como esperaba, al fin de cuentas. Los que se encontraban dentro no tardarían mucho en asfixiarse; y si no morían con eso, lo harían debido a las extensiones de la lanza que se estaban creando y dirigiendo directo a los cuerpos, con intenciones de atravesarlos.
Mientras se encargaba de ello sin que nadie se diera cuenta, excepto los que estaban dentro de la esfera protectora, miró a la vampiresa que había osado hablarle de aquel modo. Ladeó suavemente el rostro. Era una pena acabar con uno de los seres con más oportunidades de vivir esta noche. Ella sería muy fuerte si decidía unirse a él. Una pena que no quisiera cooperar. Vladimir sonrió ante sus palabras y cerró los ojos por un instante. Así que de eso se trataba. Había sido ella.
- Angelique y los Morgenstern, ¿eh? Ellos sólo flaquearon ante las emociones, y así terminaron. Aún confío en que concluyan el trabajo que empezaron. Creeme que estás maldita, y lo que engendras lo está el doble -sentenció, cual vidente, clavando la mirada en ella y en su vientre alternativamente-. Veo que los hijos de esa mujer disfrutan su estadía en ese pueblo, hasta te has atrevido a mezclarte con esa estirpe -soltó una suave carcajada viendo a Adam. De repente, impuso en todo su ser el dolor insoportable que podían causar sus ojos al volverse carmesí. Ese era uno de los poderes del Creador de esos seres majestuosos. Nadie podía evitar ese dolor. Nadie podía contrarrestar ese efecto, con la excepción de aquella cazadora que intentaba ser valiente oponiéndose a Marcus. Sería otra pieza interesante, habría que tenerla en cuenta. Pocos humanos valían realmente la pena en este lugar.
De repente, Marcus voló por los aires y Vladimir supo de antemano quiénes podían ser las causantes. Una creía que estaba muerta y la otra era una rebelde sin causa. Visto y considerando que Yami no se hallaba allí, la primera opción debía ser la correcta. Vaya sorpresa. Él observó aquella pequeña silueta. Qué triste era que le odiara tanto. Él sólo había querido hacer de ella un ser mejor, capaz de valerse por sí mismo. En cierto modo, lo había logrado, pues estaba allí enfrentándolo.
- Mira quién tenemos aquí, ni más ni menos que la dulce Fresa -entonó, dedicándole una amable y temible sonrisa, mientras utilizaba aquella fruta para hacer referencia a su nombre. ¿Qué podría hacerle ella a él? Nada. Si bien podía vérselas con sus hermanos porque poseían poder y habilidades similares, ninguno de ellos tenía nada que hacer contra su Creador.
Mientras se encargaba de ello sin que nadie se diera cuenta, excepto los que estaban dentro de la esfera protectora, miró a la vampiresa que había osado hablarle de aquel modo. Ladeó suavemente el rostro. Era una pena acabar con uno de los seres con más oportunidades de vivir esta noche. Ella sería muy fuerte si decidía unirse a él. Una pena que no quisiera cooperar. Vladimir sonrió ante sus palabras y cerró los ojos por un instante. Así que de eso se trataba. Había sido ella.
- Angelique y los Morgenstern, ¿eh? Ellos sólo flaquearon ante las emociones, y así terminaron. Aún confío en que concluyan el trabajo que empezaron. Creeme que estás maldita, y lo que engendras lo está el doble -sentenció, cual vidente, clavando la mirada en ella y en su vientre alternativamente-. Veo que los hijos de esa mujer disfrutan su estadía en ese pueblo, hasta te has atrevido a mezclarte con esa estirpe -soltó una suave carcajada viendo a Adam. De repente, impuso en todo su ser el dolor insoportable que podían causar sus ojos al volverse carmesí. Ese era uno de los poderes del Creador de esos seres majestuosos. Nadie podía evitar ese dolor. Nadie podía contrarrestar ese efecto, con la excepción de aquella cazadora que intentaba ser valiente oponiéndose a Marcus. Sería otra pieza interesante, habría que tenerla en cuenta. Pocos humanos valían realmente la pena en este lugar.
De repente, Marcus voló por los aires y Vladimir supo de antemano quiénes podían ser las causantes. Una creía que estaba muerta y la otra era una rebelde sin causa. Visto y considerando que Yami no se hallaba allí, la primera opción debía ser la correcta. Vaya sorpresa. Él observó aquella pequeña silueta. Qué triste era que le odiara tanto. Él sólo había querido hacer de ella un ser mejor, capaz de valerse por sí mismo. En cierto modo, lo había logrado, pues estaba allí enfrentándolo.
- Mira quién tenemos aquí, ni más ni menos que la dulce Fresa -entonó, dedicándole una amable y temible sonrisa, mientras utilizaba aquella fruta para hacer referencia a su nombre. ¿Qué podría hacerle ella a él? Nada. Si bien podía vérselas con sus hermanos porque poseían poder y habilidades similares, ninguno de ellos tenía nada que hacer contra su Creador.
- Nathan Hawthorne
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Marcus estaba a punto de dar un ataque mortal a esa cazadora, cuando la otra apareció. La miró fijamente. Una sonrisa perversa y elegante a su vez se formó en sus labios.
- ¿No has tenido suficiente la última vez? -preguntó con sorna. Esta vez se aseguraría de no dejarla con vida. Sin embargo, alguien lo sujetó del cuello. Aquel agarre sólo podía pertenecer a uno de sus hermanos. Miró de reojo y captó aquel cabello azul ondeando en el aire, justo antes de ser enviado hasta un muro. Un agujero se formó en la pared. Marcus se incorporó. Estaba cabreado, muy cabreado. Mostró sus blancos colmillos y miró una ventana abierta, por donde dos cazadores hacían su trabajo. Se acercó a ellos con rapidez y los mató de un solo movimiento. Del mismo modo, asesinó a cinco humanos que estaban escapando junto a ellos. Marcus odiaba que lo tomen a chiste. Que no crea esta niña de mierda que iba a poder contra él.
Tras llenar su boca y manos de sangre, con ojos refulgentes se lanzó sobre Chlóe, embistiéndola con una fuerza sobrenatural ayudada de gran velocidad. Si lograba librarse de semejante golpe, podía considerar que su Dios ha querido salvarla y mantenerla con vida unos minutos más. Tras realizar aquella acción, se dirigió a Freya por detrás, sujetándola del cuello del mismo modo que ella había hecho con él. La acercó a su cuerpo y la lengua de Marcus creó un fino trazo en la mejilla de la joven. Podría matarla ahora mismo. Sólo esperaba que Padre le diera la orden. Marcus apretó su agarre, la sangre comenzaba a emerger.
- Oye, Chie. ¿No quieres probar un poco? -gritó de manera demencial.
- ¿No has tenido suficiente la última vez? -preguntó con sorna. Esta vez se aseguraría de no dejarla con vida. Sin embargo, alguien lo sujetó del cuello. Aquel agarre sólo podía pertenecer a uno de sus hermanos. Miró de reojo y captó aquel cabello azul ondeando en el aire, justo antes de ser enviado hasta un muro. Un agujero se formó en la pared. Marcus se incorporó. Estaba cabreado, muy cabreado. Mostró sus blancos colmillos y miró una ventana abierta, por donde dos cazadores hacían su trabajo. Se acercó a ellos con rapidez y los mató de un solo movimiento. Del mismo modo, asesinó a cinco humanos que estaban escapando junto a ellos. Marcus odiaba que lo tomen a chiste. Que no crea esta niña de mierda que iba a poder contra él.
Tras llenar su boca y manos de sangre, con ojos refulgentes se lanzó sobre Chlóe, embistiéndola con una fuerza sobrenatural ayudada de gran velocidad. Si lograba librarse de semejante golpe, podía considerar que su Dios ha querido salvarla y mantenerla con vida unos minutos más. Tras realizar aquella acción, se dirigió a Freya por detrás, sujetándola del cuello del mismo modo que ella había hecho con él. La acercó a su cuerpo y la lengua de Marcus creó un fino trazo en la mejilla de la joven. Podría matarla ahora mismo. Sólo esperaba que Padre le diera la orden. Marcus apretó su agarre, la sangre comenzaba a emerger.
- Oye, Chie. ¿No quieres probar un poco? -gritó de manera demencial.
- Marcus O'Conell
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
El dolor resultaba insoportable a cada paso. Apretó los dientes, intentando que sus colmillos no desearan clavarse sobre lo primero que encontrasen. Escuchó la voz de Fraiah y sintió su aroma; su humanidad. Ella envolvió su rostro entre sus manos y Christian alzó la mirada. Sus ojos estaban tornándose negros, abandonando completamente el dorado natural que poseían; aquel dorado amigable e intimidante. Ahora sus ojos denotaban amenaza y desesperación. Tenía que soportar el hambre, la ansiedad, la sed. No podía matar allí mismo, aunque estaría a gusto si consumía las almas de aquellos vampiros indeseables. En cuanto iba a decirle a Fraiah y a todos los presentes que se alejaran de él, Kasha le quitó la lanza que tenía atravesada. Un gemido de dolor se escapó de sus labios, pero su rostro estaba tan tenso que la única expresión que podía mostrar era de rudeza y hostilidad pura.
- Gracias -murmuró a duras penas. Sorprendentemente, su herida comenzó a sanarse. Ese vampiro necesitaria algo más que una lanza envenenada si pretendía matarlo. Es entonces cuando escucha el diálogo que tenía con Katrina. Oye el nombre de su madre y aprieta los puños. Ella los había traicionado, él aún no podía asumirlo. Lo que estaba padeciendo era, en gran parte, su culpa; lo que todos padecían era su culpa. De repente, se vio envuelto junto a los demás en una esfera de cristal. ¿Pero qué diablos...? Christian miró hacia todas partes, buscando escapatoria. ¿Kasha estaba loca o qué? No podía dejarlo a él allí dentro, no con aquellos humanos... ¡Heridos!
Christian comenzó a desesperarse, pero intentó mantener la cordura recordando las palabras que Kasha le murmuró en su oído cuando le ayudó a levantarse. Miró fijamente al susodicho vampiro que, ahora, abrazaba a su hermana. Si se atrevía a ponerle un solo dedo encima con intenciones de dañarla, se lo comería; lo descuartizaría y devoraría su alma en ese preciso instante. No le importaría una mierda que los demás vieran aquella escena. Sin embargo, se vio obligado a distraerse de sus cavilaciones destructivas para con ese tipo. Algo comenzaba a convertir turbio el ambiente. Christian miró la daga, ¿qué clase de poder era ese? Con rapidez miró a los humanos.
- ¡No respiren! -gritó con ferocidad mientras se interponía, nuevamente, en el camino de la lanza con objetivo de herir a los que se encontraban dentro. Las extensiones de aquel artefacto no cesaban de atravesar a Christian, pero no serían golpes de muerte, al menos eso esperaba. Tenía muchas cosas que hacer aún. No podía morir así porque sí. La sangre de Christian se mezcló con la de los dos humanos que yacían heridos.
- Bella, tienes que sacarlos de aquí. Si los dejas más tiempo, el veneno los matará -gruñó, intentando acaparar la mayor cantidad de golpes posibles. Sin embargo, una de aquellas afiladas extensiones se dirigió hacia Evan y Fraiah. Si no hacían algo, ambos serían atravesados. Christian se volteó desesperado, pero casi no podía moverse-. ¡Cuidado! -gritó con todas sus fuerzas, y luego de eso, escupió sangre. Envió una sombra ante ambos jóvenes. Ésta podría frenar reducir el ataque, pero no podría frenarlo completamente. Ojalá Kairi lo perdonase por esto, pero era su deber, debía proteger a estas personas a toda cosa, de otro modo, ¿qué clase de Pura Sangre era él? Vio la silueta de Kairi a lo lejos, tras el cristal.
Al mismo tiempo que esto ocurría, las sombras que Christian había ocultado en las sombras de Vladimir y sus aliados, comenzaron a surgir por detrás de cada figura, amenazando con encerrarlos y consumir la energía que desprendían sus cuerpos, al menos por un buen rato.
- Gracias -murmuró a duras penas. Sorprendentemente, su herida comenzó a sanarse. Ese vampiro necesitaria algo más que una lanza envenenada si pretendía matarlo. Es entonces cuando escucha el diálogo que tenía con Katrina. Oye el nombre de su madre y aprieta los puños. Ella los había traicionado, él aún no podía asumirlo. Lo que estaba padeciendo era, en gran parte, su culpa; lo que todos padecían era su culpa. De repente, se vio envuelto junto a los demás en una esfera de cristal. ¿Pero qué diablos...? Christian miró hacia todas partes, buscando escapatoria. ¿Kasha estaba loca o qué? No podía dejarlo a él allí dentro, no con aquellos humanos... ¡Heridos!
Christian comenzó a desesperarse, pero intentó mantener la cordura recordando las palabras que Kasha le murmuró en su oído cuando le ayudó a levantarse. Miró fijamente al susodicho vampiro que, ahora, abrazaba a su hermana. Si se atrevía a ponerle un solo dedo encima con intenciones de dañarla, se lo comería; lo descuartizaría y devoraría su alma en ese preciso instante. No le importaría una mierda que los demás vieran aquella escena. Sin embargo, se vio obligado a distraerse de sus cavilaciones destructivas para con ese tipo. Algo comenzaba a convertir turbio el ambiente. Christian miró la daga, ¿qué clase de poder era ese? Con rapidez miró a los humanos.
- ¡No respiren! -gritó con ferocidad mientras se interponía, nuevamente, en el camino de la lanza con objetivo de herir a los que se encontraban dentro. Las extensiones de aquel artefacto no cesaban de atravesar a Christian, pero no serían golpes de muerte, al menos eso esperaba. Tenía muchas cosas que hacer aún. No podía morir así porque sí. La sangre de Christian se mezcló con la de los dos humanos que yacían heridos.
- Bella, tienes que sacarlos de aquí. Si los dejas más tiempo, el veneno los matará -gruñó, intentando acaparar la mayor cantidad de golpes posibles. Sin embargo, una de aquellas afiladas extensiones se dirigió hacia Evan y Fraiah. Si no hacían algo, ambos serían atravesados. Christian se volteó desesperado, pero casi no podía moverse-. ¡Cuidado! -gritó con todas sus fuerzas, y luego de eso, escupió sangre. Envió una sombra ante ambos jóvenes. Ésta podría frenar reducir el ataque, pero no podría frenarlo completamente. Ojalá Kairi lo perdonase por esto, pero era su deber, debía proteger a estas personas a toda cosa, de otro modo, ¿qué clase de Pura Sangre era él? Vio la silueta de Kairi a lo lejos, tras el cristal.
Al mismo tiempo que esto ocurría, las sombras que Christian había ocultado en las sombras de Vladimir y sus aliados, comenzaron a surgir por detrás de cada figura, amenazando con encerrarlos y consumir la energía que desprendían sus cuerpos, al menos por un buen rato.
- Christian Blade
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Los observo con los ojos entrecerrados, maldito científico loco. Observo de reojo lo que sucedía en el interior del cristal que inmediatamente reconoció como de Nokku y supo que hacer para liberarlos. Un fuego negro que parecía salido de la nada, pues la vampiresa ni siquiera se había movido, consumió el cristal como si de papel se tratase, liberando a los humanos de una muerte segura. El fuego comenzó a consumir también la daga que desapareció en la negrura pasados unos instantes.
Miró a Vladimir unos instantes mientras hablaba pero para suerte de la muchacha, escucho sus intenciones en su mente antes de que se produjeran pudiendo, así crear una pared de fuego negro que protegía de gran parte del efecto a Adam y a ella aunque el dolor era casi palpable. El hablo de sus bebés pero nadie pareció darse cuenta del hecho y ella lo agradeció enormemente. iba a hablar pero de pronto una figura fue estampada contra una de las paredes, en una abrir y cerrar de ojos el muchacho de cabello rubio y ojos verdes se había convertido en aquel hombre que la salvo aquella vez.
Se quedo parada unos instantes mirándolo fijamente mientras sesgaba la vida de unos cazadores y unos humanos sin decir nada, no había vuelto a verle desde aquella vez, recordó a la rubia entonces y un sentimiento de furia rodeo aquel pensamiento que deshecho al instante, no podía tener sentimientos, no ahora. Detrás de Marcus, quien había salido volando había aparecido una muchacha, que no aprecia mucho mayor que ella misma, pero ¿Quien sabia? Su cabello azul, recordaba vagamente algo sobre lo que había leído. "Y la primera de ellas de cerúleos cabellos desapareció sin dejar rastro" Así que era ella. Que interesante.
Miró a Vladimir unos instantes mientras hablaba pero para suerte de la muchacha, escucho sus intenciones en su mente antes de que se produjeran pudiendo, así crear una pared de fuego negro que protegía de gran parte del efecto a Adam y a ella aunque el dolor era casi palpable. El hablo de sus bebés pero nadie pareció darse cuenta del hecho y ella lo agradeció enormemente. iba a hablar pero de pronto una figura fue estampada contra una de las paredes, en una abrir y cerrar de ojos el muchacho de cabello rubio y ojos verdes se había convertido en aquel hombre que la salvo aquella vez.
Se quedo parada unos instantes mirándolo fijamente mientras sesgaba la vida de unos cazadores y unos humanos sin decir nada, no había vuelto a verle desde aquella vez, recordó a la rubia entonces y un sentimiento de furia rodeo aquel pensamiento que deshecho al instante, no podía tener sentimientos, no ahora. Detrás de Marcus, quien había salido volando había aparecido una muchacha, que no aprecia mucho mayor que ella misma, pero ¿Quien sabia? Su cabello azul, recordaba vagamente algo sobre lo que había leído. "Y la primera de ellas de cerúleos cabellos desapareció sin dejar rastro" Así que era ella. Que interesante.
- Katrina Darent
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Fraiah estaba muy preocupada por Christian. Él no dejaba de sangrar y debilitarse. Aquella lanza no le daba respiro. Sin embargo, Kasha se encargó de ello. En silencio, se lo agradeció. Christian alzó la mirada y Fraiah sintió que la traspasó de un simple parpadeo. Sus ojos estaba negros. Ella parpadeó, estupefacta. ¿A esto le temía el Consejo cuando dieron la orden de encerrarlo y mantenerlo custodiado? Él se irguió y Evan intentaba consolarla. Fraiah se encontraba envuelta entre los brazos del joven vampiro, el cual ella creía que aún conservaba el alma de su viejo amigo Astrid. Gran error, gran error de su ingenuidad que podría llevarla a la perdición. ¿Qué intenciones tenía él para con ella?
De repente, aquel vampiro rubio de ojos verdes comenzó a dañar a los humanos que estaban con ella, asimismo hirió a Bella y a Kasha. Fraiah chilló y se aferró a Evan. Debían hacer algo, no podían permitir que esto ocurriera. Sin embargo, Kasha se las arregló -como siempre- para salvarle las papas a todos. Se encontraron rodeados de un fuerte cristal. Eso les protegería, ¿cierto? Pero pronto escuchó las mismas palabras que Christian y Adam. Se quedó petrificada. ¿Angelique? ¿Su madre adoptiva? ¿Qué tenía que ver ella en todo esto? Sus ojos brillaron y miró a Chris, buscando respuestas con la mirada. No había caído en la cuenta de todo aquello, puesto que anteriormente su atención se había concentrado en los hermanos Morgenstern.
La sangre lo envolvió todo, incluso allí dentro, donde supuestamente ellos estarían a salvo por un buen rato. Fraiah se acercó al muchacho humano y se cortó un trozo de tela de su vestido. Necesitaba frenar la hemorragia de su pierna, pues era la peor herida. Seguidamente, ayudaría a la otra chica. Esto no podía estar ocurriendo. ¿Dónde estaba Nokku? Lo necesitaba en este momento. Él siempre le brindaba fuerzas, aunque fuera con una simple mirada. Tenía miedo y se sentía sola otra vez. Rodeada de gente lastimada, triste, desolada y aterrorizada. ¿Qué más podía hacer? Christian estaba recibiendo todos los golpes. Fraiah sólo cerraba los ojos con fuerza, intentando no ver. No soportaba el dolor que su hermano estaba recibiendo por querer protegerlos a todos. Trataba que las lágrimas no emergieran, pero de tan desesperada y preocupada que estaba, aquello era un deseo imposible. Varias gotas cayeron sobre el rostro del joven de la clase diurna al cual intentaba frenar el sangrado. Incluso intentando retener la respiración no podía frenar la congoja. ¿Cuánto más aguantaría sin respirar? Por favor, que alguien sólo los sacase de aquí dentro. La esfera de cristal que los protegía era, ahora, un arma de doble filo.
Lentamente, Fraiah comenzó a marearse. Los nervios, el miedo, toda su poca estabilidad emocional sumada a la anemia, las heridas que aún no se habían recuperado del todo en su cuerpo desde aquel encuentro tremebundo en los terrenos, provocaron que un ligero desmayo se adueñara de su ser. Fraiah se desvaneció cayendo hacia atrás, sobre Evan, quien hace unos momentos la sostenía. Sus manos estaban manchadas de sangre humana, pero al menos esta vez ella no había asesinado a nadie. Lo último que escuchó antes de perder el sentido fue la voz de su hermano, gritando "cuidado" con fervor.
De repente, aquel vampiro rubio de ojos verdes comenzó a dañar a los humanos que estaban con ella, asimismo hirió a Bella y a Kasha. Fraiah chilló y se aferró a Evan. Debían hacer algo, no podían permitir que esto ocurriera. Sin embargo, Kasha se las arregló -como siempre- para salvarle las papas a todos. Se encontraron rodeados de un fuerte cristal. Eso les protegería, ¿cierto? Pero pronto escuchó las mismas palabras que Christian y Adam. Se quedó petrificada. ¿Angelique? ¿Su madre adoptiva? ¿Qué tenía que ver ella en todo esto? Sus ojos brillaron y miró a Chris, buscando respuestas con la mirada. No había caído en la cuenta de todo aquello, puesto que anteriormente su atención se había concentrado en los hermanos Morgenstern.
La sangre lo envolvió todo, incluso allí dentro, donde supuestamente ellos estarían a salvo por un buen rato. Fraiah se acercó al muchacho humano y se cortó un trozo de tela de su vestido. Necesitaba frenar la hemorragia de su pierna, pues era la peor herida. Seguidamente, ayudaría a la otra chica. Esto no podía estar ocurriendo. ¿Dónde estaba Nokku? Lo necesitaba en este momento. Él siempre le brindaba fuerzas, aunque fuera con una simple mirada. Tenía miedo y se sentía sola otra vez. Rodeada de gente lastimada, triste, desolada y aterrorizada. ¿Qué más podía hacer? Christian estaba recibiendo todos los golpes. Fraiah sólo cerraba los ojos con fuerza, intentando no ver. No soportaba el dolor que su hermano estaba recibiendo por querer protegerlos a todos. Trataba que las lágrimas no emergieran, pero de tan desesperada y preocupada que estaba, aquello era un deseo imposible. Varias gotas cayeron sobre el rostro del joven de la clase diurna al cual intentaba frenar el sangrado. Incluso intentando retener la respiración no podía frenar la congoja. ¿Cuánto más aguantaría sin respirar? Por favor, que alguien sólo los sacase de aquí dentro. La esfera de cristal que los protegía era, ahora, un arma de doble filo.
Lentamente, Fraiah comenzó a marearse. Los nervios, el miedo, toda su poca estabilidad emocional sumada a la anemia, las heridas que aún no se habían recuperado del todo en su cuerpo desde aquel encuentro tremebundo en los terrenos, provocaron que un ligero desmayo se adueñara de su ser. Fraiah se desvaneció cayendo hacia atrás, sobre Evan, quien hace unos momentos la sostenía. Sus manos estaban manchadas de sangre humana, pero al menos esta vez ella no había asesinado a nadie. Lo último que escuchó antes de perder el sentido fue la voz de su hermano, gritando "cuidado" con fervor.
- Fraiah B. Eslin
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
continuo mirando a aquel ser que se posicionaba frente a ella, creía ser un Dios, iluso de el, solo era un renegado que ansiaba mas poder que nadie. Pronto caería, todos ellos lo harían. Rió al escuchar sus palabras. -Fresa, así solías llamarme. Pero déjame decirte algo. La fresa se marchito, junto a mi fe en ti.- Dijo observando los movimientos de Marcus.
Muerte, sangre, sufrimiento, ¿Por que esta pobre gente tenia que pasar por aquello? ¿Por que el habría elegido una academia para todo esto? Suspiro y en ese instante noto la mano de Marcus en su cuello, rió levemente y, en el momento en el que el apretó mas, desapareció entre su mano haciendo que el aprisionara aire. Ella apareció unos metros mas allá mirándolo ladeada. Sus ojos se tornaron color burdeos, analizando al sujeto, sacando a relucir sus puntos débiles, sonrió. -Marcus, Marcus. Esos sentimientos a los que temes.- Dijo con tristeza. -De tus hermanos eres el que mas posibilidades tenia de sobrevivir y tener una vida tranquila, te has dejado corromper. Has dejado que el encerrara lo poco bueno y amable que podía haber en ti.- Sabia que estaba tocando una parte muy sensible del muchacho, ella, a diferencia de sus hermanos que solo poseían habilidades ofensivas tenia la habilidad de ver las debilidades de los demás con un simple vistazo, eso le permitía ahondar en lo mas profundo de los sentimientos del chico. -Podrías haber tenido una familia, el amor, la fraternidad, alguien que te acompañara en tu viaje, en cambio, estas solo y perdido en un mundo que no tiene sentido para ti.-
Muerte, sangre, sufrimiento, ¿Por que esta pobre gente tenia que pasar por aquello? ¿Por que el habría elegido una academia para todo esto? Suspiro y en ese instante noto la mano de Marcus en su cuello, rió levemente y, en el momento en el que el apretó mas, desapareció entre su mano haciendo que el aprisionara aire. Ella apareció unos metros mas allá mirándolo ladeada. Sus ojos se tornaron color burdeos, analizando al sujeto, sacando a relucir sus puntos débiles, sonrió. -Marcus, Marcus. Esos sentimientos a los que temes.- Dijo con tristeza. -De tus hermanos eres el que mas posibilidades tenia de sobrevivir y tener una vida tranquila, te has dejado corromper. Has dejado que el encerrara lo poco bueno y amable que podía haber en ti.- Sabia que estaba tocando una parte muy sensible del muchacho, ella, a diferencia de sus hermanos que solo poseían habilidades ofensivas tenia la habilidad de ver las debilidades de los demás con un simple vistazo, eso le permitía ahondar en lo mas profundo de los sentimientos del chico. -Podrías haber tenido una familia, el amor, la fraternidad, alguien que te acompañara en tu viaje, en cambio, estas solo y perdido en un mundo que no tiene sentido para ti.-
- Freya Dowton
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Vladimir se deleitó con el rápido accionar de la Líder del Consejo. Rió ante sus intentos de meterse en su mente. ¿Acaso ella no sabía que aquellos trucos eran inútiles? Él contaba con una barrera mental adquirida gracias a los poderes adquiridos de dos Pura Sangre poderosos que había consumido. Ella no tenía oportunidad contra él. Ninguno de ellos. Debido a ello, Vladimir intensificó el dolor. Todos allí dentro se pudrirían. Eliminaría, pronto, a cada Pura Sangre arrogante. Le importaba poco que fuera una mujer, un niño o un hombre.
Giró su rostro un momento y reparó en dos cazadores que intentaban auxiliar humanos a través de otra de las ventanas. Nuevas lanzas salieron de su cuerpo y atravesaron a los mortales. Junto con ellos, despedazó en mil pedazos a tres humanos más que corrían intentando salvar sus vidas. Volvió a mirar a Katrina y a su pareja. ¿Y bien? ¿Qué más iban a ofrecerle? Miró a Marcus y cómo esperaba ansioso que él diera la orden de matar a la joven Freya. Vladimir negó con la cabeza. No iba a matar a una de sus creaciones por más traidora que fuese. Además, él tenía intenciones de saber la información que ella poseía. ¿Cómo había logrado seguir con vida? La atraparía de nuevo, y esta vez no escaparía.
Y para su sorpresa y la de todos, seguramente, la chica se soltó del agarre de una manera bastante maravillosa. Vladimir la observó con detenimiento. Interesante. No era una inútil; no era un proyecto fallido después de todo. Comenzó a oír sus palabras y rápidamente miró a Marcus. ¿Qué buscaba? Ella pretendía acertarle donde más le dolía, ¿verdad?
- Suficiente -sentenció, dando un paso al frente. Era su deber proteger a sus "hijos"-. Es un desperdicio que te opongas a nosotros -murmuró, entrecerrando los ojos y enviando el dolor tortuoso hacia ella. Sabía que no podría librarse, y de ese modo podría tenerla a su merced-. Yo en verdad te apreciaba -dijo luego, en un tono más calmo-. Regresa a mí por las buenas, Fresa-chan, y prometo dejarte vivir.
Giró su rostro un momento y reparó en dos cazadores que intentaban auxiliar humanos a través de otra de las ventanas. Nuevas lanzas salieron de su cuerpo y atravesaron a los mortales. Junto con ellos, despedazó en mil pedazos a tres humanos más que corrían intentando salvar sus vidas. Volvió a mirar a Katrina y a su pareja. ¿Y bien? ¿Qué más iban a ofrecerle? Miró a Marcus y cómo esperaba ansioso que él diera la orden de matar a la joven Freya. Vladimir negó con la cabeza. No iba a matar a una de sus creaciones por más traidora que fuese. Además, él tenía intenciones de saber la información que ella poseía. ¿Cómo había logrado seguir con vida? La atraparía de nuevo, y esta vez no escaparía.
Y para su sorpresa y la de todos, seguramente, la chica se soltó del agarre de una manera bastante maravillosa. Vladimir la observó con detenimiento. Interesante. No era una inútil; no era un proyecto fallido después de todo. Comenzó a oír sus palabras y rápidamente miró a Marcus. ¿Qué buscaba? Ella pretendía acertarle donde más le dolía, ¿verdad?
- Suficiente -sentenció, dando un paso al frente. Era su deber proteger a sus "hijos"-. Es un desperdicio que te opongas a nosotros -murmuró, entrecerrando los ojos y enviando el dolor tortuoso hacia ella. Sabía que no podría librarse, y de ese modo podría tenerla a su merced-. Yo en verdad te apreciaba -dijo luego, en un tono más calmo-. Regresa a mí por las buenas, Fresa-chan, y prometo dejarte vivir.
- Nathan Hawthorne
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Adam no soportaba más aquella situación, aquellas palabras hirientes. Nunca creyó que algo así pudiera afectarle, hasta que se metió con los pocos y verdaderos afectos que tenía. El dolor se apoderó de su ser pero luchó por mantenerse en pie, pues debía estar atento a cualquier cosa. Un mundo de circunstancias ocurría a su alrededor. Él sólo debía aguantar, sólo...
Y se lanzó sobre él. No podía aguantar más las blasfemias que echaba por la boca. Adam embistió a Vladimir con una fuerza feroz. Aunque fuera esto lo último que hiciera, no permitiría que tocara a Katrina, no permitiría que matara más gente.
- A ti te voy a matar yo -siseó con sus ojos en un refulgente carmesí. Casi podía advertir como el maldito vampiro sonreía mientras le continuaba proporcionando aquel dolor. Casi podía advertir cómo se burlaba de él y sus impulsos, pero no le importaba. Lo sujetó del cuello y lo embistió contra una pared. Alzó su mano, listo para atravesar su corazón.
Y se lanzó sobre él. No podía aguantar más las blasfemias que echaba por la boca. Adam embistió a Vladimir con una fuerza feroz. Aunque fuera esto lo último que hiciera, no permitiría que tocara a Katrina, no permitiría que matara más gente.
- A ti te voy a matar yo -siseó con sus ojos en un refulgente carmesí. Casi podía advertir como el maldito vampiro sonreía mientras le continuaba proporcionando aquel dolor. Casi podía advertir cómo se burlaba de él y sus impulsos, pero no le importaba. Lo sujetó del cuello y lo embistió contra una pared. Alzó su mano, listo para atravesar su corazón.
- Adam Blade
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Buen movimiento. En verdad ha sido un buen movimiento. Aunque un poco tonto, ¿no? Ahora mismo, el corazón de Adam se encontraba aprisionado entre la ensangrentada mano de Vladimir, que había tenido un movimiento mucho más veloz y eficiente, atravesando el pecho del Pura Sangre. Un simple movimiento y él moriría. Era así de simple. Vladimir miró a Katrina. ¿Acaso ella quería quedarse viuda con aquellos niños en camino?
- Admiro tu valor para proteger a los tuyos, pero me temo que nadie aquí ha entendido mi mensaje -susurró, pacíficamente, mientras miraba a los ojos al novio/esposo/mascota/loquesea de Katrina Darent-. Si mal no recuerdo, creo haber dejado bien claro que todo aquel que fuera prudente sabría que lo que le convenía era unirse a mí, no enfrentarme -concluyó, frío y severo. Sería mejor que conservaran la calma ahora, pues cualquier movimiento en falso y un Pura Sangre menos poblaba la tierra.
- Admiro tu valor para proteger a los tuyos, pero me temo que nadie aquí ha entendido mi mensaje -susurró, pacíficamente, mientras miraba a los ojos al novio/esposo/mascota/loquesea de Katrina Darent-. Si mal no recuerdo, creo haber dejado bien claro que todo aquel que fuera prudente sabría que lo que le convenía era unirse a mí, no enfrentarme -concluyó, frío y severo. Sería mejor que conservaran la calma ahora, pues cualquier movimiento en falso y un Pura Sangre menos poblaba la tierra.
- Nathan Hawthorne
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Y en ese momento el dolor se intensifico, mareandola, haciéndola casi perder el conocimiento pero, en el momento que el salto se puso en pie rápida como el rayo, ignorando el dolor, ignorando todo lo demás, el estaba en peligro en peligro inmediato y ella debía protegerlo, sea como fuere. Angelique, si estas ahí por favor, por el amor que aun te quede para tus hijos, no permitas que el los mate. Enmienda tu error y libérate del terrible sufrimiento.
Musito desesperada viendo, como el, el único que podía hacerla mantenerse cuerda en aquellos momentos se había lanzado a la boca del lobo. Lobo. Claro, ¿Como no lo había pensado antes? Escapando del dolor que el vampiro la producía Haky tomo el control de su cuerpo, ella al ser una animal era completamente inmune a los poderes mentales, solo era vulnerable a los físicos y, obviamente, ningún vampiro era tan rápido como ella. La transformación fue rápida y certera, tras menos de lo que dura un parpadeo una gran loba blanca apareció saltando hacia el lugar donde se hallaban los muchachos, ella era mas grande y tenia mas fuerza, consiguió clavar sus afilados dientes en el brazo de aquel ser, mordió con una fuerza indescriptible arrancandole el brazo y dejando a Adam libre. Salto hacia atrás gruñendo. "Tenéis una oportunidad para huir, no la desperdiciéis" Dijo en al mente de todos y cada uno de los alumnos que aun quedaban en la sala, junto con Fraiah, Bella y demás.
Musito desesperada viendo, como el, el único que podía hacerla mantenerse cuerda en aquellos momentos se había lanzado a la boca del lobo. Lobo. Claro, ¿Como no lo había pensado antes? Escapando del dolor que el vampiro la producía Haky tomo el control de su cuerpo, ella al ser una animal era completamente inmune a los poderes mentales, solo era vulnerable a los físicos y, obviamente, ningún vampiro era tan rápido como ella. La transformación fue rápida y certera, tras menos de lo que dura un parpadeo una gran loba blanca apareció saltando hacia el lugar donde se hallaban los muchachos, ella era mas grande y tenia mas fuerza, consiguió clavar sus afilados dientes en el brazo de aquel ser, mordió con una fuerza indescriptible arrancandole el brazo y dejando a Adam libre. Salto hacia atrás gruñendo. "Tenéis una oportunidad para huir, no la desperdiciéis" Dijo en al mente de todos y cada uno de los alumnos que aun quedaban en la sala, junto con Fraiah, Bella y demás.
- Katrina Darent
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
En cuestión de segundos había visto cómo se formaba una lanza de aquel ser y había intentado atravesarlos con ella. Cerré los ojos por puro instinto, sin dejar de tirar de Alexa. Sobrevivieron gracias a aquel hombre que se interpuso entre ambos. Ciertamente, comprobé su escasa humanidad. Cualquier otra persona habría muerto tras el impacto. Él no. No había palabras para agradecer lo que había hecho. Una vez de nuevo con Bella, pensé en la sanación que solo ella podía darle. - Bella, haz algo... - Musité a mi protectora. Ella podría curarlo.
Ante la escena que estaba ocurriendo, y las palabras de Alexa no pude evitar abrazarla, para evitar que siguiera alimentando sus pesadillas. Acaricié su pelo como si de una hermana se tratara, intentando al mismo tiempo calmarla.Todo pasaría rápido, ya lo vería. Aunque no pasó nada justo como esperaba. Mis ojos inconscientemente se clavaron en Matt, si es que ese era su verdadero nombre. Noté un escozor y un intenso dolor en los brazos y al mirar, todo estaba cubierto de sangre. Sangre. El pánico entró en mi cuerpo. Por favor, otra vez no. Caí al suelo, soltando a la chica, preso por el dolor que agarraba mis extremidades. Lo único que pensé en ese instante, escuchando los gemidos de Alexa, fue el perdón que jamás me concederían por la locura que había hecho.
Sin permiso alguno, Kasha agarró la esfera de mi bolsillo y la utilizó para protegernos a todos dentro de ella. Era una especie de cápsula de cristal, que por el momento, podría mantenernos "con vida". Pese a que no caí en la cuenta de que el olor de la sangre estaría alterando a más de uno ahí dentro. Quería incorporarme, pero sin éxito alguno quedé yacido en el suelo.
Una de las jóvenes que había quedado atrapada en la misma cápsula se acercó a curar la gran herida de mi pierna, la cual no podía ver pero sí sentir; rompiendo incluso su vestido. Mezclando el dolor con la gratitud, sonreí a la chica en un esfuerzo por conseguir que el terror no entrara en la burbuja de cristal como ya lo estaba haciendo conmigo. Algo sin embargo, cayó en mi ojo, nublándolo todo. Una lágrima. - Se... pondrá bien... - Dije alzando uno de los brazos para quitar una de sus lágrimas. Esperaba que Bella pudiera conseguir sanar al chico, en verdad lo deseaba. Con la ayuda de esta misma, conseguí levantar mi cuerpo para apoyarlo en uno de los laterales del cristal. Me sentía incapaz de moverme. Miré el cuerpo de Alexa ensangrentado. Si al igual que Bella, pudiera regenerar mis heridas...
La voz del chico herido captó toda mi atención, fijándome entonces en sus ojos. Habría jurado que cambiaron de forma y color. Tragué saliva, rezando mentalmente que no fuera lo que creía. Por encima del chico, vi a Bella quien ahora manejaba practicamente el peso de los encerrados ahí. Cogí aire tras el aviso del aire y me apoyé contra el cristal, mirando al otro lado. Había alumnos muertos y sangre por todas partes. En la posición que me encontraba, no podía encontrar a mi mejor amigo entre los cazadores, ni tampoco dónde estaría Kasha o Yagari. Temí por ellos.
El aire comenzaba a escasear. No podría aguantar por mucho tiempo más. Vi incluso como la chica que me sanó, caía por la falta de aire. Volví a mirar al exterior para ver una loba entre las líneas defensivas. Aparte, una voz tremendamente familiar, llegó a mi cabeza. Giré la cabeza, creyendo que era de alguien de los que allí nos encontrábamos. Pero no. Seguramente vendría de fuera de la burbuja. Hablaba de huir. Primero tendríamos que salir de aquella esfera que resultaba ser una trampa mortal. Luché contra el dolor que me tenía preso, logrando poner la palma de mi mano en el cristal, dejando un pequeño rastro de sangre en este; marcando la esencia del mismo. Mi vista empezó a nublarse tras esto, no creía que fuera a aguantar mucho más.
Ante la escena que estaba ocurriendo, y las palabras de Alexa no pude evitar abrazarla, para evitar que siguiera alimentando sus pesadillas. Acaricié su pelo como si de una hermana se tratara, intentando al mismo tiempo calmarla.Todo pasaría rápido, ya lo vería. Aunque no pasó nada justo como esperaba. Mis ojos inconscientemente se clavaron en Matt, si es que ese era su verdadero nombre. Noté un escozor y un intenso dolor en los brazos y al mirar, todo estaba cubierto de sangre. Sangre. El pánico entró en mi cuerpo. Por favor, otra vez no. Caí al suelo, soltando a la chica, preso por el dolor que agarraba mis extremidades. Lo único que pensé en ese instante, escuchando los gemidos de Alexa, fue el perdón que jamás me concederían por la locura que había hecho.
Sin permiso alguno, Kasha agarró la esfera de mi bolsillo y la utilizó para protegernos a todos dentro de ella. Era una especie de cápsula de cristal, que por el momento, podría mantenernos "con vida". Pese a que no caí en la cuenta de que el olor de la sangre estaría alterando a más de uno ahí dentro. Quería incorporarme, pero sin éxito alguno quedé yacido en el suelo.
Una de las jóvenes que había quedado atrapada en la misma cápsula se acercó a curar la gran herida de mi pierna, la cual no podía ver pero sí sentir; rompiendo incluso su vestido. Mezclando el dolor con la gratitud, sonreí a la chica en un esfuerzo por conseguir que el terror no entrara en la burbuja de cristal como ya lo estaba haciendo conmigo. Algo sin embargo, cayó en mi ojo, nublándolo todo. Una lágrima. - Se... pondrá bien... - Dije alzando uno de los brazos para quitar una de sus lágrimas. Esperaba que Bella pudiera conseguir sanar al chico, en verdad lo deseaba. Con la ayuda de esta misma, conseguí levantar mi cuerpo para apoyarlo en uno de los laterales del cristal. Me sentía incapaz de moverme. Miré el cuerpo de Alexa ensangrentado. Si al igual que Bella, pudiera regenerar mis heridas...
La voz del chico herido captó toda mi atención, fijándome entonces en sus ojos. Habría jurado que cambiaron de forma y color. Tragué saliva, rezando mentalmente que no fuera lo que creía. Por encima del chico, vi a Bella quien ahora manejaba practicamente el peso de los encerrados ahí. Cogí aire tras el aviso del aire y me apoyé contra el cristal, mirando al otro lado. Había alumnos muertos y sangre por todas partes. En la posición que me encontraba, no podía encontrar a mi mejor amigo entre los cazadores, ni tampoco dónde estaría Kasha o Yagari. Temí por ellos.
El aire comenzaba a escasear. No podría aguantar por mucho tiempo más. Vi incluso como la chica que me sanó, caía por la falta de aire. Volví a mirar al exterior para ver una loba entre las líneas defensivas. Aparte, una voz tremendamente familiar, llegó a mi cabeza. Giré la cabeza, creyendo que era de alguien de los que allí nos encontrábamos. Pero no. Seguramente vendría de fuera de la burbuja. Hablaba de huir. Primero tendríamos que salir de aquella esfera que resultaba ser una trampa mortal. Luché contra el dolor que me tenía preso, logrando poner la palma de mi mano en el cristal, dejando un pequeño rastro de sangre en este; marcando la esencia del mismo. Mi vista empezó a nublarse tras esto, no creía que fuera a aguantar mucho más.
- Ziel A. Carphatia
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Humor : No te acerques por si acaso...
Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
De repente empezo a dolerle la cabeza hasta un extremo insoportable, se agarro la cabeza y apreto los dientes, una vez que se hizo a la idea del dolor, volvio a su posicion, pero la voz de Katrina resono en su cabeza, ella no podia responder a esa orden, no huiria, salvo que Yagari se lo ordenara. Se mantuvo firme en su posicion delante de la columna donde se encontraban Ziel y los demas, al menos, hasta que ese grupo de humanos no saliera de alli, no se moveria del lugar.
- Kasha Oskan
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