Hall de entrada y pasillos

Luego de haber llegado a la academia llegué al hall de la entrada, estaba muy casnada y desorienta. Además sentía un poco de inseguridad por mis brazos. Dí un suspiro mientras seguí caminando por los pasillos. "¿Qué demonios hago ahora?" pensé con mis brazos detrás de mi espalda. Me lamí los labios, quería tomar algo de agua.

Esuché a alguien hablarme, parecía una voz femenina y me dí media vuelta para encarar a dicha persona en cuestión. -Sí, soy nueva. Soy Arisa Kiniro, clase nocturna.- dije bajando la mitad de mi cuerpo en modo de reverencia. -¿Y Usted es...?- le pregunté con intención de que me dijera su nombre. Me corrí un mechón de mi flequillo para ver mejor.

Sonreí a medias, parecía una linda chica pero nunca me debía confiar. -Bueno, Nami ¿Sabe adónde quedan los dormitorios de la clase diurna y nocturna?- le pregunté cambiando de tema, quería ya irme a mi dormitorio a descansar. -Es que ya quiero descansar- le comenté para que no creyera que me molestaba, al contrario todos me molestaban pero ahora la chica sabía mantenerse a raya.

Sonreí de buena gana por el favor que me hizo. -Muchas gracias, Nami.- le dije mientras bajaba la cabeza a modo de agradecimiento. Miré el mapa y me puse a observar los lugares que había. -Es un lugar enorme.- comenté más para mí que para Nami. Cerré el mapa y volví mi atención a Nami. -Bueno, es mejor que cada una vaya a su dormitorio.- dije con una sonrisa tranquila. -Fue un placer conocerla.- dije mientras extendía mi brazo para estrechar su mano, esta vez si dije "un placer" porque de verdad lo era, gracias a ella no me iba a perder.

-Adiós.- dije con una verdadera sonrisa y moví mi mano a modo de despedida. Ahora me sentía mejor que antes, pero sólo un poco mejor. Volvi mi vista al mapa que lo tenía en mi mano y los acerqué a la altura del pecho para abrirlo y leerlo mientras empezaba a caminar. -Mmmm, parece que sí, de este lado esta el edificio de la Luna.- comenté mientras caminaba.

Entré a la Academia, era el Hall, empecé a caminar sin rumbo fijo, se estaba haciendo de noche, entonces paré y me asomé a la ventana, empecé a ver las estrellas y la luna. " Luna llena..." Pensaba mientras la luna se reflejaba en mis ojos, empecé a pensar en las constelaciones que veía, amaba las estrellas y todo lo relacionado con estas, por eso estudié tanto sobre estos astros...

Inspiré hondo al entrar. Acababa de llegar nueva a la academia. La amplitud de los pasillos me impresionó. Jamás había estado en una academia como esa, aunque había cambiado mucho de instituto, por lo que nunca había tenido tiempo de hacer amigos. La perspectiva de que allí si tendría ese tiempo me ponía de los nervios. ¿Sería capaz de simpatizar con la gente? ¿Les caería bien? ¿Haría por fin algún amigo allí? Por dentro, me reí de mí misma. Si los que habían tratado alguna vez con Kimara supiesen como era en realidad. Tan insegura, tan frágil...
Volví a inspirar hondo y traté de que mi paso fuera lo más relajado posible. Pero al encontrarme en aquel corredor lleno de gente a la que no conocía el corazón me dió un vuelco. No pude evitar morderme el labio con nerviosismo.

Me aburría así que me puse a pasear por los pasillos de la academia, me encontré con Hakuro, que parecía desorientada, sin duda era nueva.
-Hola (digo), ¿Puedo ayudarte en algo?

-Hola (saludo al chico que se acababa de acercar a nosotros)

-Tetsuya, así me llama la gente.
Yo también sentí una extraña presencia, acerco la mano a mi bolsillo y compruebo que traje un puñal, no sea que... si me querían llevar al infierno, no iría sólo, eso está claro)

Aquel chico se me acercó y me preguntó si podía ayudarme en algo.
-Bueno... yo... yo soy nueva aquí...y...- bajé la vista, algo cortada. Entonces me dí cuenta de la tensión que había. ¿Sería por mí? El corazón se me volvió a acelerar. No. No era por mí. Algo había alterado a aquella gente. Maldecí por lo bajo el no haber venido armada. Durante unos instantes dudé en como reaccionar. Mis principios pedían a gritos que tratara de comprobar si había algún vampiro, y si eso... pero, por otra parte... volví a morderme el labio inferior. Alcé la cabeza, e intenté dirigir una sonrisa amistosa a aquellos chicos.
-Me llamo Hakuro. Encantada de conoceros.

-Tetsuya Yokoshima, un placer. (digo sonriendo, aún con cierta tensión y con la mano en el bolsillo)
-Bueno, bienvenida entonces, este también es mi primer año.