Enfermería

Kai sonrio aun mas ante la reaccion de Ziel, fue a gastarle otra broma, como hacia antes, pero escucho la voz de Yagari detras de la puerta.
Se levanto y abrio la puerta descubriendo a Yagari llevando a una chica en brazos
- ¿Que ha pasado?- pregunto mientras que cogia a la chica que Yagari llevaba en brazos y la tumbo en una camilla con rapidez para poder atenderla entre el y Bella

Escucho la pregunta de Yagari refiriendose a Ziel, era mejor que el tan solo supiera que Marcus habia hecho de las suyas y no que la razon por la que lo habia hecho habia sido un trato que hubieran hecho.
-Marcus lo ataco, casi lo mata- realmente no estaba mintiendo, tan solo omitia una parte de la historia, reservaba informacion, de esa manera no se sentia porque no estaba mintiendo a su jefe, aunque seguramente, Yagari tendria ya una idea de lo que realmente habia ocurrido y por que Ziel estaba en la enfermeria en esas condiciones.

De repente la humana desperto, gritando a Yagari, no entendia nada, encima que Yagari la ha salvado..., y sin más se marcha; Tsk, niñas tontas... Se sento en una camilla dejando espacio a Bella y escucho sus palabras, la verdad es que eso le preocupaba bastante, deberian cambiar de sitio, ahora Ziel no estaba alli seguro.
-Debemos sacar a Ziel de aqui, llevemoslo a casa de Kasha, alli no hay mucho espacio para todos, pero nos apañaremos y ademas la mayoria de las noches dormimos fuera - dijo mientras que se levantaba de la cama, el cargaria con Ziel hasta alli, seguramente Kasha este en casa, hoy no habia misiones para ella

Bella le quito la via y se aparto para que pudiera acceder a Ziel y cogerlo en brazos.
- Se que no soportas a Kasha, pero vas a tener que aguantarte un par de dias, sera tu castigo por darnos este susto a todos, ¿de acuerdo?- le dijo mientras que se acercaba a el- espero que Kasha no haya desordenado la casa entera nada mas llegar- penso en voz alta. Cogio a Ziel en brazos pasando uno de sus fuertes brazos por debajo de las rodillas y el otro cogiendolo por la espalda y alzandolo.
- ¿Vamos?- dijo a Bella mientras que salia por la puerta

Miré a la chica de la camilla contigua, y luego a Yagari. A este hombre no se le iba el mal genio, ni con una situación así de peliaguda. Lo raro es que no hiciera la pregunta de mi estado. Suspiré, para después sonreí infantilmente, llevando despacio una mano a la nuca y dejando que contestara Kai. Sí, yo no me sentía con el valor de poder responder.
-Bella... - Musité cuando la chica dijo que lo mataría, sorprendido de sus palabras. No, no quería que ella se convirtiera en una asesina por eliminar a Marcus. Estaría volviéndose de la misma condición, aunque fuera por venganza.

Volví a mirar a la chica que yacía en la cama, y pensé en la situación similar que habrían tenido que experimentar Kai y Bella. La verdad es que me hizo sentir mal. Yo no quería que ambos se preocuparan ni nada, y al final era lo que menos había conseguido. La sonrisa se borró de mi cara poco a poco, a medida que Yagari iba dejando el resto de información. No conocía a ese tal "Zero", pero no me gustaba la idea de que estuviera esa asesina en todo esto. El cazador estaba para de salir, cuando la chica de la camilla despertó. Para colmo le tocaba la moral a Yagari. Por una parte la apoyaba, pero por otra pensaba en el mal que hacía. Ese hombre era un cascarrabias. Encima que después de que la traía hasta aquí y evitaba su muerte, se lo agradece de ese modo. Solté una pequeña risa cansada, mientras la chica salía perfectamente de la enfermería. Suerte para ella. A lo mejor la próxima vez, Yagari no estaría ahí. Y a este último, le estaba bien empleado la contestación, por mal genio. Aunque en el fondo no me ponía de ninguna de las dos partes. Pese a que el comentario del cazador me hiciera decantarme por uno de los dos bandos. - Puede. Pero seguro que yo no conozco a alguien tan borde y áspero como tú. - Dije con una sonrisa agradable en el rostro. Cascarrabias, hmph. Aunque era cierto que era un estúpido como decía Yagari. Le daba la razón, incluso. Pero jamás se lo reconocería verbalmente.

Mi cuerpo parecía no dar más erguido. Habría caído de nuevo a la camilla, si no fuera porque Bella llegó antes y decidí apoyarme en ella como alternativa. Agarré su mano, cerrando los ojos. Sonreí y moví el pulgar para acariciar el dorso de su mano. - Claro... - Aún no tenía la suficiente fuerza como para levantarme, pero con las bolsas de sangre, no tardaría mucho en volver a estar danzando por los pasillos. Aunque por el momento no parecía estar a salvo allí. ¿Y por qué tenía que ir a casa de esa mujer? Rodé los ojos, dejando que me cargaran como si fuera una muñeca, libre de vías otra vez.
-Entonces no me queda otro remedio que volver a establecerme para salir de allí - Murmuré con el cejo fruncido. Apoyé la cabeza en el pecho de Kai y dejé que me transportaran como si fuera una muñeca.

Entre por la ventana de la enfermeria y deje a Ziel en una camilla, con una mano, cure sus heridas, era normal que se hubiera desmayado, ni si quiera yo aguantaria tanto con unas heridas como esas.
Una vez que cure sus heridas, entablille mi muñeca rota con bastante dificultad y tape la brecha de mi frente. Mientras que hacia esto, un cazador del mismo rango aparecio en la enfermeria, llegaba un poco tarde para echarme una mano, era lo que me fastidiaba de los cazadores, siempre iban a su bola y llegaban cuando la situacion ya no tenia remedio.
- Llegas tarde, vete a hacer otra mision, a partir de ahora, vigilar al mocoso es asunto mio- dije girandome para mirarlo
- No puedes hacer eso, es mision nuestra, tu tienes otras misiones mas importantes que la de vigilar a un simple crio-dijo el cazador
- Supongo que te han contado lo que ha pasado, se que mas de uno se quedo observando, te parece que lo que ha hecho es de un simple crio?, ademas, no me fio de vosotros, para vosotros tan solo es una carga de la que os quereis librar, y Nokku lo necesita vivo, al igual que yo y si ha actuado asi, en parte es por culpa vuestra, no sois capaces de controlaros, lo tratais como un saco de boxeo y os habeis olvidado de que es una persona y supuestamente es lo que protegemos, no lo que matamos- dije mientras que cogia una manta de un armario y se la ponia por encima a Ziel.
- Hizo un trato con un vampiro, no merece mejor trato que ese, y aun asi, el trabajo de niñera, tu lo detestas y es trabajo para los novatos- dijo el cazador intentando salirse con la suya.
- Es cierto, odio ser niñera, pero tampoco quiero que acabe muerto, asi que, os hare un favor, yo me quedo con la mision de niñera, y vosotros con mis misiones, y ahora largate- me sente en el marco de la ventana con una pierna dentro de la enfermeria y la otra colgando por fuera.
- Tsk, conseguiras acabar con nuestra paciencia, pero la verdad, mucho mejor, no queremos seguir vigilandolo
- Creo que voy a llorar por haceros perder la paciencia- dije burlandome del cazador, la verdad era que Ziel habia conseguido sacarme de mis casillas y eso hacia que la tomara con todo aquel que se me ponia delante- y ahora, puesto que vuestra mision ya no es esta, no quiero ningun cazador cerca de Ziel ni a un Kilometro a la redonda, que a ningun cazador se le vuelva a ocurrir ponerle una mano encima y mucho menos intentar matarlo, si alguno lo hace, dare el aviso a Nokku y Nokku enfadado..., ya sabes que eso no es una buena idea- al final el cazador se marcho maldiciendo por mi actitud. Realmente, mi actitud y mi borderia habian aumentado hasta tal punto que hasta a veces a Kai le resultaba complicado aguantar, aunque cuando a el lo tenia cerca procuraba controlarme, no queria que se alejara de mi.
Me tumbe en el alfeizar de la ventana mirando a la oscuridad, vigilando que nada ni nadie se acercara de mas mientras que tarareaba una cancion infantil, aspecto que aumentaba la sinestrialidad del momento, con la enfermeria a oscuras y mi aspecto magullado y manchado con sangre mia y de Ziel.

No supe en qué momento llegué a perder el conocimiento. Puede que en el camino hasta aquí, pero la pérdida de sangre me desbordó por completo. Y, al igual que la otra vez, una vez que el cuerpo estaba debilitado, esa otra "mitad" cayó nuevamente; dejándome el control para acabar en una inconsciencia. Todo había resultado exactamente de la misma manera que la otra vez. Los motivos de que perdiera el control fueron diferentes, pero terminé inconsciente en otra cama; además de que no recordaba nada en absoluto de esa noche. Hasta que Kasha me lo recordó.

Cuando volví a abrir los ojos el otro cazador ya no estaba en la enfermería. Me encontraba débil, cosa que no quitaba que quisiera incorporarme y salir de allí cuánto antes. Aunque todavía no reconocía en dónde me encontraba, la verdad. Miré el techo, rodando la mirada para la camilla de al lado. Nada, estaba aún tan absorto que no sabía dónde estaba. Pese a la cantidad de días que había pasado entre aquellas paredes y la de veces que recibía sermones en aquella sala. Pero nada. Volví a cerrar los ojos, un poco mareado; pasando una mano por la cara y acabar en el pelo, tirando con la otra de la manta para taparme un poco más. En el trayecto, el tacto notó perfectamente el apósito de la brecha ya curada, y al igual cuando rocé el brazo herido, curioso. Sonreí, con la idea de que había sido Bella quién lo habría hecho. No esperaría jamás que fuera la cazadora quién curó estas feas heridas.

-Bella... - Pronuncié su nombre con una sonrisa, incorporándome en la camilla, con el brazo izquierdo siendo presionado por la herida. Lo que me parecía extraño era que todas las luces estuvieran apagadas, cuando ella nunca lo había hecho.
- ¿Bella? - Pregunté, reparando en esa figura teñida de negro en la ventana, que cantaba una especie de canción de cuna. - ¿Dónde está Bella? ¿Por qué no está aquí? - Cuestioné nuevamente. ¿Por qué Bella no estaba? ¿Por qué curaba mis heridas y ahora se marchaba?

El chico al fin volvia a ser el mismo, la pierna que tenia colgando por fuera de la venta, la meti y me sente quede sentada en la ventana. Mire a Ziel desde ese lugar y pare de cantar cuando pregunto por Bella.
- Lo siento Ziel, pero Bella no ha venido aqui- le dije con tranquilidad, lo ultimo que faltaba era asustarlo, otra situacion como esa ahora mismo no le venia precisamente bien teniendo un brazo roto.
Me percate de que las luces estaban apagadas, razon por la que Ziel no veia mucho alli, asi que las encendi mientras que cerraba los ojos y los volvia a abrir tras desaparecer esa oscuridad que los bañaba ya desde que empezaron a pelearse.
- Como te encuentras?- saque otra manta de un armario y se la puse a los pies de la cama para que la usara si queria y despues volvi a sentarme en la ventana, ese iba a ser a partir de ahora mi lugar de vigilancia, asi tanto vampiros como cazadores no se acercarian, y yo seria capaz de verlos a distancia.

Giré la cabeza hacia esa figura de la ventana. Tenía miedo de escuchar cualquier palabra de esa voz, porque seguramente no habrían buenas noticias por su parte. Efectivamente así fue, cuando mencionó que Bella no estaba allí. Me dejé caer en la cama otra vez, cerrando los ojos. Estaba cansado, pero no quería dormir aún.

-Perfectamente. Solamente estoy cansado. - Dije enorgullecido, limpiando mis ojos de unas lágrimas que habían estado a punto de salir. Esto no era nada comparable a lo que ya había pasado con Marcus, ni con los otros cazadores. Esto eran sólo unos rasguños de nada, que podría provocarse casi en una caída accidental. Sin embargo, la falta de Bella en aquella enfermería era más doloroso que cualquier tipo de herida física. Por eso no quería hablar demasiado de Bella. Adivinaba perfectamente que hacerlo sería igual de doloroso que recordar que Marcus me había abandonado tantos meses. Ellos dos se habían vuelto las dos personas más importantes últimamente, con las que más relación tenía en la Academia.

Di media vuelta en la cama, quedando de lado y de espaldas a Kasha.
- Apaga las luces, quiero dormir. - Murmuré. Tampoco es que fuera a dormir si lo hacía, porque empezaría a revivir lo que acababa de ocurrir, aparte de más de algún otro recuerdo, ya fuera bueno o malo. Y ahora no quería encontrar la soledad, ni entrar en la razón de que ambos se habían ido.

Estaba claro que el chico echaba de menos a Bella, le daba lastima. Intentaria buscar informacion sobre el paradero de Bella para intentar localizarla, aunque ahora seria complicado porque no podia dejar solo a Ziel, ni tampoco en manos de los demas cazadores. Ziel pidio apagar las luces.
- Voy- volvi a activar la oscuridad de mis ojos para poder ver en la oscuridad cuando apagara las luces- Si necesitas algo o tienes hambre, dimelo, estare aqui todo el tiempo- apague las luces, y volvi a la ventana, dejando de nuevo una pierna colgando por fuera de la ventana y el pie de la otra pierna apoyada en uno de los lados del marco de la ventana mientras que apoyaba la espalda en el otro lado.
Una vez que me acomode, volvi a tararear esa cancion infantil que habia conseguido recuperar de sus recuerdos no sabia exactamente cuando

Sabia que tarde o temprano apareceria alguien tocando las narices, pero no sabia que iba a ser tan molesto.
- Tsk, eso se lo hice cuando me intentaba defender de el, y yo no es que haya acabado mejor que el- dije dando un pequeño salto desde la ventana al interior de la enfermeria y sentandome en la cama de al lado de Ziel.
- Y a mi no me eches en cara lo que hagan esos idiotas, no se les puede poner una niñera, y aun asi, eso se acabo, ahora me encargo yo de su vigilancia y proteccion, y creeme, lo ultimo que me apetece ahora mismo es tocarlo- aun recordaba nitidamente ese momento en el que pensaba que el mocoso estaba sentada encima mia con esa mirada y rozando mi cuerpo como otros cazadores habian intentado hacer ya antes

Frío. Esa sensación que creí olvidada volvió a mí. Las lágrimas y el temblor pararon enseguida. Era como una anestesia, donde podría calmar cualquier cosa que sucediera. Entre sueños volvía a ver a Marcus, y me abrazaba como a un hijo, tal y como la última vez. Quizá ese fuera mi último deseo. Hablé en susurros sin darme cuenta.
-Mar...cus... - Otra vez se escapaba ese río de agua de mis ojos. Hacía tanto tiempo que no lo veía ni en sueños, que llegaba a echar de menos sus comentarios ofensivos, irónicos y burlantes.

Fui estrechado por esos brazos más aún, agradeciendo el tacto que hacía tanto tiempo que no tenía. Un abrazo.
-Shh... Shh, Ziel. Ya está, no pasa nada. - Susurró Sempai con la pena en la cara. Él quería simular que era el verdadero Marcus seguramente, para que así mi alma descansara igual que mi cuerpo. Y con suavidad y mimo, Sempai fue recostándome otra vez en la cama, dejándome descansar. Pasó otra vez la mano por mi pelo, despeinándolo un poco. Luego, volvió a mirar a la cazadora. En cierta manera, él se había convertido en una especie de guardaespaldas contra los cazadores. Pero esta vez habían vuelto a actuar antes de que él pudiera impedirlo. Aunque él también sabía que no podía ponerme una cadena en el cuello y encerrarme todo el día en la habitación.

Las cejas del chico se alzaron, y asintió mirando hacia mi cuerpo dormitando. Agarró una mano que tenía extendida.
-¿Otra vez, él...? - No completó la frase, porque tenía temor. Volvió a mirarme, volviendo a acariciar mi pelo; como si supiera que me gustaba este gesto. - ¿Qué pasó esta vez? - Preguntó en un murmullo.
-Se acabó, se acabó. No me lo creo, cazadora. Eso mismo dijo otro de los tuyos y al final han seguido con sus maltratos. ¡Ziel no puede dormir más de cuatro horas por su culpa! Y me da igual si son unos indómitos. ¡Quitarles sus armas y sacarlos de la Asociación! Y no os dediquéis luego a haceros irresponsables de los actos del resto. Además, como si que tú estés aquí va a solucionar que cuando no permanezcas a su lado, cuando se escape, no lo vuelvan a coger. - Negó con la cabeza, suspirando. Era escurridizo hasta para el propio vampiro, no había otra. Siempre fui así de pequeño. - ¿Sabes cuántas veces ha tenido que estar Ziel en esta enfermería, o escondido en la habitación para que nadie lo viera en ese estado? No tienes ni idea. - Sacó los colmillos amenazadoramente a Kasha. Aunque se calmó, acariciando la palma de mi mano con la mejilla.

Ignore sus preguntas, era algo que no debia saber, si luego el se lo contaba, era su problema, pero yo no iba a decir ni una palabra de lo que habia pasado.
- A diferencia de los otros cazadores, yo tengo una razon para mantenerlo con vida, ese mocoso es el hermano pequeño de mi novio, si le tocara, jamas me lo perdonaria, y se que no la ha pasado bien, pero no es mi culpa, yo no puedo controlar a los cazadores que le ponen como vigilantes, pero a partir de ahora, quien se encarga de eso soy yo, por lo que ningun cazador se le acercara, ni si quiera cuando se escape a ver a su amo- dije seria y alerta por si se le ocurria hacer algo mas que enseñar sus colmillos, hacia ya tiempo que habia dejado de fiarse de los vampiros, todos eran igual de traicioneros y este idiota no iba a ser distinto.
- Asi que no la tomes conmigo, porque si no me marcho y vuelvo a mandar a alguno de los cazadores, por que la verdad, esta mision es muy aburrida y no es de mi nivel- dije empezando a mover las piernas hacia delante y hacia atras como si fuera una niña pequeña, aunque con un toque siniestro y de enfado

A Sempai no es que le hiciera excesiva gracia la cazadora, y menos oír que ella era ahora la encargada de cuidarme. Él llevaba varios meses encargándose de los cuidados de un humano tan simple como yo. Por el mero hecho de que le recordaba a su hermano pequeño.
-No me importan tus razones, solo que lo mantengas con vida. No merece morir tal y como quieren tus compañeros. Entonces si tú no los puedes controlar, yo tampoco me controlaré a la hora de hacerles lo mismo que a Ziel. - Mencionó, serio y tajante. - Y claro, no será obra mía, porque "hacer por hacer no es pecado". E igual que dices que no se acercarán a él, estarán esperando oportunidad y cuando se escape, dudo de que no quieran perseguirlo y llegar hasta Él. Porque total, tú no puedes controlar a esos cazadores. - Recordó, mirando de reojo el cuerpo tendido en la camilla con semblante amenazador. Apretó la frágil mano que tenía agarrada. Sempai estaba cansado de tener que ver esta escena todas las noches. Y no se disponía a dejar que volviera a pasar. Pues en la imagen de un rostro como el mío, él lograba ver su pasado; al igual que otra gente confirmaba.

-Márchate entonces, cazadora. Y mándalos, que los estaré esperando impaciente. - Se sentó en un sillón, la lado de la camilla, volviendo a mirar el rostro dañado y herido que yacía inconsciente sobre la camilla. Acarició otra vez mi pelo, con la intención de tranquilizar hasta mis más sufridas pesadillas.
Sempai volvió a levantarse de un salto cuando Bella entró por la ventana. ¿Otra inquilina más? ¿Qué querrían toda esta gente de un ser tan indefenso y común como era Ziel?
-Buenas noches. - Saludó, clavando sus ojos ambarinos en los de la muchacha recién llegada, sin soltar esa mano llena de rasguños.

- No te voy a impedir que los mates, realmente, me da igual si los matas, pero ten en cuenta que si lo haces, pasaras a las listas de cazadores y entonces Ziel no tendra a su sempai protector- dije levantandome de la cama aburrida y metiendo las manos en mis pantalones cortos.
- Ademas, los cazadores conocen muy bien mi mala leche y si se interponen en mi camino, saben que no les espera nada bueno, por eso, aunque se escapen no se acercaran por miedo a que este observando, es cierto que no puedo controlar que le hagan daño cuando lo tienen cerca, pero si puedo controlar que no esten cerca de el.- dije encogiendo los hombros y moviendo una de las manos aumentando la atencion del vampiro hacia mi.
En ese momento Bella aparecio, la verdad es que no sabia si enfadarme o no, tanto Kai como yo, pensamos que ella estaria alrededor de Ziel y evitaria que recibiera golpes de los cazadores, pero al parecer no. Fue una mala idea marcharse y alejarse de Ziel para dejarle espacio y disminuir su estres, de esa manera, creia que evitaria que no volveria aparecer es ser de aquella noche, pero la verdad es que empeoraba por momentos.
Me quede mirandola seria en la oscuridad con esos ojos repletos de oscuridad y pincelados con calaveras que me daban la ventaja de ver en la oscuridad. Yo no iba a ser la que le dijera que habia estado mal abandonar a Ziel, porque yo tambien lo habia hecho, aunque mi intencion era protegerlo de mi misma, y ademas, ese reproche pertenecia a Ziel, que para eso era su novio, no mio. Eso me hizo pensar de nuevo en la escena de apenas una hora donde Ziel habia intentado violarme y me habia roto una muñeca que ahora llevaba entablillada