Discoteca

(espero a la salida de la discoteca a mi nueva victima,lo de siempre ...este era el típico guaperas ,no se ria muy dificil,bueno cuando nunca a sido dificil ,salio de alli acompañado por una chica borracha ,se montaron en el vehículo y se fueron a un descampado cercano ...una vez alli empezaron a liarse cuando llame a la puerta del vehiculo ,salio muy cabreado pero se le paso rapido sobretodo cuando se vio sin un brazo ,al segundo sin dos y luego sin cabeza,la chica del coche borracha al ver la escena salio corriendo de alli como podía ,le lance un kunai al tobillo que le hizo caer por un barranco ,aun seguia viva pero no la remate solo había visto un hombre con sombrero y si no la atendía deprisa morirá una pena ,sali de alli )

Lo necesitaba, lo necesitaba...
Ya no podía esperar a que las víctimas viniesen a mi, necesitaba ir a por ellas, en cierto modo me gustaba ver en sus ojos como perdían la vida, como sufrían por su crimen de haber fastidiado a la sociedad, como pagaban por ser lo que eran.
¿Que mejor sitio como una discoteca? Muchos de esos imbéciles iban ahí para relacionarse, y yo no mato sin una causa, si la causa no viene a mi, yo iré a ella.
Parecía que era mi día de suerte, un par de macarras parecían acosar a una chica. Pedí algo de beber, algo que no fuese alcohólico pues lo repelía, pero tampoco agua, más bien una bebida.
No quería matar a gente que a mi parecer no había hecho nada, aunque era muy tentador, no era de ese tipo de asesinos, por favor, ¡Soy más digno que eso!.
Salieron, y yo salí detrás de ello. Con suerte, se metieron en un callejón para fumar unas hierbas raras, detrás de la discoteca, la verdad es que bien se escondían, lo que hacían debía ser ilegal.
Me acerqué, uno de los tíos, seguramente el macho alfa, saltó:
- Oye, ¿Que miras pedazo sunormal?
Respondí con una sonrisa, que pronto se transformó en una risa, quizás de enfermo mental, da igual, no me importaba. IBA A ACABAR DE UNA VEZ CON SUS VIDAS, ME MORÍA DE GANAS.
Me miraron raro ante mi reacción, quizás alguno se percató de que no era normal eso y se asustó, otros no, posiblemente me tomasen como un pobre mendigo enfermo del coco que los quería asustar, y bajo el efecto de las drogas, estarían todavía peor.
Me acerco al macho alfa y lo cojo por el cuello con una mano, levantándolo del suelo. Con la otra, cojo un tornillo de mi bolsillo y se lo clavo en el corazón, rápidamente, para que no escapasen como conejo, me ocupé de todos y cada uno de los que quedaban. Viendo en cada uno de sus ojos como se desvanecía su inútil y miserable vida.
Una vez el trabajo hecho, dibujo un tornillo en la pared, y tiro unos cuantos, y sin prisa desalojo el sitio, con la satisfacción del trabajo bien hecho.