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Bosque
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Bosque
Pensaba que sabía lo que iba a decirme pero eso no me lo esperaba para nada. ¿Cómo que sabía todo aquello? No me lo podía creer. Nos lo podría haber dicho desde el principio, y de algún modo entendía el por que no nos había informado pero.. ¿eso? Que Ziel ha desarrollado un trastorno de personalidad es más que evidente, pero cuando le ví parecía más que natural y normal. Mmm... Ahora mismo no sabía ni que pensar. Le ví el brazo y puse una mueca. He estado tan distraída que ni me había fijado. ¿Quieres que te lo cure? Así podrás volver... Dije mientras me acercaba. Seguí escuchando sus palabras. Entiendo que quieras matarle, de verdad, y no me opondré a ello, ha matado a mucha gente y se lo merece, pero ha cambiado. Créeme. He estado varios días con ellos y no es ni mucho menos igual que al principio. No quiero que le protejas, no te estoy pidiendo eso, ni te lo pediría jamás. Solo quiero que se vaya y nos deje en paz. Y ahora que ha cambiado, si se lo pedimos lo hará, si se lo dije Ziel lo hará, se irá de aquí sin más. intenté explicarle y volver a repetirle todo aquello que vi y he experimentado estos días, pero sé que no cambiará su opinión.
Al hablar de los cazadores me di cuenta que durante varios días no se les ha visto el pelo, y todo gracias a Kasha... Vaya. Se ha jugado muchísimo haciendo eso y aun asi ni la dejan pisar por la asociación. Muchas gracias por lo que has hecho Kasha. Le dije con una sonrisa. Yo ni mucho menos merecía algo como aquello. Deje dos meses solo a Ziel a su suerte pensando que Marcus le protegería, pero él también se fue. ¿Por qué? No lo sé. Pero seguiré sintiéndome culpable por todo aquello.
Oye.. Cambiando de tema.. ¿Has visto a Nokku? Es que necesito hablar con él. Hacía semanas que quería hablar con él y no daba señales de vida, cosa que me extrañaba.
Al hablar de los cazadores me di cuenta que durante varios días no se les ha visto el pelo, y todo gracias a Kasha... Vaya. Se ha jugado muchísimo haciendo eso y aun asi ni la dejan pisar por la asociación. Muchas gracias por lo que has hecho Kasha. Le dije con una sonrisa. Yo ni mucho menos merecía algo como aquello. Deje dos meses solo a Ziel a su suerte pensando que Marcus le protegería, pero él también se fue. ¿Por qué? No lo sé. Pero seguiré sintiéndome culpable por todo aquello.
Oye.. Cambiando de tema.. ¿Has visto a Nokku? Es que necesito hablar con él. Hacía semanas que quería hablar con él y no daba señales de vida, cosa que me extrañaba.
- Bella.N.Gring
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Re: Bosque
Me iba a seguir dando igual lo que dijera Bella, que creia?, que si Marcus se marchaba Ziel se quedaria quieto?, que no lo buscaria?, que esa otra persona que habia desarrollado no tomaria el completo control de el?, Bella habra vivido muchos años, pero sigue siendo demasiado inocente. Ademas, no iba a dejarlo escapar, debia arreglar lo que Alec habia intentado estropear y eso implicaba a Marcus, y ahora era el unico de los vampiros a los que tenia acceso.
- Lo siento, pero no voy a pedirle que se marche, primero, porque no lo hara, y segundo, porque su nombre ya esta en las listas al igual que sus hermanos y su padre, asi que aunque se largue, acabara muerto- dije con completa indiferencia, Marcus, de una forma o de otra, acabaria muerto.
- No me des las gracias, es el hermano de Kai, y aunque sea su culpa, el no se merece ser tratado asi, me lo merezco yo mas que el- era la verdad, habia hecho muchas cosas malas dentro de la Asociacion desde que entre por mi infinita arrogancia, mi falta de modales y mi gran odio a seguir las normas y las ordenes, aunque ahora con Nokku me habia controlado bastante.
- Si quieres hablar con Nokku, ponte a la cola, yo tambien quiero hablar con el, pero desconozco su paradero, para algo es el jefe, hace lo que le place- le dije a Bella mientras que alargaba la mano hacia ella de forma dudosa, despues de las noticias de que Alec estaba metido en todo el lio, habia vuelto a perder mi confianza en los vampiros, aunque nunca habia sido demasiada
- Lo siento, pero no voy a pedirle que se marche, primero, porque no lo hara, y segundo, porque su nombre ya esta en las listas al igual que sus hermanos y su padre, asi que aunque se largue, acabara muerto- dije con completa indiferencia, Marcus, de una forma o de otra, acabaria muerto.
- No me des las gracias, es el hermano de Kai, y aunque sea su culpa, el no se merece ser tratado asi, me lo merezco yo mas que el- era la verdad, habia hecho muchas cosas malas dentro de la Asociacion desde que entre por mi infinita arrogancia, mi falta de modales y mi gran odio a seguir las normas y las ordenes, aunque ahora con Nokku me habia controlado bastante.
- Si quieres hablar con Nokku, ponte a la cola, yo tambien quiero hablar con el, pero desconozco su paradero, para algo es el jefe, hace lo que le place- le dije a Bella mientras que alargaba la mano hacia ella de forma dudosa, despues de las noticias de que Alec estaba metido en todo el lio, habia vuelto a perder mi confianza en los vampiros, aunque nunca habia sido demasiada
- Kasha Oskan
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Re: Bosque
A Kasha no le faltaba razón, la entendía perfectamente, pero yo no quería otro derramamiento de sangre, sea de quien sea. Da igual. No quería más sufrimientos ni mas problemas. Si Marcus moría, de una forma o de otra Ziel acabaría mal. Normalmente cuando una persona o vampiro muere, hay mucha gente que sufre después de su muerte, sea bueno o malo. Lo sé... Dije simplemente mientras me acercaba a ella para curarle el brazo. Fruncí el ceño en sus palabras No te lo mereces para nada Kasha, ayudas mucho a la gente que te importa. No seas boba. Dije con una sonrisa. La verdad es que Kasha siempre me había ayudado mucho, y a la gente de mi alrededor. No se merecía para nada pasarlo mal.
Comencé a curar su brazo, cubriéndolo con el aura verde que emanaba de mi cuerpo. Dentro de un poco te quitaré la escayola y podrás moverlo con libertad. Sonreí y continué así unos cinco minutos. Ya esta, te voy a quitar la escayola. Sí, era bastante dura pero no me costaría romperla con cuidado. Creé un pequeño cuchillo de cristal. Era resistente y muy afilado. No te muevas. Le dije seria. Acerqué el pequeño objeto de cristal a la escayola y comencé a romperla sin rozar la piel de Kasha. Seguí rompiéndola hasta que toda la escayola cayó el suelo. Bueno, ya esta. Mira a ver que tal. Sonreí y le ofrecí el objeeto de cristal. Toma, guárdalo, lo puedes usar si quieres.
Cuando me dijo que ella también quiere hablar con Nokku y que no sabe su paradero me quedé extrañada. No es normal que Nokku no esté por la academia y en la asociación. Siempre anda echando un vistazo por todos lados y sin embargo no se le ha visto el pelo hace meses...
Comencé a curar su brazo, cubriéndolo con el aura verde que emanaba de mi cuerpo. Dentro de un poco te quitaré la escayola y podrás moverlo con libertad. Sonreí y continué así unos cinco minutos. Ya esta, te voy a quitar la escayola. Sí, era bastante dura pero no me costaría romperla con cuidado. Creé un pequeño cuchillo de cristal. Era resistente y muy afilado. No te muevas. Le dije seria. Acerqué el pequeño objeto de cristal a la escayola y comencé a romperla sin rozar la piel de Kasha. Seguí rompiéndola hasta que toda la escayola cayó el suelo. Bueno, ya esta. Mira a ver que tal. Sonreí y le ofrecí el objeeto de cristal. Toma, guárdalo, lo puedes usar si quieres.
Cuando me dijo que ella también quiere hablar con Nokku y que no sabe su paradero me quedé extrañada. No es normal que Nokku no esté por la academia y en la asociación. Siempre anda echando un vistazo por todos lados y sin embargo no se le ha visto el pelo hace meses...
- Bella.N.Gring
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Re: Bosque
Movi la mano sin muchos problemas, ya no me molestaba, cosa que agradecia, ya podia volver al trabajo y tenia mas posibilidades de entrar en la asociacion sin que me sacudiera nadie. Cuando me dio el cristal lo gire en la mano, no era muy pesado, pero no estaba segura de que resistiera mucho si lo lanzaba, lo guarde entre la ropa de civil que llevaba sin que se notara el bulto.
- Gracias..., y Nokku, creo que seria mas facil encontrar a Fraiah, si la encuentras a ella, lo encontraras a el, siempre estan juntos y ademas, Fraiah es mas facil de encontrar que Nokku- tenia una pequeña idea de la razon por la que queria hablar con Nokku, y conociendo su caracter, era altamente probable que su respuesta fuera parecida la mia y su cabreo sera entretenido, necesito hablar con Nokku lo antes posible, y necesitaba preguntarle por ese vampiro que salio de la nada
- Gracias..., y Nokku, creo que seria mas facil encontrar a Fraiah, si la encuentras a ella, lo encontraras a el, siempre estan juntos y ademas, Fraiah es mas facil de encontrar que Nokku- tenia una pequeña idea de la razon por la que queria hablar con Nokku, y conociendo su caracter, era altamente probable que su respuesta fuera parecida la mia y su cabreo sera entretenido, necesito hablar con Nokku lo antes posible, y necesitaba preguntarle por ese vampiro que salio de la nada
- Kasha Oskan
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Re: Bosque
Observé los movimientos que hacía Kasha con la mano. Me alegraba de que ya pudiera moverlo bien. Escuché lo que decía sobre Fraiah. La verdad es que si, iré ahora a casa de Nokku a ver si ha regresado o por algún motivo hay alguien allí que sepa algo de él. me seguía preocupando que no diera señales de vida, pero alguien por fuerza tiene que saber algo.
Bueno, voy a buscar a Ziel a ver donde se ha metido y luego me paso por la casa de Nokku. Hasta luego! Salgo de allí corriendo.
Bueno, voy a buscar a Ziel a ver donde se ha metido y luego me paso por la casa de Nokku. Hasta luego! Salgo de allí corriendo.
- Bella.N.Gring
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Re: Bosque
- Yo me adelantare, te vere en casa de Nokku- nada mas salir Bella, me marche en direccion contraria para ir a casa de Nokku
- Kasha Oskan
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Re: Bosque
Me encontraba en un estado poco estable, mi mente jugaba conmigo y resultaba algo abrumador, por lo que decidí conocer el exterior de la academia. Caminé hacia el bosque cuidando de no toparme con ningún humano-aunque deseaba hacerlo- y así poder dejar atrás todo el rollo que me cargaba.
- Spoiler:
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- Tsuki Shimizu
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Re: Bosque
Corría velozmente. El pequeño Pura Sangre se había escapado de su casa, altamente enfadado, y había huido sin rumbo hacia quién sabe dónde. Su anterior semblante oscuro y caprichoso, ahora se encontraba más relajado y libre. Una extraña histeria hiperactiva invadía el cuerpo del pequeño Blade. Sus grandes y redondos ojos divisaban enormes torres a su alrededor. Nunca había visto torres tan altas y elevadas, solo las que sus padres le mostraban en películas infantiles. Sin embargo, esas "torres" en verdad eran árboles; árboles tan verdes como los ojos de su hermana.
Alexander continuó avanzando, entre risas y volteretas. Aún llevaba consigo un soldadito de juguete, el cual hacía rebotar en cada árbol al pasar corriendo. Sin embargo, el pequeño de repente frenó su andar, pues divisó una figura a lo lejos: era la primer persona parecida a sus padres que veía, y no era ninguno de sus progenitores. Pestañeó un par de veces. ¿Por qué sus padres no le habían contado acerca de este mundo? Había muchas aventuras fuera de los muros de su fortaleza real, es decir, su mansión. Abrió los ojos de par en par y su melena blanquecina se alborotó con la brisa.
Alexander continuó avanzando, entre risas y volteretas. Aún llevaba consigo un soldadito de juguete, el cual hacía rebotar en cada árbol al pasar corriendo. Sin embargo, el pequeño de repente frenó su andar, pues divisó una figura a lo lejos: era la primer persona parecida a sus padres que veía, y no era ninguno de sus progenitores. Pestañeó un par de veces. ¿Por qué sus padres no le habían contado acerca de este mundo? Había muchas aventuras fuera de los muros de su fortaleza real, es decir, su mansión. Abrió los ojos de par en par y su melena blanquecina se alborotó con la brisa.
- Alexander Blade Darent
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Re: Bosque
El viento era soplaba con algo de fuerza y movía mis cabellos sin esfuerzo... de pronto sentñi una presencia, pero como estaba cerca de la academia, supuse que era otro alumno como yo. Seguí caminando y pensando en mis planes y en lo que había vivido... A pesar de estar inmersa en mis pensamientos, logré escuchar ruidos lejos de mi, más como risas de niño que como simple viento. Me detuve para sentarme a los pies de un gran árbol que con su gran copa lograba proyectar una enorme y hermosa sombra. Voltee y vi a lo lejos un infante*Un pequeño vampiro*, de blanca melena y ojos grandes, parecía algo intrigado con mi presencia, le sonreí con gesto amable y dije "hola" con mi mano, esperando no asustarle, parecía un niño juguetón, incluso llevaba consigo un pequeño soldado de juguete, quizá se había perdido...
- Tsuki Shimizu
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Re: Bosque
Los grandes y redondos ojos de Alexander se clavaron en aquella silueta femenina. Tenía el cabello oscuro y extenso. El pequeño se llevó una mano a la cabeza y dio un tirón a su propio cabello, para poder apreciar mejor su color. ¿Por qué el suyo era de diferente color? Infló los mofletes.
Al levantar la vista hacia ella otra vez, observó su saludo. ¿Acaso quería jugar? El pequeño alzó las cejas y sus finos labios conformaron una curva. Dio un brinco y se acercó a ella corriendo como un crío; como el crío que en verdad era. Levantó el soldadito y se lo mostró. Alexander simulaba que el soldadito estaba atacando a la muchacha. Entonces, el inocente niño, con la otra mano agarró el soldadito y lo arrojó lejos, de modo que dio contra un árbol.
Él sería el caballero que protegería a la dama en peligro.
- No temas, ¡te protegeré! -gritó infantilmente, con la típica voz cantarina que un niño de su edad tendría. Aunque Alexander aparentaba seis años, en verdad tenía menos. Algo que sorprendía a sus padres era la rapidez con que los mellizos crecían.
Al cabo de unos instantes, alzó uno de sus brazos a modo de "señal de ataque" y comenzó a correr velozmente alrededor del árbol donde se encontraba la joven vampireza, atacando y asesinando enemigos imaginarios.
Al levantar la vista hacia ella otra vez, observó su saludo. ¿Acaso quería jugar? El pequeño alzó las cejas y sus finos labios conformaron una curva. Dio un brinco y se acercó a ella corriendo como un crío; como el crío que en verdad era. Levantó el soldadito y se lo mostró. Alexander simulaba que el soldadito estaba atacando a la muchacha. Entonces, el inocente niño, con la otra mano agarró el soldadito y lo arrojó lejos, de modo que dio contra un árbol.
Él sería el caballero que protegería a la dama en peligro.
- No temas, ¡te protegeré! -gritó infantilmente, con la típica voz cantarina que un niño de su edad tendría. Aunque Alexander aparentaba seis años, en verdad tenía menos. Algo que sorprendía a sus padres era la rapidez con que los mellizos crecían.
Al cabo de unos instantes, alzó uno de sus brazos a modo de "señal de ataque" y comenzó a correr velozmente alrededor del árbol donde se encontraba la joven vampireza, atacando y asesinando enemigos imaginarios.
- Alexander Blade Darent
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Re: Bosque
El pequeño con cabellos de nieve se percató de mi saludo tras hacer una graciosa mueca y tal como pretendía, no sintió temor... se acercó a mi mostrando su juguete. Lo arrojó y pensé que se dirigía a mí, por fortuna, fue a dar al árbol cercano.
- No temas, ¡te protegeré!
Grito el vampiro con una hermosa voz infantil*Un valiente niño*, de pronto comenzó a correr al rededor del árbol cuya sombra me protegía del cálido pero áspero sol. El infante ahora estaba jugando con una alegría que no podía entender...
*sonríe con ternura*-¿Haz acabado con los malos ya, pequeño?*voz tranquila*
Gesticulé hacía el, dirigiendo mis ojos a su blanca cara. El viento y la rapidez con la que se movía provocaban que su cabellera se revolviera en su frente, sin embargo a él parecía no importarle.
- No temas, ¡te protegeré!
Grito el vampiro con una hermosa voz infantil*Un valiente niño*, de pronto comenzó a correr al rededor del árbol cuya sombra me protegía del cálido pero áspero sol. El infante ahora estaba jugando con una alegría que no podía entender...
*sonríe con ternura*-¿Haz acabado con los malos ya, pequeño?*voz tranquila*
Gesticulé hacía el, dirigiendo mis ojos a su blanca cara. El viento y la rapidez con la que se movía provocaban que su cabellera se revolviera en su frente, sin embargo a él parecía no importarle.
- Tsuki Shimizu
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Re: Bosque
Continuó dando giros y volteretas alrededor de aquel árbol y, por ende, alrededor de la joven. Cuando escuchó su voz, el pequeño Alexander frenó su andar estrepitoso y se detuvo a observarla. Tenía ojos grandes, como él, pero eran diferentes, porque los suyos eran ojos de niña, y los de él eran ojos de todo un hombre.
Asintió a su pregunta. Sí, había acabado, pero por el momento.
- Pronto vendrán más -musitó encogiéndose de hombros. Infló un solo moflete, pensativo-. Deberíamos escondernos -sugirió, dando un paso al frente y colocando su diminuto rostro frente al de ella, casi rozando sus narices. La mirada clara del niño era inquisitiva. Transmitía mandato.
Asintió a su pregunta. Sí, había acabado, pero por el momento.
- Pronto vendrán más -musitó encogiéndose de hombros. Infló un solo moflete, pensativo-. Deberíamos escondernos -sugirió, dando un paso al frente y colocando su diminuto rostro frente al de ella, casi rozando sus narices. La mirada clara del niño era inquisitiva. Transmitía mandato.
- Alexander Blade Darent
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Re: Bosque
Contestó afirmativamente a mi pregunta después de quedarse inmóvil observándome*¿qué pensará?*, se podía recalcar que me había topado con un niño curioso, vivaracho y a la vez, misterioso.
Según él, pronto vendrían más "malos" al bosque, por lo que sugirió que nos ocultáramos haciendo otra de sus morisquetas... esta vez sorprendiéndome al observarme mucho más de cerca, casi topando narices. Fue en ese momento cuando sentí una ligera chispa en la nuca*Pero que..*. Como era de esperarse de un pura sangre, el pequeño vampiro poseía poderes, y en ese momento el niño estaba mostrando parte de su fuerza.
-Te seguiré... pero por favor, no uses tus poderes conmigo.*se inclina hacia atrás*-Es algo irrespetuoso hacía tus mayores...*sonríe dulcemente mientras se pone de pie*-Y bien... ¿Dónde nos escondemos?
Según él, pronto vendrían más "malos" al bosque, por lo que sugirió que nos ocultáramos haciendo otra de sus morisquetas... esta vez sorprendiéndome al observarme mucho más de cerca, casi topando narices. Fue en ese momento cuando sentí una ligera chispa en la nuca*Pero que..*. Como era de esperarse de un pura sangre, el pequeño vampiro poseía poderes, y en ese momento el niño estaba mostrando parte de su fuerza.
-Te seguiré... pero por favor, no uses tus poderes conmigo.*se inclina hacia atrás*-Es algo irrespetuoso hacía tus mayores...*sonríe dulcemente mientras se pone de pie*-Y bien... ¿Dónde nos escondemos?
- Tsuki Shimizu
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Re: Bosque
Alexander continuó con su mirada fija en ella. Sin embargo, al oír sus palabras, frunció el ceño. ¿Poderes? ¿Ella conocía sus poderes? Pero él no había hecho nada malo. ¿O si? Aunque, si seguía las intrucciones de su padre, él tenía todo el derecho de mostrar su fuerza a quien fuera. El pequeño Blade no era un jovencito común y corriente. Se lo habían advertido a su madre, y fue aquel vampiro siniestro llamado Vladimir D'Shaitis. Alexander y su hermana se encontraban aún en el vientre de su madre cuando aquellas palabras que arrojaban maldición y miseria fueron dichas.
¿Serían reales?
El niño dio un pequeño salto hacia atrás. Miró a su alrededor y torció la boca hacia un costado, pensativo.
- Yo no usaría mis poderes para lastimarla, señorita -comentó, con voz de chiquilín travieso, y luego se inclinó hacia delante y tomó la mano de la muchacha, tirando de ella para que se pusiera de pie-. Ven -indicó, comenzando a avanzar entre árboles y arbustos. Finalmente, llegó a un arbustito pequeño pero útil. Estaba cubierto de moras-. Aquí -sentenció y se sentó en el suelo, sobre la verde hierba. Arrancó un par de moras y se las llevó a la boca. Hizo una expresión de desagrado debido a lo agrio de su sabor.
¿Serían reales?
El niño dio un pequeño salto hacia atrás. Miró a su alrededor y torció la boca hacia un costado, pensativo.
- Yo no usaría mis poderes para lastimarla, señorita -comentó, con voz de chiquilín travieso, y luego se inclinó hacia delante y tomó la mano de la muchacha, tirando de ella para que se pusiera de pie-. Ven -indicó, comenzando a avanzar entre árboles y arbustos. Finalmente, llegó a un arbustito pequeño pero útil. Estaba cubierto de moras-. Aquí -sentenció y se sentó en el suelo, sobre la verde hierba. Arrancó un par de moras y se las llevó a la boca. Hizo una expresión de desagrado debido a lo agrio de su sabor.
- Alexander Blade Darent
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Re: Bosque
Dijo que no me haría daño con voz infantil y traviesa... tiró de mi mano mientras comenzaba a avanzar indicándome hacia donde dirigir mis pasos. Tras caminar una distancia considerable, llegamos a un pequeño arbusto de moras. -Aquí, dijo, sentándose en la hierba. Decidí sentarme a su lado, no tenía prisa ni tampoco tenía lugar al que ir. Vi en su pequeño rostro una mueca de desagrado, al parecer, había probado las moras de aquel arbusto sin conseguir sabor apetecible alguno.
-Me llamo Tsuki, mi apellido es Shimizu... ¿Y tu cómo te llamas pequeño?*voz serena, amable*
Tomé mi relicario entre mis dedos y estaba jugando con el desinteresadamente.
-Me llamo Tsuki, mi apellido es Shimizu... ¿Y tu cómo te llamas pequeño?*voz serena, amable*
Tomé mi relicario entre mis dedos y estaba jugando con el desinteresadamente.
- GOMEN NASAI:
- Disculpa por tardar tanto... T-T estoy en el papeleo de re-inscripción a la universidad y es todo un caos... trataré de responder en menos tiempo \(^^)" . Atte: User-kun
Última edición por Shimizu Tsuki el Jue Ago 08, 2013 4:44 am, editado 1 vez
- Tsuki Shimizu
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Re: Bosque
Alexander continuó indagando en aquel sabor asqueroso de las moras. Sin embargo, escuchó la voz de la joven. El pequeño la observó con sus grandes ojos. Parpadeó un par de veces antes de responder. Se podía ver en él a un simple niño, pero su naturaleza inmortal iba más allá de cualquier simpleza.
- Mi mamá dice que no debo decir mi nombre a extraños. Dice que está mal hablar con extraños -se encogió ligeramente de hombros, pensativo-. Igual yo nunca les hago caso -rió infantilmente, aunque realmente sonó algo diabólico. Acercó su redondo rostro a la joven y sonrió-. Me llamo Alexander, pero puedes decirme Sasha. Mi apellido te lo diré solo si adivinas -rió otra vez. Es entonces cuando detiene su mirada en aquel colgante. Lo señala con el dedo-. ¿Qué es eso, One-chan? -preguntó de forma inocente. Parecía, incluso, que ya se había olvidado de la gran aventura contra los malos que estaba imaginando.
- Mi mamá dice que no debo decir mi nombre a extraños. Dice que está mal hablar con extraños -se encogió ligeramente de hombros, pensativo-. Igual yo nunca les hago caso -rió infantilmente, aunque realmente sonó algo diabólico. Acercó su redondo rostro a la joven y sonrió-. Me llamo Alexander, pero puedes decirme Sasha. Mi apellido te lo diré solo si adivinas -rió otra vez. Es entonces cuando detiene su mirada en aquel colgante. Lo señala con el dedo-. ¿Qué es eso, One-chan? -preguntó de forma inocente. Parecía, incluso, que ya se había olvidado de la gran aventura contra los malos que estaba imaginando.
- Alexander Blade Darent
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Re: Bosque
*Este chiquillo resultó ser misterioso* No tenía alternativa, debía ganarme la confianza del pequeño.
-Mucho gusto Sasha-kun...*toma el relicario y lo alza a la altura de los ojos del pequeño* Esto es un relicario, me lo regaló mi abuela hace un tiempo...
El recordar a mi abuela, produjo una sensación de profunda tristeza...*le extraño tanto*, una razón más para haber dejado mi hogar, mi familia... quizá sólo estaba escapando y siendo cobarde, peor necesitaba un respiro de todo.
Ahora me encontraba en aquel bosque con un interesante, gracioso y misterioso pequeño sangre pura, escondiéndonos de los malos que sólo el veía.
-Por cierto... ¿Tus padres saben dónde estás?... podrían estarte buscando en este momento.
Dije al peliblanco, con cierto tono de preocupación.
-Mucho gusto Sasha-kun...*toma el relicario y lo alza a la altura de los ojos del pequeño* Esto es un relicario, me lo regaló mi abuela hace un tiempo...
El recordar a mi abuela, produjo una sensación de profunda tristeza...*le extraño tanto*, una razón más para haber dejado mi hogar, mi familia... quizá sólo estaba escapando y siendo cobarde, peor necesitaba un respiro de todo.
Ahora me encontraba en aquel bosque con un interesante, gracioso y misterioso pequeño sangre pura, escondiéndonos de los malos que sólo el veía.
-Por cierto... ¿Tus padres saben dónde estás?... podrían estarte buscando en este momento.
Dije al peliblanco, con cierto tono de preocupación.
- Tsuki Shimizu
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Re: Bosque
¿Cómo podía ser posible? Los Perros del Consejo tenían muy bien merecido aquel apelativo. Aunque, si se ponía a pensarlo detenidamente, consideraba que ni eso merecían. Un perro, seguramente, cuidaba mejor de un niño que ellos. Parecía que el Destino resultaba bastante odioso. Se había burlando de él en innumerables veces, pero ahora que estaba planeando una batalla decisiva contra aquellos vampiros extraños y poderosos, se encontraba con que uno de sus hijos se había escapado.
Una vez que Adam Blade decidía colaborar con el lado "del bien", su plan se veía ofuscado por una pequeña criatura de su propia sangre.
Mientras caminaba siguiendo su rastro, sonrió para sí. Al fin y al cabo, parece que su lugar no es del lado de las personas bondadosas. Cerró los ojos un momento. Solo hacía esto por Katrina, porque sabía que en el fondo ella no albergaba mal contra las personas que él tanto detestaba y odiaba. Tal vez sí contra uno de ellos, ese cazador imbécil y chiquilín. Aún no podía creer que fuera el Jefe de la Asociación. Lo único que sabe hacer es rendirse ante las polleras de su novia.
Sacudió la cabeza. Debía dejar la mente libre de sus emociones odiosas y despreciables. Debía encontrar a Alexander y llevarlo rápidamente con él. Lo pondría bajo cuidado otra vez y así podría Adam volver a sus obligaciones y responsabilidades.
Cuando llegó al bosque, supo que buscar en la Academia era el lugar correcto. ¿Cómo podía ser posible que no lo hayan encontrado los del Consejo? Había más de veinte vampiros buscándolo y no lo hallaron. Tenía que venir él mismo si pretendía que las cosas salieran bien. Suspiró agobiado, dando pasos firmes. De repente, sintió alguien más. La presencia de otro vampiro estaba cerca. Eso podría ser peligroso, ya que un niño Pura Sangre podría ser una presa cautivante y servida para algún vampiro con malas intenciones y propósitos de hacerse poderoso a costa de la sangre de un pequeño niño.
- Alexander -murmuró sécamente. Debería salir de su escondite tarde o temprano, o lo asustaría con aquellos títeres que tanto detestaba. Agudizó su visión y clavó sus ojos en un arbusto cercano. Allí confluían ambas presencias. Adam frunció el ceño y no dudó ni dos segundos en ir hasta allí. Lo peor se había adueñado de su mente. Alexander podría ahora mismo estar en peligro.
Al llegar al sitio en cuestión, Adam, como buen padre protector, levantó a la joven que se encontraba allí sujetándola de un brazo. La acercó a él y clavó sus enormes y rojos ojos en ella. Sintió su aroma y la miró con detenimiento. Echó una rápida mirada a Alexander. Él no se movería de allí si pretendía continuar ingiriendo dulces a toda hora junto a su hermana Megan. Regresó su vista a la muchacha que tenía apresada a causa de su fuerte agarre. Acercó su rostro a ella, inquisitivo.
- ¿Quién eres tú y qué hacías con él? -siseó mostrando sus colmillos. Era increíble lo que un hijo podía generar. Incluso Adam, tan desconsiderado y satírico como siempre, era capaz de crear su mayor impulso protector. Podría matar a esa mujer allí mismo de ser necesario. Y no dudaría. Él jamás dudaba para algo como eso.
Una vez que Adam Blade decidía colaborar con el lado "del bien", su plan se veía ofuscado por una pequeña criatura de su propia sangre.
Mientras caminaba siguiendo su rastro, sonrió para sí. Al fin y al cabo, parece que su lugar no es del lado de las personas bondadosas. Cerró los ojos un momento. Solo hacía esto por Katrina, porque sabía que en el fondo ella no albergaba mal contra las personas que él tanto detestaba y odiaba. Tal vez sí contra uno de ellos, ese cazador imbécil y chiquilín. Aún no podía creer que fuera el Jefe de la Asociación. Lo único que sabe hacer es rendirse ante las polleras de su novia.
Sacudió la cabeza. Debía dejar la mente libre de sus emociones odiosas y despreciables. Debía encontrar a Alexander y llevarlo rápidamente con él. Lo pondría bajo cuidado otra vez y así podría Adam volver a sus obligaciones y responsabilidades.
Cuando llegó al bosque, supo que buscar en la Academia era el lugar correcto. ¿Cómo podía ser posible que no lo hayan encontrado los del Consejo? Había más de veinte vampiros buscándolo y no lo hallaron. Tenía que venir él mismo si pretendía que las cosas salieran bien. Suspiró agobiado, dando pasos firmes. De repente, sintió alguien más. La presencia de otro vampiro estaba cerca. Eso podría ser peligroso, ya que un niño Pura Sangre podría ser una presa cautivante y servida para algún vampiro con malas intenciones y propósitos de hacerse poderoso a costa de la sangre de un pequeño niño.
- Alexander -murmuró sécamente. Debería salir de su escondite tarde o temprano, o lo asustaría con aquellos títeres que tanto detestaba. Agudizó su visión y clavó sus ojos en un arbusto cercano. Allí confluían ambas presencias. Adam frunció el ceño y no dudó ni dos segundos en ir hasta allí. Lo peor se había adueñado de su mente. Alexander podría ahora mismo estar en peligro.
Al llegar al sitio en cuestión, Adam, como buen padre protector, levantó a la joven que se encontraba allí sujetándola de un brazo. La acercó a él y clavó sus enormes y rojos ojos en ella. Sintió su aroma y la miró con detenimiento. Echó una rápida mirada a Alexander. Él no se movería de allí si pretendía continuar ingiriendo dulces a toda hora junto a su hermana Megan. Regresó su vista a la muchacha que tenía apresada a causa de su fuerte agarre. Acercó su rostro a ella, inquisitivo.
- ¿Quién eres tú y qué hacías con él? -siseó mostrando sus colmillos. Era increíble lo que un hijo podía generar. Incluso Adam, tan desconsiderado y satírico como siempre, era capaz de crear su mayor impulso protector. Podría matar a esa mujer allí mismo de ser necesario. Y no dudaría. Él jamás dudaba para algo como eso.
- Adam Blade
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Re: Bosque
Atentamente, el pero Pura Sangre escuchó lo que la muchacha decía acerca de su relicario. Lo miró con admiración y sorpresa. Era realmente muy bonito. Tal vez algún día podría regalarle uno así a Megan, su hermana. También podría darle otro a su madre. Y otro a su padre. Y otro...
La lista se hacía eterna en la mente del niño. Pensaba regalarle algo como eso a cada juguete, a cada árbol. Su imaginación parecía no tener fin. Sin embargo, el sonido de las hojas siendo aplastadas por densos pies, provocó que su imaginación se viera irrumpida sin otro remedio. Alexander levantó la vista y miró a la chica. Luego, se hizo un pequeño espacio entre el arbusto para ver mejor a través de él. Parecía un chiste que la joven halla mencionado a sus padres y, como si fuera por arte de magia, uno de ellos hubiera aparecido en el lugar.
- Es el malo mayor. Viene para llevarme. No le permitas que me lleve, Onee-chan -susurró con ojos vidriosos, tirando de su ropa. Sus grandes ojos verdosos se volvieron vidriosos. Él quería seguir jugando. Además, por haberme escapado y por haber herido a aquellos gigantes malvados que lo custodiaban, Padre iba a castigarlo-. Vamos, tenemos que huir y escondernos en otro lugar más seguro -dijo luego, planeando una nueva estrategia, pero en ese momentos, en cuanto se disponía a salir de allí con su nueva amiga y aliada contra el mal, el Mal, justamente, hizo su aparición más cercana y devastadora.
Un pequeño grito de niño asustado surgió. No sabía exactamente si era un grito verdadero por el temor de su Padre aferrando a la joven o si era un falso alarido a causa del juego, de la representación del Mal que emergía desde las profundidades para llevarlo. Sin embargo, el clima de diversión lentamente se disipó. Alex se quedó sentado en el suelo, viendo aquella escena violenta y desagradable.
- Ella solo jugaba conmigo, no le hagas nada. Es mi amiga -gritó mientras las primeras lágrimas comenzaban a salir de sus ojos y rodaban por sus mejillas. Padre nunca quería jugar con él, y cuando finalmente encontraba alguien que sí quería estar con él y disfrutar de sus juegos, él siempre llegaba para arruinarlo todo.
La lista se hacía eterna en la mente del niño. Pensaba regalarle algo como eso a cada juguete, a cada árbol. Su imaginación parecía no tener fin. Sin embargo, el sonido de las hojas siendo aplastadas por densos pies, provocó que su imaginación se viera irrumpida sin otro remedio. Alexander levantó la vista y miró a la chica. Luego, se hizo un pequeño espacio entre el arbusto para ver mejor a través de él. Parecía un chiste que la joven halla mencionado a sus padres y, como si fuera por arte de magia, uno de ellos hubiera aparecido en el lugar.
- Es el malo mayor. Viene para llevarme. No le permitas que me lleve, Onee-chan -susurró con ojos vidriosos, tirando de su ropa. Sus grandes ojos verdosos se volvieron vidriosos. Él quería seguir jugando. Además, por haberme escapado y por haber herido a aquellos gigantes malvados que lo custodiaban, Padre iba a castigarlo-. Vamos, tenemos que huir y escondernos en otro lugar más seguro -dijo luego, planeando una nueva estrategia, pero en ese momentos, en cuanto se disponía a salir de allí con su nueva amiga y aliada contra el mal, el Mal, justamente, hizo su aparición más cercana y devastadora.
Un pequeño grito de niño asustado surgió. No sabía exactamente si era un grito verdadero por el temor de su Padre aferrando a la joven o si era un falso alarido a causa del juego, de la representación del Mal que emergía desde las profundidades para llevarlo. Sin embargo, el clima de diversión lentamente se disipó. Alex se quedó sentado en el suelo, viendo aquella escena violenta y desagradable.
- Ella solo jugaba conmigo, no le hagas nada. Es mi amiga -gritó mientras las primeras lágrimas comenzaban a salir de sus ojos y rodaban por sus mejillas. Padre nunca quería jugar con él, y cuando finalmente encontraba alguien que sí quería estar con él y disfrutar de sus juegos, él siempre llegaba para arruinarlo todo.
- Alexander Blade Darent
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Re: Bosque
El pequeño observó con detenimiento mi relicario, seguramente ideando algún otro juego ahora relacionado con el objeto que tenía frente a sus ojos; tenía una mirada de curiosidad pura como cualquier otro niño travieso. Entonces su mirada cambió, su atención ahora estaba dirigida a otra parte... pude ver en su rostro angustia, desesperación y sobre todo, miedo.
Volteó a verme para después hacerse un pequeño espacio entre las hojas del arbusto para ver el camino de hierba; Tiraba de mis ropas con ojos llorosos, anunciando la llegada de "el malo mayor", me pedía que no permitiera que se lo llevara, tal era el peligro que aquél joven vampiro sentía que incluso quería que dejáramos aquél lugar, escondernos en un sitio más seguro... por un instante pensé que todo era parte de su infantil juego, mera actuación, sin imaginarme lo que pasaría después.
"Alexander" escuché murmurar muy cerca de nuestra posición, mi sentido de alerta se activó... pero era demasiado tarde; sujetándome fuertemente del brazo, con ojos rojos como la sangre, fui puesta en pie de manera violenta por un ser si bien mucho mayor que Sasha, con el mismo porte y color de cabello *¿Su padre?*. No pude evitar sentir dolor debido a la fuerza con la que me sujetaba y sus ojos... tan llenos de odio y repulsión hacia mi, pero... ¿Qué estaba pasando? sólo jugaba con aquél infante y al segundo siguiente me encontraba presa por alguien notoriamente enojado, ¿A caso me confundía con alguien?
Escuché al niño gritar asustado, era verdad... él seguía ahí, se había quedado en el suelo observando lo que estaba sucediendo...
-¿Quién eres tú y qué hacías con él? -Preguntó el sulfurado vampiro aún sujetándome fuertemente con su rostro cercano al mío.
El pobre Sasha, con lágrimas asomando sus enormes y redondos ojos a causa de la escena, gritó en defensa mía, diciendo que yo era su amiga y que sólo estaba jugando con él... A pesar del temor que sentía en ese momento, no podía hacer a un lado la valentía con la que el infante trataba de protegerme, como había dicho antes.
-Es cierto señor, yo sólo jugaba con el pequeño... se encontraba solo en este bosque y le hice compañía...
Logré gesticular con algo de dificultad hacia mi opresor, me sentía temblar, mi voz era cortada y frágil, jamás había estado en una situación igual. Cerré mis ojos para evitar llorar, aquél vampiro en verdad lucía amenazante mostrando sus colmillos... no dejaba de pensar que no había echo nada malo y que si yo me sentía asustada, Sasha... ese pequeño debía estar aterrado...
Volteó a verme para después hacerse un pequeño espacio entre las hojas del arbusto para ver el camino de hierba; Tiraba de mis ropas con ojos llorosos, anunciando la llegada de "el malo mayor", me pedía que no permitiera que se lo llevara, tal era el peligro que aquél joven vampiro sentía que incluso quería que dejáramos aquél lugar, escondernos en un sitio más seguro... por un instante pensé que todo era parte de su infantil juego, mera actuación, sin imaginarme lo que pasaría después.
"Alexander" escuché murmurar muy cerca de nuestra posición, mi sentido de alerta se activó... pero era demasiado tarde; sujetándome fuertemente del brazo, con ojos rojos como la sangre, fui puesta en pie de manera violenta por un ser si bien mucho mayor que Sasha, con el mismo porte y color de cabello *¿Su padre?*. No pude evitar sentir dolor debido a la fuerza con la que me sujetaba y sus ojos... tan llenos de odio y repulsión hacia mi, pero... ¿Qué estaba pasando? sólo jugaba con aquél infante y al segundo siguiente me encontraba presa por alguien notoriamente enojado, ¿A caso me confundía con alguien?
Escuché al niño gritar asustado, era verdad... él seguía ahí, se había quedado en el suelo observando lo que estaba sucediendo...
-¿Quién eres tú y qué hacías con él? -Preguntó el sulfurado vampiro aún sujetándome fuertemente con su rostro cercano al mío.
El pobre Sasha, con lágrimas asomando sus enormes y redondos ojos a causa de la escena, gritó en defensa mía, diciendo que yo era su amiga y que sólo estaba jugando con él... A pesar del temor que sentía en ese momento, no podía hacer a un lado la valentía con la que el infante trataba de protegerme, como había dicho antes.
-Es cierto señor, yo sólo jugaba con el pequeño... se encontraba solo en este bosque y le hice compañía...
Logré gesticular con algo de dificultad hacia mi opresor, me sentía temblar, mi voz era cortada y frágil, jamás había estado en una situación igual. Cerré mis ojos para evitar llorar, aquél vampiro en verdad lucía amenazante mostrando sus colmillos... no dejaba de pensar que no había echo nada malo y que si yo me sentía asustada, Sasha... ese pequeño debía estar aterrado...
- Tsuki Shimizu
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Re: Bosque
Estaba tan nervioso, tan exasperado. Mil cosas pasaban por su mente. Tenía que ocuparse de muchísimos asuntos en el Consejo, pues quería ayudar a Katrina lo más que podía. Y allí eran todos unos reverendos inútiles. No le extrañaba que la reputación del Consejo disminuyera con semejantes miembros. Incluso su madre lo había arruinado todo estando allí, pues colaboró con aquellos extraños vampiros de alguna manera. Todo esto y más, es lo que ponía a Adam en una situación emocional como tal. Y que su pequeño hijo se escapara de la casa e hiciese lo que quisiera como si el mundo fuera un lugar del color de las rosas, no ayudaba en lo absoluto a su control nervioso y mental.
Al oír las plegarias y la voz titubeante de la muchacha, Adam aflojó un poco el agarre. ¿Así que solo jugaban? ¿Solo le hacía compañía? Frunció el ceño y apretó la mandíbula. La miró fijamente por un rato más. Ella en verdad no parecía una amenaza, pero... ¿quién sabe? Acabó por soltarla, pero jamás le sacó un ojo de encima. No valía la pena que intentase huir, porque él la alcanzaría. Miró a su hijo.
- Alexander -murmuró-. ¿Qué haces en un lugar como este? ¿No te he dicho, acaso, que es muy peligroso? ¿Por qué haces esto? -gritó, pero controló el volumen de su voz. Sabía que no era lo adecuado ser rudo con él, pero debía hacerlo. No podía evitarlo-. Vamos a casa -concluyó, estirando su brazo y sujetando al pequeño hacia él.
Al cabo de unos segundos, luego de limpiar fugazmente sus lágrimas, miró a la muchacha, la cual estaba evidentemente asustada. Era extraño. ¿Dónde había quedado el satírico, molesto y burlón Adam Blade? Apenas recordaba lo que había hecho ni bien llegar al pueblo. Apenas recordaba las malas pasadas que le jugó a diversas personas. Siempre aprovechándose y delirando a la gente para su beneficio. Y sin embargo ahora, allí estaba, preocupado y serio, con demasiadas responsabilidades como padre y como vampiro Pura Sangre. Jamás creyó que se tomaría la vida enserio algún día.
- Gracias por cuidar de él -dijo sin más, mirando a la muchacha. No iba a disculparse por lo que había hecho, pues ese gesto aún no llegaba a la lista de "buenas cualidades" de Adam Blade. Creía que la disculpa estaría sobreentendida a través de aquel seco y escueto "gracias". Miró a Alexander-. Vamos. Tu madre se preocupará.
Comenzó a caminar, alejándose con el niño del lugar.
Al oír las plegarias y la voz titubeante de la muchacha, Adam aflojó un poco el agarre. ¿Así que solo jugaban? ¿Solo le hacía compañía? Frunció el ceño y apretó la mandíbula. La miró fijamente por un rato más. Ella en verdad no parecía una amenaza, pero... ¿quién sabe? Acabó por soltarla, pero jamás le sacó un ojo de encima. No valía la pena que intentase huir, porque él la alcanzaría. Miró a su hijo.
- Alexander -murmuró-. ¿Qué haces en un lugar como este? ¿No te he dicho, acaso, que es muy peligroso? ¿Por qué haces esto? -gritó, pero controló el volumen de su voz. Sabía que no era lo adecuado ser rudo con él, pero debía hacerlo. No podía evitarlo-. Vamos a casa -concluyó, estirando su brazo y sujetando al pequeño hacia él.
Al cabo de unos segundos, luego de limpiar fugazmente sus lágrimas, miró a la muchacha, la cual estaba evidentemente asustada. Era extraño. ¿Dónde había quedado el satírico, molesto y burlón Adam Blade? Apenas recordaba lo que había hecho ni bien llegar al pueblo. Apenas recordaba las malas pasadas que le jugó a diversas personas. Siempre aprovechándose y delirando a la gente para su beneficio. Y sin embargo ahora, allí estaba, preocupado y serio, con demasiadas responsabilidades como padre y como vampiro Pura Sangre. Jamás creyó que se tomaría la vida enserio algún día.
- Gracias por cuidar de él -dijo sin más, mirando a la muchacha. No iba a disculparse por lo que había hecho, pues ese gesto aún no llegaba a la lista de "buenas cualidades" de Adam Blade. Creía que la disculpa estaría sobreentendida a través de aquel seco y escueto "gracias". Miró a Alexander-. Vamos. Tu madre se preocupará.
Comenzó a caminar, alejándose con el niño del lugar.
- Adam Blade
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Re: Bosque
El pequeño se llevó ambas manos a la boca ante aquella situación. Quiso gritar, pero no pudo. ¿Por qué no podía revelarse contra su padre? Su figura lo intimidaba desde los primeros días de su nacimiento, y si bien un bebé no puede sentir tales cosa en un primer momento de su vida, era diferente al tratarse de un vampiro. Su mente, aunque inocente, siempre estaba activa y comprendía. Ahora mismo, comprendía muchas cosas más: su Padre era temible, muy temible. No sabía qué hacer para salvar a su nueva amiga. Podía salvarla en sus juegos infantiles, pero no podía hacerlo en la vida real. ¿Qué clase de Príncipe era él?
- P-padre... -apenas articuló, con el llanto en la garganta, apresándolo todo. cuando, finalmente la soltó, el pequeño sintió relajarse. ¿Pero era esta la tensión que debía pasar por ser miembro de aquella familia? Él lo sujetó y lo llevó hacia su círculo de protección. Quería seguir jugando, pero creía que eso no iba a ser posible. Miró a la joven con ojos vidriosos, pero le dedicó una tierna sonrisa mientras Padre se lo llevaba consigo. "Gracias por jugar conmigo, Onee-chan", dijo en la mente de Tsuki, hasta que finalmente desapareció de allí junto a su padre.
- P-padre... -apenas articuló, con el llanto en la garganta, apresándolo todo. cuando, finalmente la soltó, el pequeño sintió relajarse. ¿Pero era esta la tensión que debía pasar por ser miembro de aquella familia? Él lo sujetó y lo llevó hacia su círculo de protección. Quería seguir jugando, pero creía que eso no iba a ser posible. Miró a la joven con ojos vidriosos, pero le dedicó una tierna sonrisa mientras Padre se lo llevaba consigo. "Gracias por jugar conmigo, Onee-chan", dijo en la mente de Tsuki, hasta que finalmente desapareció de allí junto a su padre.
- Alexander Blade Darent
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Re: Bosque
Tras un momento de detenida observación por el que ahora confirmaba era el padre de Sasha, fui liberada de un fuerte agarre.
Era entendible la preocupación por su pequeño hijo, sin embargo no lograba comprender que era lo que provocaba tanta agresividad en aquél individuo... ¿A caso se trataba de gente importante del lugar?, era obvio el valor de la sangre que poseía aquél infante, y tubo suerte de encontrarse conmigo y no con alguien más, pero... yo no demostraba tener malas intenciones con él.
-Gracias por cuidar de él- dijo secamente el que segundos antes había sido mi opresor. Caminó unos pasos y Sasha se le unió en el viaje, antes de marcharse, el pequeño me dedicó una tierna sonrisa casi opacada por sus grandes ojos ahora vidriosos, al borde del llanto... *Gracias por jugar conmigo, Onee-chan* escuché en mi mente, era la voz del infante; sobreponiéndome de lo sucedido y ante el asombro de la habilidad del que había prometido protegerme, miré en la distancia como aquellos sangre puras, padre e hijo, desaparecían de aquel frío y solitario bosque.
Era entendible la preocupación por su pequeño hijo, sin embargo no lograba comprender que era lo que provocaba tanta agresividad en aquél individuo... ¿A caso se trataba de gente importante del lugar?, era obvio el valor de la sangre que poseía aquél infante, y tubo suerte de encontrarse conmigo y no con alguien más, pero... yo no demostraba tener malas intenciones con él.
-Gracias por cuidar de él- dijo secamente el que segundos antes había sido mi opresor. Caminó unos pasos y Sasha se le unió en el viaje, antes de marcharse, el pequeño me dedicó una tierna sonrisa casi opacada por sus grandes ojos ahora vidriosos, al borde del llanto... *Gracias por jugar conmigo, Onee-chan* escuché en mi mente, era la voz del infante; sobreponiéndome de lo sucedido y ante el asombro de la habilidad del que había prometido protegerme, miré en la distancia como aquellos sangre puras, padre e hijo, desaparecían de aquel frío y solitario bosque.
- Tsuki Shimizu
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Re: Bosque
Como pudo, luchando contra esta nueva amenaza, llegó al bosque que rodeaba la Academia. Era lo más lejos que había podido llegar en el estado de descontrol en el cual se encontraba. Nunca se hubiera imaginado que tal situación lo agarraría completamente desprevenido. Las gotas de sudor -que serían impensables para un vampiro- cubrían su frente y su brillante sangre adornaba su rostro y sus ropajes. Todo sitio en donde Marcus O'Conell ponía un pie, éste se resquebrajaba y comenzaba a partirse. En algunas ocasiones, como sucedió con varios árboles, estos estallaban y se formaba en la corteza múltiples cortes, similares a los que él hacía a las personas cuando ponía en práctica su poder. Parecía, ahora, que éste se había descontrolado, que había ampliado su alcance y no solo se activaba con la mirada y sobre personas, sino que también los objetos, las construcciones, la naturaleza misma, padecía bajo sus ojos rojos.
Una vez se internó lo suficiente en el bosque, se agarró la cabeza con ambas manos y se detuvo. Gruñó de dolor y cayó de rodillas. Necestiaba estar solo en un lugar alejado como este, pero realmente lo que menos quería era encontrarse aquí solitariamente. Necesitaba a Ziel, necesitaba a Bella... Y ellos no podían estar con él. Sabía que corrían peligro y por eso decidió devolverlos al sitio del cual tanto quiso quitarlos.
Tras unos momentos luchando contra el palpitar de su sangre, sintió que la marca de su mano quemaba como el maldito infierno. Se quitó el guante y observó que las líneas negras del dibujo ahora parecían cicatrices sobre su carne. Elevó la mirada al cielo y cerró los ojos, aún gimiendo del dolor. Los sonidos, los aromas... todo se había intensificado, y le molestaba, le perturbaba, le ponía nervioso y no le permitía concentrarse para aplacar ese bestial poder que se estaba gestando. ¿Por qué ocurría esto? ¿Qué era lo que estaba pasando? Intentaba buscar las respuestas pero no podía pensar con claridad. Comenzó a arrastrarse y, de un momento a otro, se oyó el estrepitoso estruendo: cayeron árboles, se agrietó el suelo, y Marcus pudo correrse a tiempo, pero quizás hubiera sido mejor quedar aplastado allí, pues sus piernas y brazos encontraron una especie de barranco y no pudo evitar caer por allí, pues detrás de sí venía la avalancha de troncos y tierra. El vampiro intentó aferrarse como pudo a rocas y pequeñas plantas que crecían en la ladera de esa especie de elevación del terreno, pero sus esfuerzos fueron vanos. El cuerpo de Marcus quedó sepultado bajo todo lo que él mismo había destruido, como si se tratara de algún estúpido chiste. El desgaste mental por intentar controlarse, la pérdida de sangre, la lucha interna contra su propio don destructivo y el golpe certero que había recibido, acabaron por dejarlo allí, completamente agotado, inconsciente, mientras su imperturbable mente continuaba haciendo su trabajo. Porque aunque Marcus pareciera un simple humano abatido por un derrumbe, se notaba a la legua que no lo era. Mientras sus ojos se mantenían cerrados, a su alrededor se sembraba la destrucción, y nadie podía hacer nada para frenarlo. Todos no hacían más que juzgarlo, pero él siempre, a pesar de su pérfida vida anterior, había estado allí para colaborar. Quizás no de la mejor manera, quizás, justamente, a su manera, pero intentando ayudar al fin. Realmente quería ganarse un lugar en este pueblo, un lugar en el corazón de Ziel y de Bella, incluso un sitio más grande que el que ya tenía, pero todo parecía querer evitar ese cariño, esa unión...
Un hilo de sangre salió al exterior por la comisura de sus labios al mismo tiempo que otro árbol cayó.
Una vez se internó lo suficiente en el bosque, se agarró la cabeza con ambas manos y se detuvo. Gruñó de dolor y cayó de rodillas. Necestiaba estar solo en un lugar alejado como este, pero realmente lo que menos quería era encontrarse aquí solitariamente. Necesitaba a Ziel, necesitaba a Bella... Y ellos no podían estar con él. Sabía que corrían peligro y por eso decidió devolverlos al sitio del cual tanto quiso quitarlos.
Tras unos momentos luchando contra el palpitar de su sangre, sintió que la marca de su mano quemaba como el maldito infierno. Se quitó el guante y observó que las líneas negras del dibujo ahora parecían cicatrices sobre su carne. Elevó la mirada al cielo y cerró los ojos, aún gimiendo del dolor. Los sonidos, los aromas... todo se había intensificado, y le molestaba, le perturbaba, le ponía nervioso y no le permitía concentrarse para aplacar ese bestial poder que se estaba gestando. ¿Por qué ocurría esto? ¿Qué era lo que estaba pasando? Intentaba buscar las respuestas pero no podía pensar con claridad. Comenzó a arrastrarse y, de un momento a otro, se oyó el estrepitoso estruendo: cayeron árboles, se agrietó el suelo, y Marcus pudo correrse a tiempo, pero quizás hubiera sido mejor quedar aplastado allí, pues sus piernas y brazos encontraron una especie de barranco y no pudo evitar caer por allí, pues detrás de sí venía la avalancha de troncos y tierra. El vampiro intentó aferrarse como pudo a rocas y pequeñas plantas que crecían en la ladera de esa especie de elevación del terreno, pero sus esfuerzos fueron vanos. El cuerpo de Marcus quedó sepultado bajo todo lo que él mismo había destruido, como si se tratara de algún estúpido chiste. El desgaste mental por intentar controlarse, la pérdida de sangre, la lucha interna contra su propio don destructivo y el golpe certero que había recibido, acabaron por dejarlo allí, completamente agotado, inconsciente, mientras su imperturbable mente continuaba haciendo su trabajo. Porque aunque Marcus pareciera un simple humano abatido por un derrumbe, se notaba a la legua que no lo era. Mientras sus ojos se mantenían cerrados, a su alrededor se sembraba la destrucción, y nadie podía hacer nada para frenarlo. Todos no hacían más que juzgarlo, pero él siempre, a pesar de su pérfida vida anterior, había estado allí para colaborar. Quizás no de la mejor manera, quizás, justamente, a su manera, pero intentando ayudar al fin. Realmente quería ganarse un lugar en este pueblo, un lugar en el corazón de Ziel y de Bella, incluso un sitio más grande que el que ya tenía, pero todo parecía querer evitar ese cariño, esa unión...
Un hilo de sangre salió al exterior por la comisura de sus labios al mismo tiempo que otro árbol cayó.
- Marcus O'Conell
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Re: Bosque
[♫]
"No voy a dejarte ahora"
Eso es lo que pensé antes de salir de la casa de Kasha. No iba a abandonar a Marcus por nada ni por nadie. Puede que él no fuera bueno conmigo al principio, pero me ha ido demostrando a través del tiempo quién era verdaderamente, lo que podía hacer con sus manos, con su descontrolado don. Y si anteriormente no iba a dejarle desamparado, ahora ya irremediable que no saliera a buscarlo. Puede que muchas veces le hubiera gritado, reprochado millones de cosas, pero al final acababa dándome cuenta de lo infantil que era. Ya ni siquiera pensaba en la posibilidad de cruzarme con los cazadores, pues únicamente su nombre llenaba mi cabeza. El miedo que existía por ellos, desaparecía para llenarse de aquel por encontrar a Marcus con vida. La preocupación turbaba también mis sentidos, pero me daba más fuerzas para continuar.
Primero comencé andando, tratando de arrastrar los pies y seguirle. Sin embargo, más tarde, aquel espíritu salvaje lleno de sus ansias de libertad, me impidió mantener el paso. Cerré los ojos y permití que hiciera lo que quisiera, incluso si la locura no me dejaba volver luego. Otra clase de vampiro, llenó las venas de mi cuerpo, actuando con ferviente seguridad. De mi pecho salió automáticamente el ave de siempre, el cual pió y salió rápidamente a buscar a Marcus. Pronto las pisadas comenzaron a ser más largas hasta convertirse en verdaderas zancadas. Y cuando quise darme cuenta, estaba corriendo hacia él, con todas mis fuerzas, todo lo que pudieran darme las piernas. Apretaba la mandíbula y los puños, siguiéndole con tan prestigioso olfato. Y aunque reconocía que la sed estaba matándome por rastrearle, trataba de centrar todo lo que tenía en ir a ayudarle. De modo que ahora, el neófito corría veloz cual gacela, ágil como si aquel bosque fuera el medio natural donde había vivido todos estos años. Esquivaba los árboles que iban cayéndose sin apenas dificultad, escuchando simplemente el ruido de la madera resquebrajarse, pues era verdaderamente un neófito aún sin domesticar, hecho para la vida salvaje y nómada.
Al llegar justamente al barranco, casi hubo un cuerpo más cayendo hacia este debido a los temblores de la tierra. Sin embargo, el neófito se quedó escrutando entre los troncos y pensando en la posibilidad de que Marcus estuviera allí metido. La verdad no tardó en manifestarse mediante su olor y el aura que manaba de dentro. Echó la cabeza hacia atrás y de repente, se escuchó un rugido feroz. Sin más dilación, el gorrión regresó al interior de su pecho y bajó veloz por la brecha que había en el suelo, esquivando todo lo que iba cayendo. Fue en ese momento, cuando, a mitad altura, pude ver los mechones de Marcus asomarse por debajo de un par de troncos. Ni siquiera pensé más tras verlo. Solté las manos y me dejé caer hacia uno de los árboles que habían caído.
Si lloré, no me acuerdo cómo fue...
Aquella agresividad y ferocidad que tenía en los ojos desapareció instantáneamente, regresando al azul de siempre. Si por algo seguía en este mundo, él y Bella eran la única razón, eso estaba claro.
Intenté apartar los troncos lo más rápido que pude, arañándolos, mordiéndolos, tratando de pudrirlos bajo el efecto del don; pero siempre se es demasiado lento cuanto más se necesita. Las lágrimas caían por las mejillas, desesperado por encontrarle a salvo, con vida. "Marcus. Marcus, ¿me escuchas? Marcus, ¿puedes oírme?"; decía mentalmente con la esperanza nerviosa de que estuviera aún consciente, pese al tremendo olor a sangre que allí se profesaba.
Tras un par de troncos, su cuerpo quedó al descubierto. Tenía los pies y cara sucios y llenos de arena, al igual que la zona de los labios y las manos llenas de astillas de arañar y morden la madera; en cambio, no hubo queja alguna. Sin darme cuenta, otro árbol cayó estrepitosamente. Pero, por suerte, nada ocurrió para los dos amantes, pues el neófito creó automáticamente aquel escudo dorado para impedir que más troncos apisonaran a Marcus. Fui hasta él rápidamente. Lo agarré por la chaqueta y lo zarandeé varias veces.
-Marcus... Marcus... - Llamé repetidas veces al vampiro, el cual ni siquiera se movía un ápice. - Vamos Marcus, vámonos a casa. Marcus... - Hubo un amago de sonrisa. Sí, a casa. Más quisiera yo ir tranquilamente a casa como si nada hubiera pasado. - Marcus, escúchame. Abre los ojos por favor. - Intentaba entablar conversación con él, pero nada era posible. Aun así, no me di por vencido y seguí intentándolo. - ¡Marcus! Vamos, despierta. Marcus... - El tono de voz se vio turbio por la pena que ahogaba mi pecho. No, él no... No, no podía...
Marcus no podía morir.
Lo abracé con fuerza cuando otro árbol cayó en el escudo. El neófito se vio resentido por el golpe, sin embargo, no dejó de rodear al vampiro en acto de protección. Me separé un instante, buscando algo con lo que llevarlo a la superficie; pese a que todo seguiría igual de inestable y podríamos caer de nuevo a otro precipicio. Los ojos, derramando agua, volvieron a clavarse en el rostro pálido e impoluto del vampiro mayor. Después, se fijaron en sus heridas. Sin pensarlo, rajé los pantalones y la camiseta y, con la poca tela, vendé su brazo y la zona de su hombro dañada.
-Te vas a poner bien, ya lo verás. ¿Verdad? Sí, te vas a poner bien... Y volverás a echarme la bronca por lo desconsiderado y alocado que soy... y... Si... Si despiertas... - Apenas podía hablar, porque comenzaba a aumentar el grosor de aquel nudo que me taponaba la garganta. - Si despiertas... te dejaré que... te... vuelvas a reír de mí... ¿De acuerdo? Y... dejaré de... de quejarme y hablar sin sentido... H-Haré lo... lo que tú me pidas, ¿v-vale...? Marcus... -Decía. Ya hasta podría decirse que hablaba en un monólogo, debido al nerviosismo y el intento de convencerme a mí mismo de que todo saldría bien. Erguí su cuerpo y acaricié nuevamente sus mejillas, su frente, sus párpados bajados, su pelo azabache...
"Vamos, Marcus, no puedes irte ahora. No te rindas frente a Ella. No me dejes solo, por favor. No puedes dejarnos. Piensa en nuestra casa, en cómo será vivir allí los tres todos los días. Por favor, acuérdate de los buenos momentos que te ha brindado la vida... Repara en Bella y lo triste que se pondrá si te vas. Por favor... Te lo suplico..."; dije mentalmente mientras me balanceaba y pegaba la frente a la suya. Finalmente, la esperanza comenzaba a apagar su llama lentamente.
Cada vez le notaba más frío y pálido que el segundo anterior. Yo no podía curar sus heridas a menos que hiciera aquel cambio, del cual no se aseguraba que pudiéramos salir de allí con vida. Quizá pereciéramos ambos por mi imprudencia. Debía esperar un poco más a Bella y entonces, tomaría una decisión en el caso de que no apareciera pronto.
Di un beso en su mejilla y otro sobre su frente, apartando los mechones que trataban de sembrar el negro sobre su blanca piel de mármol. Dejé su cabeza sobre las piernas y mordí mi muñeca para darle mi sangre y que recuperara fuerzas. Tomé su cuerpo de nuevo y lo alcé, separando sus labios para dejar mi sangre sobre su boca, evitando que ni una sola gota se derramase por ellos. Y realicé otra vez la misma operación. Y otra, y otra, y otra más. Todas las veces que hicieran falta, porque iba a hacer hasta lo imposible por salvarlo. Cambiaba mi vida por la suya si era necesario.
-Marcus, háblame... Despierta... - Cerré los ojos algo mareado, tratando de pensar cómo sacarlo de allí sin que sufriera daños, en cómo detener su don y llevarlo a casa. El cachorro gemía por el bien de su manada y se acurrucó sobre el herido, abrazándole; brindándole el poco calor que pudiera dar. El aura del neófito se extendió sobre Marcus, entregándole la mitad de la energía que podía darle. Cerré los ojos con fuerza y supliqué a quien fuera con tal de que su vida quedara a salvo.
"Marcus por favor, salgámos juntos de esta"
- Ziel A. Carphatia
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Lun Ene 01, 2024 11:07 pm por Ichihara Yuuko
» Plaza del pueblo
Miér Jul 01, 2020 3:36 pm por Issei Chrane
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