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Zona abandonada
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Re: Zona abandonada
Recuerdo del primer mensaje :
Suspiré sintiéndome segura luego de tanto tiempo. Siempre me había sentido en una cuerda floja. Muchas personas me ayudaban, pero yo no conseguía aferrarme a ellas. Quizás fuera por no querer representar una carga o un problema más para ellos.
Sonreí levemente ante aquel "jamás" que me reconfortó, ciertamente.
- A veces quisiera saber por qué me trata de ese modo - mencioné refiriéndome a Crash. Es que cada vez que él aparecía, con una simple mirada me arrojaba al abismo más oscuro. Yo quería salir de eso, necesitaba alejarme de esa oscuridad a la que jamás pertenecí.
- Eres demasiado bueno conmigo - dije luego, refiriéndome a Nokku.
Suspiré sintiéndome segura luego de tanto tiempo. Siempre me había sentido en una cuerda floja. Muchas personas me ayudaban, pero yo no conseguía aferrarme a ellas. Quizás fuera por no querer representar una carga o un problema más para ellos.
Sonreí levemente ante aquel "jamás" que me reconfortó, ciertamente.
- A veces quisiera saber por qué me trata de ese modo - mencioné refiriéndome a Crash. Es que cada vez que él aparecía, con una simple mirada me arrojaba al abismo más oscuro. Yo quería salir de eso, necesitaba alejarme de esa oscuridad a la que jamás pertenecí.
- Eres demasiado bueno conmigo - dije luego, refiriéndome a Nokku.
- Fraiah B. Eslin
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Re: Zona abandonada
Él obvio sus amenazas. No quiera que volviera a ponerse tan alterada, pero ella no entendía que haría cualquier cosa por su familia. Miro su katana y luego la miro a ella a los ojos.- Subestimo tu trabajo, esta katana fabricada por el gran maestro herrero Masamune Ozaki. El mejor creador de katanas de la historia de Japón, ademas esta es de una colección especial y secreta... Durante su forjamiento fue bañada en sangre de un pura sangre de la época. En el mercado negro se puede sacar unos 600.000 dolares y en una subasta triplicar el precio. Informo. - El armamento de esa casa solo cuesta 70.000 dolares... Y creo que solo sacarías 40.000. Por eso no te creo. Sonrió al acabar. Solo esperaba que no se lo tomara como un ataque hacia ella. Quería rebajar su tono y estado para ver si así sacaba algo mas de información. Esto no quería decir que se había vuelto blando, no dudaría o eso creía.
- Yo no soy de los que borran los recuerdos... Crees que soy como el resto, pues no, intento respetar a todos y mas a los humanos. Dijo algo molesto. - Solo intento proteger a los míos, y para eso haré todo lo que pueda con mis manos... Y si me tengo que ensuciar lo haré. Pero como la niña tiene hambre y frió la tendré que dejar escapar. Ironizo con esto ultimo. Él también podía jugar al juego del quejica, pero no caería tan bajo. Alzo su mano derecha hacia delante, con la palma mirando al cielo oscuro. Al segundo pequeñas llamas se creaban alrededor de ellos, con esto consiguió que el frió nocturno no hiciera mella en la joven.- Y ahora que ya no vas a pasar mas frio ¿Me vas a contestar ha algo? De verdad que no quería recurrir a cosas de poca moralidad. Tanto costaba ser honesto ya que había sido atrapada. Todo hubiera sido mas fácil si en vez de correr se hubiera quedado en ese gimnasio y hubieran conversado como personas adultas. Para nada él se creía un ser superior, es mas podría haber sido hasta amigable. Aunque solo tenia un pensamiento "¿Por que no envié a Sasuke en mi lugar?".
- Yo no soy de los que borran los recuerdos... Crees que soy como el resto, pues no, intento respetar a todos y mas a los humanos. Dijo algo molesto. - Solo intento proteger a los míos, y para eso haré todo lo que pueda con mis manos... Y si me tengo que ensuciar lo haré. Pero como la niña tiene hambre y frió la tendré que dejar escapar. Ironizo con esto ultimo. Él también podía jugar al juego del quejica, pero no caería tan bajo. Alzo su mano derecha hacia delante, con la palma mirando al cielo oscuro. Al segundo pequeñas llamas se creaban alrededor de ellos, con esto consiguió que el frió nocturno no hiciera mella en la joven.- Y ahora que ya no vas a pasar mas frio ¿Me vas a contestar ha algo? De verdad que no quería recurrir a cosas de poca moralidad. Tanto costaba ser honesto ya que había sido atrapada. Todo hubiera sido mas fácil si en vez de correr se hubiera quedado en ese gimnasio y hubieran conversado como personas adultas. Para nada él se creía un ser superior, es mas podría haber sido hasta amigable. Aunque solo tenia un pensamiento "¿Por que no envié a Sasuke en mi lugar?".
- Crash
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Re: Zona abandonada
Lo dejó hablar. Lo dejó hablar laaargo y tendido como parecía que le gustaba hacer. Y luego dicen que las mujeres son las que no pueden mantener la boca cerrada ni un minuto. ¡Pues que mirasen a este rubio entonces! Lisbeth podría jurar que había senos debajo de ese elegante atuendo masculino.
Cuando culminó con su cháchara, lo primero que ella hizo fue suspirar y desviar la mirada, apartando sus ojos de los suyos mientras se cruzaba de brazos. Un alivio que él no fuera de esos, porque así le ahorraba el trabajo de tener que rebanarse los sesos tratando de comprender el papel escrito con lo que había oído esta noche que llevaba consigo. Lisbeth era astuta y no había llegado hasta aquí por chuparse el dedo. Conocía muy bien las mañas de los chupasangre, y no se iba a dejar engañar tan fácilmente. Por eso, ni bien podía tener un minuto libre de peligros tras una misión, anotaba todo lo que sabía. Esta vez no había sido la excepción, desde luego.
Regresó sus ojos a él en cuanto la trató como a una niña. ¿Perdón? ¿A qué se debía semejante atrevimiento? Parecía que no bastaba con tenerla aquí para jugar a ladrones y policías. Ladeó la cabeza, negando un poco, incrédula de lo que estaba escuchando. Chasqueó la lengua y volvió a mirar hacia un lado, hasta que el fuego los rodeó. Fue tal la exaltación de ella que tragó saliva. Había conseguido sobresaltarla, asustarla un poco. Una cosa era tener el fuego a sus espaldas a un par de metros, y otra muy distinta era tenerlo a un miserable metro, si no era menor la distancia. Miró al vampiro otra vez.
- ¿Ahora que no voy a pasar más frío o ahora que en verdad me tienes rodeada y atrapada? -soltó, enarcando una ceja. Si quería sinceridad, que viniese de ambos lados. ¿O acaso esperaba que ella se comiera el verso del vampiro buen caballero? Jamás un hombre había sido atento y cordial con ella si no fuese porque quería algo a cambio, y el único que en verdad lo fue estaba muerto y era su padre.
Sabía que era imposible que cruzase semejantes llamas sin recibir a cambio unas considerables lesiones. Por lo tanto, ¿qué se suponía que debía hacer? Ciertamente, él no parecía del estilo de esos que matan a la mínima sospecha. De otro modo, ella ya sería un delicioso trozo de carne al horno. Entonces.. ¿por qué tomarse tantas molestias?
- En verdad te cuesta cortar con esa katana, ¿verdad? -inquirió, mirándolo a los ojos como si pudiese leerlo de alguna manera. Acabó por sonreír y suspiró, bajando la mirada-. Bien, tú ganas, rubito. Pero antes que nada voy a aclararte que lo que dije era cierto: fui a esa casa a robar, y que conste que no tenía ni idea de tu katana, porque lógicamente tú no vives ahí; por ende, si eres tan buen muchacho, podrías prestármela por unos días en cuanto finalice esta incómoda "conversación" -le guiñó un ojo, sagaz. Ella no era tonta, y si eso valía tanto, el tonto era él que se lo estaba comunicando tan abiertamente-. La realidad es que trabajo sola, sí, pero esta vez los datos me llegaron a través de un sujeto bastante misterioso, por cierto -frunció el ceño-. Verás.. entre los que hacemos nuestro trabajo.. hay una serie de códigos; si se enterasen que estoy diciendote todo esto, me matarían -se encogió de hombros-.Pero sinceramente no sé el nombre de quien encomendó la misión, pero sólo sé que quería lo que había allí, y tal vez no por el dinero que pudiera dar, pero sí por su valor -hizo una pausa y respiró con tranquilidad-. A mí iban a pagarme por ello -lo observó y rodó los ojos-, pero bueno, dadas las circunstancias.. bye bye deliciosos billetes verdes.
Esperaba que realmente estuviera satisfecho con su respuesta, porque ya no podía seguir dando vueltas en el asunto. El tiempo era oro, y más para los mortales. Y, francamente, no sabía cuánto tiempo más le duraría la frialdad para ocultar lo que en verdad le estaba carcomiendo por dentro.
Cuando culminó con su cháchara, lo primero que ella hizo fue suspirar y desviar la mirada, apartando sus ojos de los suyos mientras se cruzaba de brazos. Un alivio que él no fuera de esos, porque así le ahorraba el trabajo de tener que rebanarse los sesos tratando de comprender el papel escrito con lo que había oído esta noche que llevaba consigo. Lisbeth era astuta y no había llegado hasta aquí por chuparse el dedo. Conocía muy bien las mañas de los chupasangre, y no se iba a dejar engañar tan fácilmente. Por eso, ni bien podía tener un minuto libre de peligros tras una misión, anotaba todo lo que sabía. Esta vez no había sido la excepción, desde luego.
Regresó sus ojos a él en cuanto la trató como a una niña. ¿Perdón? ¿A qué se debía semejante atrevimiento? Parecía que no bastaba con tenerla aquí para jugar a ladrones y policías. Ladeó la cabeza, negando un poco, incrédula de lo que estaba escuchando. Chasqueó la lengua y volvió a mirar hacia un lado, hasta que el fuego los rodeó. Fue tal la exaltación de ella que tragó saliva. Había conseguido sobresaltarla, asustarla un poco. Una cosa era tener el fuego a sus espaldas a un par de metros, y otra muy distinta era tenerlo a un miserable metro, si no era menor la distancia. Miró al vampiro otra vez.
- ¿Ahora que no voy a pasar más frío o ahora que en verdad me tienes rodeada y atrapada? -soltó, enarcando una ceja. Si quería sinceridad, que viniese de ambos lados. ¿O acaso esperaba que ella se comiera el verso del vampiro buen caballero? Jamás un hombre había sido atento y cordial con ella si no fuese porque quería algo a cambio, y el único que en verdad lo fue estaba muerto y era su padre.
Sabía que era imposible que cruzase semejantes llamas sin recibir a cambio unas considerables lesiones. Por lo tanto, ¿qué se suponía que debía hacer? Ciertamente, él no parecía del estilo de esos que matan a la mínima sospecha. De otro modo, ella ya sería un delicioso trozo de carne al horno. Entonces.. ¿por qué tomarse tantas molestias?
- En verdad te cuesta cortar con esa katana, ¿verdad? -inquirió, mirándolo a los ojos como si pudiese leerlo de alguna manera. Acabó por sonreír y suspiró, bajando la mirada-. Bien, tú ganas, rubito. Pero antes que nada voy a aclararte que lo que dije era cierto: fui a esa casa a robar, y que conste que no tenía ni idea de tu katana, porque lógicamente tú no vives ahí; por ende, si eres tan buen muchacho, podrías prestármela por unos días en cuanto finalice esta incómoda "conversación" -le guiñó un ojo, sagaz. Ella no era tonta, y si eso valía tanto, el tonto era él que se lo estaba comunicando tan abiertamente-. La realidad es que trabajo sola, sí, pero esta vez los datos me llegaron a través de un sujeto bastante misterioso, por cierto -frunció el ceño-. Verás.. entre los que hacemos nuestro trabajo.. hay una serie de códigos; si se enterasen que estoy diciendote todo esto, me matarían -se encogió de hombros-.Pero sinceramente no sé el nombre de quien encomendó la misión, pero sólo sé que quería lo que había allí, y tal vez no por el dinero que pudiera dar, pero sí por su valor -hizo una pausa y respiró con tranquilidad-. A mí iban a pagarme por ello -lo observó y rodó los ojos-, pero bueno, dadas las circunstancias.. bye bye deliciosos billetes verdes.
Esperaba que realmente estuviera satisfecho con su respuesta, porque ya no podía seguir dando vueltas en el asunto. El tiempo era oro, y más para los mortales. Y, francamente, no sabía cuánto tiempo más le duraría la frialdad para ocultar lo que en verdad le estaba carcomiendo por dentro.
- Lisbeth C.
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Re: Zona abandonada
Todo estaba quedando claro. Ahora ya sabia en que idioma hablaba la joven de pelo violeta, y por suerte para ella él conocía bien ese idioma. Analizo cada gesto y movimiento, no quería que nada se le escapara. Al parecer funciono sacar su lado mas natural, y no la bestia que fue no hace mucho. Pero incluso cuando era amable ella usaba el latigazo de las palabras.- Ni rodeada ni atrapada... Tanto te cuesta que alguien sea amable. Contesto a su pregunta y usando las palabras que ella uso al hablar de su pequeña incapacidad. Por un momento miro al suelo y su cabeza empezó a pensar cosas que ahora no tenia mucho sentido, por eso, sacudió su cabeza y volvió a mirarla con firmeza.
- No, pero no quiero arrebatar la vida a personas inocentes. Aclaro, ante su comentario antes de dejarla hablar con tranquilidad. Hablo de un sujeto misterioso y que todo esto era muy raro. "¿Quien querría tener los objetos de Kasha?" Pensó, mientras buscaba alguna respuesta lógica. Era algo que debía estudiar con cabeza mas adelante, ahora tenia que hablar el idioma de la joven para ver si solo era eso e verdad.- La katana se queda conmigo, pero como te has saltado el código y la información merece la pena... Haré algo por ti, te pagare los mismo que te iban a pagar y te daré algo mas si me das mas información. Dijo con una pequeña sonrisa. Podría ser lista, pero él también y tenia mas cartas que esa. Aun así tenia que tener cuidado, ya que no quería que esto se volviera en su contra.
No era la primera vez que trataba con este tipo de persona. Es mas, esperaba la visita de alguien el cual ya había contratado anteriormente. Pero era otro asunto. Solo esperaba que la joven diera su brazo a torcer y le digiera la verdad del todo, que ya le iba costar algo de dinero. En el fondo pensaba que era una buena persona y por eso no había intentado nada en todo este tiempo.
- No, pero no quiero arrebatar la vida a personas inocentes. Aclaro, ante su comentario antes de dejarla hablar con tranquilidad. Hablo de un sujeto misterioso y que todo esto era muy raro. "¿Quien querría tener los objetos de Kasha?" Pensó, mientras buscaba alguna respuesta lógica. Era algo que debía estudiar con cabeza mas adelante, ahora tenia que hablar el idioma de la joven para ver si solo era eso e verdad.- La katana se queda conmigo, pero como te has saltado el código y la información merece la pena... Haré algo por ti, te pagare los mismo que te iban a pagar y te daré algo mas si me das mas información. Dijo con una pequeña sonrisa. Podría ser lista, pero él también y tenia mas cartas que esa. Aun así tenia que tener cuidado, ya que no quería que esto se volviera en su contra.
No era la primera vez que trataba con este tipo de persona. Es mas, esperaba la visita de alguien el cual ya había contratado anteriormente. Pero era otro asunto. Solo esperaba que la joven diera su brazo a torcer y le digiera la verdad del todo, que ya le iba costar algo de dinero. En el fondo pensaba que era una buena persona y por eso no había intentado nada en todo este tiempo.
- Crash
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Re: Zona abandonada
Permaneció cruzada de brazos. Refunfuñó por lo bajo. ¿Que alguien sea amable? Si esto era amabilidad pura y sencilla no se imaginaba cómo era encontrarse con alguien que lo fuera en serio. Parpadeó con algo de pesadez y lo miró nuevamente a los ojos. Así que ella era, en algún punto, una persona inocente. ¡Qué bueno que alguien lo considerase así! Entonces... ¿ya tenía ganado su pase al paraíso? No, probablemente le faltasen los 70.000 que por el vampiro no pudo conseguir. ¡Pero vaya casualidad que justo cuando iba a hacer un robo maestro él estaba allí junto a sus amiguitos inmortales! Pero, principalmente, ¡vaya casualidad que él quiera pagarle por más mentiras!
Lisbeth abrió sus ojos enormemente. ¿Le estaba ofreciendo dinero a cambio de información? Bien, la chica era una arpía reina del chantaje cuando quería, pero tenía un sentido del honor, después de todo este existe en el corazón de cada ladrón, por más raro que parezca. Entreabrió sus labios para hablar pero ninguna palabra salió. Acabó por negar con la cabeza y suspirar como quien ya no tiene otro remedio.
- Mira.. -desvió su vista hacia un costado para luego mirarlo otra vez-. No tengo nada más para decirte, porque no sé nada más. No quiero tu dinero. Simplemente estaremos a mano si me dejas ir -hizo una pequeña pausa para desviar su mirada hacia unos edificios que se encontraban a un costado, donde creyó ver un movimiento, pero volvió a mirarlo a él instantáneamente-. Y prometo que no me verás la cara de nuevo y tampoco tendrás que lidiar conmigo, y sobre todo: no te robaré nada -concluyó, esbozando una sutil pero astuta sonrisa, algo bromista ante sus palabras finales. Las mentiras estaban llegando muy lejos, y si alguien sabía que todo eso podría explotarle en cualquier momento en la cara, esa era Lisbeth. Tenía que acabar con esta conversación cuanto antes, pues nadie en ese pueblo podía saber quién era ella y qué venía a hacer aquí.
Lisbeth abrió sus ojos enormemente. ¿Le estaba ofreciendo dinero a cambio de información? Bien, la chica era una arpía reina del chantaje cuando quería, pero tenía un sentido del honor, después de todo este existe en el corazón de cada ladrón, por más raro que parezca. Entreabrió sus labios para hablar pero ninguna palabra salió. Acabó por negar con la cabeza y suspirar como quien ya no tiene otro remedio.
- Mira.. -desvió su vista hacia un costado para luego mirarlo otra vez-. No tengo nada más para decirte, porque no sé nada más. No quiero tu dinero. Simplemente estaremos a mano si me dejas ir -hizo una pequeña pausa para desviar su mirada hacia unos edificios que se encontraban a un costado, donde creyó ver un movimiento, pero volvió a mirarlo a él instantáneamente-. Y prometo que no me verás la cara de nuevo y tampoco tendrás que lidiar conmigo, y sobre todo: no te robaré nada -concluyó, esbozando una sutil pero astuta sonrisa, algo bromista ante sus palabras finales. Las mentiras estaban llegando muy lejos, y si alguien sabía que todo eso podría explotarle en cualquier momento en la cara, esa era Lisbeth. Tenía que acabar con esta conversación cuanto antes, pues nadie en ese pueblo podía saber quién era ella y qué venía a hacer aquí.
- Lisbeth C.
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Re: Zona abandonada
Miedo, es lo único que que pensó que tenia la joven. Esto parecía una conversación de besugos, pero no era así, no en la mente del rubio. Le había dado tanta información sin querer que ya sabia que tenia que tener preparado algo. Ya tenia mas o menos los objetivos claros, bendita información... Él la hubiera ayudado, pero tenia lo que quería. Ella, era un interrogante, cuyo aspecto físico y rostro no. Todo esto seria de gran ayuda para el futuro, y lo mas importante, ahora sabia como rastrear la. Aunque tendría siempre una puerta abierta por si cambiaba de verdad y buscara ayuda. Cosas del rubio.
- Esta bien, ya me has dado mucho mas de lo que pensaba sacar... Chasqueo los dedos, y desapareció todo el fuego dejando el lugar muy oscuro.- Por si alguna vez me buscas, me llamo Crash. Aunque se que o acabaras muerta, o muy lejos de aquí. Es una pena, en el fondo pareces buena chica. Dijo poniéndose de pie. La dio la espalda para avanzar hacia su sucia capa ya no tan blanca, sacando el móvil y escribiendo un mensaje donde el contenido de este no se podía leer pero si el destinatario si se fijaba muy bien " Merc.Cazador" y avanzo. Una vez que la cogió del suelo se giro para verla por ultima vez. Con los ojos totalmente carmesí, incluso iluminando su rostro como si de un demonio se tratase.- Espero que no se te olvide nunca, si atentas contra mi, o mi familia lo pagaras... Y esa vez no seré la persona buena que mostré hoy.Dijo muy alto para que la escuchara bien. Él se quedo mirando a la joven, esperando que se fuera. En realidad no le importaba estar aquí y con ella, pero se mostraba con prisa. Nunca fue una rehén, pero tampoco una nueva amistad al parecer. En el fondo solo esperaba que si volvían a verse fuera no fuera para tener que matarla, si no tal vez para conocer su nombre y que mostrara su lado menos ladrón. El rubio siempre pensando lo mejor de la gente, bueno no siempre fue así... su época mas oscura ni siquiera preguntaba.
* Vaya vaya, el pequeño Crashito hizo una amistad peligrosa. Como veis he vuelto, y esta vez con un contrato renovado. Por eso no escribí nada de nada... Maldito user! Pero ya estoy aquí para que todos leáis mis narraciones mas divertidas(?) Lo mas importante fue que pude seguir a nuestro rubio y darme cuenta de que aun anda entre dos aguas, y no sabe por cual decantarse. Pobrecin, hasta la gente rara y desconocida le toma por estúpido. Pero que se espabile ya, que estoy algo cansado de ver como hace el canelo. Por cierto ¡este color nuevo apesta!*- Esta bien, ya me has dado mucho mas de lo que pensaba sacar... Chasqueo los dedos, y desapareció todo el fuego dejando el lugar muy oscuro.- Por si alguna vez me buscas, me llamo Crash. Aunque se que o acabaras muerta, o muy lejos de aquí. Es una pena, en el fondo pareces buena chica. Dijo poniéndose de pie. La dio la espalda para avanzar hacia su sucia capa ya no tan blanca, sacando el móvil y escribiendo un mensaje donde el contenido de este no se podía leer pero si el destinatario si se fijaba muy bien " Merc.Cazador" y avanzo. Una vez que la cogió del suelo se giro para verla por ultima vez. Con los ojos totalmente carmesí, incluso iluminando su rostro como si de un demonio se tratase.- Espero que no se te olvide nunca, si atentas contra mi, o mi familia lo pagaras... Y esa vez no seré la persona buena que mostré hoy.Dijo muy alto para que la escuchara bien. Él se quedo mirando a la joven, esperando que se fuera. En realidad no le importaba estar aquí y con ella, pero se mostraba con prisa. Nunca fue una rehén, pero tampoco una nueva amistad al parecer. En el fondo solo esperaba que si volvían a verse fuera no fuera para tener que matarla, si no tal vez para conocer su nombre y que mostrara su lado menos ladrón. El rubio siempre pensando lo mejor de la gente, bueno no siempre fue así... su época mas oscura ni siquiera preguntaba.
- Crash
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Re: Zona abandonada
El fuego desapareció y, con él, todo vestigio de calidez. El vaho producto del frío emanó, otra vez, a través de los labios de Lisbeth en cuanto oyó las frías palabras del vampiro. Frunció el ceño y se puso de pie, sacudiendo levemente su ropa. ¿Cómo era eso de que estaría seguramente muerta o muy lejos de aquí? Vio que el tal "Crash" sacaba su móvil. ¿De qué iba todo esto tan de repente? Aunque pudiera haber preguntado, prefirió callar. El silencio no es tiempo perdido y era mejor reservarse ciertas cosas. Además le alegraba, por cierto, que toda esa sarta de mentiras le hayan servido de algo.
Divisó el brillo carmesí de sus ojos mientras se cruzaba de brazos. Soltó una carcajada ante su amenaza y lo saludó con una mano de forma encantadora cual dama inglesa.
- Mejor resérvate las amenazas para quienes realmente deben escucharlas, lindo -advirtió, cándida y jovial-. En lo que a mí respecta, tú y los que estaban en esa casa me importan poco y nada -se encogió de hombros y sonrió de lado, mientras un brillo misterioso y sagaz surcaba sus resplandecientes ojos azules, en contraste con los rojos sangre de él. Esta vez no mentía, pues allí no se hallaba lo que en verdad buscaba.
Al parecer, tanto murmullo y tango fueguito provocó que varios Nivel E de la zona se acercaran. Lisbeth los percibió a escasos metros, ocultos entre las construcciones. Al ver que Crash seguía allí, entrecerró los ojos.
- Bueno, yo no quiero compañía extra, no sé tú.. así que bye bye -se despidió, cantarina, y comenzó a alejarse del lugar jugando entre los edificios y distrayendo a los torpes y sanguinarios vampiros. Crash sería, probablemente, una presa mucho más llamativa, pero claro que tres pobres humanos caídos en desgracia y convertidos en eso no le serían ningún riesgo. Por lo tanto, Lisbeth aprovechó su oportunidad, como siempre.
- ¡Si hay próxima vez que al menos sea con una pizza! -gritó, riendo, mientras desaparecía del lugar, no sin antes haber pasado por su preciada mochila que tantas verdades ocultaba.
Divisó el brillo carmesí de sus ojos mientras se cruzaba de brazos. Soltó una carcajada ante su amenaza y lo saludó con una mano de forma encantadora cual dama inglesa.
- Mejor resérvate las amenazas para quienes realmente deben escucharlas, lindo -advirtió, cándida y jovial-. En lo que a mí respecta, tú y los que estaban en esa casa me importan poco y nada -se encogió de hombros y sonrió de lado, mientras un brillo misterioso y sagaz surcaba sus resplandecientes ojos azules, en contraste con los rojos sangre de él. Esta vez no mentía, pues allí no se hallaba lo que en verdad buscaba.
Al parecer, tanto murmullo y tango fueguito provocó que varios Nivel E de la zona se acercaran. Lisbeth los percibió a escasos metros, ocultos entre las construcciones. Al ver que Crash seguía allí, entrecerró los ojos.
- Bueno, yo no quiero compañía extra, no sé tú.. así que bye bye -se despidió, cantarina, y comenzó a alejarse del lugar jugando entre los edificios y distrayendo a los torpes y sanguinarios vampiros. Crash sería, probablemente, una presa mucho más llamativa, pero claro que tres pobres humanos caídos en desgracia y convertidos en eso no le serían ningún riesgo. Por lo tanto, Lisbeth aprovechó su oportunidad, como siempre.
- ¡Si hay próxima vez que al menos sea con una pizza! -gritó, riendo, mientras desaparecía del lugar, no sin antes haber pasado por su preciada mochila que tantas verdades ocultaba.
- Lisbeth C.
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Re: Zona abandonada
*Como veis, el color esta en negociación con el user. Crash se quedo mirando como la joven de pelo violeta se iba, con una sonrisa picara en su rostro. No entendía por que se había comportado tan bien con la persona que podía llevar a la tumba a Sasuke y al resto de esa sala de estar. Pero, se a veía buena chica para ser una ladrona mentirosa y chantajista. Ay Crashito, lo tuyo es para enmarcar en la pared. Y luego todos pensaran que extraña a esa loca de Fraiah, ja. O tal vez sea solo imaginaciones mías.
Ups, los niveles E... Esos seres que una vez fueron humanos, se lanzaron a por Crash. Él inmóvil desde su posición dejo que se acercaran mas y mas, hasta que solo unos pocos metros les separaban. Entonces velozmente ataco el primero, lanzándose al cuello del rubio, con rabia e ira. Pero, a centímetros se quedo cuando Crash de un solo movimiento le corto la cabeza con su katana en dos. Antes de que los sesos del primero tocaran el suelo, ya estaban ardiendo los siguientes... Aun conservaba sus ojos color carmesí de antes, con lo que le facilito todo esto. Uno a uno, fueron cayendo muertos al suelo. Con movimientos de katana, cortaba a sus victimas y con la mirada los quemaba. Hasta que solo quedo uno, asustado y apunto de huir aunque ya no tenia escapatoria alguna. Él miraba a Crash como si aun fuera humano, pero de eso ya había desaparecido todo. Con una pequeña sonrisa en el rostro se dio la vuelta, pensé que lo iba a dejar con vida pero como bien dije antes, no lo era y por sufrió lo mismo que sus compañeros. Ser quemado, y desaparecer de esta tierra en la que aun no había cura para ellos. Porque de haber cura, Crash seguro que lucharía por la vida de estos pobres inocentes. Y con esta refresion para él y para mi, se marcho lento hacia un lugar mas tranquilo donde pensar sus siguientes pasos.
Ups, los niveles E... Esos seres que una vez fueron humanos, se lanzaron a por Crash. Él inmóvil desde su posición dejo que se acercaran mas y mas, hasta que solo unos pocos metros les separaban. Entonces velozmente ataco el primero, lanzándose al cuello del rubio, con rabia e ira. Pero, a centímetros se quedo cuando Crash de un solo movimiento le corto la cabeza con su katana en dos. Antes de que los sesos del primero tocaran el suelo, ya estaban ardiendo los siguientes... Aun conservaba sus ojos color carmesí de antes, con lo que le facilito todo esto. Uno a uno, fueron cayendo muertos al suelo. Con movimientos de katana, cortaba a sus victimas y con la mirada los quemaba. Hasta que solo quedo uno, asustado y apunto de huir aunque ya no tenia escapatoria alguna. Él miraba a Crash como si aun fuera humano, pero de eso ya había desaparecido todo. Con una pequeña sonrisa en el rostro se dio la vuelta, pensé que lo iba a dejar con vida pero como bien dije antes, no lo era y por sufrió lo mismo que sus compañeros. Ser quemado, y desaparecer de esta tierra en la que aun no había cura para ellos. Porque de haber cura, Crash seguro que lucharía por la vida de estos pobres inocentes. Y con esta refresion para él y para mi, se marcho lento hacia un lugar mas tranquilo donde pensar sus siguientes pasos.
- Crash
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