Cocina

por **Kaien Cross** Lun Ago 23, 2010 4:15 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Cocina - Página 3 30c2ijq

por **Fraiah B. Eslin** Miér Ene 30, 2013 5:14 am

Fraiah sonrió a las primeras palabras de Bella. Realmente deberían hacer una compra grande para esos dos cabecitas de novios. Asintió con la cabeza y dio vuelta los filetes, mientras estos emitían un pequeño chillido. Se acercó a una diminuta ventana y la abrió, de modo que la cocina no se llenase de humo. Suspiró y volvió a su sitio, viendo divertida cómo Bella se las ingeniaba para cocinar. Seguramente nunca había hecho aquello. Era divertido, sí, pero lo hacía bastante bien. Seguramente a Ziel le encantaría.

El tiempo transcurría y no sabían lo que ocurría en la otra habitación de la casa. Había tensión en el aire, lo percibía. Ladeó la comisura de sus labios a un extremo de su rostro. Trató de no darle importancia, pues le interesaba mucho más escuchar a Bella. Ella estaba triste, lo notaba y no le agradaba en lo absoluto. Al igual que Kasha, era una de sus amigas más cercanas. Ojalá pudiera consolarla y decirle que todo estará bien, pero sabía que eso no era posible.

- Mira, me encantaría poder decirte que las cosas saldrán perfectamente y que nada malo ocurrirá, pero seré sincera contigo, Bells, porque eres mi amiga y te aprecio -musitó y la miró a los ojos fijamente. La madurez que Fraiah había adquirido se reflejaba ahora en sus ojos-. Las cosas están difíciles, muy difíciles. Nada está asegurado, esos vampiros nos llevan mucha ventaja, son muy fuertes y no podemos ignorarlos, pero nosotros tenemos algo que ellos no -sonrió y una expresión más cálida se adueñó de sus facciones. Tomó las manos de Bella entre las suyas-. Nos unen lazos; lazos de amistad, amor, protección... es algo que ellos no tienen, que jamás podrán tener. Es por eso que podemos ser más fuertes y hacerles frente. Lo lograremos, Bells. Por más difícil que sea la situación, lo lograremos. No nos dejaremos vencer, ni por ellos, ni por este pueblo maldito, ni por nadie. Todos para uno y uno para todos, ¿no? Podremos contra ellos. El miedo será nuestra fuerza, porque cuando hay algo importante que proteger, es imposible que incluso el peor de los males pueda contra ello.

por **Bella.N.Gring** Miér Ene 30, 2013 5:17 pm

Iba dejando las tortitas en un plato pequeño según iba acabando, en total hice cinco. Las puse encima de la mesa con un cuchillo y un tenedor. Abrí la nevera...¿habrá leche? Miré por toda la nevera y por fin la encontré. La eché en un pequeño cuenco y lo dejé al lado de las tortitas. ¿Cuando llegará Ziel? Estará teniendo una "agradable" charla con Kasha y Nokku.

Escuché las palabras de Fraiah atentamente. Lo sé, las cosas están bastante dificiles... suspiré apoyándome en la encimera. ¿Cómo seríamos capaces de hacerles frente? Somos más en número, pero no les llegamos ni a la suela de los zapatos en cuanto a poder y crueldad, frialdad... Son asquerosos. Aunque las últimas palabras de Fraiah me hicieron sonreír, sí, teníamos todos unos lazos muy fuertes que nos unían. Cuando Fraiah me cogió las manos sonreí.

Es verdad... Y con eso les llevamos muchísima ventaja. De hecho podemos usarlo en su contra también. Ellos nunca se unen para atacar, sino que atacan por separado... Y ahora me daba cuenta, soy estúpida. Me llevé una mano a la barbilla pensativa. Si atacan por separado tenemos muchísima ventaja! Dije emocionada. Sí, todos ellos son muy poderosos pero nunca les hemos podido atacar cuando estaban solos. En la fiesta estaban todos juntos pero al mismo tiempo separados y nos dispersaron a todos. Si esta vez les atacamos todos uno por uno podríamos llegar a vencerles de ese modo.

por **Fraiah B. Eslin** Jue Ene 31, 2013 3:32 am

Fraiah asintió ante sus palabras. Le agradaba verla sonreír después de todo. Las cosas se presentaban muy difíciles, pero habían logrado vencer cada uno de los obstáculos que se les presentaron, y este definitivamente no sería la excepción. Expulsarían a esos vampiros de este pueblo, pues por más malditas que sean estas tierras, eran suyas más que de ellos. Esos seres sólo se encuentran allí como "turistas"; como "invitados no deseados". No tenían derecho a nada allí, pero se estaban atreviendo demasiado a abusar de la confianza de la gente que los rodeaba.

- Tienes razón. Siempre se llaman "hermanos" entre sí pero no conocen nada acerca de la verdadera fraternidad. Ellos están solos en el mundo, no tienen nada, por eso expresan su odio hacia la realidad que los rodea de aquel modo tan sádico. No saben cómo hacerle frente a su pasado, quizás. Si todos tomáramos esa determinación, el mundo sería un desastre, ¿no crees? Pero es sólo una suposición. Me encantaría saber realmente qué cosas pasan por sus mentes -dijo mientras regresaba al lado de la ornalla de la cocina, apagando el fuego y depositando los filetes ya listos en un plato, junto con la ensalada. Suspiró y sonrió-. Ya está. Ahora me pregunto si ya habrán concluido, sino se va a enfriar -musitó mirando el platillo de comida ahora entre sus manos.

por **Ziel A. Carphatia** Miér Feb 06, 2013 10:56 pm

Volví de nuevo a la cocina, apoyándome en algunas ocasiones con la pared. Había aprovechado para ir a la habitación de Kai y utilizar la ducha, saliendo ahora con el pelo mojado y algo de ropa de "cazador" que le había cogido. Parecía algo siniestro. La ropa me quedaba grande, y dado el aspecto de niño que tenía, parecía algo macabro. Pero no era plan de tener que salir a la calle con el uniforme ensangrentado, la verdad. Además, ya que estaba, había devuelto el parche a mi ojo derecho, tapándolo un poco también con el pelo. No quería ir mostrando a todo el mundo la señal de mi ojo.

Según llegué, volví a caer encima de la silla de antes, pegando la nuca contra la pared. Suspiré, mirando a ambas chicas. Faltaba Kai. Seguramente también habría ido a la otra habitación.
- Espero que ninguna de las dos hagan caso a esos dos. Quién sabe lo que se les puede ocurrir. - Advertí a ambas, riéndome. Podía olerse a distancia lo que pretendían los dos cazadores. Y no me gustaba ni un pelo. Ni como humano, ni como siervo.
Sonreí mirando la comida que habían preparado entre ambas. Cogí un tenedor y acerqué el plato de tortitas, empezando a comer. "Bella, no quiero que participes con ellos. Bajo ningún concepto, por favor". Hablé en mi cabeza, dispuesto a que ella me escuchara con sus dones. Le había pillado el tranquillo a eso de "hablar" mentalmente. Aunque era realmente ella la que andaba escuchando y hablando en mi cabeza.

por **Fraiah B. Eslin** Jue Feb 07, 2013 2:11 am

Mientras esperaba la respuesta de Bella, sujetó el plato entre sus manos. Se lo llevaría a Nokku en breves, pues mientras hablaba con Kasha podría probar bocado. Necesitaba alimentarse y recuperar fuerzas. Había gastado demasiada energía valiosa en la misión de hoy, y lo mejor sería que acabase toda esa comida, y si era posible que lamiese el plato. Miró a Bella y sonrió de forma carismática.

- Iré a llevarle esto a Nokk, ya regreso -dijo mientras se daba media vuelta para salir por la puerta pero, en ese instante, se encontró de frente con Ziel. Él se dirigió a la silla en la cual se encontraba con anterioridad. Tenía el cabello húmedo y se había cambiado de ropa. Las observó a ambas con unos ojos que se esforzaban por parecer simpáticos y amables. Algo en el interior de Fraiah se removió. Él no tenía por qué fingir que todo estaba bien. Y, al escuchar sus palabras, sintió que un tinte manipulador las envolvía de forma macabra y oscura. No existía inocencia alguna en lo que decía. Ella podía reconocerlo pues, al fin y al cabo, no era muy diferente de él. Su apariencia angelical sólo escondía al monstruo sediento que llevaba dentro. Cerró los ojos unos momentos.

"¿Por qué no le matas y terminas con su sufrimiento? ¿Acaso no ves que ya no desea vivir más? No cometas el mismo error que estás cometiendo día a día contigo misma."

Una voz retumbó en lo más íntimo de sus pensamientos. Abrió los ojos con brusquedad y sonrió nerviosamente, saliendo por la puerta. Al otro lado, se quedó recargada sobre la pared, respirando con cierta dificultad. ¿Qué había sido eso? ¿Por qué la garganta le ardía de aquella manera? No, no podía pensar en ello... No podía pensar en las palabras de Katrina y en el fatal destino que le presagiaba. Ella sería fuerte, y lograría sobrevivir y sortear todos los males por sus seres queridos. Emprendió la marcha, entonces, hasta la habitación de invitados.

~~~~~~~~~~~

Regresó a la cocina luego de unos minutos. Se demoró un poco en llegar, pues quería calmar el pulso de su sangre tan acelerado; quería apaciguar el bombeo desmesurado de su corazón, como si éste fuera a salirse de su pecho. Abrió la puerta y, al tocar el pomo, sintió que sus manos estaban transpirando. Tragó saliva. ¿Qué ocurría? Pero fuera lo que fuese, no quería averiguarlo aquí dentro, en esta casa, con tanta gente. Sin embargo, no podía irse. ¿Qué excusa diría? Tenía que volver a la sala y agarrar su maleta y el vestido que había comprado esa tarde junto a Kasha. Una vez hiciese eso, podría largarse, pero Nokku no querría que se vaya sin él. Además, no quería dejarle solo. Ya suficiente había tenido en su día. Quería compartir un poco de tiempo a su lado, pero...

Se desplomó. Fraiah cayó al suelo de repente. Su rostro se había vuelto pálido, más de lo normal, y una ligera capa de sudor cubría varias zonas de su cuerpo. Su cabello, desparramado por el suelo, cubría su rostro entre sus enmarañadas redes. Había perdido el conocimiento, pero en su interior aquella voz no cesaba de pedir sólo una cosa: sangre.

por **Ziel A. Carphatia** Jue Feb 07, 2013 3:44 pm

Miré cómo Fraiah marchaba a llevar ese plato de comida a la otra habitación. Si por mí fuera, dejaría a los cazadores encerrados. Para que hablen bien de sus asuntos, y dejaran de meterse en los de los demás. Partí otro trozo de tortita para llevármelo a la boca. Y aproveché ese momento que la chica se marchó, para hablar en voz alta. Mis ojos fueron a parar en los de Bella.
-Bell, no quiero que participes, por favor. Sé que irán a por Marcus, solamente hace falta ver cómo se comportan cuando estoy delante. - Hice una pequeña pausa, rodando los ojos hacia el suelo. Con el tenedor, inconscientemente, empecé a deshacer la tortita en miles de pedazos. Causa del nerviosismo. Me levanté de la silla y me acerqué a ella. - No vayas, ¿de acuerdo? Quédate en la retaguardia. Si vas al frente, el resto... - No terminé la frase. Ambos sabíamos cómo acababa, sin necesidad de una mirada. Si ella no estaba en la retaguardia, no habría sanadora y... no quería ni pensar en otra masacre. Volví a mirarla sin embargo, con una sonrisa en la cara. Le quité ese mechón con una leve risa y besé su frente, mientras la rodeaba con los brazos. Tampoco quería que viera el trato que me daba Marcus como siervo. Era demasiado vergonzoso y denigrante incluso pensarlo.

La verdad es que temía que Fraiah nos descubriera tan cercanos. Todavía no acababa de acostumbrarme a mostrarme así con Bella, delante de la gente. Así que bajé los brazos que la rodeaban y llevé una mano al pelo, manteniendo la sonrisa. Sonó un pequeño golpe que nos sorprendió a ambos. Si los cazadores estaban en la habitación y Fraiah también, entonces... No. Marcus no. Fue el primer nombre que vino a mi cabeza. Cubrí a Bella temeroso de que éste hubiera entrado en la casa y me acerqué a la puerta con algún mareo. Abrí el pomo, encontrando el cuerpo inconsciente de Fraiah. Me agaché rápidamente para quitar el pelo de su cara.
-¡Bella, rápido, avisa a Nokku! - Apremié a mi protectora, cogiendo a la chica en brazos. Empecé a abofetear su cara. Estaba demasiado pálida. - Eh, eh, chica. Vamos, Fraiah, venga. - Seguramente habría sido una bajada de azúcar o de tensión; pensé. Jamás se me habría pasado por la cabeza que la chica que sostenía en brazos, había sido una vampiro. Hinqué una rodilla en el suelo y haciendo esfuerzo, la levanté en brazos llevándomela al baño.

por **Bella.N.Gring** Vie Feb 08, 2013 4:39 pm

Escuché atentamente las palabras e Fraiah. La verdad es que si, sería una suerte poder saber que demonios pasa por sus cabezas. Yo no podía acceder a sus mentes por desgracia.
En un momento Ziel ya estaba de nuevo en la cocina con una vestimenta completamente nueva y con el pelo mojado. Le sentaba bien ese tipo de ropa. Sonreí viendo como comía las tortitas, espero que le gusten, porque en mi vida he cocinado, pero si que había visto hacerlo bastantes veces. Escuché su voz mentalmente y sonreí. Le miré fijamente y asentí inocente. No tenía pensado hacerle caso pero será mejor que piense que sí que lo haré. Soy a la única a la que Marcus no puede tocar.

Fraiah se fue de la cocina y nos dejó a Ziel y a mi solos, y así poder hablar más tranquilamente. Escuché sus palabras mientras se levantaba de la silla para acercarse a mi. Sonreí y le toqué el pelo mojado. Estaba muy adorable así, muy guapo a decir verdad.
De acuerdo, de todas formas aunque quisiera hacerlo no podría, tengo que curar a los demás y si yo falto... Hice una mueca, algo triste, ahora era demasiado importante lo que había aprendido meses atrás. Rodeé a Ziel con los brazos en un abrazo cálido. Apartó el mechón de mi rostro y sonreí divertida, ese mechón no me va a dejar de dar la lata. Cuando sus labios entraron en contacto con mi frente, sonreí. Me gustaba mucho que hiciera eso. Nunca había experimentado cosas así, y estar con Ziel me da la vida.

Escuché un golpe sordo detrás de la puerta y al principio me asusté al ver la reacción de Ziel, que se puso delante de mí. Cuando abrió la puerta descubrimos el cuerpo de Fraiah tendido en el suelo. Oh dios mío, Frah! grité. Estaba pálida. En su interior algo se repetía pero no lograba percibir el qué, intentaba ver lo que pasaba mentalmente hasta que Ziel me dijo que fuera a por Nokku. Sí, mejor.
Ahora mismo voy! Cuida de ella mientras. Salí por la puerta saltando el cuerpo de Fraiah.

por **Kasha Oskan** Lun Nov 18, 2013 9:31 pm

Entre en la cocina y saque del frigorifico cogiendolo con dos dedos y arrugando la nariz un par de botellas de sangre.
- Tsk, aun no se como podia mantener esto aqui metido con el asco que me da, pero por la pinta que tiene, seguiran habiendo para el mocoso- abri la puerta del microondas, meti las dos botellas y las puse a calentar un poco.
Al poco, ya empezo a oler a sangre con mas intensidad, era realmente asqueroso, pero que le iba a hacer? Cuando ya no pude soportar mas el olor de la sangre, pare el microondas y saque las dos botellas, queria soltarlas lo antes posible, razon por la que sali lo antes posible de la cocina arrugando la nariz

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