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Terrenos
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Re: Terrenos
Recuerdo del primer mensaje :
-no se lo que ha pasado entre las dos, pero seguro que tiene arreglo, te he visto matar vampiros y salir de lios completamente ilesa, se que esto lo podras hacer, y con lo de ser bueno..., basicamente es, porque me importas-sonrie y le acaricia la mejilla con cariño
-no se lo que ha pasado entre las dos, pero seguro que tiene arreglo, te he visto matar vampiros y salir de lios completamente ilesa, se que esto lo podras hacer, y con lo de ser bueno..., basicamente es, porque me importas-sonrie y le acaricia la mejilla con cariño
- Kai Olivier
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Re: Terrenos
Kai llego arrastrando la manguera, llegaba un poco justa, pero al menos lo habia conseguido, al girarse, vio que ya habian encendido el fuego y se estaba llenando todo de humo
- vaya, si que sois rapidos- saco la Katana y corto a un nivel E por la mitad cuando se acerco a el
- vaya, si que sois rapidos- saco la Katana y corto a un nivel E por la mitad cuando se acerco a el
- Kai Olivier
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Re: Terrenos
Atajó en el aire el mechero que Kasha le devolvió y, al escuchar a Kai, sonrió levemente. Las llamas comenzaban a avivarse, pero necesitaban un "empujón". Yagari sacó de un bolso que llevaba consigo una botella de alcohol. Eso, aunque fuera poco, serviría para mantener la llama en alto por un determinado rato, hasta que concluyeran. Por esta razón, arrojó el líquido, junto con otros troncos.
- Creo que con esto será suficiente -murmuró, quitándose un rastro de transpiración del rostro.
- Creo que con esto será suficiente -murmuró, quitándose un rastro de transpiración del rostro.
- Yagari Touga
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Re: Terrenos
- genial, ahora solo queda acabar con los pocos vampiros que quedan aqui- cogio unas pocas agujas de su cinturon y las lanzo a tres vampiros que se acercaban matandolos al instante, su punteria con las agujas era muy alta y sabia donde debia lanzarlas para matar al momento, ya solo quedaban un par de vampiros alli
- Kasha Oskan
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Re: Terrenos
Kai, para evitar que se extendiera de mas el fuego, echo agua alrededor de la hoguera con la manguera, ya solo faltaba que se quemara la escuela, al director no le haria ninguna gracia que pasara eso
- Kai Olivier
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Re: Terrenos
El fuego estaba cumpliendo su cometido, por lo que Yagari se sacó su sombrero y suspiró. Ya no quedaban niveles E en la zona, al parecer. Habían logrado cumplir con su objetivo. La Academia estaría a salvo. Lo único que quedaba ahora era apagar el fuego y mantener el silencio de los terrenos. Esperaba que ningún alumno lo hubiese notado y haya podido reportarlo. Mientras más en el anonimato permaneciera este asunto, mejor.
- Buen trabajo, muchachos.
- Buen trabajo, muchachos.
- Yagari Touga
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Re: Terrenos
Las balas silbaban en el aire y los cuerpos de los vampirillos explotaban, como si fueran petardos de una feria macabra de muerte y sangre. Una sonrisa sádica se apoderó de mi rostro y seguí eliminando a esos inútiles, que intentaban cercarme. Dante se había quedado atrás, estaba seguro de que estaba bien, y Nokku se había llevado a Fraiah, lo más peligroso había pasado, solo quedaba lo más divertido.
Un nivel E saltó encima de mí, la verdad es que le había dejado hacerlo. En cuanto estuvo a unos veinte centímetros de mí guardé las pistolas, le guiñe un ojo y con una rápida cinta me coloqué a su lado, mientras el todavía estaba en el aire. Le mordí salvajemente en el cuello, parando la trayectoria de su cuerpo. Los huesos de su columna crujieron mientras se revolvía desesperamdamente. Pronto el vampiro quedó totalemente seco. Tsk, basura. Le agarré con una mano y lo tiré lejos de mi.
Olía a humo. Se había producido un fuego. Eso era malo, la academia podría quemarse. Fui corriendo hasta la el lugar del cuál provenía el fuego, con la emoción a flor de piel. Cuando llegué me encontré con tres cazadores que, conjuntamente estaban realizando un espléndido trabajo.
Me transformé en un lobo, una fiera grande y negra. Salté encima de un nivel E y le arranqué la mitad del cuello de un bocado. Acto seguido salté encima de otro vampiro que se estaba acercando a los cazadores, transformándome en mitad del salto en un oso, una bestia peligrosa que le sesgó la cabeza al pobre iluso de un feroz manotazo. Miré a los chicos y volví a mi forma original mientras me reía.
~Buenas tardes caballeros, espero que estén ustedes disfrutando de esta maravillosa velada~
Dije mientras hacía una reverencia ante los presentes. Un vampiro se acercaba por mi espalda imprudentemente. Mi sombra, que hasta el momento parecía de lo más normal, se transformó en la cabeza de un perro del infierno, con unos colmillos como sables y decenas de ojos por toda su cabeza. El vampiro fue despedazado mientras la sangre salpicaba mis alrededores y yo levantaba la cabeza, aún manteniendo la reverencia, y sonreía a los tres "pirómanos" con una casi seductora sonrisa. Ya no quedaba ningún molesto vampiro de nivel E. Observé como uno de los cazadores empezaba a apagar el fuego y me levanté. Dando por terminado mi saludo.
Acabo de estar con Nokku...
Dije tomando un tono más serio, a la vez que mi mirada se volvía fría. Daba por echo que esos tres habían venido para ayudarle y cuando vi que la chica tenía un trozo de la tela de la ropa de Fraiah deduje que estaban preocupados por lo que le hubiera podido pasar a la chiquilla.
Un nivel E saltó encima de mí, la verdad es que le había dejado hacerlo. En cuanto estuvo a unos veinte centímetros de mí guardé las pistolas, le guiñe un ojo y con una rápida cinta me coloqué a su lado, mientras el todavía estaba en el aire. Le mordí salvajemente en el cuello, parando la trayectoria de su cuerpo. Los huesos de su columna crujieron mientras se revolvía desesperamdamente. Pronto el vampiro quedó totalemente seco. Tsk, basura. Le agarré con una mano y lo tiré lejos de mi.
Olía a humo. Se había producido un fuego. Eso era malo, la academia podría quemarse. Fui corriendo hasta la el lugar del cuál provenía el fuego, con la emoción a flor de piel. Cuando llegué me encontré con tres cazadores que, conjuntamente estaban realizando un espléndido trabajo.
Me transformé en un lobo, una fiera grande y negra. Salté encima de un nivel E y le arranqué la mitad del cuello de un bocado. Acto seguido salté encima de otro vampiro que se estaba acercando a los cazadores, transformándome en mitad del salto en un oso, una bestia peligrosa que le sesgó la cabeza al pobre iluso de un feroz manotazo. Miré a los chicos y volví a mi forma original mientras me reía.
~Buenas tardes caballeros, espero que estén ustedes disfrutando de esta maravillosa velada~
Dije mientras hacía una reverencia ante los presentes. Un vampiro se acercaba por mi espalda imprudentemente. Mi sombra, que hasta el momento parecía de lo más normal, se transformó en la cabeza de un perro del infierno, con unos colmillos como sables y decenas de ojos por toda su cabeza. El vampiro fue despedazado mientras la sangre salpicaba mis alrededores y yo levantaba la cabeza, aún manteniendo la reverencia, y sonreía a los tres "pirómanos" con una casi seductora sonrisa. Ya no quedaba ningún molesto vampiro de nivel E. Observé como uno de los cazadores empezaba a apagar el fuego y me levanté. Dando por terminado mi saludo.
Acabo de estar con Nokku...
Dije tomando un tono más serio, a la vez que mi mirada se volvía fría. Daba por echo que esos tres habían venido para ayudarle y cuando vi que la chica tenía un trozo de la tela de la ropa de Fraiah deduje que estaban preocupados por lo que le hubiera podido pasar a la chiquilla.
- Alucard
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Re: Terrenos
observo al cazador, chicos, siempre tan sangrientos, no podian matar a los vampiros manchando lo minimo??, pero reacciono al oir que habia estado con Nokku
- Fraiah, esta bien??- pregunto preocupada aun con el trozo de tela en la mano mientras que en la otra portaba todavia un par de agujas metalicas por si acaso
- Fraiah, esta bien??- pregunto preocupada aun con el trozo de tela en la mano mientras que en la otra portaba todavia un par de agujas metalicas por si acaso
- Kasha Oskan
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Re: Terrenos
Kai observo las transformaciones que hacia ese cazador mientras que terminaba de apagar el fuego para no dejar ningun rastro de lo que pudiera haber ocurrido alli, si Fraiah habia estado aqui, tendria que haber sobrevivido por poco, pero si habia estado tambien Nokku, Fraiah estaria viva
- Kai Olivier
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Re: Terrenos
Estaba ayudando con aquella manguera para poder comenzar a apagar el incendio, cuando otra figura hizo su acto de aparición. Olía a vampiro, pero no actuaba como tal. Yagari dejó caer la manguera en el suelo, mientras expulsaba el agua, y lo observó. Se trataba de Alucard, el vampiro cazador de la Asociación. Admitó sus hazañas y sus movimientos, era un gran aliado para ellos, como también un tanto extraño.
- Buenas tardes, Alucard -saludó, haciendo un pequeño movimiento con su cabeza a modo de bienvenida. Sonrió de lado ante su siguiente comentario-. ¿A ti qué te parece?
¿Que si estaban disfrutando? Eso y mucho más. Nada satisfacía más a Yagari que eliminar toda esa escoria inservible. Pero su semblante se volvió serio al oír que él estuvo con Nokku. Aquellas palabras le brindaron la sensación de que él parecía pretender introducir cierta información con aquel comentario. Yagari dio unos pasos hacia adelante, situándose frente a frente con Alucard.
- ¿Qué ha sucedido? -preguntó, algo preocupado por la escena que acababan de vivir. Tantos niveles E, sumados a la presencia humana en peligro, no le daba buena espina. Miró a Kasha de reojo, ella parecía muy preocupada por cierta joven que él no conocía. Entrecerró los ojos y volvió a observar a Alucard, en espera de respuesta.
- Buenas tardes, Alucard -saludó, haciendo un pequeño movimiento con su cabeza a modo de bienvenida. Sonrió de lado ante su siguiente comentario-. ¿A ti qué te parece?
¿Que si estaban disfrutando? Eso y mucho más. Nada satisfacía más a Yagari que eliminar toda esa escoria inservible. Pero su semblante se volvió serio al oír que él estuvo con Nokku. Aquellas palabras le brindaron la sensación de que él parecía pretender introducir cierta información con aquel comentario. Yagari dio unos pasos hacia adelante, situándose frente a frente con Alucard.
- ¿Qué ha sucedido? -preguntó, algo preocupado por la escena que acababan de vivir. Tantos niveles E, sumados a la presencia humana en peligro, no le daba buena espina. Miró a Kasha de reojo, ella parecía muy preocupada por cierta joven que él no conocía. Entrecerró los ojos y volvió a observar a Alucard, en espera de respuesta.
- Yagari Touga
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Re: Terrenos
El semblante de Alucard se mantuvo firme y serio, no parecía el mismo "hombre" que hacía una media hora había empezado a eliminar un sin fin de niveles E como si fueran hormigas, todavía se podía oler la pólvora santificada en sus pistolas. Miró a la cazadora y luego a Yagari, a ese le conocía, aunque claro, tal vez ese hombre tuviera alguna idea rara de el, se decían muchas cosas del legendario vampiro-cazador, algunas de las cuales eran ciertas, otras, como la de que dormía en un ataúd de plata, no tanto.
Alucard se quedó callado por unos momentos y finalmente decidió exponer la información que poseía.
Empecemos, en un principio yo me había reunido aqui con Dante, otro de los cazadores que vuestro líder, Nokku, había llamado para que viniera del extranjero, para limpiar la zona de Niveles E cuando esa chiquilla Fraiah apareció en la zona. Fue algo muy extraño para mí, porque tengo muy buena memoria, y recuerdo que la última vez que la había visto desde las ventanas del consejo....quiero decir, la última vez que tuve información de ella, se trataba de una vampiresa, pero hoy vino como si fuera una humana. Era definitivamente una humana. Nokku vino segundos más tarde, previendo el peligro al que se enfrentaba ella y mantuvimos una encarnizada pelea con los vampiros, Fraiah fue atacada por un Nivel E pero finalmente Nokku, haciendo gala de un poder que desconocía que tenía, el chico siempre se guarda lo que tiene, consiguió salvarla, después se la llevó. Están todos a salvo. Bien, hay alguna información relevante que ustedes puedan aportarme?
Dijo mirándolos uno a uno después de estar observando las cenizas del suelo.
Alucard se quedó callado por unos momentos y finalmente decidió exponer la información que poseía.
Empecemos, en un principio yo me había reunido aqui con Dante, otro de los cazadores que vuestro líder, Nokku, había llamado para que viniera del extranjero, para limpiar la zona de Niveles E cuando esa chiquilla Fraiah apareció en la zona. Fue algo muy extraño para mí, porque tengo muy buena memoria, y recuerdo que la última vez que la había visto desde las ventanas del consejo....quiero decir, la última vez que tuve información de ella, se trataba de una vampiresa, pero hoy vino como si fuera una humana. Era definitivamente una humana. Nokku vino segundos más tarde, previendo el peligro al que se enfrentaba ella y mantuvimos una encarnizada pelea con los vampiros, Fraiah fue atacada por un Nivel E pero finalmente Nokku, haciendo gala de un poder que desconocía que tenía, el chico siempre se guarda lo que tiene, consiguió salvarla, después se la llevó. Están todos a salvo. Bien, hay alguna información relevante que ustedes puedan aportarme?
Dijo mirándolos uno a uno después de estar observando las cenizas del suelo.
- Alucard
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Re: Terrenos
Kasha respiro tranquila al oir que Fraiah estaba bien, despues miro se puso seria
- sufrimos un ataque de una vampira con un poder un tanto peculiar, si la dañas a ella, el daño que la hagas, te aparecera en tu cuerpo, salimos vivos por los pelos y ella escapo junto con otra vampira que controla la mente, pero consegui averiguar algunos de los puntos debiles de la vampira empatica, de la otra no tuve ocasion, estaba ya en un estado lamentable y ni siquiera pude ver su rostro- aun le fastidiaba bastante que dos vampiras la hubieran dejado tan mal, no sabia como pero acabaria con ellas
- sufrimos un ataque de una vampira con un poder un tanto peculiar, si la dañas a ella, el daño que la hagas, te aparecera en tu cuerpo, salimos vivos por los pelos y ella escapo junto con otra vampira que controla la mente, pero consegui averiguar algunos de los puntos debiles de la vampira empatica, de la otra no tuve ocasion, estaba ya en un estado lamentable y ni siquiera pude ver su rostro- aun le fastidiaba bastante que dos vampiras la hubieran dejado tan mal, no sabia como pero acabaria con ellas
- Kasha Oskan
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Re: Terrenos
Escucho lo que decia Kasha sobre las vampiras a las que se habian encontrado, pero añadio algo que ella no sabia porque en esos momentos ella ya estaba practicamente muerta.
- la vampira que controla la mente, tambien era capaz de hacer clones reales de si misma, pero no sabria decirte cuantos puede llegar a hacer, y habia mas vampiros, las dos vampiras, comparados con los otros, son muy debiles, no se que poderes tienen, pero su aura parecia muy poderoso y peligroso- apoyo un brazo en el hombro de Kasha cansado de la carrera que se habia tenido que dar con la manguera
- la vampira que controla la mente, tambien era capaz de hacer clones reales de si misma, pero no sabria decirte cuantos puede llegar a hacer, y habia mas vampiros, las dos vampiras, comparados con los otros, son muy debiles, no se que poderes tienen, pero su aura parecia muy poderoso y peligroso- apoyo un brazo en el hombro de Kasha cansado de la carrera que se habia tenido que dar con la manguera
- Kai Olivier
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Re: Terrenos
Escuchó la información que Alucard les proporcionaba. ¿Así que eso era lo que había ocurrido? Miró a Kasha cuando esta comenzó a hablar. ¿Así que era esa joven la que tan preocupada le tenía? A veces sentía que era mejor ser así, un ente solitario, incapaz de sentir algo por alguien, sin nada ni nadie que perder, pero... ¿No es acaso eso, el tener algo importante para ti, lo que te hace aún más fuerte? El rostro de Chiara se pasó por su mente. Yagari se sorprendió ante aquella imagen. ¿Por qué...? Ah, claro, le recordaba demasiado a lo que había vivido Zero. Sólo que ella, a diferencia de él, tenía a su Pura Sangre, al parecer. En ese caso, no había nada de lo cual preocuparse. ¿Cierto?
Yagari apretó ambos puños y luego volvió a la realidad, oyendo la voz de Kai. Carraspeó y acomodó su sombrero.
- Parece que los Niveles E están más descontrolados de lo normal, y hay mucha más cantidad. Eso es extraño, pero no creo que sean los causantes de los asesinatos del Pueblo. Es más que evidente que esos vampiros extraños estén tras de esto -comentó, pensando en la joven vampiresa y su amiga fanática de los clones-. Me gustaría saber qué quieren de este pueblo -agregó, pensativo.
Yagari apretó ambos puños y luego volvió a la realidad, oyendo la voz de Kai. Carraspeó y acomodó su sombrero.
- Parece que los Niveles E están más descontrolados de lo normal, y hay mucha más cantidad. Eso es extraño, pero no creo que sean los causantes de los asesinatos del Pueblo. Es más que evidente que esos vampiros extraños estén tras de esto -comentó, pensando en la joven vampiresa y su amiga fanática de los clones-. Me gustaría saber qué quieren de este pueblo -agregó, pensativo.
- Yagari Touga
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Re: Terrenos
Kasha se quedo pensativa tras escuchar las palabras de Yagari, se le empezaban a ocurrir varias cosas sobre ello
- pueden estar detras de varias cosas, estan siendo descuidados, creando más niveles E, han matado ya a muchos de los nuestros, pretenden quitarnos del medio, los cazadores somos un estorbo para ellos, no parece que esten tras el consejo, pero si no quieren a los cazadores, ni tampoco el consejo..., ¿que quieren?, ¿cerrar el colegio, simplemente divertirse, borrar del mapa el pueblo y toda la gente que hay en él?
- pueden estar detras de varias cosas, estan siendo descuidados, creando más niveles E, han matado ya a muchos de los nuestros, pretenden quitarnos del medio, los cazadores somos un estorbo para ellos, no parece que esten tras el consejo, pero si no quieren a los cazadores, ni tampoco el consejo..., ¿que quieren?, ¿cerrar el colegio, simplemente divertirse, borrar del mapa el pueblo y toda la gente que hay en él?
- Kasha Oskan
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Re: Terrenos
Tras muchos instantes de silencio y ante las pocas respuestas que existían para dar un giro positivo a los acontecimientos, Yagari optó que lo mejor sería alejarse del lugar e ir a investigar en los alrededores. Ya habían concluído su trabajo en los terrenos. Saludó a los presentes con un leve movimiento de cabeza y salió de allí.
- Yagari Touga
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Re: Terrenos
Una vez que acabo de dar la informacion que tenia, cogio a Kai del brazo y se marcho arrastrandolo con ella
- Kasha Oskan
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Re: Terrenos
Observé que todos se iban. Me encogí de hombros e hice lo propio
- Alucard
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Re: Terrenos
Llegue a aquellos terrenos tras la charla con el Pura Sangre, prácticamente había llegado a este lugar y en mi primer encuentro con un habitante había sido un pura sangre y, para mas rareza con una "maldición". Los pensamientos pasaron por mi mente como un flash, la conversación con el hombre había hecho que recordara su niñez. Había sido feliz durante algún tiempo pero el empeño de mi padre con controlarme la vida lo había fastidiado todo, había tenido que huir y era una de las razones por las que ahora me encontraba sola.
Suspire y mire a mi alrededor, estaba bastante cerca de la academia, mucho mas de lo que había estado hasta ahora sin duda, no me preocupaba en absoluto que mi "pillaran" pero lo cierto es que necesitaba un momento a solas para reordenar mis pensamientos. Últimamente pensaba mucho en el pasado y no vivía el presente, pero teniendo en cuenta que mi futuro era infinito eso no me preocupaba. Me quite las gafas y entrecerré los ojos deslumbrada por la luz solar, llevaba ya demasiado sin quitármelas. Mis ojos violetas escrutaron el terreno con calma, asegurándome que no hubiera nadie. Me acerque a la sombra de un árbol pues, a pesar de estar en pleno invierno mi helado cuerpo ni siquiera lo notaba, me subí a un árbol con gracilidad y me senté encima de una rama alta oculta de miradas indeseadas pero podía observar todo lo que ocurría a mi alrededor.
Deje que mi larga melena violeta se meciera con el viento con los ojos cerrados disfrutando de la brisa que rondaba por los terrenos. Pasado un rato abrí los ojos, necesitaba caminar un rato. Me coloque las gafas de nuevo y salte del árbol comenzando a caminar, saliendo de allí.
Suspire y mire a mi alrededor, estaba bastante cerca de la academia, mucho mas de lo que había estado hasta ahora sin duda, no me preocupaba en absoluto que mi "pillaran" pero lo cierto es que necesitaba un momento a solas para reordenar mis pensamientos. Últimamente pensaba mucho en el pasado y no vivía el presente, pero teniendo en cuenta que mi futuro era infinito eso no me preocupaba. Me quite las gafas y entrecerré los ojos deslumbrada por la luz solar, llevaba ya demasiado sin quitármelas. Mis ojos violetas escrutaron el terreno con calma, asegurándome que no hubiera nadie. Me acerque a la sombra de un árbol pues, a pesar de estar en pleno invierno mi helado cuerpo ni siquiera lo notaba, me subí a un árbol con gracilidad y me senté encima de una rama alta oculta de miradas indeseadas pero podía observar todo lo que ocurría a mi alrededor.
Deje que mi larga melena violeta se meciera con el viento con los ojos cerrados disfrutando de la brisa que rondaba por los terrenos. Pasado un rato abrí los ojos, necesitaba caminar un rato. Me coloque las gafas de nuevo y salte del árbol comenzando a caminar, saliendo de allí.
- Daphne
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Humor : Depende
Re: Terrenos
Corría. No sabía hacia donde, ni nada. Solamente tenía esa necesidad, como nunca antes la había tenido. Las piernas sentían la velocidad y hacían el esfuerzo de intentar superarme en cada zancada. Quería escapar, huir como había estado haciendo todos estos meses de los cazadores. No quería enfrentarme a esa escena, ni a ninguno de los dos: ni a Bella, ni a Marcus. Aunque las correas que me tenían unido a ellos se estiraran hasta casi romperse. Daba igual. Ya nada podía suceder después de un maltrato tras otro, de una pérdida de cabeza y una recuperación de salud.
Ahora mismo, habría hecho lo imposible por volver al lugar donde nací; resguardarme en la casa que me vio crecer. Y pese a que mi madre ya no estuviera en este mundo, los recuerdos seguían habitando esas paredes. Lo único es que no lograrían consolar las lágrimas que iban rodando por la mejilla a medida que seguía avanzando. Era contradictorio. Por una parte quería quedarme con ambos y disfrutar del reencuentro entre sus brazos, pero por otra quería evitarlos a toda costa. Puede que lo único que ocupara ahora mi cabeza es que tenía que alejarme de ellos. Todo lo que pudiera. Desaparecer de la faz de la tierra. Si realmente quería proteger a Bella y defender a Marcus, debía alejarme de cualquiera de ellos. No era estable para nada. Además... los cazadores estaban persiguiéndome día sí, día también.
Mis pies tropezaron uno con el otro, cayendo abruptamente al suelo. La respiración estaba agitada y el corazón bombeaba toda la sangre que podía tras la carrera. Hasta la ropa que llevaba se rasgó del desliz, raspando los codos y las rodillas. No era nada importante. Cosas mucho peores habían caído los últimos meses y seguía caminando.
Ahora mismo, habría hecho lo imposible por volver al lugar donde nací; resguardarme en la casa que me vio crecer. Y pese a que mi madre ya no estuviera en este mundo, los recuerdos seguían habitando esas paredes. Lo único es que no lograrían consolar las lágrimas que iban rodando por la mejilla a medida que seguía avanzando. Era contradictorio. Por una parte quería quedarme con ambos y disfrutar del reencuentro entre sus brazos, pero por otra quería evitarlos a toda costa. Puede que lo único que ocupara ahora mi cabeza es que tenía que alejarme de ellos. Todo lo que pudiera. Desaparecer de la faz de la tierra. Si realmente quería proteger a Bella y defender a Marcus, debía alejarme de cualquiera de ellos. No era estable para nada. Además... los cazadores estaban persiguiéndome día sí, día también.
Mis pies tropezaron uno con el otro, cayendo abruptamente al suelo. La respiración estaba agitada y el corazón bombeaba toda la sangre que podía tras la carrera. Hasta la ropa que llevaba se rasgó del desliz, raspando los codos y las rodillas. No era nada importante. Cosas mucho peores habían caído los últimos meses y seguía caminando.
- Ziel A. Carphatia
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Re: Terrenos
"¿Te importaría si te hiciera daño? Entiende que tengo que hacerlo."
Sus piernas, ágiles como una gacela hechizada por un demonio, corrían sin cesar. Su aroma, sus latidos, su miedo... Todo aquello confluía en la necesidad de hallarlo. Marcus sabía que no estaba muy lejos, pero prefería mantener la distancia para hacer de este juego algo realmente divertido una vez más. Sabía que podría alcanzarlo en cuestión de segundos, pero no lo haría. Prefería que él creyese en su huida, en su supuesta libertad, en su liberación del mal que el vampiro le infligía. Pero pronto se daría cuenta de que todo era una utopía. Todo aquel escenario de posible salvación se desvanecería como la niebla al salir el sol.
Y los segundos transcurrieron más rápido de lo esperado.
Ziel estaba de cara en el suelo. Había rasgado su ropa y se encontraba realmente desesperado. Entonces, ¿por qué no privarlo de un momento tortuoso más? Y entonces, ¿por qué hacerlo? Él necesitaba de este contacto al igual que Marcus. Ambos estaban deseando el reencuentro. Por lo tanto, ¿por qué privarse de un éxtasis varios meses apaciguado? Marcus no quería eso, y estaba seguro de que Ziel tampoco querría aquello.
- ¿Sólo vas a huir, joven Ziel? ¿Acaso no estás feliz de verme otra vez?
Su voz rompió el silencio de la naturaleza. El viento comenzó a violentarse, provocando que la hierba verde ondeara. Las hojas de los árboles crujían a lo lejos...
Y unos ojos rojos parpadearon complacidos.
- Marcus O'Conell
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Re: Terrenos
Me levanté lo más rápido que pude, mirando las rodillas. Na, no era nada. Simplemente un raspón más. Después de un balazo en un brazo, cualquier cosa sería liviana a ese dolor. O al provocado por la ausencia de lo que quería. Al igual que pasaba con Él y Bella. Sabía que no tendría mucho margen de escapatoria contra él, pero tenía que intentarlo. Tenía que mantenerle lejos porque si algo pasaba bajo mis manos, al igual que la última vez, no volvería a perdonármelo.
Tras escuhar su voz de nuevo, un escalofrío recorrió mi columna. ¿Cuánto hacía que no escuchaba esa voz? ¿Cuánto hacía que no me sumergía en esos ojos carmín? ¿O, cuánto hacía que sus brazos no me atrapaban? Muchos días. Muchos meses. Casi lo que creí media vida humana. Claro que lo había extrañado, que había soñado con volverlo a ver millones de veces, que pronunciaba entre sueños su nombre y lloraba en el hombro de Sempai como si fuera el suyo propia. Tenía razón en cada una de sus palabras, pero la última noche que lo vi, hacía todavía estragos en mis recuerdos. Me había costado recuperarlos todos, y ahora no podía olvidar la mirada antes de que perdiera la consciencia, el dulce sonido de su voz en mi oído para tranquilizar el estado en que me encontraba. Y aunque deseaba fervientamente todo eso, limpié las lágrimas de mis mejillas, girándome hacia él.
¿Acaso él podría haberse preocupado por mí en todo este tiempo? No. ¿Acaso él había estado protegiéndome como dijo que haría? No. ¿Curó el todo el dolor de mis heridas cuando los cazadores me golpeaban? No. Entonces esa era la misma respuesta que Marcus obtendría de mis labios.
-No. Como si pudiera existir tal cosa. - Respondí tosco, pasando una mano por el pelo. No quería ni mirarle a los ojos, no tenía ni ese derecho ahora. Parecía igual que al principio, donde él se tenía que hacer valer como el dominante; borrándose todo lo que habíamos vivido hasta ahora. Ahora no podía dudar. Tenía que mantenerme firme, sereno, como una piedra.
-¿Y tú Marcus? ¿Por qué vuelves después de tanto tiempo olvidado? - Pregunté con una sonrisa irónica en la cara, observando la dulzura con la que el viento acariciaba las puntas del césped.
Tras escuhar su voz de nuevo, un escalofrío recorrió mi columna. ¿Cuánto hacía que no escuchaba esa voz? ¿Cuánto hacía que no me sumergía en esos ojos carmín? ¿O, cuánto hacía que sus brazos no me atrapaban? Muchos días. Muchos meses. Casi lo que creí media vida humana. Claro que lo había extrañado, que había soñado con volverlo a ver millones de veces, que pronunciaba entre sueños su nombre y lloraba en el hombro de Sempai como si fuera el suyo propia. Tenía razón en cada una de sus palabras, pero la última noche que lo vi, hacía todavía estragos en mis recuerdos. Me había costado recuperarlos todos, y ahora no podía olvidar la mirada antes de que perdiera la consciencia, el dulce sonido de su voz en mi oído para tranquilizar el estado en que me encontraba. Y aunque deseaba fervientamente todo eso, limpié las lágrimas de mis mejillas, girándome hacia él.
¿Acaso él podría haberse preocupado por mí en todo este tiempo? No. ¿Acaso él había estado protegiéndome como dijo que haría? No. ¿Curó el todo el dolor de mis heridas cuando los cazadores me golpeaban? No. Entonces esa era la misma respuesta que Marcus obtendría de mis labios.
-No. Como si pudiera existir tal cosa. - Respondí tosco, pasando una mano por el pelo. No quería ni mirarle a los ojos, no tenía ni ese derecho ahora. Parecía igual que al principio, donde él se tenía que hacer valer como el dominante; borrándose todo lo que habíamos vivido hasta ahora. Ahora no podía dudar. Tenía que mantenerme firme, sereno, como una piedra.
-¿Y tú Marcus? ¿Por qué vuelves después de tanto tiempo olvidado? - Pregunté con una sonrisa irónica en la cara, observando la dulzura con la que el viento acariciaba las puntas del césped.
- Ziel A. Carphatia
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Re: Terrenos
¿Por qué razón sentía aquel rechazo dirigiéndose hacia él? Ah, era simple darse cuenta: el cuerpo de Ziel emanaba aquel sentimiento rencoroso sin titubear. Pero, ¿por qué? ¿Acaso Marcus no ha sido un buen amante para él? ¿Acaso Marcus no ha sido un buen Amo y Señor? ¿Debió haber sido más rudo para que él decidiera respetarlo por siempre? Era hasta gracioso observar que mientras estuvo ausente unos meses, creyó haber ganado la fortaleza suficiente como para enfrentarlo.
"Ah, joven Ziel, ¿cuándo aprenderás?"
Sin embargo, no hubiera esperado aquellas palabras tan certeras, aunque sí sospechado. Y entonces, tras esa pregunta, Marcus sonríe y da unos pasos hacia adelante, dejando visible toda su figura ante Ziel. El rostro del vampiro estaba igual de pálido que antes, siempre igual de imponente y esplendoroso. Unos rastros de sangre podían divisarse sobre su camisa blanca.
- Un hombre de palabra nunca olvida sus promesas -musitó. Fue la única respuesta que le otorgó a Ziel. Y, lentamente, se quitó el guante negro que cubría una de sus manos, la mano del sello. La tela cayó al suelo y manchó el cesped con un líquido oscuro y viscoso. La mano de Marcus, del mismo modo, teñía la hierba con aquella sustancia, que no cesaba de gotear por la punta de sus dedos. La señal de que había una herida bajo la manga de su camisa se hacía cada vez más evidente, más aun cuando la blanca tela comenzó a teñirse también.
"Ah, joven Ziel, ¿cuándo aprenderás?"
Sin embargo, no hubiera esperado aquellas palabras tan certeras, aunque sí sospechado. Y entonces, tras esa pregunta, Marcus sonríe y da unos pasos hacia adelante, dejando visible toda su figura ante Ziel. El rostro del vampiro estaba igual de pálido que antes, siempre igual de imponente y esplendoroso. Unos rastros de sangre podían divisarse sobre su camisa blanca.
- Un hombre de palabra nunca olvida sus promesas -musitó. Fue la única respuesta que le otorgó a Ziel. Y, lentamente, se quitó el guante negro que cubría una de sus manos, la mano del sello. La tela cayó al suelo y manchó el cesped con un líquido oscuro y viscoso. La mano de Marcus, del mismo modo, teñía la hierba con aquella sustancia, que no cesaba de gotear por la punta de sus dedos. La señal de que había una herida bajo la manga de su camisa se hacía cada vez más evidente, más aun cuando la blanca tela comenzó a teñirse también.
- Marcus O'Conell
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Re: Terrenos
[~]
Puede que no pudiera engañarme a mí mismo, pero sí que podría intentar engañarlo a él. Nadie dijo que sería una tarea fácil, aunque no imposible. Lo único que tenía era que evitar mostrar mis verdaderas emociones. Desde ahora, estaba prohibido llorar, sentir compasión por él o perdonarle. Marcus ahora ya no tenía derecho a ello. No quería que me tocara, que viera mis lágrimas, que me abrazara; ni siquiera que hablara. No quería entrar en su juego endemoniado otra vez. Veía todo demasiado tarde, como para que él volviera como si nada hubiera pasado. Por eso mismo, tenía que techarlo todo bajo una apariencia, daba igual cuál.
De reojo encontré su figura acercándose. En cambio, no dudé. Seguí "calmado" -dentro de lo que parecía-, con la respiración algo ajetreada por la carrera; sin moverme ni un milímetro. Sin cambiar de expresión tras su respuesta. Realmente había hecho la pregunta al azar, por preguntar algo e intentar saber algo más de él y su desaparición. Marcus... ¿por qué has vuelto? ¿Por qué te fuiste de esa manera? Esa era la pregunta que más me comía, y su respuesta no dejaba nada más que una flecha de incógnita en mi pecho. Nada, serenidad Ziel, serenidad.
-Pues creo que tendrías que repasarlas de vez en cuando. A veces las cosas se olvidan. Ayer mismo olvidé asistir a la reunión de clase. - Comenté con el mismo tono de antes. Sí, él me había olvidado y yo también tendría que haber hecho lo mismo. Si Marcus ha vuelto, es porque su sed le rabia las entrañas. No hay nada más. Después de todo este tiempo, ya no veía en él la capacidad de estimar o querer a alguien sin obtener beneficio. Qué iluso fui. Sin embargo, confiaba y confiaba, hasta que ocurrió esto. Ya no tenía ganas de volver a poner la mano en el fuego por él. Era cansado, más cuando lo único que se obtiene son palabras como "ser inferior", "humano despreciable", "cordero", o cosas así. Cerré los ojos levemente recordando todas esas palabras que casi había tenido el cuidado de olvidar. O cuando nada más que hacía criticarme, recriminarme las cosas que hacía mal, quitar toda dignidad y burlarse en mi propia cara. Sí, no negaría lo que pasó aquella noche entre a ambos, pero... unos meses separaban ese momento de ahora. Y ahora, todo se veía distinto. El uno había dañado al otro, y como siempre, el Siervo sale perdiendo.
Después de ver su mano gotear ese líquido, no me quedaron más dudas. La convicción de mi suposición era cada vez más dura. Si Marcus no hubiera resultado herido, no habría regresado. Tomé su mano con suavidad, sacando un pañuelo del bolsillo y limpiándola. Al menos yo no había olvidado mis obligaciones y mi disposición hacia Marcus. El pacto estaba firmado con sangre y aprendí que no puedo escapar de sus garras.
-Estás herido. ¿Cazadores? - Pregunté al azar otra vez. El tono ya no era tan hostil, sino más bien de seriedad y despecho oprimido. No tenía interés ni en cómo resultó herido. A decir verdad sí, quería matarle a preguntas y saberlo todo, pero él solamente esquivaría una y otra vez las respuestas, igual que siempre. Y tenía que mantenerme con la misma serenidad en su presencia. Aunque esa cadena que me ataba a Marcus estuviera tirando incesablemente por acortar la distancia.
"Ziel, olvídalo, es lo mejor para todos. Olvídalos a todos, igual que ellos hicieron contigo." Por una vez, le daba la razón a esa voz interior que me hablaba. Solamente quería olvidar, borrar todo lo que me unía a ellos. Además, esto se había convertido en una lucha de supervivencia, en un camino angosto de mi propio exilio y soledad; aquel donde el más débil muere. Y esta vez no iba a ser el cordero de sacrificio.
De todas formas,si me paraba a pensarlo con atención era de extrañar, pues la única herida que había visto sangrar de él fueron: las de Kasha, las de aquella mujer de cabello azul y... la mía propia. Al menos sabía que no era el único al que perseguían y casi que me reconfortaba un poco, pese a que sonara cruel en cierto modo.
Quité la sangre de su mano, sin siquiera mirarle a los ojos; pensando todo esto individualmente. Toda la atención estaba centrada en limpiar esa herida, y en seguir manteniendo este papel de despreocupación.
-Si manchas la chaqueta, más rápido se darán cuenta. - Sin preguntarle, desabroché su chaqueta como buen Siervo. Sin embargo, mis manos se paralizaron y los ojos se clavaron en el color negro de la prenda. La última vez desperté con una chaqueta igual que esa. Una o dos tallas más grandes de la que era la mía, del mismo color y la misma forma. Exactamente igual. Se encontraba colgada, desde ese día, detrás de la puerta del dormitorio. Algunos curiosos siempre preguntaban por el propietario, aunque jamás hallaron nombre. Mis manos temblaron unos segundos, sintiendo que ese color maldito iba a destrozar todo lo que estaba construyendo por alejarlo; pero las bajé antes de que alguien se diera cuenta.
Miré hacia los lados, cercionándome de que no había nadie. Mi cabeza no paraba de darle vueltas a esa noche una y otra y otra vez. En cambio, el rostro que una vez pareció dulce e infantil, seguía manteniéndose inexpresivo. Alcé la cabeza hacia arriba, mirando al cielo.
-Vamos. Bébela. - Dije casi obligándolo a que lo hiciera, presionando con una mano en su nuca.
¿No era esto lo que estabas echando de menos, Marcus? Entonces sáciate y desaparece, igual que la última vez.
- Ziel A. Carphatia
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Re: Terrenos
La fría distancia que los separaba parecía haber surgido de alguna extraña pesadilla o, mejor dicho, de alguna extraña fortaleza. Sin embargo, ¿quién estaba dispuesto a mantener aquella lejanía? Marcus no, claramente. Mientras las palabras de Ziel resonaban en la noche, las gotas de sangre caían una a una al helado césped nocturno. El vampiro ladeó la cabeza con suavidad. Casi sentía que esto era una escena de celos y rencor. Parecían dos amantes que se reencontraban en la niebla luego de años. Y es que aunque apenas hayan pasado unos meses, ¿acaso no eran eso? Los lazos que los unían iban más allá de una típica relación de esclavitud. Marcus había aprendido eso, y tal vez si Ziel supiese por qué se había alejado, lo comprendería. ¿Pero para qué explicarlo? Sería mejor continuar siendo la parte insensible de esta unión.
Negó con la cabeza ante su pregunta. No, desde luego que no habían sido cazadores. Toda esa manga de mediocres no podrían contra él. Creía que contaba con los dedos de una sola mano los que realmente eran útiles en esa Asociación de ineptos. Ziel comenzó a acercarse a él y Marcus vio en sus ojos el miedo y la angustia. El chico sí había sido acosado por esos cazadores, pero Marcus se había encargado, desde las sombras, de exterminarlos uno a uno. Siempre había estado cerca aunque en verdad parezca lo contrario. Los ojos del vampiros se estrecharon y sus pupilas brillaron desde el interior, realzando sus pestañas negras.
- No me interesa que alguien se dé cuenta -murmuró simplemente. Observó el pañulo que envolvía su mano ensangrentada y suspiró levemente-. ¿Por qué haces esto si en verdad no es lo que quieres? ¿No sería más fácil que intentes correr y despreciarme otra vez? -interrogó. Fue una pregunta cruel, claramente, pues conocía la debilidad en el alma de Ziel. Lo conocía demasiado como para no saber que su bondad y sus lazos para con él no podrían romperse por un poco de despecho de su parte.
La sangre continuaba emanando hacia el exterior, y Marcus alzó la mirada hacia el cielo, olfateando el aire fresco. Miró a su alrededor hasta que recayó en la posición de Ziel, sintiendo su mano fuertemente aferrada a su nuca, induciéndolo a beber de su sangre. Observó su cuello, observó su piel. Vislumbró aquella clara y tierna tez. Podría incarle los colmillos aquí y ahora. ¿Por qué no? Había una razón.
- Debemos irnos de aquí -murmuró, tranquilo pero severo. Miró en la dirección que llevaba a los caminos de la Academia. Estaban allí esos dos cazadores, Kasha y Kai, pero también había otro vampiro entre ellos... Un vampiro desconocido y extraño.
Negó con la cabeza ante su pregunta. No, desde luego que no habían sido cazadores. Toda esa manga de mediocres no podrían contra él. Creía que contaba con los dedos de una sola mano los que realmente eran útiles en esa Asociación de ineptos. Ziel comenzó a acercarse a él y Marcus vio en sus ojos el miedo y la angustia. El chico sí había sido acosado por esos cazadores, pero Marcus se había encargado, desde las sombras, de exterminarlos uno a uno. Siempre había estado cerca aunque en verdad parezca lo contrario. Los ojos del vampiros se estrecharon y sus pupilas brillaron desde el interior, realzando sus pestañas negras.
- No me interesa que alguien se dé cuenta -murmuró simplemente. Observó el pañulo que envolvía su mano ensangrentada y suspiró levemente-. ¿Por qué haces esto si en verdad no es lo que quieres? ¿No sería más fácil que intentes correr y despreciarme otra vez? -interrogó. Fue una pregunta cruel, claramente, pues conocía la debilidad en el alma de Ziel. Lo conocía demasiado como para no saber que su bondad y sus lazos para con él no podrían romperse por un poco de despecho de su parte.
La sangre continuaba emanando hacia el exterior, y Marcus alzó la mirada hacia el cielo, olfateando el aire fresco. Miró a su alrededor hasta que recayó en la posición de Ziel, sintiendo su mano fuertemente aferrada a su nuca, induciéndolo a beber de su sangre. Observó su cuello, observó su piel. Vislumbró aquella clara y tierna tez. Podría incarle los colmillos aquí y ahora. ¿Por qué no? Había una razón.
- Debemos irnos de aquí -murmuró, tranquilo pero severo. Miró en la dirección que llevaba a los caminos de la Academia. Estaban allí esos dos cazadores, Kasha y Kai, pero también había otro vampiro entre ellos... Un vampiro desconocido y extraño.
- Marcus O'Conell
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Re: Terrenos
Alec llegó rápidamente a los terrenos de la Academia. El aroma a sangre era abrumador y, casualmente, no era la sangre de un humano.
Cayó de pie frente a ellos tras dar un salto desde una rama lejana. Empuñó su katana y el sonido metálico de la hoja resultó aterrador.
- Pero qué tenemos aquí... -susurró pasándose la lengua por los labios. Sus colmillos brillaron y sus ojos se clavaron en Ziel. Así que ese era el humano de uno de ellos; de uno de sus Hijos. Un brillo oscuro cruzó sus pupilas color esmeralda. ¿Qué hacer ahora? ¿Permitir esto o no? La verdad es que Marcus era un tipo con suerte. Había conseguido un humano adecuado para realizar sus planes. Tenía una fuente de sangre permanente a cambio de algo mínimo: protegerlo para su conveniencia. Probablemente Marcus no creyera que él estaría al tanto de tal relación, pero sí lo estaba. No había nada que pudiese escapársele, porque él era su Padre y Marcus su Hijo, su Creación.
Desvió su mirada hacia Marcus y sus ojos brillaron. No podía reconocerlo como su Amo, porque Vladimir había logrado ocultar su esencia perfectamente, del mismo modo que había ocultado su poderosa aura. Era un vampiro común y corriente ahora, y podría divertirse como tal. Ahora mismo, podía jugar a ser parte "de los buenos" por un rato. Y es que hasta los más poderosos y maduros tienen sus "sanos" caprichos.
Dejó el juego de miradas de una maldita vez para decidir atacar sin previo aviso. A gran velocidad, se arrojó sobre Marcus -quien parecía bastante anonadado- y lo alejó del humano. Pero, en lugar de masacrar al vampiro, Alec tomó de rehén al muchacho y se alejó unos cuantos metros. Lo sujetó delante de él con un brazo rodeando su torso, y colocó suavemente el filo de la katana sobre su cuello. Veamos de qué material estaba hecho aquel vampiro.
"Veamos qué tan insensible puedes ser como uno de los nuestros, Marcus."
- Qué patética distracción para alguien de tu talla -musitó burlón, frunciendo el ceño con aspecto de pena y decepción. Apretó la katana aún más sobre el cuello del muchacho, pero sin lastimarlo en lo absoluto. Lo único que le convenía a aquel crío era no moverse, y Vladimir, desde el interior del tal "Alec", sabía cómo conseguir aquello.
Cayó de pie frente a ellos tras dar un salto desde una rama lejana. Empuñó su katana y el sonido metálico de la hoja resultó aterrador.
- Pero qué tenemos aquí... -susurró pasándose la lengua por los labios. Sus colmillos brillaron y sus ojos se clavaron en Ziel. Así que ese era el humano de uno de ellos; de uno de sus Hijos. Un brillo oscuro cruzó sus pupilas color esmeralda. ¿Qué hacer ahora? ¿Permitir esto o no? La verdad es que Marcus era un tipo con suerte. Había conseguido un humano adecuado para realizar sus planes. Tenía una fuente de sangre permanente a cambio de algo mínimo: protegerlo para su conveniencia. Probablemente Marcus no creyera que él estaría al tanto de tal relación, pero sí lo estaba. No había nada que pudiese escapársele, porque él era su Padre y Marcus su Hijo, su Creación.
Desvió su mirada hacia Marcus y sus ojos brillaron. No podía reconocerlo como su Amo, porque Vladimir había logrado ocultar su esencia perfectamente, del mismo modo que había ocultado su poderosa aura. Era un vampiro común y corriente ahora, y podría divertirse como tal. Ahora mismo, podía jugar a ser parte "de los buenos" por un rato. Y es que hasta los más poderosos y maduros tienen sus "sanos" caprichos.
Dejó el juego de miradas de una maldita vez para decidir atacar sin previo aviso. A gran velocidad, se arrojó sobre Marcus -quien parecía bastante anonadado- y lo alejó del humano. Pero, en lugar de masacrar al vampiro, Alec tomó de rehén al muchacho y se alejó unos cuantos metros. Lo sujetó delante de él con un brazo rodeando su torso, y colocó suavemente el filo de la katana sobre su cuello. Veamos de qué material estaba hecho aquel vampiro.
"Veamos qué tan insensible puedes ser como uno de los nuestros, Marcus."
- Qué patética distracción para alguien de tu talla -musitó burlón, frunciendo el ceño con aspecto de pena y decepción. Apretó la katana aún más sobre el cuello del muchacho, pero sin lastimarlo en lo absoluto. Lo único que le convenía a aquel crío era no moverse, y Vladimir, desde el interior del tal "Alec", sabía cómo conseguir aquello.
- Nathan Hawthorne
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