Cafeteria

Una muchacha rubia entra en el pequeño local que estaba plagado de humanos egoistas y estupidos, el ambiente huele a cafe, bolleria y demas cosas repulsivas. La chica arruga la nariz y escruta con sus bellos y profundos ojos toda la habitacion. Gente aqui y alla, niños, padres, parejas de adolescentes disfrutando de su fin de semana, ancianos que intentaban disfrutar de lo poco que les queda de vida.. Tsk.

La chica se movia con sigilo y elegancia como una cazadora buscando su presa y quiza no estaba tan lejos de la realidad, Habia escapado al fin, o mas bien habia sido liberada por aquel al que llamaba padre, en realidad habia sido lo mas parecido a un padre que ella ha conocido. Sentia la libertad en cada uno de los poros de su piel, era una sensacion agradable.

Camino hasta una una esquina al fondo de la habitacion y se apoyo alli, tenia hambre, mucha hambre, oia latidos por todas partes y podia reconocer los mas apetecibles, los niños, eran mas rapidos, mas vitales, luego los de los adolescentes algo mas calmados pero profundos, los adulos y sus pulsos calmados y adultos y los ancianos con sus debiles y secos latidos puargg esos mejor dejarlos morir lenta y dolorosamente.

Fije mi mirada en una niña que se estaba acercando a mi con una mirada viva y curiosa, tendria unos 7 años y una larga melena morena recogida en una cola de caballo, la niña se paro frente a mi y me miraba fijamente. Me agache para quedar a su altira y la mire con la mirada fija en sus ojos azules, como los mios.

-Eres muy guapa, ¿quieres ser mi amiga?- Pregunto la niña con inocencia, pobrecita. La mire con una sonrisa misteriosa.

-Amiga tuya.. ¿Que podrias darme tu a cambio?- Mi voz era dulce y calmada.

-Me llamo Sonia y podriamos jugar juntas- Me respondio sonriendo.

-Claro que si, juguemos- En esta ultima palabra mi voz se torno vibrante, llena de vida.

La cogi por la cabeza con brusquedad y la mordi el cuello una y otra ver haciendo que la sangre manara de la chica como si fuera una verdadera fuente. Cuando la deje completamente seca rei con una demencia que la mayoria de los presentes no habrian oido jamas, era una risa sadica cruel y estruendosa. La gente se levanto aterrorizada y comenzo a gritar y a ir hacia la puerta de un salto me puse frente a la puerta y comenze a arrancar cabezas a diestro y siniestro.

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Veinte minutos mas tarde la cafeteria estaba completemente en silencio, con una nieva redecoracion, las paredes estaban completamente teñidas de rojo, los cuercos descabezados colgados del techo, como un matadero de los de antes, cabezas rodando por el suelo. Yo seguia riendo mientras acababa con el chico de la pareja de adolescentes. Cuando acabe me sentia completamente llena. Me levante y me limpie los labios con la manga de la chaqueta, mire a mi alrededor complacida y sali de alli.

Había llegado a la ciudad que me dijo Nokku. Será imbecil, me ha hecho venir desde Italia, osea, desde muy lejos. Espero que el trabajo que me tiene preparado merezca la pena.

Estaba sentado en la barra de la cafetería y estaba sediento y cansado. Había dejado mi maleta a mi lado, que simplemente llevaba unos cuantos cargadores de mis 13mm y unos pares de calcetines.
-Eh, whisky,-dije dando un golpe a la barra.
El hombre que me atendió obedeció con rapidez y me puso un vaso de whisky y la botella.
Tenía entre mis manos un papel donde venía la indicación de la casa de Nokku y no hacía más que leerlo, pues no tenía ni idea de donde demonios iba a estar ese sitio.
Pero mientras tanto, iba a disfrutar de mi whisky, perdón, de "MIS" whiskys.

Durante mi octavo whisky, observé la entrada de una dama. Lo que me gustan a mi las damas, recordé. Era una chica especialmente atractiva, rubia y de ojos marrones. Justo de mi tipo.
Quise levantarme a saludar a la señorita. No era de buena educación no saludar una dama solitaria.
Cogí la botella y el vaso, me levanté de mi silla y me acerqué a ella, tambaleándome debido a la borrachera que había pillado.
-Hola preciosa, no he podido obviar *gipp* la presencia de una señorita tan hermosa como tú.-Dije apoyándome bruscamente en la mesa de la chica.-Me presentaré, soy Daallto... digo Dante, eso es, Dante.

La chica frunció el ceño ante mi presentación. Parecía que no le había gustado. Eso te pasa por tratar de ligar con una chica mona como una puta cuba, ¿como prentendes gustarle? me decía mi cabeza. Y por alguna razón, la entendía, a pesar de estar borracho, a mi cabeza digo, pero estaba demasiado borracho como para analizar mi mal papel como ligón.
-Vamos, no seas así. Solo *gipp* intentaba ser amable.-decía como si fuera lo más normal del mundo. No pensaba que fuera tan maleducado.

Me quedé perplejo ante sus palabras tan... sinceras. Estaba claro que así no iba a hacer amigos. Debía irme de allí y ponerme a buscar a Nokku. Me estará esperando.
Pero antes de irme, cogí de mi bolsillo mi cartera casi vacia y solté un billete que seguro que pagaría su bebida.
-Disculpa *gipp* mis modales.-dije serio.
Me acerqué a la barra para coger mi maleta, solté otro billete para pagar el whisky, dejé el vaso y la botella y me marché. No podía seguir comportándome como un gilipollas y menos con alguien tan guapa como ella. Si me la encuentro en otro momento me disculparé de mejor manera y trataré de ser amable como a ella le gusta.

Había pasado mucho tiempo fuera, su orgullo fue herido meses atrás y estuvo furioso durante una larga temporada. Pero ya no mas, pensaba asegurarse de que todo fuera tal y como había planeado, no iba a echar todo por tierra solo porque su hermana hubiera tenido un golpe de suerte y le hubiera vencido una vez. Además, de eso hacia ya mucho tiempo, incluso había sido capaz de dejarlo de lado en una ocasión en la que tuvo el dudoso placer de hablar con ella.
La cafeteria estaba atestada de gente, no quedaba ni una mesa vacia, pero eso no era un problema para él, con tan solo unas palabras consiguió que un ruidoso grupo de humanos abandonara una de ellas. Pidió algo de beber y tomó asiento, sumiendose entonces en sus pensamientos, había demasiadas cosas por hacer ahora que estaba de vuelta.

En el momento en el que le traían lo que había pedido la vio, mirándole a un par de metros de distancia y tratando de marcharse antes de ser descubierta. Ante la mirada extrañada de la camarera, Luke se levantó a gran velocidad y agarró el brazo de su hermana, esbozando una encantadora sonrisa, con la mirada cargada de desprecio.
-¡Qué sorpresa! No esperaba encontrarte aquí, Kairi. -dijo en un fingido tono alegre, había demasiados humanos observando.
Tiró de ella hacia la mesa "Espero que no intentes marcharte, tú y yo tenemos que terminar cierta conversación, si haces algo los humanos pagarán las consecuencias" envió aquel mensaje a la cabeza de la joven, no pensaba desperdiciar la oportunidad de obtener cierta información.

Luke sonrió al escuchar aquella respuesta y antes de comenzar con las preguntas, decidió que era mejor dejar claros un par de detalles importantes.
-Debo avisarte de que lo que te dije hace un momento, también se aplica a esto -le advirtió bajando la voz para que nadie a su alrededor pudiera escucharles- así que espero que tus respuestas sean sinceras.
Tenía bastante claro por donde comenzar, era algo que intentó preguntar en otra ocasión pero no obtuvo respuesta alguna, esta vez, mas le valía dársela.
-Bien, primera pregunta ¿tu "maravilloso" bloqueo puede deshacerse?

La sonrisa de Luke desapareció por completo ¿qué no se podía? Eso era imposible, Kairi estaba mintiéndole ¿verdad? Ella no es tan poderosa ni tan buena como para conseguir algo así, por muchos años que le haya dedicado. Trató de mantener la calma y reprimir las ganas de gritarle, había demasiada gente a su alrededor, lo cual resultaba una ventaja para conseguir respuestas, pero un terrible inconveniente a la hora de expresarse con claridad, al menos para él, Kairi tenía mucha suerte gracias a aquello.
-Creo haberte dicho que mentir tiene malas consecuencias. -la miró con seriedad durante un momento, antes de pasear sus ojos por la cafetería, deteniéndolos en el primer humano que pasó por delante de ellos- Cuanto antes respondas a todas mis preguntas, antes podrás marcharte y los presentes estarán a salvo, así que date prisa.