Natsuki Sugimura

Es una joven alegre y espontánea. Es atrevida y bastante extrovertida. Quizá estas cualidades se deban a sus increíbles dotes para la actuación. Natsuki puede decir y hacer lo que quiera, que muchas personas lo creerían si no tienen un buen ojo para detectar las farsas. Es muy sincera y siempre va de frente, aunque como todos los adolescentes de su edad, tiene las características crisis que rondan su edad. Suele llorar por cualquier cosa, volverse histérica e insoportable. Sin embargo, posee un gran corazón y es muy madura para su edad. Desde pequeña la educaron de ese modo para que no deba depender de nadie. Pero, pese a eso, le tiene mucho miedo a la soledad. Otro dato importante a destacar es que es muy difícil que ella le caiga mal a alguien, pero hay muy altas probabilidades de que las demás personas le caigan mal a ella. Es una jovencita orgullosa, decidida y lo suficientemente testaruda como para discutir con todos y por todo. Goza de ser bastante popular en su año, pues es la Presidenta del Club de Teatro. Tiene un gran talento e imaginación para programar obras y festivales. Es una líder nata, por lo cual tiene muchos amigos que la aprecian. Sin embargo, ella confía en muy pocos, pues conoce la falsedad de la gente y la conveniencia con tal de arruinarte y adquirir un poco más de fama. Es muy competitiva, pero respeta las reglas del juego.

Natsuki es la hija menor de la familia Sugimura, la cual goza de una posición social alta y respetable. Sin embargo, siempre ansiaron más. a decir verdad, los padres de Natsuki son lo suficientemente egoístas y superficiales. Por suerte, su hermano jamás fue así. Por este motivo, sus padres siempre lo dejaron más a un lado, pues Natsuki había recibido aquella educación que consistía en "amor al dinero". Cuando era más pequeña se notaba demasiado aquella influencia, por lo cual nunca jugaba con su hermano. Ella, al igual que sus padres, le dejaba de lado. Pero a medida que fue creciendo, comenzó a ver otras cosas; comenzó a darse cuenta de la realidad. Su hermano fue el causante de ello en gran medida, pues comenzaron a hacerse más cercanos gracias a un viaje escolar. Siempre tuvo un gran aprecio hacia su hermano mayor desde entonces, pero a su vez siempre se mostró demasiado orgullosa con él. Siempre padecía bajo sus bromas y chistes, por lo cual lo ignoraba gran parte del tiempo. Él siempre le tomaba el pelo. Pero, cuando Natsuki cumplió dieciséis años, todo cambió drásticamente.
Como se ha mencionado con anterioridad, los padres de los hermanos eran capaces de cualquier cosa con tal de obtener más poder social y más dinero. Entonces, comprometieron a Natsuki con un joven aristócrata de una familia adinerada. ¿Por qué lo hicieron? Bueno, en un principio no era la idea que ella contraiga matrimonio con el hijo mayor de aquellos, sino que la idea original consistía en unir a Shima con la hija menor de los mismos. Este, con su personalidad particular y completamente ajeno a las dependencias materiales, se rehusó. Y con su mayoría de edad dejó la casa. Por lo tanto, ¿qué le quedaba a la familia Sugimura? Una linda jovencita tierna y manipulable. Pactaron el matrimonio entre ella y aquel joven, entonces. Natsuki jamás se percató de la pesadilla que aquello sería, hasta que comenzaron "los almuerzos familiares". Shima no estaba allí para presenciar aquello, y ella lamentaba profundamente el no haberse ido con él cuando partió. Su hermano había tenido razón en cada palabra: sus padres eran una porquería, unos avaros a los cuales no les importaba nada que no fuera su propio trasero. Aunque el joven aristócrata fuera un buen partido, no despertaba nada en su pequeño corazón.
Una noche de invierno, mientras hablaba por teléfono con Shima, él le contó acerca del pueblo al cual había ido. Cómo era y dónde se había establecido. Incluso de lo que trabajaba. También le comentó sobre una Academia que tenía buena reputación, y que sería buena opción para que ella estudiase allí. Entonces, Natsuki despertó aquella ansiedad y aquel deseo: se iría a estudiar a la Academia Cross, y viviría con su hermano en aquel pueblo solitario y tranquilo. Al consultarlo con sus padres, los pobres ingenuos creyeron que ella en verdad quería ir allí por interés intelectual. Patrañas. Ella solo quería quitárselos de encima el mayor tiempo posible. Sabía que no podía romper el lazo entre las familias, pero por un tiempo estaría tranquila. Ellos habían dicho que contraerían matrimonio cuando Natsuki cumpliera diecisiete años.
Así fue como la joven acabó en la enorme Academia Cross. No tenía ni idea del verdadero lugar al cual estaba ingresando. Y actualmente, tras un año de estar allí, tampoco lo sabe. Simplemente disfruta de sus días, siendo Presidenta del Club de Teatro y respirando todo aquel aire libre que sus padres le privaron en sus más tiernos años. Su vida junto a Shima es tranquila y segura, al menos lo es de momento. El único problema que ronda la cabeza de Natsuki ahora es que ya tiene diecisiete años, y en cualquier momento la arrancarán de este pueblo por las buenas o por las malas. No hay noche en que no salga a pensar intentando encontrar una solución para el asunto. Ella no quiere casarse, no quiere estar con un hombre al cual no ama. Hará lo que sea por librarse de la situación, pero mientras tanto no deberá descuidar sus obligaciones como parte del alumnado ni sus aspiraciones a futuro.  

- Le gustan mucho los dulces.
- Suele salir a pasear de noche, pues le agrada la soledad de las calles para sumirse en sus pensamientos.
- Detesta que sus amigas quieran ir a su casa solo para ver a su hermano.
- Utiliza lentillas violetas debido a dos motivos: como su hermano utiliza una roja por mera diversión, ella quiso hacerle la contra como típica hermana menor; por otro lado, además, detesta que sus amigas le digan que es muy parecida a él, entonces por mero capricho decidió cambiar el color de sus ojos de esa manera, al igual que su corte de cabello, pues antes lo llevaba más disparejo y despeinado, al igual que su hermano.
- Siempre tuvo la ilusión de ser aprendiz de mago algún día en su vida, por lo que tiene una gran cantidad de libros que utiliza para aprender trucos de magia por su cuenta.
- Le encantan las obras de Shakespeare y las tragedias griegas.
- Suelen llamarla por formas abreviadas de su nombre, como Nat o Natsu.
- No conoce el secreto. Es decir, no tiene la menor idea acerca de la existencia de vampiros. Aquello, para ella, es mera fantasía digna de la buena literatura.