Re: Terrenos

por **Kai Olivier** Dom Mayo 08, 2011 9:48 pm

Recuerdo del primer mensaje :

-no se lo que ha pasado entre las dos, pero seguro que tiene arreglo, te he visto matar vampiros y salir de lios completamente ilesa, se que esto lo podras hacer, y con lo de ser bueno..., basicamente es, porque me importas-sonrie y le acaricia la mejilla con cariño

por **Fraiah B. Eslin** Miér Dic 12, 2012 11:32 pm

Había dejado atrás a todos ellos. Christian, Katrina, incluso Adam... a todos les había dado vuelta la cara. No quería ver ni hablar con nadie. Todo esto era demasiado. ¿Que ella iba a morir? ¿Así sin más? ¿Sin siquiera intentar sobrevivir un poco? ¿Acaso debía acostumbrarse a sentir la brisa como si cada día fuera el último? No podía aceptarlo. No podía creerlo. No quería sentir que su vida pendía de un hilo, ahora más que nunca, y que siempre la han manejado los demás. Cuando la convirtieron por primera vez, no tuvo opción; cuando Nokku le inyectó aquella extraña sustancia, tampoco tuvo opción; y ahora...

Ahora morirá y no podrá hacer nada al respecto.

Su cuerpo se trasladó lentamente por las calles. Había tenido suerte de no cruzarse con ningún vampiro. Su mirada, perdida y profunda, miraba todo pero no veía nada. Apenas pudo percatarse del sitio al cual había llegado: los terrenos de la Academia. ¿Cómo había entrado? ¿Por qué fue a parar justo allí? No lo sabía. Simplemente, suspiró y permitió que la brisa nocturna removiera su extenso y lacio cabello. Sus ojos violáceos se clavaron en un árbol. Escuchaba voces cerca. ¿Sería algún alumno? Se abrazó a sí misma, ya que un escalofrío recorrió todo su cuerpo. Cerró los ojos un momento. Ya casi podía sentir cómo estaba en la cuerda floja. Por momentos, se le ocurrió pensar que sería más fácil si algún vampiro llegaba en ese momento y se llevaba su vida completamente, sin dejar rastro alguno.

Pero la muerte, además de inevitable, también es un camino fácil.

Negó con la cabeza y se dejó caer en el suelo. Su vestido se arremolinó a su alrededor. Apoyó las manos en la húmeda tierra y dejó caer la cabeza hacia adelante. Su cabello cayó a cada lado de sus hombros. Sus manos se hicieron en dos puños, acaparando parte del verde césped mojado por el rocío. Ella iba a morir. En algún momento, antes de lo previsto, iba a morir. Ella ahora era un monstruo peor que cualquiera conocido. Ella era una humana que necesitaba sangre para vivir. ¿Cómo podía aquello ser aceptado? No quería eso, antes de lastimar a alguien, se mataría. Lo tenía decidido. No podía permitir que sus instintos internos la dominasen. Pero... ¿cómo evitar lo ineludible?

Y entre los arbustos, mientras la joven se encontraba desolada en aquellos terrenos desiertos, algo se movía. Algo o alguien estaba allí acechando. ¿Qué era? ¿Dónde se había metido? ¿Acaso había una cacería cerca y ella sería el cebo?

por **Nokku Damaru** Jue Dic 13, 2012 12:02 am

La verdad es que todo lo que quería hacer era irme a casa, tumbarme y dormir un poco. Pero eso sería imposible, tendría que dejarlo para otro momento. Sentí como Fraiah, aun portando el "traje" de cristal que le puse se alejaba demasiado, metiéndose en una zona, que según la información de Alucard debería estar infestada de niveles E. Carraspee. No, ni hablar pequeña, no iba a dejar que saliera por el camino fácil, no moriría esa noche.
Utilizando mi don sobre los vientos me desplacé rápidamente entre los árboles, caminos y casas hasta llegar a los terrenos. Allí estaban Alucard y Dante, por fin los encontraba, par de bobos ¿Estaban jugando todo ese tiempo?

Me paré en seco a unos siete metros detrás de Fraiah, una corriente de aire se levantó y elevó varias hojas hasta el cielo. Empecé a caminar lentamente, como si estuviera en una pasarela, sin prisa, sin intención de realizar, aparentemente, grandes esfuerzos con mis músculos. Pasé al lado de Fraiah, que se encontraba tendida en el suelo. No la miré, ni siquiera la toqué, simplemente pasé a su lado y me paré de nuevo delante de ella. Había muchos niveles E, tal vez demasiados si tenía que proteger a alguien que después de todo lo ocurrido se negaba a querer vivir.

No desenfundé mi espada al principio, demasiado llamativo. Los vampiros, movidos por su alocada sed de sangre y el sugerente olor de mi preciosa compañera empezaron a venir en avalancha. Tensé mis piernas, tenía que mantener esa posición.
Con un semblante frío e inexpresivo miré a uno de los vampiros que se encontraba ya a menos de cinco metros. Al mirarle expuse el perfil de mi cara hacia la humana, con un brillo lunar que denotaba más la seriedad de mi rostro. El vampiro saltó directamente hacia ella, intentando pasar a mi lado. Con los guantes puestos, alargué rápidamente el brazo y lo agarré de la cabeza, dejando que sus pies colgaran y patalearan sobre el suelo mientras me regocijaba con la vista. De la punta de mis dedos salieron unos alargados y gruesos cristales, con forma piramidal, que atravesaron su cráneo y paralizaron sus movimientos. Hice palanca con mi brazo y como si se tratase de un frisbie lancé al nivel E contra un árbol, partiendole, además, su columna.
Sacudí mi mano, llena de sangre y giré lentamente mi cabeza para fijar mi siguiente objetivo, que se encontraba justo en frente de mi. Era un vampiro algo listo pues decidió tirarme un palo de unas razonables dimensiones antes de atacar. Fraiah estaba detrás, así que mi primer instinto de esquivarlo fue anulado. Lo paré con el antebrazo y este se rompió en pedazos, llenándolo todo de astillas, algunas de las cuales se dirigieron directamente a mis pupilas. El vampiro aprovechó para atacarme en ese momento, totalmente inútil, todavía llevaba mi capa protectora de cristal, podía ver perfectamente. Retraje mi pierna y dí una fuerte patada hacia delante, concentrando toda la fuerza de mi pierna en un único punto, el abdomen del cadáver que tenía delante. El vampiro salió propulsado hacia atrás, con todas sus entrañas destrozadas, y se partió el cráneo con una pierda al caer, lástima, hubiera sido un buen vampiro si hubiera conseguido la sangre de su creador.

Mi imagen se asemejaba a la de un verdugo, ejecutando a todo aquel que osara acercarse al perímetro de seguridad mental que había formado a nuestro alrededor. Miré a Dante y a Alucard, serio y resentido, y aunque este último no debería de porque seguir mis mandatos acató de inmediato las ordenes que empezaban a salir de mi boca, pronunciadas por mis labios.
Acabadlos

por **Fraiah B. Eslin** Jue Dic 13, 2012 1:48 am

Click~

Lo sintió cerca. Aquel Nivel E estaba a su alrededor. Aunque no pudiese detectarlos a metros de distancia como antes, aún podía sentir la esencia violenta latente en el aire. Fraiah sólo cerró los ojos. Lo estaba esperando. Que llegase y acabara con ella de una maldita vez, así ya no debería volver a preocupar a nadie, ya no sufriría de nuevo, ya no estaría tan sola como se sentía... Pero aquello era un pensamiento muy egoísta. Una suave lágrima quiso escabullirse; una lágrima final. Pero no fue así.

Una ráfaga de viento se levantó a su alrededor. Era él. No había dudas de ello. Él estaba otra vez allí, a su lado, ayudándola, protegiéndola de todo y todos como el primer día, incluso aunque la hora final estuviese cerca. No se atrevió a mirarle. No podía hacerlo. Y estaba demasiado abatida como para intentarlo. Simplemente, oyó el primer estruendo sagaz. Unas manchas de sangre irregulares cayeron sobre el cesped, a escasos centímetros de ella. Fraiah abrió los ojos de par en par y su corazón se agitó. ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué pretendía ganar allí, de rodillas, como si estuviese esperando la sentencia final por parte de un verdugo demasiado injusto que no la dejaba morir de una buena vez. Y pasaron unos segundos, y millares de astillas volaron. Fraiah cerró los ojos otra vez y se echó hacia atrás. Su cabello se arremolinó debido a la brisa generada por aquel impacto. Más Niveles E salieron al ataque de quien les estaba dando caza.

La joven no podía hablar, no podía efectuar ningún movimiento. Mucho menos podría mirar fijamente a quien la estaba defendiendo. Él... él debería estar cansado; y ella, solamente, le otorgaba más amarguras. ¿Por qué siempre estaba allí para cuidarla? ¿Por qué él parecía desvivirse por su seguridad? ¿Qué le otorgaba ella a él como para que el muchacho fuese capaz de dar tanto por alguien que sólo trae problemas al sitio donde pone un pie?

Tras meditarlo unos segundos, se puso de pie. Se tambaleó un poco pero lo logró. Se levantó un poco el vestido, pues no pretendía caer al suelo enredada en sus propias telas. Y, cuando levantó la vista, un Nivel E se abalanzó sobre ella arrojándola al suelo con furia y violencia. Un grito agudo salió de sus labios. Aquella bestia que una vez fue un humano, la tenía atrapada contra el suelo, sosteniendo su cabeza casi mordiendo la verde hierba, a punto de hincarle los colmillos. Fraiah se revolvió continuamente, intentando librarse, hasta que logró sujetar un trozo de aquello que en un momento previo fue un palo astillado arrojado hacia Nokku. Lo aferró con fuerza y, calculando una buena puntería, se lo dio en la cabeza, logrando distraerlo un poco. Al menos, había logrado quitárselo de encima. Fraiah comenzó a arrastrarse por el suelo, sintiéndose extrañamente viva otra vez. El terror se apoderaba de ella. Otra vez, viviendo aquello. ¿En verdad se iba a dejar morir en las manos de una bestia así? No, no podía concebir aquello, pero...

Una parte de ella tenía inmensas ganas de abandonar su último aliento de una vez por todas.

Agitada y temblorosa, atinó a ponerse de pie nuevamente, pero aquel vampiro volvió al ataque. Esta vez, la embistió de frente y provocó que su cuerpo -ahora frágil y humano- chocara contra la firme corteza del tronco de un árbol. Un quejido provocado por el dolor escapó de sus labios, mientras el Nivel E volvía a arreglárselas con tal de que ella fuese su cena. La tenía aferrada de las muñecas y una de las garras de este había alcanzado su rostro, generando un leve rasguño... Leve, claro, por el momento. Las pupilas de la joven estaban totalmente contraídas. No podía contra la fuerza de un vampiro. Y, por primera vez en mucho tiempo, volvió a sentirse una inútil buena para nada.

por **Alucard** Jue Dic 13, 2012 4:04 pm

Mientras esperaba impacientemente a Dante pude percibir como una humana se dirigía hacia la zona. Perfecto. No quería un sacrificio en esos momentos ¿Qué demonios hacía esa chica ahí? Pero espera un momento, no era una chica normal, en absoluto. Era Fraiah, la vampira que pasaba tanto tiempo con ese crio. Pero era impo... a menos que. Que bastardo. Lo había echo ¿Cuántos años tendría? ¿19? Y ya había creado esa sustancia. Que ingenuo. Yo mismo había intentado hacerlo, y me salió mal repetidas veces, es mejor simplemente matar a los vampiros, son cadáveres, gente muerte. Aunque quién sabe, tal vez se me escapara algún dato, los jóvenes últimamente no dejan de sorprenderme.
Momentos antes de que esa niña, ahora humana fuera atacada por los Niveles E apareció Nokku, raudo y veloz, ni siquiera había notado como llegaba al lugar. Y gracias a Dios, Dante ya había llegado y me decía que me divirtiera yo solo. El mismo, al fin y al cabo el era el novato, pero no importaba, le enseñaría lo que era cazar de verdad.
De repente, con un semblante que no recordaba en el rostro del chico peliazul, con una frialdad y crueldad infinita recibí una orden. No sabía muy bien porqué, pero supuse que era importante, le haría caso al chico. "Acabadlos" fue lo único que dijo, mirándonos antes de que un vampiro saltara sobre Fraiah.
Saqué Casull, mi arma anti-vampiros, una pistola de 39 centímetros de longitud que usaba en el cargador una serie de balas explosivas de plata. No me hacía falta siquiera apuntar a aquel desecho vivo para hacerlo volar en pedazos, pero la chica estaba justo detrás de el, no podría disparar o mataría a los dos. Mientras tanto sacó a Jackal, su otra pistola, que utilizaba unas balas con el exterior de plata macedónica y el interior un núcleo de mercurio bautizado y explosivo, podía explotar a un vampiro a tres kilómetros de distancia sin problemas.
Finalmente el vampiro que acosaba a la señorita se apartó un poco y puso a Fraiah en frente de el, pero de perfil hacia mi, por lo que ya podía disparar sin problemas. Levanté la mano y con un único disparo, utilizando mi "tercer ojo", atravesé el craneo del insensato, explotándolo instantes después. Su cuerpo cayó al suelo, descabezado y sin posibilidades de morder a Fraiah.
No me apetecía elevar la voz asi que usé mi telepatía para comunicarme con los jóvenes. Iba a decir algo, pero en cuanto me puse en contacto con la mente de Fraiah me dí cuenta de algo muy interesante. Así que eso era lo que había echo Damaru. Dentro de la pequeña, Nokku había plantado otra semilla junto a la del árbol de la muerte. Solo se trataba de ver cuál de las dos semillas florefería antes. Nokku había puesto su propia sangre en el antídoto en vez de usar la sangre de un humano normal. Con eso aumentaba el riesgo, pero también depositaba sus propios poderes en el recipiente del cuerpo de Fraiah. Si no despertaba esos poderes la chica sin duda moriría. Otro nivel E se aproximaba rápidamente a Fraiah, pero esta vez no disparé, ni siquiera me molesté en mirarle. Tendría que matarlo ella, tendría que usar esas habilidades que Nokku le había confiado con su sangre. De todos modos si no lo lograba iba a morir asi que tampoco creo que importara mucho si moría por el ataque de un vampiro o por la acción de su propio cuerpo.
Apunté a la cabeza de tres vampiros que se acercaban a nosotros. Dos segundos después los tres se hallaban en el suelo, sin cabeza y con unas posturas algo extrañas, uno de ellos incluso hizo un mortal antes de caer al suelo, era una pena que no tuviera cabeza suficiente para caer de pie.

por **Fraiah B. Eslin** Jue Dic 13, 2012 5:32 pm

Aún intentaba librarse de él, pero le resultaba imposible. El vampiro alcanzó a sujetarla del cuello con intenciones de atraerla aún más hacia sí, pero en ese instante, su cráneo estalló, bañando el vestido de Fraiah, e incluso su rostro, de aquella sangre muerta y salvaje. La mirada de horror se proyectaba con claridad en sus facciones. ¿Qué era todo esto? ¿Cuánto tiempo había transcurrido desde la última vez que luchó hasta el límite para poder salvar su pellejo de vampiros como esos? Recordaba aquel día donde se quedó encerrada en un ático, en la zona abandonada, y Crash llegó justo a tiempo para salvarla.

¿Y Por qué siempre debían salvarla? ¿Acaso era ella una princesa encerrada en una torre que necesitaba todo el tiempo de aquel Príncipe Azul que la auxiliara? No, definitivamente no lo era. Y lo más parecido a torre que poseía era el encierro de su propio cuerpo, de sus propias emociones que la mantenían aprisionada. Su naturaleza, aquella que se escondía tras la anatomía de una humana simple y frágil, luchaba por librarse de los límites que su lado racional le imponía. Aquella Princesa Sanguinaria que tenía dentro quería volver a salir, emerger desde la profundidades y eclipsar toda la luz que Fraiah pudiese derrochar con la bondad de un alma humana y libre de males. Y ni hablar de Príncipes Azules. Lo único que había conocido eran Príncipes Oscuros, y sinceramente, lo agradecía. Si no fuera por ellos, ella estaría muerta hace tiempo.

Miró a Nokku, quien destilaba rudeza y violencia por sus poros. Tragó saliva y respiró con dificultad. Estaba asustada y agitada. ¿Qué pasaba con ella? Pero, de repente, otro vampiro saltó hacia su dirección. Fraiah, al verlo venir, lo esquivó con extraña rapidez. Pero éste no iba a darse por vencido tan fácilmente. La joven comenzó a correr, levantando su vestido para que no le dificultase la carrera. Miraba hacia atrás por momentos, pues el vampiro la alcanzaría en cuestión de segundos. Se internó en una zona oscura del bosque. ¿Era estúpida por naturaleza o en verdad no sabía a donde se dirigía debido a la desesperación? De repente, sentía tener miedo de todo y todos. Incluso aquel siniestro cazador que la había salvado. No era humano, de eso estaba segura. Pero, también estaba segura de sentir que todos los allí presentes destilaban siniestralidad. ¿Y qué haría ahora? ¿Sólo correr hasta que aquel Nivel E la alcanzase?

Frenó sus pasos, sintiendo que no podía más. Debido a los pocos alimentos ingeridos y a lo anémica que se encontraba últimamente a causa de estar algo desnutrida, sus piernas flaquearían en cualquier momento. Estaba algo mareada, pero sus ojos buscaban algo en el suelo con lo cual defenderse. Entonces, se percató de algo. Llevó una de sus manos detrás de la cabeza, y luego la otra. Sangre. Sus manos se habían manchado de sangre. Entonces, recordó el golpe contra el árbol. ¿Cómo podía haber ocurrido eso? ¿Acaso no tenía aquella capa de cristal protectora? ¿El Nivel E había logrado destruirla durante el impacto? Sus músculos se tensaron ante el líquido carmesí. Comenzó a respirar agitadamente. Si no pensaba rápido, continuaría atrayendo vampiros hacia allí. Y, como si sus pensamientos hubiesen funcionado como un imán, dos Niveles E aparecieron. El que la estaba persiguiendo segundos antes, y otro más. El primero, se avalanzó sobre ella de inmediato. Fraiah sujetó una rama de un árbol, tensándola hacia atrás con toda la fuerza que le quedaba, y cuando este estuvo casi por rozarla, la soltó, embistiéndolo y arrojándolo lejos. Ya le dolía la garganta de lo seca que estaba, y más aún respirando tan mal. Estaba pasándola realmente mal. Y, cuando creyó que podía tomarse un respiro, el otro Nivel E la arrojó al suelo por detrás. El rostro de Fraiah chocó contra la hierba y el barro. Emitió un quejido pero giró su cuerpo, dispuesta a acertarle una patada. Sin embargo, el vampiro la sujetó de una mano y examinó la sangre que en ellas había. Acercó su boca a aquel líquido y lo lamió. Fraiah sintió estremecerse, y más aún cuando el vampiro la observó de aquella manera tan demencial. Sí, esa era su sangre y él estaba dispuesto a arrebatársela toda.

- No... -susurró, casi para sí misma. Estaba sola en medio de la oscuridad, con dos Niveles E acechándola. El inmundo vampiro la acercó a él de un movimiento brusco, pero ella intentó resistirse. Todo sucedía muy rápido, y no sabía qué mas hacer. El sudor comenzaba a empapar su piel.

"¿No era esto lo que querías? ¿No anhelabas morir?"

Una voz en su interior acertaba palabras que caían como una piedra sobre su corazón. Fraiah negaba con la cabeza, mientras alcanzó a sujetar una roca del suelo y se la dio al vampiro en el rostro, haciéndolo caer a su lado. Acto seguido, se arrastró por el suelo hasta él y colocó sus rodillas a ambos lados de su cuerpo, mientras ella se situaba sobre él. Alzó la piedra con sus dos manos y la dejó caer con furia sobre su cabeza. La sangre la salpicó completamente, y ya no se podía discernir entre cuál sangre era suya y cuál la del vampiro. Sus ojos violáceos estaban adorados, a su alrededor, por matices carmesí que pintaban su blanca y cálida piel.

Dejó caer ambas manos a los lados de su cuerpo, mientras el vampiro se hacía cenizas debajo de ella. Suspiró con dificultad, y entonces el primer nivel E, aquel que había generado la persecución, volvió al ataque, y más al ver que la chica se había deshecho de su "camarada". A gran velocidad se acercó a ella, aprovechandose de su pequeño descanso, y la sujetó del cabello, arrastrándola unos cuantos metros. Fraiah gritó, sin poder contener el dolor. El Nivel E la sujetaba, ahora, del cuello contra el suelo. La miraba ladeando su cabeza a medidas que acecaba su rostro sediento al suyo. Fraiah no podía hablar, pues la presión sobre su cuello era demasiado fuerte. Poco a poco, sentía cómo se iba quedando sin aire, cómo su mirada comenzaba a nublarse. Pero no, no podía desvanecerse ahora. Aquel Nivel E que se encontraba frente a ella, estaba a punto de matarla. Debía pensar rápido, y debía hacer algo cuanto antes.

por **Katrina Darent** Jue Dic 13, 2012 10:21 pm

Katrina apareció allí jadeando, buscando a la pequeña humana que estaba en peligro, lo sabia, sabia que no había debido dejarla a cargo de esos estúpidos. Miro a su alrededor, allí estaban Nokku y Alucard. ¿Por que no la ayudaban? Los miro unos instantes, iba a decir algo pero la marca de su amno comenzaba a calentarse mas y mas, Fraiah estaba en grave peligro y estos dos aquí. Abrió al boca para increparles pero la cerro al instante, no había tiempo.

Katrina busco a Fraiah con la mirada alterada, no podía dejarla, no. En unos instantes pasaron mil imágenes por la cabeza de Katrina, Fraiah, la pequeña y dulce Fraiah que se había visto arrastrada al mundo de las sombras por culpa de los demás, se sentía tan culpable, pues Katrina también había tenido parte de culpa.

Se interno rauda en el oscuro bosque, olía a los niveles E acechándola, esperando una oportunidad para abalanzarse sobre ella, uno de ellos tuvo la osadía de saltar, Katrina no tenia tiempo para esas estupideces, dio un salto y lanzo una patada directamente a la cabeza del vampiro que voló hasta estamparse contra un árbol, al instante se hizo polvo.

Continuo su camino, Fraiah se había internado muchísimo en aquel lugar, ¿En que narices estaría pensando? Estaría aterrada... ¡Fraiah! Grito. ¿¡Donde estas?! Siguió caminando hasta que llego a un punto del bosque que estaba lleno de la presencia de niveles E. Miro al rededor, quedaban cinco escondidos, ella debía de estar cerca, no podía dejarla así, no, simplemente no podía. Se lanzo a por el primero arrancándole la cabeza con las manos y soltando un aullido de rabia.

Miro unos metros mas allá y la vio parada frente a uno de esos seres, Camino despacio, sin hacer ningún ruido y agarro al bicho por el cuello desde atrás, con un poco de presión le partió el cuello rápidamente. Se quedo quieta, mirando a Fraiah, estaba agotada, se la veía en la cara, pero Katrina no podría hacer nada pero ella, Nokku si. Miro a la pequeña humana. Fraiah, levántate y vive. Musito mirándola con sus ojos verdes tendiéndola una mano. "Nokku llevatela a un lugar seguro, por favor." Le dijo al cazador mentalmente y desapareció de allí tal y como había aparecido.

por **Nokku Damaru** Vie Dic 14, 2012 12:53 am

fondo:
Alucard salvó a Fraiah de una muerte casi segura cuando pensé que tendría que intervenir. Mi mirada, cada vez más decaída, empezó a mostrar que mis pupilas se dilataban poco a poco. Fraiah se alejó y yo me quedé ante cinco vampiros que me desafiaban con la mirada. Mis ojos, se volvieron algo tristes y melancólicos en ese momento, pero no dejaron de denotar esa frialdad mía. La capa protectora de cristal que le había puesto a la humana se había echo añicos. Un escalofrío recorrió toda mi columna vertebral y se me pusieron los pelos de punta.
Fraiah estaba sufriendo. Estaba sufriendo mucho. No conseguía alcanzar el clímax del profeso. La matarían ¿Ese era su destino? Mi mirada se perdió en lo profundidad de la hierba que me rodeaba y dejé de prestar atención a los vampiros que me acechaban. Dejé de prestarle atención a todo, me refugió completamente en mi mundo, abstraído por mis preocupaciones. La última vez que había entrado en ese estado fue cuando asesinaron a mi familia.
Mi cuerpo pasó a reaccionar por puro instinto, dejé de ser algo humano en esos momentos ¿Por qué no funcionaba? ¿Acaso Fraiah se negaba a aceptar su nueva naturaleza? ¿No quería proteger a los demás? ¿Acaso simplemente quería morir? No, claro que no, eso no era cierto.

Los vampiros se fueron acercando a mi. Observé la escena como si mis ojos fueran una pantalla de televisor y yo simplemente estuviera viendo una serie de acción, pero extrañamente, no escuchaba el fragor de la batalla, ni los gritos de los vampiros, ni siquiera los estruendosos disparos de Alucard. Solo podía oir una canción, una canción que mi madre cantaba cuando creía que nadie la escuchaba, una nana que me acompañaba allá, en esas noches de antaño, cuando todo era feliz.
El primer vampiro fue a darme un puñetazo en la cara. En cuanto el puño entró en contacto con mi piel el vampiro entero se quedó paralizado. De sus nudillos, de su mano, de su brazo, de su cara, hombros, torso, pies y demás extremidades salieron bruscamente una serie de estacas, atravesándolo desde dentro. El vampiro cayó hacia el lado, mientras se hacía polvo y dejaba en su lugar una figura de cristal de ese mismo chupasangre, con protuberancias de cristal en forma de estacas por todo su cuerpo.
La segunda vez se acercaron dos vampiros a la vez. Pero era totalmente inútil. De mi cuerpo, emergieron, como por arte de magia, decenas de gigantes carámbanos, de unos cinco metros de largo. Atravesando a todo y a todos los que se encontraban a mi alrededor. Desde fuera, se veía como si fuera un copo gigante de nieve. El cristal, opacado en varias zonas por la sangre de los vampiros, empezó a deshacerse lentamente mientras mi cuerpo empezaba a desplazarse al escuchar las palabras mentales de Katrina.

Yo pensé que sería más fácil. Pensé que la pequeña podría lograrlo sin problemas.... pero en realidad siempre supe que cabía la posibilidad de que las cosas no fueran así. En la zona olía a sangre de Fraiah, pero ella aún seguía viva. Mi cuerpo empezó a correr desesperadamente hasta su localización. Me encontré con ella a los pocos segundos. Con una respiración agitada y unos ojos de mirada martirizada que lo analizaban todo me acerqué a su cuerpo. Todavía no estaba inconsciente, no se había desmayado aún. Mi mente seguía en estado de shock mientras mi cuerpo se agachaba intuitivamente ante la humana, comprobando la gravedad de sus heridas. Viviría... pero tendría que sacarla de ahí en ese mismo momento.

Yo habría jurado que no llegaría a esa situación. Supuse, esperé, soñé, que la pequeña Fraiah se alzaría de nuevo como una campeona, con el poder que necesita entre sus manos, no me importaba tener que compartir mi vida con ella, tampoco me importaba sacrificar mi trabajo, sudor y sangre para que ella lo consiguiera. Yo simplemente no podía verla así. Fraiah me había salvado cuando yo estaba a punto de morir, sofocado por mi propio descontrol. Ahora era ella la que se balanceaba ante la demente cuerda de la vida y la muerte mientras yo observaba como una de las semillas que se encontraban dentro de ella empezaban a florecer. La semilla negra y oscura que tanto había temido ver estaba saliendo ya del suelo. De lo único que yo no me podía dar cuenta es de que la otra semilla, la que había cuidado con tanto esmero, la que contenía la salvación de mi preciada amiga, estaba echando unas fuertes raíces muy adentro de la mente de Fraiah.

Unos cuatro vampiros más aparecieron en la zona, atraídos por la sangre humana. Todavía no podía controlar mi cuerpo así que me agite dentro de mi como si estuviera en una pesadilla, pero al parecer, mi instinto era incluso más eficiente que mi propio consciente. Rápido como el rayo saqué de debajo de la gabardina dos pistolas, mis viejas cazadoras. Con unos movimientos rápidos y casi imperceptibles sonaron, de forma ruidosa y consecutiva cuatro disparos que casi se confundieron los unos con los otros, dando la apariencia de que simplemente se había disparado una corta ráfaga de metralleta. Los cuatro vampiros quedaron paralizados en el sitio mientras sus cuerpos se deshacían poco a poco, con un pequeño agujero en el centro del cráneo de cada uno.

Antes de que vinieran más de ellos pude recuperar la conciencia. Sacudí un poco la cabeza hacia los lados, algo confuso y cogí a Fraiah en brazos, como si fuera la niña pequeña que un padre lleva a la cama ¿Cómo la iba a mirar a la cara después de todo eso? Su rostro estaba manchado por la sangre de un vampiro que tuvo que matar con su simple fuerza de humana, con una rudimentaria piedra, y todo porque su cuerpo no parecía dar señales de progreso. Apreté los dientes de mi mandíbula y salté hacia un árbol, desplazándome por las copas de estos. Pronto llegaríamos a casa y una vez allí descansarían. Una lágrima rebelde se deslizó por mi mejilla y calló, gentilmente, sobre el rostro de Fraiah.

por **Fraiah B. Eslin** Vie Dic 14, 2012 7:20 pm

No podía más. Aquel vampiro estaba impidiéndole respirar. Fraiah había comenzado a patalear en el suelo. Quería gritar y no podía. Estaba asustada. Miles de imágenes volvían a su mente. Ella había vuelto a ser aquella joven que podrían masacrar fácilmente. ¿Por qué? ¿Por qué todas aquellas memorias la atormentaban? Poco a poco, comenzó a ver nublado y a sentir que sus sentidos le fallaban. El vampiro estaba a punto de matarla y destruirla por completo, borrando cada rastro de su existencia con sus feroces colmillos.

Pero no fue así.

Katrina apareció en la zona, rápida como el rayo, salvándole la vida. Aquel vampiro se desintegró. Y Fraiah creyó que aquello era una ilusión, un desvarío de su mente antes de dormirse eternamente. "Fraiah, levántate y vive". Casi sintió lograrlo. En medio de su somnolencia, sintió que se ponía de pie y todo su cuerpo recuperaba la fuerza perdida. Pero, en realidad, lo único que pudo lograr fue alzar una mano e intentar agarrar algo, en el mismo aire traslúcido e impalpable. Allí mismo, donde su mano buscaba algo ansiosamente, el rostro de Nokku emergió como si hubiese salido de las propias tinieblas de su consciencia. ¿Era él de verdad? ¿Estaba allí de nuevo, preocupándose por ella? ¿Por qué? Aún no podía comprenderlo.

Apenas logró rozar su mejilla, cuando su mano cayó al suelo bruscamente. Sus sentidos se apagaron. Fraiah acabó inconsciente sobre aquel escenario siniestro. Había tenido demasiado. Y, aunque fuera extraño admitirlo, había luchado por vivir. De otro modo, hubiera permitido en el primer instante que acabaran con ella.

Nokku la tomó en brazos y se la llevó de allí. Tan sólo quería mantenerse allí, segura, envuelta en la calidez de su protección. No quería despertar. Quería que todo se fundiera en un eterno sueño allí mismo.

por **Yagari Touga** Sáb Dic 15, 2012 11:20 pm

Llegó con gran rapidez a los terrenos. El aroma a sangre y muerte se volvía cada vez más espeso. Le bastó frenar sus pasos y observar ligeramente el lugar para darse cuenta. Aquello apestaba a cadáveres de Niveles E que se volvían cenizas al cabo de unos instantes. Yagari frunció la nariz y pudo divisar ciertos rastros de sangre en varios árboles. Se acercó a uno y lo tocó. Estaba fresca, y debido a que no había desaparecido junto con los cadáveres de los vampiros, pudo identificar que no era sangre proveniente de aquellos inertes cuerpos ya muertos.

Era sangre humana.

Yagari chasqueó la lengua e identificó varias sombras más adelante. ¿Había más de ellos? ¿Tenían a algún humano en su poder? Comenzó a avanzar, con cautela y velocidad, con un cuchillo con magia anti-vampiros en una mano y la escopeta lista para ser utilizada en su espalda.

por **Kasha Oskan** Sáb Dic 15, 2012 11:34 pm

Al seguir a Yagari, llego a los terrenos, donde vio mucha sangre, y olio... a Fraiah!!, que hacia Fraiah en medio de este desastre?, en su cara se dibujo la preocupacion y el miedo a haber perdido a una persona tan importante para ella, esperaba que Nokku la hubiera protegido bien- que ha pasado aqui?- toco con los dedos la sangre que habia en el suelo, intentando seguir un rastro o intentando averiguar que habia pasado alli

por **Kai Olivier** Sáb Dic 15, 2012 11:41 pm

Al llegar se encontro con ese percal, vio la cara de preocupacion de Kasha y empezo a buscar el rastro, Kai era muy bueno buscando rastros de vampiros, mientras que preguntaba- alguna idea de lo que ha podido pasar aqui?

por **Yagari Touga** Sáb Dic 15, 2012 11:47 pm

Continuó rastreando aquel rastro de sangre fresca, hasta que llegó a una zona del bosque algo pantanosa y sombría. Apretó los dientes y frunció el ceño. Esto era terrible si había sucedido lo que su mente razonaba. Caminó hasta un charco de lodo, donde había claros indicios de forcejeo. Ladeó el rostro lentamente. Todo aquello era muy extraño. Además, sentía que el lugar estaba infestado de Niveles E. Eso resultaba extremadamente peligroso, más aún teniendo en cuenta de que se trataba de la Academia, sitio con un amplio número de humanos.

Llegó hasta un árbol y allí encontró, junto a otra mancha de sangre, lo que parecía el retazo de alguna tela. ¿Sería, acaso, perteneciente a alguna prenda que pudiera llevar la posible víctima? Yagari suspiró, sujetándola entre sus manos, y volteó para divisar a Kasha y a Kai.
- ¡Por aquí! -gritó. Aprovecharía, de paso, el sonido de su voz para atraer a los Niveles E allí, y así poder exterminarlos.

por **Kai Olivier** Dom Dic 16, 2012 12:03 am

Kai siguio la voz de Yagari y noto como lo observaban entre los arboles, se quedo observando hasta que fijo la mirada en un punto, alli habia un nivel E observando y a punto de atacar, Kai saco su Katana y se preparo para lanzarse a por el

por **Kasha Oskan** Dom Dic 16, 2012 12:06 am

Kasha diviso antes que ninguno al NE y sabia que no era el unico, saco uno de los cuchillos y se metio entre los arbustos que habia detras del NE, y antes de que pudiera reaccionar, Kasha le habia clavado uno de los cuchillos en la cabeza, cuando vio que ya no se movia, se acerco a Yagari y a Kai
- Tenemos compañia

por **Yagari Touga** Dom Dic 16, 2012 12:30 am

Yagari los observó y asintió al comentario de Kasha.
- Y parece que ellos tienen compañía además de nosotros -comentó mostrándole el retazo de tela-, o al menos la tenían antes de que se convirtiera en la cena -concluyó. Todos los indicios guiaban hacia la masacre de un humano, pero esperaba equivocarse.

Cada vez más Niveles E se amontonaban alrededor de los cazadores. Yagari frunció el ceño.
- El aroma a sangre fresca los sigue atrayendo. Será mejor que hagamos algo antes de que se sigan acercando a la Academia -sugirió, sacando su escopeta y apuntando. Comenzó a disparar y a derribar vampiros a medida que iban apareciendo. Eran bastantes, pero ellos eran tres y podrían lograrlo. Aunque, ciertamente, lo mismo pensaron cuando se enfrentaron a esa niña maldita. Pero, en fin. Esta vez no se dejarían derrotar tan fácilmente.

Y da la casualidad de que no eran sólo ellos tres. Había, pues, dos cazadores más en las cercanías, sólo que Yagari aún no los había visto.

por **Kasha Oskan** Dom Dic 16, 2012 12:38 am

El trozo que le habia dado, era de Fraiah, pero algo le decia que seguia viva, pero esa incognita, la tendrian que descifrar luego, imito a Yagari, y empezo a lanzar agujas metalicas a todo vampiro que se acercara de mas, pero pronto se canso de ello, le gustaba mas la lucha cuerpo a cuerpo, asi que con gran rapidez, salto en medio de un gran grupo de vampiros y empezo a deshacerse de ellos con gran agilidad y velocidad, esquivando golpes, arañazos y mordeduras saltando, rodando por el suelo o simplemente desviando el golpe con una patada, Kasha habia mejorado mucho en los ultimos años, aunque nunca seria tan buena como sus padres o como Nokku y Yagari

por **Kai Olivier** Dom Dic 16, 2012 12:40 am

Kai, no solia portar armas de larga distancia, pero en aquella ocasion, si, mientras que Kasha luchaba cuerpo a cuerpo, el saco las dos pistolas que portaba, y empezo a disparar a todo vampiro que se le ponia a tiro, debian evitar que se acercaran a la academia, pero el olor a sangre los atraia demasiado, debian pensar algo para eliminar todo ese olor a sangre, y rapido

por **Yagari Touga** Dom Dic 16, 2012 1:14 am

Al ver que ambos comenzaban a ejercer una masacre sobre aquellos vampiros miserables, Yagari sonrió de lado y se vio tentado de encender un cigarro mientras dejaba la escopeta a un lado y, con una mano, sujetaba una pistola que traía consigo sujeta al cinturón de sus pantalones. La hizo girar en el aire y continuó disparando, derribando a diez de ellos en cuestión de segundos.

Inhaló aquel humo lleno de nicotina y guardó la pistola. Era hora de luchar un poco cuerpo a cuerpo, al igual que Kasha, y así probar sus tobillos totalmente renovados. Corrió rápidamente hacia uno de los Nivel E y le propinó una patada en el pecho, haciéndolo retroceder y caer al suelo. Se arrojó sobre él y sonrió, soltando el humo del tabaco en su putrefacto rostro. Acto seguido, clavó un cuchillo en su ojo derecho, retorciéndolo lenta pero rápidamente. El vampiro se hizo polvo y prosiguió contra otros más. Mientras Kasha estaba luchando con uno, otro intentó atacarla por detrás, a lo que Yagari detuvo su intento de hincarle los colmillos a la cazadora. Extendió su brazo con rapidez y el Nivel E chocó su cuello con su antebrazo. Yagari lo arrojó al suelo y, esta vez, colocando su pistola en su boca hambrienta, disparó.

por **Kai Olivier** Dom Dic 16, 2012 1:26 am

Kai siguio disparando hasta que se quedo sin balas, despues, cogio la Katana y empezo a repartir cuchillazos y patadas a todo vampiro que se acercara intentado llegar hasta Kasha

por **Kasha Oskan** Dom Dic 16, 2012 1:34 am

sin darse cuenta, un grupo de vampiros la habian acorralado, asi que se lanzo contra el primero al cual le corto el cuello, despues dio un salto con voltereta cayendo delante de otro vampiro al cual le clavo el cuchillo en el pecho, mientras tanto se acercaba otro por detras, pero Kasha ya lo habia visto, asi que le lanzo una de sus agujas al cuello, haciendo que se cayera muerto, a los demas los despacho con rapidez, excepto al ultimo que no consiguio esquivar y recibio un fuerte golpe en el hombro, pero eso no hizo que se parara, sino que ella se cabreara, saltando con ira sobre el vampiro clavando los cuchillos hasta el mango en el estomago, ya quedaban muy pocos vampiros, pero Kasha estaba segura de que vendrian mas, en ese momento se le ocurrio una idea, pero igual un tanto descabellada.
- Yagari!- lo llamo para llamar su atencion- crees que el director se enfadaria se provocamos un pequeño fuego para eliminar el olor a sangre con el humo y el fuego?- el fuego quemaria los restos y el humo eliminaria el olor a sangre, de esa manera dejarian de aparecer los NE, y podrian ayudar a Fraiah si era verdad que estaba en apuros

por **Yagari Touga** Dom Dic 16, 2012 2:19 am

Su rostro estaba bañado en sudor y sangre. Era una imagen perfectamente tétrica... y agradable. Yagari le dio un último golpe a un vampiro y escuchó las palabras de Kasha. A decir verdad, había pensando en ello, pero la misma duda le carcomía por dentro.
- Tengo la misma pregunta -dijo, y al momento propinó otro golpe certero a un Nivel E que apareció de repente. Se acercó a ella y se puso espalda con espalda, para poder hablar mientras luchaban-. Pero, a decir verdad, no creo que tenga alguna pega si es por el bien de los alumnos, ¿no crees? -concluyó, dando una fuerte patada a otro y sacando su arma nuevamente, disparando.

- Oye, Kai -llamó su atención-. ¿Podrías ir en busca de una buena cantidad de agua? -preguntó. Kasha y él podrían continuar encargándose de los vampiros hasta que él regresase.

por **Kai Olivier** Dom Dic 16, 2012 2:23 am

escucho de lejos lo que decian y cuando le pregunto si podia ir a por agua, empezo a pensar como llevar esa cantidad de agua, sabia que habia una fuente, si conseguia una manguera... no habria problema, propino una patada a un vampiro
- Eso esta hecho, vengo ahora- se escapo de varios vampiros y se marcho

por **Kasha Oskan** Dom Dic 16, 2012 2:29 am

- eso es verdad, asi que... mientras que Kai va a por el agua..., encendemos el fuego??- empezo a coger troncos del suelo con los que golpeaba a los vampiros que se acercaban antes de amontonarlos, una vez amontonados unos cuantos, miro a Yagari- fumas tabaco, asi que supongo que tendras un mechero, me lo prestas??

por **Yagari Touga** Dom Dic 16, 2012 2:46 am

Mientras Kai se encargaba del agua, lo que quedaba para Kasha y él era encender el fuego. Al escuchar el comentario de la joven cazadora, Yagari la observó.
- Muy astuta -indicó, irónicamente, en respuesta al comentario del mechero. Lo sacó de sus bolsillos y se lo arrojó a sus manos con rapidez. Acto seguido, continuó bajando Niveles E con su escopeta, mientras le daba un respiro a Kasha de modo que ella pudiera prender el fuego.

por **Kasha Oskan** Dom Dic 16, 2012 2:49 am

Sonrio cuando dijo que era astuta y cogio al vuelo el mechero, a continuacion se agacho y lo encendio empezando a prender los troncos por diferentes sitios para que empezara a arder rapido, despues se levanto y miro a Yagari.
- es posible que necesitemos mas troncos, pero esperemos que sean suficientes, no quiero que salga ardiendo la academia- lanzo de vuelta el mechero a Yagari y volvio a sacar los cuchillos para acabar con un NE que se acercaba

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