Ficha de Sasha R. Kross

Sasha es una chica solitaria y seria, aunque con cierto toque sarcástica, sin lograr encontrar mucho placer en fraternizar con nadie. Debido a su amnesia no recuerda como era, una chica contraria a la de ahora, con mucha capacidad para hacer amistades, una capacidad oculta dentro de su ser. Tiene claro, que antes que cualquier otra cosa o persona, va ella misma sin importar que, aunque posee un sentido de la lealtad y protección envidiable, pero dado que no tiene amigos no puedo mostrar dicha idealización con nadie. El hueco vacio que han dejado sus recuerdos perdidos, le hace sufrir, como si aun tuviera retazos de su vida pasada pero que no puedo unir y en ocasiones cae en furia y desesperación.

Hija única. Madre rusa, Olga y padre japones, Akira. Vivían en el centro de Rusia, en una zona especialmente nevada y con evidente tendencia a hacer frío, en un piso algo pobre y de baja calidad. Eran felices y no pasaban por demasiadas dificultades económicas. Su verdadero nombre es Galya Ivanov. Acudía a un colegio normal y allí conoció a quien sería su mejor amiga, llamada Aleksandra, cuyo diminutivo es Sasha. Desde la escuela primaria se habían hecho como hermanas e inseparables. Todo era normal para ella hasta que llegó el cumpleaños de Sasha. Cumplía 11 años e iban a disfrutar de toda una tarde juntas bajo los copos de nieve, a modo de celebración. Unas chuches y un zumo junto con la compañía de ellas mismas serían perfectos para hacer un cumpleaños ideal. Así que, Galya tenía un regalo para ella. Se trataba de una bufanda que ella misma había tejido junto con una carta. Sabía que no sería mucho, pero estaba segura de que le encantaría, pero no hubo tiempo para sorpresas, ni alegrías, ni sorpresas. Galya la estaba esperando en un banco de un parque y ya se habían reunido, pero Sasha decidió ir a comprar la merienda ella sola. La tienda no estaba lejos. No tardaría más de tres minutos. Esos tres minutos se convirtieron en diez Bah, seguro que hay un poco de cola, en quince, en veinte y en treinta. ¿Por qué tardará tanto? Y Galya se dirigió a la tienda y se estremeció. Rastros de sangre y abundante. El dependiente, el señor Sokolov yacía postrado sobra una de las estanterías de su tienda con el cuello desgarrado, sin su brazo derecho y con una gran grieta oscura en el estómago. Tenía la mirada vacía y un hilo de sangre caía por una de sus comisuras. Pero los rastros no eran lo único que hacía temblar de terror a Galya. Sonidos acuosos surgían del fondo de la tienda. Eran inquietantes y lo que la pobre niña vio, fue un hombre, agachado frente a un pequeño cuerpo. No tardó en reconocer a Sasha siendo devorada por ese hombre, con una mirada igualita a la del señór Sokolov. Se desesperó. El terror le inundó el corazón y se le tornó una mirada pálida y agonizante. Cuando dicho hombre captó su presencia, este se dió la vuelta y Galya no pudo evitar desmallarse. Y lo único que oyó después, fue el estrepitoso sonido de un disparo. Cuando despertó, viajó a Japón acompañada por unos cazadores que le habían explicado la situación, sin el consentimiento de sus padres. Llevaba consigo la bufanda que le regalaría a su amiga y su carta, como recuerdos de su lugar de origen. Conocía los vampiros, sabía de su existencia. Pocos sabían sobre ellos. Y años después, acabó convirtiéndose en una cazadora, y lo haría para vengar a su antigua y fallecida amiga Sasha. Le cambiaron el nombre y el apellido. Ahora sería Riku Kross. Pero no todo iba a ser tan fácil. Resultó ser una excelente cazadora y sus compañeros la tenían envidia. Querían deshacerse de ella y la traicionaron. Siete de ellos se plantaron en su nueva casa de Japón y la sorprendieron. No la matarían, no eran asesinos, pero si unos desalmados y le provocaron amnesia mediante una droga y muchos golpes. Ahora todo había terminado. No sabía ni su nombre, ni su edad ni nada. Y solo tenía una cosa, una carta, que ponía Felicidades Sasha, una bufanda y una chapa de identificación que ponía Riku Kross. Pensó que ese podría ser su nombre pero aquella carta también ponía un nombre. Así que decidió ponerse ambos nombres. El de Sasha iría delante. Le parecía más bonito y... especial.

-Le gusta mucho el ron con cocacola
-Le gusta la poesía
-Le gusta la canción "Her Name is Alice" de Shinedown
-Odia la oscuridad
-Odia el humo del tabaco
-A menudo dibuja y disfruta como si fuera una de sus mayores pasiones.
-Posee una hoja corta colgando de su cintura en la parte trasera.
-Hace muchos trabajos, pero todos suelen tratar de robar, matar y realizar otra clase de trabajos sucios, aunque no disfruta con ellos.
-Ha olvidado por completo cualquier relación con la asociación de vampiros y, por supuesto, la existencia de los mismos.