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¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
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¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Recuerdo del primer mensaje :
La enorme sala está decorada con motivos navideños, el centro está preparado a modo de pista de baile, al fondo de la sala hay un pequeño escenario donde una banda de música ameniza la noche, a los lados hay mesas con comida.
¡Poneos vuestras mejores galas y preparaos para pasar una buena noche!
Recordad, la fiesta estará abierta desde hoy, día 20 hasta el día 29
La enorme sala está decorada con motivos navideños, el centro está preparado a modo de pista de baile, al fondo de la sala hay un pequeño escenario donde una banda de música ameniza la noche, a los lados hay mesas con comida.
¡Poneos vuestras mejores galas y preparaos para pasar una buena noche!
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Última edición por Kaien Cross el Jue Dic 27, 2012 2:14 pm, editado 2 veces
- Kaien Cross
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Alexa quería escabullirse de aquel grupo que se había formado a su alrededor. Sin embargo, no podía hacerlo. Los ojos del joven de la Clase Diurna estaban posados sobre ella. Quizás fuera porque estaba alegre de ver alguien conocido en esta fiesta de mierda. Al fin y al cabo, estar allí le hacía gracia a pocos, a juzgar por sus ánimos y expresiones. Demasiada hostilidad perceptible en el aire.
El muchacho se presentó en medio del griterio de los dos que decían ser hermanos. Eran bastante parecidos, ¿por qué no creerles? Alexa se llevó ambas manos a la cabeza ante los toquesitos del tal Ziel. Sonrió levemente. El chico no tenía la culpa de su mala onda.
- Mi nombre es Alexa Gráinne, clase B -comentó, mirándolo a los ojos fijamente. Y no pasó demasiado tiempo desde la presentación hasta que una mujer llegó y se los llevó de allí con rapidez. ¿Pero qué demonios? Nadie le decía a ella lo que tenía que hacer. Miró de mala gana a aquella que osó meter sus narices donde no debía.
- Encima que esta fiesta está aburrida, esa es una aguafiestas -espetó, inflando levemente los mofletes. Ella no quería bailar, claro que no. Entonces, se cruzó de brazos viendo como la joven de la Clase Nocturna que estaba con ellos se movía. Escuchó el grito del tal Matt. Parecía que Ziel en verdad le caía bien. La mirada de Alexa pronto recayó sobre la chica rubia que había chocado antes. Se la quedó mirando fijamente por unos instantes.
El muchacho se presentó en medio del griterio de los dos que decían ser hermanos. Eran bastante parecidos, ¿por qué no creerles? Alexa se llevó ambas manos a la cabeza ante los toquesitos del tal Ziel. Sonrió levemente. El chico no tenía la culpa de su mala onda.
- Mi nombre es Alexa Gráinne, clase B -comentó, mirándolo a los ojos fijamente. Y no pasó demasiado tiempo desde la presentación hasta que una mujer llegó y se los llevó de allí con rapidez. ¿Pero qué demonios? Nadie le decía a ella lo que tenía que hacer. Miró de mala gana a aquella que osó meter sus narices donde no debía.
- Encima que esta fiesta está aburrida, esa es una aguafiestas -espetó, inflando levemente los mofletes. Ella no quería bailar, claro que no. Entonces, se cruzó de brazos viendo como la joven de la Clase Nocturna que estaba con ellos se movía. Escuchó el grito del tal Matt. Parecía que Ziel en verdad le caía bien. La mirada de Alexa pronto recayó sobre la chica rubia que había chocado antes. Se la quedó mirando fijamente por unos instantes.
- Alexa Gráinne
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Su mirada violácea estaba completamente perdida. ¿Qué hacía que aún se quedaba en la fiesta? Veía a sus amigos lejos, entre gritos y movimientos al ritmo de la música, algunos algo serios y preocupados, otros no tanto, y ella... Ella sólo quería morirse allí mismo. Todo lo que hacía, lo hacía mal. No podía seguir soportándolo todo. ¿Acaso se rendiría a creer que en verdad es muy débil para este mundo? No se aguantaba a sí misma con esos pensamientos pesimistas y suicidas, pero no podía evitarlo. Quizás por eso deseaba tan fervientemente abandonar este mundo, porque por más egoísta que parezca, Fraiah realmente no podía más con todo.
Una figura se acercó a ella y acarició con suavidad su mejilla. Rápidamente, Fraiah guió su mirada hacia la silueta que se cernía ante ella. ¿Era realmente él? Un escalofrío recorrió su cuerpo. El simple contacto con su piel provocó que el corazón de Fraiah se asfixiara. ¿Qué era aquella sensación? Era oscura, desoladora, no lograba entenderlo. Sus ojos se perdieron en los suyos, quizás intentando buscar alguna respuesta, pero no podía encajar las piezas de aquel rompecabezas. Estaba tan sorprendida de verlo.
- Astrid, estás bien... Cuanto me alegro -murmuró, llevando ambas manos hasta sus hombros, mirándolo con una dulce sonrisa. La última vez que se habían visto las cosas habían terminado terriblemente mal y algo se apoderaba de su cuerpo. Pero ya estaba en paz consigo mismo, ¿verdad? Se inclinó ante él y lo envolvió en un suave abrazo. Era grato ver al menos a alguien feliz en esta fiesta horrible. Al oír sus palabras, se separó de él y negó suavemente con la cabeza.
- Crash y yo hemos roto, sólo eso... -susurró, desviando la mirada. Ni siquiera sabía por qué se lo decía, pero tal vez sólo necesitaba decirlo de una buena vez para poder asumir la situación. Y más allá de eso, no pudo evitar soltar una suave risa al oírle decir tantas cosas dulces, melosas y algo cursis. ¿Qué era eso de "mi ángel"? Fraiah lo miró bastante extrañada-. ¿Por qué me hablas así? -dijo sonriendo levemente-. Si es un plan para que me ría, lo estás logrando.
Una figura se acercó a ella y acarició con suavidad su mejilla. Rápidamente, Fraiah guió su mirada hacia la silueta que se cernía ante ella. ¿Era realmente él? Un escalofrío recorrió su cuerpo. El simple contacto con su piel provocó que el corazón de Fraiah se asfixiara. ¿Qué era aquella sensación? Era oscura, desoladora, no lograba entenderlo. Sus ojos se perdieron en los suyos, quizás intentando buscar alguna respuesta, pero no podía encajar las piezas de aquel rompecabezas. Estaba tan sorprendida de verlo.
- Astrid, estás bien... Cuanto me alegro -murmuró, llevando ambas manos hasta sus hombros, mirándolo con una dulce sonrisa. La última vez que se habían visto las cosas habían terminado terriblemente mal y algo se apoderaba de su cuerpo. Pero ya estaba en paz consigo mismo, ¿verdad? Se inclinó ante él y lo envolvió en un suave abrazo. Era grato ver al menos a alguien feliz en esta fiesta horrible. Al oír sus palabras, se separó de él y negó suavemente con la cabeza.
- Crash y yo hemos roto, sólo eso... -susurró, desviando la mirada. Ni siquiera sabía por qué se lo decía, pero tal vez sólo necesitaba decirlo de una buena vez para poder asumir la situación. Y más allá de eso, no pudo evitar soltar una suave risa al oírle decir tantas cosas dulces, melosas y algo cursis. ¿Qué era eso de "mi ángel"? Fraiah lo miró bastante extrañada-. ¿Por qué me hablas así? -dijo sonriendo levemente-. Si es un plan para que me ría, lo estás logrando.
- Fraiah B. Eslin
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Vladimir continuaba danzando con aquella frágil y dulce humana, pero todo llegaba pronto a su fin. La agradable canción que se oía comenzaba a desvanecerse hasta alcanzar su última nota. En ese instante, Vladimir hizo girar a la joven muchacha y la retuvo entre sus brazos mirándola a los ojos con intensidad.
- Realmente te has lucido esta noche.
El silencio se formó a su alrededor. Aquellas amables palabras fueron, sin duda, una sentencia de muerte. Vladimir sacó sus colmillos a relucir y los clavó sobre la fina piel con una elegancia macabra. La víctima no tardó en caer con peso muerto entre sus brazos. La sangre fresca resbalaba por la comisura de los labios del vampiro. Aquel detalle carmesí sólo hacía que él se viera aún más hermoso y esplendoroso. Esto sería sólo el comienzo. Una vez que tuvo la atención de todos aquellos ojos aterrorizados, una nueva canción comenzó a sonar de fondo. Vladimir se irguió tras depositar con suavidad el cuerpo inerte sobre el suelo. Era delicado y caballero hasta en la muerte. Los observó a todos con aquella expresión elegante y perversa a su vez. La sangre deleitaba su rostro.
- Ahora que tengo el agrado de acaparar la importante atención de todos, permítanme presentarme como se debe -susurró, eligiendo cuidadosamente cada palabra, pero con aquel tono tan natural-. Mi nombre es Vladimir D'Shaitis, y es un placer para mí poder compartir esta fiesta con todos ustedes -sonrió mirando a cada uno de los presentes-. Y como es un placer para mí, de seguro también lo es para ellos, mis adorables y especiales hijos -comentó abriendo un brazo hacia un costado, con la palma hacia arriba, en dirección a donde ellos se encontraban-. Denles las gracias, queridos, a todas estas personas que los han recibido tan gratamente -dijo entrecerrando los ojos, dejando entrever la ironía de sus palabras, ya que todos allí habían sido lo más hostiles posibles con algunas excepciones de ingenuos ilusos-. Ahora, otorguémosle un agradecimiento digno de sus personas, ¿qué les parece? -miró a Chie, a Marcus, a John y a Roger-. Hagamos una pequeña demostración, aquí y ahora, de lo que somos capaces como nueva raza de vampiros, poderosos por naturaleza, imperfectos y únicos. Claro está decir que aquel que sea prudente, sabrá lo que le conviene. Podrá unirse a nosotros si lo que verá a continuación será de su agrado -finalizó, con una sonrisa sagaz y triunfante. Lo que vendrá a continuación, dijo con claridad. ¿Qué sorpresa será?
Llegó la hora; llegó la verdadera noche de los vampiros.
- Realmente te has lucido esta noche.
El silencio se formó a su alrededor. Aquellas amables palabras fueron, sin duda, una sentencia de muerte. Vladimir sacó sus colmillos a relucir y los clavó sobre la fina piel con una elegancia macabra. La víctima no tardó en caer con peso muerto entre sus brazos. La sangre fresca resbalaba por la comisura de los labios del vampiro. Aquel detalle carmesí sólo hacía que él se viera aún más hermoso y esplendoroso. Esto sería sólo el comienzo. Una vez que tuvo la atención de todos aquellos ojos aterrorizados, una nueva canción comenzó a sonar de fondo. Vladimir se irguió tras depositar con suavidad el cuerpo inerte sobre el suelo. Era delicado y caballero hasta en la muerte. Los observó a todos con aquella expresión elegante y perversa a su vez. La sangre deleitaba su rostro.
- Ahora que tengo el agrado de acaparar la importante atención de todos, permítanme presentarme como se debe -susurró, eligiendo cuidadosamente cada palabra, pero con aquel tono tan natural-. Mi nombre es Vladimir D'Shaitis, y es un placer para mí poder compartir esta fiesta con todos ustedes -sonrió mirando a cada uno de los presentes-. Y como es un placer para mí, de seguro también lo es para ellos, mis adorables y especiales hijos -comentó abriendo un brazo hacia un costado, con la palma hacia arriba, en dirección a donde ellos se encontraban-. Denles las gracias, queridos, a todas estas personas que los han recibido tan gratamente -dijo entrecerrando los ojos, dejando entrever la ironía de sus palabras, ya que todos allí habían sido lo más hostiles posibles con algunas excepciones de ingenuos ilusos-. Ahora, otorguémosle un agradecimiento digno de sus personas, ¿qué les parece? -miró a Chie, a Marcus, a John y a Roger-. Hagamos una pequeña demostración, aquí y ahora, de lo que somos capaces como nueva raza de vampiros, poderosos por naturaleza, imperfectos y únicos. Claro está decir que aquel que sea prudente, sabrá lo que le conviene. Podrá unirse a nosotros si lo que verá a continuación será de su agrado -finalizó, con una sonrisa sagaz y triunfante. Lo que vendrá a continuación, dijo con claridad. ¿Qué sorpresa será?
Llegó la hora; llegó la verdadera noche de los vampiros.
- Nathan Hawthorne
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Encogí los hombros mirando a Alexa. Clase B. Ya la tenía fichada, para cuando necesitara algún tipo de apunte o ayuda para las clases. Reí con este pensamiento en la cabeza, rascándome la nuca como si no fuera mi verdadera culpa.
Me giré para mirar a la mujer esa que nos había alejado. Tampoco la culpaba. Todo el mundo estaba inquieto por eso de juntar a vampiros y humanos, bleh. - Tiene que haber de todo en este mundo. Tampoco la culpo. - Ella había sido la que había tenido más valor para sacarnos del grupo ese de vampiros de los que todos desconfiaban. Volví a encoger los hombros.
Vi a lo lejos a Matt saludándome. Sonreí e hice el mismo gesto que el chico, pero sin que fuera tan brusco. Me giré entonces hacia Bella, copiando el mismo gesto que estaba haciendo. - ¿Qué? - Ah no, no iba a decidir con ninguna. Si querían que bailaran ellas. Aunque la atención se fue por detrás de mi protectora, tras una bandeja llena de Taiyakis. Me relamí antes de agarrar a las dos chicas del brazo, y arrastrarlas hasta la mesa. - Vamos a comer un rato, anda. - Sí, era además la excusa perfecta para evitar conflicto alguno. También había que decir, que realicé el gesto para no volver a perderme. Suficiente que ya no sabía dónde se había metido la peliblanca de Chiara, ni Kai, ni Kasha; ni si quiera la prefecta, Yuuki.
Cogí unos cuantos taiyakis, avaricioso de mí. Lo justo como para que el hombre aquel, comenzara a hablar, llamando la atención de los allí presentes. Entonces mi mirada se posó en el cuerpo que yacía. Espera un momento, ¿eso es sang...? No pude ni terminar la frase. Miré en la dirección que el hombre señalaba y pude disipar a Matt y Sarah junto al otro pequeño. No podía creérmelo. Tragué saliva, intentando reaccionar. El pánico de algunos invitados recorría ahora mismo la sala y una marabunta de gente intentaba salir hacia la puerta, golpeándose unos contra otros. Incluso alguno llegó a darme un codazo para que le diera paso. Sin duda alguna, miré a Bella y luego a la pobre de Alexa. ¿Lo sabría? Igualmente mi primera reacción, fue tirar de ambas hasta debajo de la mesa. Por el momento, se salvarían de la marabunta. Ahora tocaría pensar qué harían y cómo saldrían con vida de allí.
Me giré para mirar a la mujer esa que nos había alejado. Tampoco la culpaba. Todo el mundo estaba inquieto por eso de juntar a vampiros y humanos, bleh. - Tiene que haber de todo en este mundo. Tampoco la culpo. - Ella había sido la que había tenido más valor para sacarnos del grupo ese de vampiros de los que todos desconfiaban. Volví a encoger los hombros.
Vi a lo lejos a Matt saludándome. Sonreí e hice el mismo gesto que el chico, pero sin que fuera tan brusco. Me giré entonces hacia Bella, copiando el mismo gesto que estaba haciendo. - ¿Qué? - Ah no, no iba a decidir con ninguna. Si querían que bailaran ellas. Aunque la atención se fue por detrás de mi protectora, tras una bandeja llena de Taiyakis. Me relamí antes de agarrar a las dos chicas del brazo, y arrastrarlas hasta la mesa. - Vamos a comer un rato, anda. - Sí, era además la excusa perfecta para evitar conflicto alguno. También había que decir, que realicé el gesto para no volver a perderme. Suficiente que ya no sabía dónde se había metido la peliblanca de Chiara, ni Kai, ni Kasha; ni si quiera la prefecta, Yuuki.
Cogí unos cuantos taiyakis, avaricioso de mí. Lo justo como para que el hombre aquel, comenzara a hablar, llamando la atención de los allí presentes. Entonces mi mirada se posó en el cuerpo que yacía. Espera un momento, ¿eso es sang...? No pude ni terminar la frase. Miré en la dirección que el hombre señalaba y pude disipar a Matt y Sarah junto al otro pequeño. No podía creérmelo. Tragué saliva, intentando reaccionar. El pánico de algunos invitados recorría ahora mismo la sala y una marabunta de gente intentaba salir hacia la puerta, golpeándose unos contra otros. Incluso alguno llegó a darme un codazo para que le diera paso. Sin duda alguna, miré a Bella y luego a la pobre de Alexa. ¿Lo sabría? Igualmente mi primera reacción, fue tirar de ambas hasta debajo de la mesa. Por el momento, se salvarían de la marabunta. Ahora tocaría pensar qué harían y cómo saldrían con vida de allí.
- Ziel A. Carphatia
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Y entonces ocurrió lo que todo el mundo llevaba esperando desde hace un rato, que esos personajes extraños hicieran algo, el que hablaba parecia ser el jefe, vi como Ziel se metía debajo de una mesa junto con una chica y Bella, no les serviria de mucho, pero habia reaccionado bien. Con un solo movimiento, levanto un poco su falda dejando ver unos enganches donde estaban sus preciados cuchillos antivampiros con los que ya habia matado a muchos vampiros, abrio un poco las piernas y se puso en posición de ataque, había sido muy lista, el vestido que habia escogido le permitía todos los movimientos posibles.
Eran muy pocos cazadores, pero con ayuda de los vampiros de la academia podrían tener una oportunidad de salvar a la mayoria de los alumnos que alli habia.
Eran muy pocos cazadores, pero con ayuda de los vampiros de la academia podrían tener una oportunidad de salvar a la mayoria de los alumnos que alli habia.
- Kasha Oskan
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Lo que menos espere era que se acercara asi y me tocara el hombro asi, apretando un poco, como si eso demostrara su valia y fuerza. Estos cazadores de hoy en dia se creen que son los mejores en su trabajo. Pero yo simplemente me mantuve en mi posicion, ni si quiera me importo lo mas minimo que apretara el hombro.
-Y que no soy? cazadora ...
Mormure sin quitar la mirada a esos vampiros raros. Mi especial nunca fue reconocer vampiros para mi todos eran iguales, vale menos los puras sangre y los niveles E. Pero sabia que era raro hasta para esta famosa zona llena de problemas .
-Al menos puedo saber el nombre de mi vigilante. O es mucho pedir?
-Y que no soy? cazadora ...
Mormure sin quitar la mirada a esos vampiros raros. Mi especial nunca fue reconocer vampiros para mi todos eran iguales, vale menos los puras sangre y los niveles E. Pero sabia que era raro hasta para esta famosa zona llena de problemas .
-Al menos puedo saber el nombre de mi vigilante. O es mucho pedir?
Última edición por Oliver Adler el Vie Dic 28, 2012 8:31 pm, editado 1 vez
- Oliver Adler
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
La tranquilidad estaba llegando a su fin y Yagari podía percibirlo en el momento en que su cigarro se consumió. Arrojó la colilla a una maceta con flores que adornaba el lugar. Se colocó detrás de la columna y cargó su escopeta, la cual estaba oculta en la sala de cocineros. Nadie lo vio, nadie lo percibió. Unos cazadores lo observaron por una ventana alejada. Él les envió una seña para que estuvieran listos cerca de la entrada. En ese instante, el silencio lo cubrió todo. Yagari se atrevió a observar curiosamente entre la multitud y ver aquel cadáver de una joven alumna de la Academia. Tsk, esto no era nada bueno. Frunció el ceño e hizo señales a Chlóe, a Kasha y a Kai. Ellos, que eran junto a él los únicos cazadores que estaban dentro, debían cubrir cada uno de los lados del salón. Sigilosamente, deberían moverse. Aquellos vampiros no tenían que percatarse con rapidez de que ellos actuarían pronto. Los humanos eran prioridad, esperaba que sus compañeros lo recordasen.
Al cabo de unos segundos, vio tres figuras debajo de la mesa más próxima a su posición. Se acercó agachado, para que no lo vieran, pues no quería poner en peligro a los ocultos. Los sujetó de los tobillos y los arrastró hacia atrás. Dos humanos y una vampiresa. A Ziel y a Bella los conocía, pero a la otra chica no. Antes de que empezaran a gritar desesperadamente quizá, por el susto de que alguien los arrastre así, se llevó el dedo índice a la boca indicándoles que hagan silencio.
- Vengan conmigo -susurró, guiándolos a la zona trasera del salón, detrás de las columnas donde él estuvo oculto toda la fiesta-. Ustedes -señaló a los humanos-, quédense aquí y esperen a que dos de mis hombres vengan a buscarlos. Esto es peligroso, no es un juego, por eso necesito que me hagan caso -advirtió con completa seriedad, él no estaba bromeando; nunca bromeaba. Miró a Bella y se acercó un poco a ella-. No le quites un ojo de encima a estos dos. Mientras tanto, intentaré llegar a la mayor cantidad de gente confiable posible. Sólo somos cuatro cazadores aquí dentro, Damaru no sé dónde diablos se ha metido. De los que estamos aquí, sólo una posee poderes que pueden servir para combatir con vampiros cuyos poderes son mentales, pero eso no nos alcanzará. Afuera hay cuatro más de mis hombres, pero si estos vampiros son tan fuertes, no sé cuánto podremos soportar. Haremos lo que sea necesario, pero por lo pronto necesito que cuides de ellos dos y si ves a más humanos, intentes sacarlos fuera. Iré a buscar a la Princesa Kuran -dijo con la mayor rapidez que su boca le permitía. Le echó una última mirada a Bella. Quién sabe, tal vez esta fuera la última vez que se verían.
Salió andando entre la multitud. Muchos corrían alborotados. Yagari se apresuró a "recolectar" los humanos entrados en pánico que pasaban a su lado. Si así estaban las circunstancias ahora, no quería imaginar lo que ocurriría cuando aquel tipo desidiera "demostrarles de lo que son capaces". Hizo una seña a dos de sus hombres que entraron por las ventanas con total sigilo mientras los jóvenes humanos correteaban espantados. Estos comenzaron a llevarse a un grupo de dos chicas y tres muchachos que había formado. Lo mejor era que los devolviesen a la Academia, pero no podían hacerlo sin tener un grupo de humanos numerosos, puesto que si los cazadores guiaban a los mortales, por su seguridad, hasta la Institución, este lugar se quedaría tan sólo con cuatro cazadores. De todos modos, no tenía más esperanza que fiarse de los vampiros de la Academia que estaban dentro, así como los miembros del Consejo. Esperaba que cooperasen para bien y no para hacer de esto un desastre mucho mayor.
- Llama a Kaien. Necesitamos sacar a los humanos de aquí y no podemos llevarlos a la Academia dejando la fiesta sin ninguno de nuestros hombres -dijo rápidamente a Yuuki, sujetándola del brazo con bastante fuerza, pero no era intencional, sólo estaba intentando hacer las cosas lo mejor posible y llevar a cabo el plan trazado en su mente con precisión y resultados óptimos.
Al cabo de unos segundos, vio tres figuras debajo de la mesa más próxima a su posición. Se acercó agachado, para que no lo vieran, pues no quería poner en peligro a los ocultos. Los sujetó de los tobillos y los arrastró hacia atrás. Dos humanos y una vampiresa. A Ziel y a Bella los conocía, pero a la otra chica no. Antes de que empezaran a gritar desesperadamente quizá, por el susto de que alguien los arrastre así, se llevó el dedo índice a la boca indicándoles que hagan silencio.
- Vengan conmigo -susurró, guiándolos a la zona trasera del salón, detrás de las columnas donde él estuvo oculto toda la fiesta-. Ustedes -señaló a los humanos-, quédense aquí y esperen a que dos de mis hombres vengan a buscarlos. Esto es peligroso, no es un juego, por eso necesito que me hagan caso -advirtió con completa seriedad, él no estaba bromeando; nunca bromeaba. Miró a Bella y se acercó un poco a ella-. No le quites un ojo de encima a estos dos. Mientras tanto, intentaré llegar a la mayor cantidad de gente confiable posible. Sólo somos cuatro cazadores aquí dentro, Damaru no sé dónde diablos se ha metido. De los que estamos aquí, sólo una posee poderes que pueden servir para combatir con vampiros cuyos poderes son mentales, pero eso no nos alcanzará. Afuera hay cuatro más de mis hombres, pero si estos vampiros son tan fuertes, no sé cuánto podremos soportar. Haremos lo que sea necesario, pero por lo pronto necesito que cuides de ellos dos y si ves a más humanos, intentes sacarlos fuera. Iré a buscar a la Princesa Kuran -dijo con la mayor rapidez que su boca le permitía. Le echó una última mirada a Bella. Quién sabe, tal vez esta fuera la última vez que se verían.
Salió andando entre la multitud. Muchos corrían alborotados. Yagari se apresuró a "recolectar" los humanos entrados en pánico que pasaban a su lado. Si así estaban las circunstancias ahora, no quería imaginar lo que ocurriría cuando aquel tipo desidiera "demostrarles de lo que son capaces". Hizo una seña a dos de sus hombres que entraron por las ventanas con total sigilo mientras los jóvenes humanos correteaban espantados. Estos comenzaron a llevarse a un grupo de dos chicas y tres muchachos que había formado. Lo mejor era que los devolviesen a la Academia, pero no podían hacerlo sin tener un grupo de humanos numerosos, puesto que si los cazadores guiaban a los mortales, por su seguridad, hasta la Institución, este lugar se quedaría tan sólo con cuatro cazadores. De todos modos, no tenía más esperanza que fiarse de los vampiros de la Academia que estaban dentro, así como los miembros del Consejo. Esperaba que cooperasen para bien y no para hacer de esto un desastre mucho mayor.
- Llama a Kaien. Necesitamos sacar a los humanos de aquí y no podemos llevarlos a la Academia dejando la fiesta sin ninguno de nuestros hombres -dijo rápidamente a Yuuki, sujetándola del brazo con bastante fuerza, pero no era intencional, sólo estaba intentando hacer las cosas lo mejor posible y llevar a cabo el plan trazado en su mente con precisión y resultados óptimos.
- Yagari Touga
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Chlóe esperaba una respuesta por parte de aquel muchacho, y lo que obtuvo fue algo un tanto grosero a su parecer. Entrecerró los ojos y apretó un poco más su hombro, bajando la cabeza a la altura de la suya, ya que él estaba sentado.
- No juegues conmigo -sentenció. Hoy el horno no estaba para bollos y él sólo estaba provocando que la tensión fuera más grande y el peligro más inminente. Si no tenía nada malo que hacer aquí, ¿qué le costaba cooperar?
Es entonces cuando algo llama su atención. Chlóe se voltea y se queda observando la escena diabólica que se estaba montando allí adelante. Abrió los ojos muy grande. Esto no era bueno, para nada bueno. Buscó a Yagari con la mirada y se percató de sus movimientos. Era hora de actuar. No tenía tiempo que perder con este individuo, aunque no había obtenido lo que deseaba saber. Lo miró y se apartó de él, sacando un par de cuchillos encantados.
- Hoy, es mucho pedir -dijo dedicándole una fina y astuta sonrisa. De todos modos, que no vaya a creer que saldrá invicto de aquí. Chlóe comenzó a andar pegada a la pared de la zona que le tocaba vigilar y en la que él estaba. Se quedó junto a la ventana, por donde varios cazadores sacaban a algunos humanos. Desde allí tenía la dirección perfecta para hacer uso de su espléndida puntería, facultad por la cual se valían sus habilidades.
- No juegues conmigo -sentenció. Hoy el horno no estaba para bollos y él sólo estaba provocando que la tensión fuera más grande y el peligro más inminente. Si no tenía nada malo que hacer aquí, ¿qué le costaba cooperar?
Es entonces cuando algo llama su atención. Chlóe se voltea y se queda observando la escena diabólica que se estaba montando allí adelante. Abrió los ojos muy grande. Esto no era bueno, para nada bueno. Buscó a Yagari con la mirada y se percató de sus movimientos. Era hora de actuar. No tenía tiempo que perder con este individuo, aunque no había obtenido lo que deseaba saber. Lo miró y se apartó de él, sacando un par de cuchillos encantados.
- Hoy, es mucho pedir -dijo dedicándole una fina y astuta sonrisa. De todos modos, que no vaya a creer que saldrá invicto de aquí. Chlóe comenzó a andar pegada a la pared de la zona que le tocaba vigilar y en la que él estaba. Se quedó junto a la ventana, por donde varios cazadores sacaban a algunos humanos. Desde allí tenía la dirección perfecta para hacer uso de su espléndida puntería, facultad por la cual se valían sus habilidades.
- Chlóe Crosszeria
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Kaname sospechaba que algo así ocurriría en cualquier momento, pero no esperaba que fuera tan pronto. Buscó a Seiren con la mirada y ella ya sabía qué hacer al verlo. Cooperó con rapidez con los cazadores que enviaban fuera a los humanos, y señaló el autobús que a unos metros esperaba. Era el mismo que había traído a los alumnos de la Academia hasta aquí. Tras evaluar que aquello saliera bien, comenzó a buscar a Yuuki. Llegó pronto a su lado. La sujetó con suavidad de la mano y miró a Yagari.
- Hay un vehículo afuera. Es el mismo que trajo a los alumnos aquí. Que lleven a los humanos allí, y de ese modo los llevarán de vuelta a la Academia. Seiren se encargará de borrar sus malos recuerdos sobre esta noche -dijo con seriedad. Acto seguido miró a Yuuki. No la dejaría sola. No podía hacer algo como eso. Ella estaría más a salvo a su lado.
Buscó con la mirada a Shiki y a Rima. Necesitaba que ellos también cooperasen, por más que odiasen meterse en estos embrollos.
- Hay un vehículo afuera. Es el mismo que trajo a los alumnos aquí. Que lleven a los humanos allí, y de ese modo los llevarán de vuelta a la Academia. Seiren se encargará de borrar sus malos recuerdos sobre esta noche -dijo con seriedad. Acto seguido miró a Yuuki. No la dejaría sola. No podía hacer algo como eso. Ella estaría más a salvo a su lado.
Buscó con la mirada a Shiki y a Rima. Necesitaba que ellos también cooperasen, por más que odiasen meterse en estos embrollos.
- Kuran Kaname
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Kai siguió las ordenes de Yagari y se marcho a la otra punta del salon sin que nadie se percatara, en la ventana de al lado habia un cazador esperando a que sacara alumnos de alli, cosa que hizo, empezo a coger a los alumnos humanos que corrian cerca suya asustados y los mandaba hacia la ventana donde el cazador los ayudaba a salir de alli.
- Kai Olivier
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
No pudo hacer nada. Sus sentidos no reaccionaban. Se quedó, simplemente, de pie observando la masacre de esa joven. Ese hombre... Ese hombre tenía colmillos. No era un sueño todo esto, ¿verdad? Porque realmente desearía que lo fuese. Si supiera que se trataba de una pesadilla, estaría más tranquila con su desesperación interna. Automáticamente, los recuerdos de aquella fiesta del año anterior volvieron. Allí había ocurrido algo similar, ¿no? Había sido el escenario perfecto para que muchos humanos muriesen. Y hoy... Esta noche... ¿Sería igual?
Alexa tragó saliva. Quiso mover sus músculos justo cuando alguien tironeó de ella hacia debajo de una mesa. Miró a su lado y vio a los otros dos que estaban con ella hacía unos momentos.
- Qué sucede... -susurró con ojos brillantes, estaba muy asustada. Recordaba lo que había vivido hace un año atrás en un evento como este y, a ese recuerdo, se sumaba la charla con aquel joven de la clase nocturna, que sí creía en vampiros.
Nadie pudo responderle, pues los tres se vieron jalados hacia atrás. Alexa gritó intentando librarse, pero al ver al hombre supo que debería tranquilizarse. Él intentaba ponberlos a salvo, ¿cierto? Miró a Ziel y a la otra chica. No, no podía ella quedarse allí a esperar a que la sacasen del lugar. Miró a la muchacha rubia con la que había tropezado. ¿Qué era ella? ¿Por qué aquel hombre la había señalado como parte de su tremebundo grupo? ¿Por qué los hacían sufrir así?
Alexa, en un impulso estúpido, salió corriendo hacia el centro del conflicto. Llegó a escasos metros de donde estaba ese tipo. Lo miró con ojos furiosos y llorosos.
- ¿Por qué haces esto? ¿Qué te ha hecho ella para que la mates? ¿Qué quieren de nosotros? -gritó. Nunca debería haber hecho algo así, pero el coraje le surgió de repente.
Alexa tragó saliva. Quiso mover sus músculos justo cuando alguien tironeó de ella hacia debajo de una mesa. Miró a su lado y vio a los otros dos que estaban con ella hacía unos momentos.
- Qué sucede... -susurró con ojos brillantes, estaba muy asustada. Recordaba lo que había vivido hace un año atrás en un evento como este y, a ese recuerdo, se sumaba la charla con aquel joven de la clase nocturna, que sí creía en vampiros.
Nadie pudo responderle, pues los tres se vieron jalados hacia atrás. Alexa gritó intentando librarse, pero al ver al hombre supo que debería tranquilizarse. Él intentaba ponberlos a salvo, ¿cierto? Miró a Ziel y a la otra chica. No, no podía ella quedarse allí a esperar a que la sacasen del lugar. Miró a la muchacha rubia con la que había tropezado. ¿Qué era ella? ¿Por qué aquel hombre la había señalado como parte de su tremebundo grupo? ¿Por qué los hacían sufrir así?
Alexa, en un impulso estúpido, salió corriendo hacia el centro del conflicto. Llegó a escasos metros de donde estaba ese tipo. Lo miró con ojos furiosos y llorosos.
- ¿Por qué haces esto? ¿Qué te ha hecho ella para que la mates? ¿Qué quieren de nosotros? -gritó. Nunca debería haber hecho algo así, pero el coraje le surgió de repente.
- Alexa Gráinne
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
- Es una pena...
dige a eso de que no me dio su nombre. Al ver que esta fiesta estaba acabada decidi salir de alli asi que me levante y rapidamente me mezcle con los humanos. Esta no era mi batalla.
dige a eso de que no me dio su nombre. Al ver que esta fiesta estaba acabada decidi salir de alli asi que me levante y rapidamente me mezcle con los humanos. Esta no era mi batalla.
- Oliver Adler
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Inclino un poco la cabeza en respuesta a las ordenes de Yagari desapareciendo a continuacion del lugar de donde estaba y apareciendo en el sector donde estaba Fraiah, sin pensarselo dos veces fue hacia ella, debia sacarla de alli, si no lo hiciera, Nokku jamas se lo perdonaria, estaba acompañada, pero le dio igual
- Fraiah, ven, tienes que salir de aqui ahora mismo- la agarro por la muñeca y tiro de ella hacia una de las ventanas escondidas detras de una columna ignorando al completo a la persona con la que hablaba, ella era ahora su prioridad. En ese momento, al girarse para sacar a mas alumnos de alli, vio a la chica con la que Ziel se habia metido debajo de la mesa, ¿pero que demonios hace?, ¿es que quiere que la maten? y mas aun, lo ultimo que debe hacer es sacar de sus casillas a un vampiro loco como parecia ese
- Fraiah, ven, tienes que salir de aqui ahora mismo- la agarro por la muñeca y tiro de ella hacia una de las ventanas escondidas detras de una columna ignorando al completo a la persona con la que hablaba, ella era ahora su prioridad. En ese momento, al girarse para sacar a mas alumnos de alli, vio a la chica con la que Ziel se habia metido debajo de la mesa, ¿pero que demonios hace?, ¿es que quiere que la maten? y mas aun, lo ultimo que debe hacer es sacar de sus casillas a un vampiro loco como parecia ese
- Kasha Oskan
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Adam sonrió. Sonrió ante la sangre, ante la muerte. Así que al fin él se mostraba, el precursor de todos los asesinatos, de todo el desastre. ¿Quería demostrarles quiénes mandaban, quiénes eran los poderosos, eh? Pues que den batalla, porque ninguno de los presentes iba a flaquear. Por su parte, tenía mucho que proteger y por una única vez en su vida, quería hacer las cosas bien por la persona que amaba.
- Katrina, ten cuidado -dijo colocando un brazo frente a ella, de modo que ni se le ocurriese avanzar un paso hacia ese sujeto-. Se cautelosa. Pensemos un plan rápido -sugirió viendo en todas direcciones. Los inútiles cazadores ya habían trazado su jugada y, esta vez, parecían estar dispuestos a dar el todo de ellos. Ya podía ver a la gatita de Kasha preparada para la ocasión. Qué divertido. Estaba empeñada en sacar a su hermana de allí. Bien, no sería nada bueno que Fraiah muriese, pues si ella moría, ya sabía lo que se avecinaba. Miró a Katrina tras pensar aquello. No, de ninguna manera. No permitiría que le saquen de sus manos a la única persona que da calor a su vida.
- Katrina, ten cuidado -dijo colocando un brazo frente a ella, de modo que ni se le ocurriese avanzar un paso hacia ese sujeto-. Se cautelosa. Pensemos un plan rápido -sugirió viendo en todas direcciones. Los inútiles cazadores ya habían trazado su jugada y, esta vez, parecían estar dispuestos a dar el todo de ellos. Ya podía ver a la gatita de Kasha preparada para la ocasión. Qué divertido. Estaba empeñada en sacar a su hermana de allí. Bien, no sería nada bueno que Fraiah muriese, pues si ella moría, ya sabía lo que se avecinaba. Miró a Katrina tras pensar aquello. No, de ninguna manera. No permitiría que le saquen de sus manos a la única persona que da calor a su vida.
- Adam Blade
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Negué con la cabeza a Alexa, aun agachado debajo de la mesa. Por su impresión, parecía no conocer nada acerca de lo que ha sucedido. Tragué saliva, intentando aclarar mi voz. - Tranquila, no pasa nada. Bella está con nosotros. - Sonreí a Alexa, intentando que no pensara en lo de ahora y se intentara tranquilizar. Giré la cabeza hacia mi protectora. Ahora no solamente tendría que encargarse de un humano, si no que Alexa también estaba dentro del cupo. Confiaba en ella. Puse mi mano sobre la suya, inspirando ese deseo.
Algo tiró de mi tobillo y me resistí agarrándome a la pata de la mesa, hasta que al volver la vista hacia atrás, vi a Yagari. Eso me tranquilizó, al menos tenían a los cazadores como él para protegerles. Asentí a las órdenes de Yagari, cogiendo de la muñeca de Alexa para que no se perdiera. Los tres le seguimos hasta un pasillo apartado, justamente donde le vi al principio de la fiesta. Miré a Bella, señalando con los ojos a mi compañera. ¿Qué íbamos a hacer? ¿La borrarían la memoria como al resto? Esto era demasiado. Llevé una de mis manos a la frente, mientras por el fondo se oían las voces de los alumnos gritando y la de los cazadores por controlarles. - Alexa mira... - Intenté explicarle para que no entrara en el pánico que ahora mismo tenía mi cabeza. Pero la chica, suicida ella, salió al frente para ir a hacer cara al "rey de la fiesta". Grité el nombre de mi compañera de clase, pero no logré nada con ello.
- Bella... Alexa... - No podía creérmelo. Tenía agallas la chica. Salí por detrás de la columna intentando alcanzarla, pero era demasiado tarde. Tsé. Maldita sea, ¿es que no había escuchado a Yagari? Luego era yo el que no acataba órdenes. Y al final me comería encima todo el marrón. Esperé a Bella, para terminar por salir detrás de Gráinne y agarrarla del brazo, tirando hacia atrás de ella, intentando volver a nuestra posición anterior.
Miré hacia atrás en busca de Bella. "Bella, por favor". Supliqué su ayuda en mi mente, esperando que la chica leyera esta vez lo que pensaba sin tener que decir más. Tiraba del brazo de la chica, no iba a dejarla allí, la verdad. Tiraba alejándome del asesino que tenía frente a mis narices. - Alexa, ven aquí o la próxima serás tú. - Grité a la chica, tirando de ella nerviosamente, rezando por no mirar a quien no debía. Busqué a Yagari con la mirada, en un intento de otro protector para ambos. Maldita sea, maldije.
Algo tiró de mi tobillo y me resistí agarrándome a la pata de la mesa, hasta que al volver la vista hacia atrás, vi a Yagari. Eso me tranquilizó, al menos tenían a los cazadores como él para protegerles. Asentí a las órdenes de Yagari, cogiendo de la muñeca de Alexa para que no se perdiera. Los tres le seguimos hasta un pasillo apartado, justamente donde le vi al principio de la fiesta. Miré a Bella, señalando con los ojos a mi compañera. ¿Qué íbamos a hacer? ¿La borrarían la memoria como al resto? Esto era demasiado. Llevé una de mis manos a la frente, mientras por el fondo se oían las voces de los alumnos gritando y la de los cazadores por controlarles. - Alexa mira... - Intenté explicarle para que no entrara en el pánico que ahora mismo tenía mi cabeza. Pero la chica, suicida ella, salió al frente para ir a hacer cara al "rey de la fiesta". Grité el nombre de mi compañera de clase, pero no logré nada con ello.
- Bella... Alexa... - No podía creérmelo. Tenía agallas la chica. Salí por detrás de la columna intentando alcanzarla, pero era demasiado tarde. Tsé. Maldita sea, ¿es que no había escuchado a Yagari? Luego era yo el que no acataba órdenes. Y al final me comería encima todo el marrón. Esperé a Bella, para terminar por salir detrás de Gráinne y agarrarla del brazo, tirando hacia atrás de ella, intentando volver a nuestra posición anterior.
Miré hacia atrás en busca de Bella. "Bella, por favor". Supliqué su ayuda en mi mente, esperando que la chica leyera esta vez lo que pensaba sin tener que decir más. Tiraba del brazo de la chica, no iba a dejarla allí, la verdad. Tiraba alejándome del asesino que tenía frente a mis narices. - Alexa, ven aquí o la próxima serás tú. - Grité a la chica, tirando de ella nerviosamente, rezando por no mirar a quien no debía. Busqué a Yagari con la mirada, en un intento de otro protector para ambos. Maldita sea, maldije.
- Ziel A. Carphatia
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Vladimir sonrió ante la escena. ¿Por qué tanto griterío, si a él le parecía una estupenda fiesta? Tal vez fuera por eso todo aquel alarde. Seguramente los presentes estaban tan felices como él de compartir esta jornada a viva voz y hazañas. El vampiro bajó la mirada observando el cadáver de la joven que hace unos momentos bailaba llena de vida entre sus brazos. Entrecerró los ojos. Tenía un rostro muy bonito. Era una pena que hubiese decidido morir así. Y, hablando de rostros bonitos, una humana más del montón emergió para imponer su coraje. Vladimir la observó, bastante maravillado a decir verdad. Cuánto orgullo, cuánta fuerza tras el dolor. Qué admirables palabras para un momento así. Una pena que no fueran lo suficiente para conmoverlo y frenarle.
Mientras esperaba que sus hijos comenzaran a brindarle diversión a todos los que pretendían -y creían- tener agallas, Vladimir extendió su brazo y una mutación surgió de él, en forma de lanza, directo a los frágiles cuerpos de aquellos seres humanos de porcelana. Mala idea la del chico al querer hacer de Romeo en un momento como este. Ambos morirían. Sólo era cuestión de que la lanza envenenada con su propia sangre llegase hasta ellos. Tampoco era que él iba a permitir que una mocosa como esa le gritase.
Mientras esperaba que sus hijos comenzaran a brindarle diversión a todos los que pretendían -y creían- tener agallas, Vladimir extendió su brazo y una mutación surgió de él, en forma de lanza, directo a los frágiles cuerpos de aquellos seres humanos de porcelana. Mala idea la del chico al querer hacer de Romeo en un momento como este. Ambos morirían. Sólo era cuestión de que la lanza envenenada con su propia sangre llegase hasta ellos. Tampoco era que él iba a permitir que una mocosa como esa le gritase.
- Nathan Hawthorne
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Christian se quedó paralizado. La música concluyó, pero pronto comenzó nuevamente. Sin embargo, el tinte tétrico y macabro que aquella melodía expresaba le hacía divisar que las cosas estaban complicadas, muy complicadas. Cerró los ojos un momento, sujetando a Kairi junto a él, colocando una de sus manos sobre su delicada cabeza. Le dio un suave beso en la frente. Su alma estaba alterada, las sombras comenzaban a querer salir. El poder de aquel vampiro lo llamaba. Él tenía algo extraño. Casi podía oler la esencia de su madre en su fétida piel. ¿Qué era todo aquello? ¿Qué demonios tenía que ver Angelique en esto? Ella estaba muerta, aunque lindo desastre había dejado al resto de la familia, con las posteriores muertes de su padre y su otra hermana. Ellos eran inocentes, no lo merecían. Pero por qué, por qué ocurría esto. Era algo que parecía no tener respuesta jamás.
La sangre se derramó y el final estaba cerca. Christian miró a Kairi, separándose apenas de ella. Escuchó las palabras del vampiro y Christian lo miró frenéticamente. Apretó la mandíbula. Lo primero que hizo fue hallar a Fraiah. Kasha había acudido hacia ella, pero... ¿Quién demonios era el sujeto con el que hablaba? Aquel vampiro parecía estar cortejándola. La furia le crecía por dentro, incrementándose en todas direcciones. Todo parecía molestarle y ser sospechoso. Es entonces cuando escucha a aquella muchacha ingenua. ¿Qué hacía metiéndose en la boca del lobo? Christian miró a Kairi seriamente y se separó de ella. No quería dejarla sola, pero sabía que no era tonta y podía protegerse en caso de ser necesario, a diferencia de esos dos humanos metidos, ahora, en el medio del caos.
Christian se separó de ella y comenzó a avanzar con cautela entre la multitud. Debía examinar cuál era la reacción del tal Vladimir. Sin embargo, jamás se hubiese esperado aquello. Una lanza de apariencia letal emergió de su brazo como si nada y se dirigió con velocidad sobrehumana hacia esos dos mortales. Christian no lo pensó dos veces. Aquella chica podría ser tranquilamente su hermana. Corrió hacia ellos y se interpuso entre la lanza y sus cuerpos. Extendió los brazos para cubrirlos mejor y los apartó hacia atrás. La lanza se incrustó en la espalda de Christian depositando en su organismo el veneno que portaba. Un grito feroz salió de sus labios y sus ojos dorados se posaron sobre ambos humanos, escrutándolos detenidamente. Sentía el filo de aquella cosa atravesándole los pulmones y rozándole el corazón. El dolor era insoportable, pero resisitiría. Un fino hilo de sangre se deslizó por la comisura de sus labios y provocó que el joven Pura Sangre sacara sus colmillos. Se las arregló para llevar a los humanos junto a Bella, pues había visto que en un principio se encontraban con ella. En ese instante, cayó de rodillas ante ellos.
- Sácame esta cosa -pidió a Bella, mientras la sangre goteaba en el suelo cual manantial. El poder de la lanza lo envenenaba y enloquecía a su vez. El demonio interno reclamaba por aquel poder; lo deseaba, lo ansiaba. Al estar en contacto con semejante energía oscura y potente, Christian sentía que su propio poder iba a descontrolarse. La mano que contenía el tatuaje que sellaba su bestia interior comenzaba a palpitar. Guió sus ojos hacia el guante blanco que cubría sus dedos. Casi podía divisar el brillo del dibujo a través de él. Cerró los ojos con fuerza y varias de sus sombras -que anteriormente fueron almas que ocuparon cuerpos que fueron consumidos por él- se dispersaron y se dirigieron a la sombra de Vladimir y sus "hijos". De esa manera, podía procurar mantenerlos vigilados y efectuar próximos movimientos.
La sangre se derramó y el final estaba cerca. Christian miró a Kairi, separándose apenas de ella. Escuchó las palabras del vampiro y Christian lo miró frenéticamente. Apretó la mandíbula. Lo primero que hizo fue hallar a Fraiah. Kasha había acudido hacia ella, pero... ¿Quién demonios era el sujeto con el que hablaba? Aquel vampiro parecía estar cortejándola. La furia le crecía por dentro, incrementándose en todas direcciones. Todo parecía molestarle y ser sospechoso. Es entonces cuando escucha a aquella muchacha ingenua. ¿Qué hacía metiéndose en la boca del lobo? Christian miró a Kairi seriamente y se separó de ella. No quería dejarla sola, pero sabía que no era tonta y podía protegerse en caso de ser necesario, a diferencia de esos dos humanos metidos, ahora, en el medio del caos.
Christian se separó de ella y comenzó a avanzar con cautela entre la multitud. Debía examinar cuál era la reacción del tal Vladimir. Sin embargo, jamás se hubiese esperado aquello. Una lanza de apariencia letal emergió de su brazo como si nada y se dirigió con velocidad sobrehumana hacia esos dos mortales. Christian no lo pensó dos veces. Aquella chica podría ser tranquilamente su hermana. Corrió hacia ellos y se interpuso entre la lanza y sus cuerpos. Extendió los brazos para cubrirlos mejor y los apartó hacia atrás. La lanza se incrustó en la espalda de Christian depositando en su organismo el veneno que portaba. Un grito feroz salió de sus labios y sus ojos dorados se posaron sobre ambos humanos, escrutándolos detenidamente. Sentía el filo de aquella cosa atravesándole los pulmones y rozándole el corazón. El dolor era insoportable, pero resisitiría. Un fino hilo de sangre se deslizó por la comisura de sus labios y provocó que el joven Pura Sangre sacara sus colmillos. Se las arregló para llevar a los humanos junto a Bella, pues había visto que en un principio se encontraban con ella. En ese instante, cayó de rodillas ante ellos.
- Sácame esta cosa -pidió a Bella, mientras la sangre goteaba en el suelo cual manantial. El poder de la lanza lo envenenaba y enloquecía a su vez. El demonio interno reclamaba por aquel poder; lo deseaba, lo ansiaba. Al estar en contacto con semejante energía oscura y potente, Christian sentía que su propio poder iba a descontrolarse. La mano que contenía el tatuaje que sellaba su bestia interior comenzaba a palpitar. Guió sus ojos hacia el guante blanco que cubría sus dedos. Casi podía divisar el brillo del dibujo a través de él. Cerró los ojos con fuerza y varias de sus sombras -que anteriormente fueron almas que ocuparon cuerpos que fueron consumidos por él- se dispersaron y se dirigieron a la sombra de Vladimir y sus "hijos". De esa manera, podía procurar mantenerlos vigilados y efectuar próximos movimientos.
- Christian Blade
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Esperaba que Astrid le diera alguna explicación al respecto de su extraño comportamiento, pero aquello se hizo esperar. Fraiah hubiese deseado que la espera fuera en medio de un contexto pacífico y diveritido, como esa fiesta debía ser, pero su ánimo estaba por el suelo y no tenía intenciones de reír demasiado. Aún le parecía extraño que él haya logrado sacarle una sonrisa con sus comentarios. Y cuando creía que por fin podría darse un leve respiro y pensar con claridad, la muerte danzó entre ellos en búsqueda de una nueva pareja de baile. Fraiah se llevó ambas manos a la boca ante la escena. Aquel hombre no era humano; aquel hombre había matado frente a cientos de ojos; aquel hombre había iniciado la masacre que, al fin y al cabo, todos esperaban.
- Oh por Dios -murmuró, totalmente abatida. Tenía que hacer algo. Había muchos humanos dentro y ella parecía haber olvidado que pertenecía al grupo mortal. De repente alguien la sujetó de la muñeca. Miró la figura femenina que se postraba a su lado. Kasha entonaba aquellas palabras con severa seriedad. Fraiah la observó por unos instantes, como si se hubiera quedado colgada de sus pensamientos al verla. ¿Venía a ayudarla? ¿Por qué? ¿Ellas no estaban peleadas? ¿Aún perduraba aquel lazo que durante años habían trazado ambas? Una sonrisa suave quiso aflorar de sus labios, pero la preocupación y el momento la hicieron caer en tierra nuevamente, justo a tiempo.
- ¡No! ¡No puedo irme sin intentar ayudar! -gritó intentando zafarse de su agarre. Ella no podía simplemente sacarle de aquí, muchos de sus amigos podrían estar en peligro-. Suéltame Kasha, no voy a quedarme de brazos cruzados a salvo mientras aquí todos ponen en peligro sus vidas -espetó con exaltación. Sujetó a Astrid de una mano, atrayéndolo hacia donde Kasha pretendía avanzar. No iba a dejarlo solo allí. Él también estaba en peligro. Fue entonces cuando vio a los dos humanos, la lanza y... su hermano. Fraiah abrió la boca de modo que casi su mandíbula cae al piso. Sus ojos brillaron con intensidad, volviendo el violeta de sus iris más claro.
- ¡Christian! -gritó desesperada, mediante un tono desgarrador, queriendo correr hacia él pero sin poder librarse aún del fuerte agarre de Kasha.
- Oh por Dios -murmuró, totalmente abatida. Tenía que hacer algo. Había muchos humanos dentro y ella parecía haber olvidado que pertenecía al grupo mortal. De repente alguien la sujetó de la muñeca. Miró la figura femenina que se postraba a su lado. Kasha entonaba aquellas palabras con severa seriedad. Fraiah la observó por unos instantes, como si se hubiera quedado colgada de sus pensamientos al verla. ¿Venía a ayudarla? ¿Por qué? ¿Ellas no estaban peleadas? ¿Aún perduraba aquel lazo que durante años habían trazado ambas? Una sonrisa suave quiso aflorar de sus labios, pero la preocupación y el momento la hicieron caer en tierra nuevamente, justo a tiempo.
- ¡No! ¡No puedo irme sin intentar ayudar! -gritó intentando zafarse de su agarre. Ella no podía simplemente sacarle de aquí, muchos de sus amigos podrían estar en peligro-. Suéltame Kasha, no voy a quedarme de brazos cruzados a salvo mientras aquí todos ponen en peligro sus vidas -espetó con exaltación. Sujetó a Astrid de una mano, atrayéndolo hacia donde Kasha pretendía avanzar. No iba a dejarlo solo allí. Él también estaba en peligro. Fue entonces cuando vio a los dos humanos, la lanza y... su hermano. Fraiah abrió la boca de modo que casi su mandíbula cae al piso. Sus ojos brillaron con intensidad, volviendo el violeta de sus iris más claro.
- ¡Christian! -gritó desesperada, mediante un tono desgarrador, queriendo correr hacia él pero sin poder librarse aún del fuerte agarre de Kasha.
- Fraiah B. Eslin
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Como ya sabia que iba a ocurrir, Fraiah intento zafarse de ella sin exito, pero al ver lo que hacia su hermano, intento soltarse con mas fuerza, obligando a Kasha a cogerla de la cintura con el brazo y levantarla para que no saliera corriendo.
-Fraiah!!, no voy a permitir que mueras aqui!!, ya he perdido suficiente gente a mi alrededor, si mueres no me lo perdonaria y Nokku tampoco!!- consiguio llegar hasta detras de la columna y la aprisiono contra ella para que no se moviera- lo siento, pero no puedo permitir que vayas, en cuanto te vea el vampiro intentara matarte, y las ordenes son poner a salvo a los humanos, y tu eres uno de ellos, no puedes quedarte aqui, ahora eres fragil- la miro a los ojos abatida no queria hacerle daño, sabia que Christian se sabia cuidar solo y se las apañaria bien, entendia muy bien su reaccion pero no podia permitir que hicera eso- nosotros vivimos para hacer esto, debes comprenderlo y tus hermanos se pondrian en peligro asi mismos intentando protegerte a ti, ahora mismo no eres mas que un estorbo- no queria decirle eso, ni por asomo, pero no podia hacer otra cosa, esto le dolia mas a ella que a Fraiah, haciendo que en sus ojos aparecieran lagrimas que contuvo a duras penas, le recordaba todo esto demasiado a cuando perdio a Alec
- por favor Fraiah, no me hagas esto mas dificil, te necesito viva, no muerta...
-Fraiah!!, no voy a permitir que mueras aqui!!, ya he perdido suficiente gente a mi alrededor, si mueres no me lo perdonaria y Nokku tampoco!!- consiguio llegar hasta detras de la columna y la aprisiono contra ella para que no se moviera- lo siento, pero no puedo permitir que vayas, en cuanto te vea el vampiro intentara matarte, y las ordenes son poner a salvo a los humanos, y tu eres uno de ellos, no puedes quedarte aqui, ahora eres fragil- la miro a los ojos abatida no queria hacerle daño, sabia que Christian se sabia cuidar solo y se las apañaria bien, entendia muy bien su reaccion pero no podia permitir que hicera eso- nosotros vivimos para hacer esto, debes comprenderlo y tus hermanos se pondrian en peligro asi mismos intentando protegerte a ti, ahora mismo no eres mas que un estorbo- no queria decirle eso, ni por asomo, pero no podia hacer otra cosa, esto le dolia mas a ella que a Fraiah, haciendo que en sus ojos aparecieran lagrimas que contuvo a duras penas, le recordaba todo esto demasiado a cuando perdio a Alec
- por favor Fraiah, no me hagas esto mas dificil, te necesito viva, no muerta...
- Kasha Oskan
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Ella insistía, pero Fraiah no quería oírla, ya no. Cuando vio que su hermano fue atravesado con aquella lanza, sintió morir del dolor tres veces más de lo que él sufrió. Necesitaba correr a su lado, ayudarle y asegurarse de que se encontrara a salvo. Había arriesgado su vida por aquellas dos vidas. Su hermano era un héroe, ella siempre lo había visto de ese modo. Desde tiempos remotos como cuando la ayudaba a levantarse cada vez que se caía de su bicicleta, como cuando la salvó de los colmillos de Adam infinidad de veces. La desesperación que la corroía por dentro resultaba ya incontrolable. Sin embargo, Kasha se las arregló para detenerla. La elevó del aire, sujetándola de la cintura. Fraiah se vio obligada a soltar la mano de Astrid -o Evan- en cuando la cazadora se la llevó detrás de una columna. La aprisionó allí mientras le soltaba todas aquellas palabras, hasta detenerse en las más hirientes de todas.
"No eres más que un estorbo". Esas palabras atravesaron a Fraiah y mutilaron su alma al instante. Recordó a Nokku y la infinidad de veces que ella le había dicho que sólo le estorbaría en su trabajo, en sus asuntos, en sus obligaciones y responsabilidades. No había transcurrido demasiado tiempo desde ese hecho. El corazón le dio un vuelco, contrayéndose. Se deslizó con suavidad por la columna, hasta terminar sentada en el suelo. Su mirada, perdida en la nada, comenzaba a reflejar el brillo humedecido de las lágrimas contenidas. Una, dos, tres, escaparon. He aquí, otra vez, la sensible y abatida Fraiah. ¿Esto era lo que todos buscaban? ¿Esto quería Nokku cuando decidió "volverla a la vida". Sinceramente, ahora mismo se sentía más muerta que nunca. Y hubiera deseado realmente estarlo. Un estorbo... Ella era sólo eso, ni más ni menos.
"No eres más que un estorbo". Esas palabras atravesaron a Fraiah y mutilaron su alma al instante. Recordó a Nokku y la infinidad de veces que ella le había dicho que sólo le estorbaría en su trabajo, en sus asuntos, en sus obligaciones y responsabilidades. No había transcurrido demasiado tiempo desde ese hecho. El corazón le dio un vuelco, contrayéndose. Se deslizó con suavidad por la columna, hasta terminar sentada en el suelo. Su mirada, perdida en la nada, comenzaba a reflejar el brillo humedecido de las lágrimas contenidas. Una, dos, tres, escaparon. He aquí, otra vez, la sensible y abatida Fraiah. ¿Esto era lo que todos buscaban? ¿Esto quería Nokku cuando decidió "volverla a la vida". Sinceramente, ahora mismo se sentía más muerta que nunca. Y hubiera deseado realmente estarlo. Un estorbo... Ella era sólo eso, ni más ni menos.
- Fraiah B. Eslin
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Fraiah se dejo caer al suelo, TSK. se habia pasado.
-Fraiah, no queria decirte eso, no eres un estorbo, para mi no lo eres, nunca lo has sido, pero no quiero que desaparezcas, y si te metes en este desastre, podria ocurrir
Le quito las lagrimas de los ojos e intento llamar su atencion- ¿que haria yo si no estuviera a mi lado la hermana pequeña que siempre me vuelve humana y sensible cuando vengo a verla?, eh?, dime, no puedo soportar perder a una persona mas, ya he perdido demasiadas, asi que por favor, te lo pido, quedate aqui- no sabia muy bien como consolarla, asi que al menos lo intento acariciando su brazo con una mano- ademas, Nokku se enfadaria mucho con las dos, tu por meterte en lios y yo por dejarte hacerlo
Intento sonreir algo nerviosa por la situacion y por no saber muy bien como actuar en estas situaciones, no estaba acostumbrada a hacer esto
-Fraiah, no queria decirte eso, no eres un estorbo, para mi no lo eres, nunca lo has sido, pero no quiero que desaparezcas, y si te metes en este desastre, podria ocurrir
Le quito las lagrimas de los ojos e intento llamar su atencion- ¿que haria yo si no estuviera a mi lado la hermana pequeña que siempre me vuelve humana y sensible cuando vengo a verla?, eh?, dime, no puedo soportar perder a una persona mas, ya he perdido demasiadas, asi que por favor, te lo pido, quedate aqui- no sabia muy bien como consolarla, asi que al menos lo intento acariciando su brazo con una mano- ademas, Nokku se enfadaria mucho con las dos, tu por meterte en lios y yo por dejarte hacerlo
Intento sonreir algo nerviosa por la situacion y por no saber muy bien como actuar en estas situaciones, no estaba acostumbrada a hacer esto
- Kasha Oskan
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
No sabía qué decir o qué hacer. Kasha le daba justo donde más le dolía. Escuchaba sus palabras, intentando excusarse, intentando quizá disculparse. Fraiah la miró a los ojos fríamente, estaba muy dolida aunque sabía que no era el momento para flaquear de esa manera. Primero lo de Crash, ahora esto... Simplemente era demasiada presión. Ella secó sus lágrimas e intentó... ¿darle ánimos? Fraiah apartó su mano con suavidad. Ya sabía lo que vendría. Ella terminaría acatando las órdenes de Kasha, ¿no? Pero algo en su interior decía que no podía hacer eso. Iba contra sus sentimientos, pues quería solidarizarse y poder hacer algo por los demás. Ella no era una inútil. Le había prometido a Nokku luchar por los suyos, protegerlos, aprender a defenderse; le había prometido vivir. Pero...
Los ojos de Fraiah comenzaron a adquirir una tonalidad algo turbia. El violáceo habitual se tornó carmesí en el trasfondo de sus pupilas. Miró fijamente a Kasha y apretó suavemente su muñeca, que aún la poseía entre su mano tras haberla apartado. Se puso de pie, sin quitarle los ojos de encima. El silencio se cernió sobre ambas. Fraiah no respondió a ninguno de sus comentarios. Sólo se limitaba a mirarla detenidamente. Finalmente, tras unos segundos más así, soltó su mano y sus ojos volvieron a la normalidad. Fraiah respiró hondo y miró hacia otra dirección.
- Estaré bien -susurró-, sólo no me alejes de los míos -dijo luego, pensando en todos los que estaban luchando allí por salvar a otros. Si quería que se quede detrás de esa columna, bien, lo haría. Esperaría el momento oportuno para ayudar en algo y procuraría no meterse en problemas ni estar en peligro.
Los ojos de Fraiah comenzaron a adquirir una tonalidad algo turbia. El violáceo habitual se tornó carmesí en el trasfondo de sus pupilas. Miró fijamente a Kasha y apretó suavemente su muñeca, que aún la poseía entre su mano tras haberla apartado. Se puso de pie, sin quitarle los ojos de encima. El silencio se cernió sobre ambas. Fraiah no respondió a ninguno de sus comentarios. Sólo se limitaba a mirarla detenidamente. Finalmente, tras unos segundos más así, soltó su mano y sus ojos volvieron a la normalidad. Fraiah respiró hondo y miró hacia otra dirección.
- Estaré bien -susurró-, sólo no me alejes de los míos -dijo luego, pensando en todos los que estaban luchando allí por salvar a otros. Si quería que se quede detrás de esa columna, bien, lo haría. Esperaría el momento oportuno para ayudar en algo y procuraría no meterse en problemas ni estar en peligro.
- Fraiah B. Eslin
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Katrina observo toda esa escena estupefacta, vio a Ziel arrastrar a la humana y a bella bajo la mesa, bien pensado, pero la rubia no podía quedarse callada, simplemente no podia, Katrina la comprendía, comprendía ese odio, esa agonía del alma, pero no era momento de ponerse así. El hombre que había asesinado a la muchacha los ataco, pero, por suerte o por desgracia Christian se interpuso entre ellos.
Sangre. Todo olía a sangre. De pronto un grito desgarrador la despertó de su sopor, Fraiah. La miro con los ojos como platos y se llevo una mano a la boca, pero no podía flaquear así, tenia que comenzar a organizarlo todo. Miro a los guardaespaldas y les hizo la señal. De pronto agentes del consejo salieron como de la nada y comenzaron a desalojar la sala rápidos con el rayo, lo cierto es que después de la ultima reunión se había puesto muy enserio y eran muy efectivos, en unos pocos minutos la sala estaba vacía de humanos.
Se dio al vuelta lentamente para mirar a su hermano. Tengo que sacarte de aquí, en cuanto todo esto acabe iré a verte, lo prometo. Dijo mirándolo, sabia que reprocharía por lo que el dijo mentalmente: ~Ahora vas a ser tío, has de hacerme caso~ Nada mas acabar estas palabras vinieron dos vampiros vestidos completamente de negro que le cogieron del brazo y lo sacaron de allí sin que nadie se diera cuenta. ~Ellos te cuidaran~ Miro a Adam que acababa de hablar y asintió. ~Kasha sacala de aquí junto con Christian por favor, ella solo te hará caso a ti~ La dijo mentalmente esperando que por una vez la hiciera caso.
Miro al hombre, al que parecía ser el "jefe" y habló necesitaba distraerlo hasta que todos se hubieran alejado de aquí. Muy atento, lanzame tus hilos, voy a necesitar moverme rápido. Musito a Adam sabiendo que solo el podría oírle. Dio un paso al frente posicionándose frente al hombre. ¿Y por ti se arma tanto revuelo? Dijo con sorna. Por favor... Ya he acabado con casi todos tus aliados, ¿Recuerdas a Angelique? Dijo con una sonrisa malévola en el rostro. ¿Y a los Morgenstern? Dijo mientras se miraba las uñas. Suplicaron por sus vidas desgarradoramente, luego. Hizo una pausa. Les arranque el corazón con las manos. Lo miro desafiante.
Sangre. Todo olía a sangre. De pronto un grito desgarrador la despertó de su sopor, Fraiah. La miro con los ojos como platos y se llevo una mano a la boca, pero no podía flaquear así, tenia que comenzar a organizarlo todo. Miro a los guardaespaldas y les hizo la señal. De pronto agentes del consejo salieron como de la nada y comenzaron a desalojar la sala rápidos con el rayo, lo cierto es que después de la ultima reunión se había puesto muy enserio y eran muy efectivos, en unos pocos minutos la sala estaba vacía de humanos.
Se dio al vuelta lentamente para mirar a su hermano. Tengo que sacarte de aquí, en cuanto todo esto acabe iré a verte, lo prometo. Dijo mirándolo, sabia que reprocharía por lo que el dijo mentalmente: ~Ahora vas a ser tío, has de hacerme caso~ Nada mas acabar estas palabras vinieron dos vampiros vestidos completamente de negro que le cogieron del brazo y lo sacaron de allí sin que nadie se diera cuenta. ~Ellos te cuidaran~ Miro a Adam que acababa de hablar y asintió. ~Kasha sacala de aquí junto con Christian por favor, ella solo te hará caso a ti~ La dijo mentalmente esperando que por una vez la hiciera caso.
Miro al hombre, al que parecía ser el "jefe" y habló necesitaba distraerlo hasta que todos se hubieran alejado de aquí. Muy atento, lanzame tus hilos, voy a necesitar moverme rápido. Musito a Adam sabiendo que solo el podría oírle. Dio un paso al frente posicionándose frente al hombre. ¿Y por ti se arma tanto revuelo? Dijo con sorna. Por favor... Ya he acabado con casi todos tus aliados, ¿Recuerdas a Angelique? Dijo con una sonrisa malévola en el rostro. ¿Y a los Morgenstern? Dijo mientras se miraba las uñas. Suplicaron por sus vidas desgarradoramente, luego. Hizo una pausa. Les arranque el corazón con las manos. Lo miro desafiante.
- Katrina Darent
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Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Kasha escucho lo que decia Katrina y fue a coger a Fraiah, pero oyo lo que decia sobre las muertes de Alec y sus hermanos. Recordo absolutamente todo, y le fallaron las piernas haciendola caer al suelo mientras que su cara se llenaba de lagrimas, nunca podria ir contra la jefa del consejo de ancianos, nunca podria matarla, Kai se lo habia dicho y la venganza no la llevaria a nada, por eso se habia vuelto tan desquiciante en los ultimos meses, hasta el punto de que a Kai le costaba aguantarla. A pesar de todo eso, habia aprendido a querer a Kai, y eso era suficiente para ella, aunque algun dia, si podia, le gustaria preguntarle a Katrina la razon por la que mato a Alec, con saber eso, se quedaria tranquila
- Vamos Fraiah, te llevare con tu hermano, pero tienes que estar muy quieta para no llamar la atencion- se seco las lagrimas y aun mirando al suelo la cogio en caballito para poder defenderse en caso de necesidad y echo a correr lo mas rapido que pudo hasta alcanzar a Christian
- Vamos Fraiah, te llevare con tu hermano, pero tienes que estar muy quieta para no llamar la atencion- se seco las lagrimas y aun mirando al suelo la cogio en caballito para poder defenderse en caso de necesidad y echo a correr lo mas rapido que pudo hasta alcanzar a Christian
- Kasha Oskan
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Localización : en el infierno
Re: ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
Adam se quedó boquiabierto ante lo que Christian hizo. ¿Cómo podía sacrificarse así por unos insulsos humanos? Él era un Pura Sangre, no un guardaespaldas. Acto seguido, el grito de Fraiah resonó en la fiesta. La miró fijamente y escuchó a Katrina. ¿Acaso ella también estaba loca o qué?
- No puedes encararlo así -determinó, sujetándola del brazo, pero ella hizo de las suyas de todos modos. Adam se colocó tras de ella, sin otro remedio. Desplegó sus hilos y sujetó a Katrina delicadamente con estos. En caso de problemas, podría ayudarla a moverse con mayor rapidez y, además, podría atacar a Vladimir. Cuando Katrina hizo alusión a su madre, Adam bajó levemente la mirada. Ella... Ella los había vendido a todos, merecía terminar como terminó, aunque merecía seguramente algo peor. Si no fuera porque terminaron aquí él, Christian y Fraiah, ahora seguramente estarían ocupando un lugar en aquel séquito endemoniado de vampiros inventados.
- No puedes encararlo así -determinó, sujetándola del brazo, pero ella hizo de las suyas de todos modos. Adam se colocó tras de ella, sin otro remedio. Desplegó sus hilos y sujetó a Katrina delicadamente con estos. En caso de problemas, podría ayudarla a moverse con mayor rapidez y, además, podría atacar a Vladimir. Cuando Katrina hizo alusión a su madre, Adam bajó levemente la mirada. Ella... Ella los había vendido a todos, merecía terminar como terminó, aunque merecía seguramente algo peor. Si no fuera porque terminaron aquí él, Christian y Fraiah, ahora seguramente estarían ocupando un lugar en aquel séquito endemoniado de vampiros inventados.
- Adam Blade
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Localización : Matando inútiles por ahí..
Empleo /Ocio : Me verás en el Consejo, salvándole el culo a todos nuestros vampiros problemáticos.
Humor : Ácido y negro.
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