Mercado

Kasha se rio al escuchar sus palabras, Nokku no se atreveria a tocarla si ella no queria, asi que no debia asustarse tanto por un vestido. Pero de repente se lo quito de las manos y se metio en un probador.
- Soy muy competitiva Fraiah- se metio rapido en el probador y se puso primero el top, era un top negro de lana que dejaba al aire su ombligo, con un escote bastante normal y de manga larga, la verdad es que le gustaba, era comodo, calentito y bonito y ademas, le quedaba bien con los pantalones ajustados de antes que se puso, eran de cintura baja, como a ella le gustaban.
Salio triunfante del probador por haberse cambiado tan rapido.
- Fraiaaaah, ya he terminadoo, quiero verte con ese vestido puesto- dijo algo impaciente y divertida

Vaya, habia perdido, que fallo, bueno, ya la ganaria en otra ocasion.
- Da igual lo que me ponga, el querria quitarmelo- le saque la lengua divertida- pero sabe que es ropa de trabajo- dice mientras que da una vuelta sobre si misma, las cicatrices estaban totalmente al descubierto, pero tan solo tenia que ponerse una capa para que nadie se asustara cuando estuviera en el pueblo trabajando, sino llamaria demasiado la atencion, bueno, mas de la que ya llamaba- , asi que se aguanta, aunque no siempre lo consigue-dice riendose recordando alguna que otra mision donde habia tenido que salvar el culo a Kai por quedarse embobado mirandola.
Observo como le quedaba el vestido a Fraiah.
- Estas guapisima, te queda genial, hoy los chicos van a tener sorpresa - dijo guiñando un ojo dandole a su cara un aspecto travieso y jugueton

Se rio al oir que mataria a Kai de un infarto.
- Antes me matara el, siempre tengo que sacarle yo de los lios
A Fraiah le habia convencido el traje, asi que ella tambien pago las dos camisetas, llevandose puesto lo que se acababa de probar.
En pocos minutos, ambas ya estaban fuera de la tienda.
- Bien, ahora ya solo me queda comprarle unos pantalones a Kai, pero hay que ir a un sitio especia, ¿me acompañas?- dijo contenta, en aquella tienda, ya los conocian, Kai iba muy a menudo a comprar su ropa alli, ademas de armas que luego el modificaba para usarlas contra los vampiros, en todo este tiempo que habian desaparecido, Kai habia ido a un campamento militar a eliminar los niveles E que molestaban a los soldados durante un tiempo, asi que aprovecho y entreno con ellos, de ahi que hubiera mejorado considerablemente.

Empezo a caminar y en poco tiempo llegaron a la tienda.
- No te asustes si ves muchas armas de diferentes tipos y alguna que otra cosa extraña, ¿de acuerdo?- dijo advirtiendola para que no pusiera mala cara al entrar- ah si, no toques las granadas, son de verdad- no queria que salieramos bolando todos si sin darse cuenta quitaba el seguro a una granada.
Al entrar fue directamente a donde estaban los uniformes y cogio un par de pantalones de la talla de Kai junto a unas botas que vio, las que tenia, ya estaban muy desgastadas, despues vio un par de armas de larga distancia que a Kai le gustaria tener y una navaja bastante grande para ella.
- Si quieres echar un vistazo por ahi mientras que pago esto, echalo, comprar armas de fuego es un poco lioso- dijo mientras que dejaba todo en el mostrador

El dependiente hizo un par de bromas de guerra con Kasha que se rio con naturalidad mientras que empezaba a preparar el papeleo para comprar las armas.
-¿Como anda Kai?, ¿sigue modificando las armas que comprais?- dijo el hombre serio.
- Si, algun dia te regalaremos una de esas armas, pero no las vendas, son unicas, ya lo sabes- dijo Kasha mientras que se guardaba las armas en el cinturon del pantalon tapadas con el abrigo, en ese momento, el hombre se percato de la presencia de Fraiah, para el era tan solo una simple niña
- ¿Ya te has escapado de alguna de tus misiones y como castigo te han puesto de niñera?- Kasha se rio.
- que va, ultimamente me estoy portando bien, el jefe ya tiene suficiente como para encargarse de mis castigos por ser insubordinada, es una amiga, hoy tengo la noche libre- termino de coger lo que habia comprado- ya te vere, Fra, nos vamos- dijo mientras que abria la puerta de la tienda

Observo con detenimiento como Fraiah se echaba las manos a la garganta, algo ocultaba esa niña, pero si no se lo habia dicho, sus razones tendria.
- Pues ahora podemos ir donde quieras, ya hemos terminado de comprar lo que necesitaba, o necesitas comprar tu algo, Fra?- dijo mientras que se cerraba el abrigo para que no se vieran las armas que portaba encima y que nadie saliera corriendo por miedo a ser disparado o acuchillado.

- Perfecto, pues vamos a ver donde podemos comprar agua para las dos, la verdad es que tambien me apetece una botella de agua- se removio algo incomoda, desde hacia un rato, notaba que algo no marchaba bien, pero no sabia que era, pero eso no iba a dejar que le aguara la fiesta, iba a disfrutar de su noche libre, ya que desconocia cuando seria la proxima noche libre que tendria.
- ¿alguna idea de donde podemos comprar agua?- dijo mirando a todos lados buscando algun sitio que les sirviera

Se habia distraido pensando porque tenia aquella sensacion, pero Fraiah la devolvio a la realidad.
- No lo se, tengo un mal presentimiento, pero debe ser tan solo mi imaginacion, no hay vampiros cerca, sino lo hubiera notado, asi que, debe ser solo csa mia, no te preocupes- dijo sonriendo mientras que abria la botella para bebersela de un trago muerta de sed por todo lo que habian andado

A Kasha realmente no le molestaba la lluvia, estaba muy acostumbrada a ella, pero a Fraiah no le hacia demasiada gracia, asi que corrio con ella en busca de su maleta para despues poder refugiarnos las dos en algun lugar.

Como siempre, me tocaba arreglar los destrozos que hacia Kai con sus armas, sabia que le gustaba modificar las armas a su gusto, pero luego, quien tenia que llevarlas a arreglar era yo, y la ultima invencion era bastante problematica de arreglar, pero en fin, que remedio, ademas, asi podia arreglar su preciada arma, se le habian caido ya varias puas y debia afilar el cuchillo.
Y para arreglar todo esto, el mejor sitio del pueblo era aquella tienda, se quedo justo delante esperando que le abrieran puesto que estaba siempre cerrada con llave, hasta que se percato de quien rondaba por alli, y ademas sin sus cazadores asignados.
- EH!, Mocoso- lo llamo acercandose a Ziel- no se supone que tienes que ir con varios cazadores?- le pregunte metiendo la mano en uno de mis bolsillos del pantalon vaquero sumamente corto y ancho que llevaba

El hecho de que llevara un ojo oculto tras un parche por precaución, era un signo físico por el que la gente desconocida, hiciera una especie de masa a los alrededores. Parecía como si la gente no quisiera acercarse a un chico que le falta un ojo o algo parecido. Aunque también había demasiados mercaderes a los que les importaba más bien poco este aspecto. Y a mí menos aún. Total, llevaba prácticamente un año soportando todos estos tipos de criterios con mi ojo derecho, que ya me daba igual todo. Pasaba de todo y todos, a decir verdad.

Giré la cabeza al escuchar "mocoso". Cazadores. Seguramente ya me habrían encontrado. Ahora ya no lo tenían tan difícil como antes, porque mi estatura había ido algo en aumento. Eso era un inconveniente realmente. Llevé la mano al bolsillo, dispuesto a cualquier cosa con tal de continuar mi "tranquilo paseo". No iba a dejar que ellos irrumpieran y atormentaran toda mi vida hasta el final. Les plantaría cara. Pero para mi sorpresa, no fue el grupo de cazadores lo que encontré, pese a que sí que fuera cazadora. Kasha.

-Vaya, vaya, cuanto tiempo. Y como siempre, tú con tan pocos modales. - Sonreí ácidamente, girándome hacia ella. Parecía que hacía siglos que no tenía relación con alguien que no fuera un alumno o un profesor. Echaba de menos la vida en la que pasaba más tiempo en casa de la cazadora, que en la propia Academia. Suspiré de lado. Di otro mordisco a la manzana y la revisé de arriba a abajo. No había cambiado en absoluto. - Se supone. Pero estoy cansado de que me traten como un perro, y que estén costantemente tirando de la correa. - Aclaré en resumidas cuentas el trato tan "pacífico" que estaban teniendo sus compañeros. Sonreí, dando otro mordisco. - ¿Y no se supone que los cazadores tenéis que ir a hacer misiones y esas cosas aburridas?

Mire de arriba a bajo al mocoso, despues de aquella noticia habia vuelto a desaparecer, Kai si habia aparecido por el pueblo muchas veces, pero yo no, necesitaba desconectar, mi aspecto se habia vuelto mas siniestro y mi caracter era mas insoportable del habitual, pero realmente me daba igual.
- Si no querias ser un perro con correa, no haberte aliado con ese asqueroso vampiro mocoso- le respondi a su protesta, mi odio hacia los vampiros habia aumentado en gran medida en muy poco tiempo, pero que le iba a hacer.
El chico seguia siendo bastante irritante para mi, sobretodo con esa actitud, puse cara de asco y le respondi.
- Como en cualquier trabajo normal, tenemos dias libres, y este es mi dia libre, asi que no me lo amargues, aunque ya lo has hecho, para tu desgracia, me toca ser tu niñera por haberte encontrado solo- Tsk, malditos cazadores incompetentes, se creen los mejores pero son incapaces de vigilar a un mocoso como es

Hacía muchísimo que no tenía noticias ni de Kasha, ni de Kai, ni de Bell, ni del propio Marcus. Últimamente todo era demasiado gris y solitario, así que tampoco estaba de buen humor. Menos después de encontrarme con el ser que menos me interesa en este planeta. Pero al mirar a Kasha, ese interrogante volvió a mi cabeza: ¿qué pasó aquella noche? ¿por qué aparecí después en casa de la cazadora y al cuidado de Kai? ¿Por qué Marcus volvió a dejarme inconsciente? ¿Por qué? Esa era la mayor incógnita de todas. Que no entendía la razón de su acto. Sin embargo, el tiempo pasa y no podía anclarme en el pasado. Suspiré, agitando la cabeza y pasándome una mano por el pelo.

-Cada uno busca sus aliados donde quiere. Y cuida esa lengua tuya, Kasha, no vaya a ser que un día desaparezca por accidente. - Sonreí encantadoramente, como si realmente estuviera hablando de amapolas. No me era grato oír así de Marcus, aquel que cuidaba de mi protección y de la propia Bella. O eso se suponía hacía unos meses. Chasqueé la lengua, dándole un mordisco a la manzana. ¿Dónde se habría metido ese hombre?
-Já. ¿Mi niñera? Kasha, por favor. El día que tú te acerques a un niño pequeño, tendré canas. - Reí a carcajadas. Ya era mayorcito como para tenerla ahora encima que cargar. Lo malo es que si la localizaban, también lo harían conmigo. Llevé un dedo a los labios, acercándome a la cazadora. - Shh... es mejor estar solo que mal acompañado.

Sin poder evitarlo, al escuchar su amenaza, mis ojos cambiaron volviendose negros con pequeñas calaveras por todos los ojos.
- No te atrevas a amenazarme, y ese vampiro que tanto deseas, no es mas que un chupasangres que se deleita usando de objeto a un mocoso tan simple y estupido como tu.
Me rei cuando dijo que no me acercaria nunca a un niño, y la verdad es que tenia a uno delante, su aspecto seria el de un adolescente, pero de mentalidad no superaba los 5 años.
- Pues siento aguarte la fiesta, niño tonto, la proxima vez, acostumbrate a ir rodeado de cazadores, o mejor, la proxima vez, no hagas un trato con un chupasangre y ahora muevete- la puerta de la armeria se habia abierto, asi que sin previo aviso, le cogio del cuello de la camisa y lo tiro dentro. Ziel protestaria por su maltrato, pero la verdad, le daba exactamente igual, nada mas entrar, la puerta volvio a ser cerrada con llave por el dueño de la tienda, por lo que el mocoso ya no tenia escapatoria.
- Hazme un favor, quedate ahi quieto y no toques nada, aqui hay armas demasiado peligrosas para alguien como tu, y dudo que te gusten, todas ellas pueden matar a tu querido Marcus-dijo con tono de burla mientras que iba al mostrador, con los ojos ya normales, a enseñar las armas para arreglar

Mi sonrisa se hizo más ancha cuando observé los ojos de Kasha cambiar de color. Ella al menos podía volverlos a la normalidad si quería, o al menos suponía algo como eso. Volví a morder la manzana, curioso de lo que haría después. Era todo un solo ojo, pero prefería la opción de ser todo oídos. No quería cansar mi vista con sus movimientos, la verdad.
Como si estuviera sorprendido, llevé una mano a mi boca riendo.

-Oh, no me digas. ¿Y que harás, matar a un joven e indefenso chico que solamente estaba dando una vuelta por el mercado? No seas ingenua Kasha, esto está lleno de gente. - Vaya, lo segundo que dijo sí que logró sorprenderme para bien. Sonreí infantil. - ¿Y acaso Nokku no es otro manipulador de gente? Que usa de objeto a otras personas que no tienen nada más que sed de venganza, o no tienen más propósito en la vida que remidir de esa manera sus pecados. - Daba igual cómo intentara llenarme la cabeza de paja sobre Marcus. Yo sabía cómo era, y cómo había logrado cambiar. Al menos la última vez fue así, quién sabe cómo sería ahora.

Iba a responder a los adjetivos depectivos de la chica, pero ella actuó antes de lo que esperaba. Fui arrastrado dentro de una tienda, seguramente por y para cazadores. Bufé cual felino, arreglándome el cuello de la camisa. Aquello era más que abuso de poder. Y si hubiera algún órgano legal, sin duda los denunciaría a todos ellos. Sin embargo, valga la redundancia, ellos eran ese cargo justamente. Aunque jamás los asociaría a algo como "justicia", porque nunca se asomarían a esa palabra.
-Oh, tranquila, sé lo que pueden hacer estas armas. Ya le clavé una a Marcus. - El aire pareció cortarse en ese instante. En cambio, yo actuaba como si fuera algo normal de oír y me puse a mirar las armas que había expuestas cual niño que las ve por primera vez.

- No todos los cazadores entran en la asociacion por venganza, niño, si mis padres no hubieran sido asesinados por vampiros, igualmente, habria entrado, puesto que a eso se dedicaba mi clan desde hace mucho tiempo- el dueño de la tienda se llevo las armas para arreglarlas en un momento y mientras, me puse a observar alguna arma que pudiera interesarme, aunque con las que habia heredado me valian durante mucho tiempo.
Pero en ese momento me rei al escuchar que le habia clavado un cuchillo anti vampiro a Marcus. No le sorprendia, con lo loco que estaba, no era extraño, aunque lo que le sorprendia era que estuviera vivo, a los vampiros no les hace especial gracia que les claven esas armas puesto que son heridas que tardan en curarse el doble de tiempo.
- Y que?, tu querido amado te castigo?, O esta demasiado esclavizado que no ha sido capaz de hacerlo?- aun recordaba como reacciono Marcus cuando le dio un ataque de celos al mocoso en aquel hotel donde no tendria que haber puesto nunca un solo pie.