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Habitacion de invitados
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Habitacion de invitados
Recuerdo del primer mensaje :
- Kaien Cross
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Humor : Maravilloso~
Re: Habitacion de invitados
La miro y me encojo de hombros mientras me pongo de pie. Duele, duele D:
- ¿Tu crees? -
- ¿Tu crees? -
- Fraiah B. Eslin
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Humor : Volátil
Re: Habitacion de invitados
-si, te relajara los musculos y no te dolera tanto
- Kasha Oskan
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Re: Habitacion de invitados
- Bueno - sonrío y salgo en dirección al baño e.e
- No tardo -
- No tardo -
- Fraiah B. Eslin
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Humor : Volátil
Re: Habitacion de invitados
-de acuerdo-sigo sentada en el marco de la ventana y me pongo a mirar al cielo
- Kasha Oskan
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Localización : en el infierno
Re: Habitacion de invitados
Vuelvo revolviendo mi cabello húmedo y sonrío.
- Mucho mejor.. ¿vamos a ver qué tal está todo en la Academia? -
- Mucho mejor.. ¿vamos a ver qué tal está todo en la Academia? -
- Fraiah B. Eslin
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Humor : Volátil
Re: Habitacion de invitados
-me parece buena idea, quiero ir de nuevo a los caminos, haber si por casualidad esta Lucian, me gustaria que me diese de nuevo un poco de clases
- Kasha Oskan
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Re: Habitacion de invitados
Asiento con la cabecita y la arrastro conmigo saltando por la ventana
- Fraiah B. Eslin
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Re: Habitacion de invitados
me arrastra fuera por la ventana
- Kasha Oskan
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Re: Habitacion de invitados
entro por la ventana y dejo a Fraiah en el suelo y decido salir a dar una vuelta ya que aun no era la hora de mis misiones
- Kasha Oskan
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Re: Habitacion de invitados
Me despierto y me encuentro en la habitación de Kasha. Sacudo la cabeza y salgo de allí.
- Fraiah B. Eslin
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Re: Habitacion de invitados
Llegó con Kai a cuestas. Pesaba más de lo que creía. Me limpié el sudor de la frente, provocado por el esfuerzo de alejar a Kai de aquella situación. Lo peor es que todavía quedaba Kasha, y no resistiría demasiado. Menudo marrón tenía ahora. El debate de seguir con Kai, o ir a salvar a Kasha. Aunque el chico podría seguramente estar quieto un par de horas mientras iba y volvía a por la chica.
Tendí a Kai en la cama y sonreí, intentando contagiar un poco de ánimo al susodicho. - Venga, vamos, esto es pan comido para ti. - Miraba un poco más allá, porque le daba pánico la sangre. Lo sabía y mordía sin cesar mi labio inferior. No creía que pudiera aguantar la presión de ver a mi mejor amigo desangrarse y pasarlo tan mal. Era algo superior a mí. Tampoco sabía qué hacer, seguramente intentar hacer algo por él, sería al mismo tiempo dañar su orgullo. Y no quería perder a Kai en ninguno de los casos. Miró a Kai esta vez en los ojos, intentando aguantar las lágrimas del pavor que le daba ver la imagen de Kai tan demacrada. Toqué con miedo su pelo, intentando llenarle de la serenidad que a mí me faltaba en esos instantes. Me daba miedo perderle. Pero sabía, que al mismo tiempo, Kasha estaría luchando por sobrevivir, y no podía abandonarla por muy mal que me cayese. Juré un día de mi pasado que jamás volvería a dejar a nadie atrás, y eso mismo haría.
- Kai... Volveré en un rato. - Como si de un hermano o una madre se tratara, besé su frente, para darle una palmada suave en el hombro y marchar de allí a toda prisa, en busca de Kasha.
Tendí a Kai en la cama y sonreí, intentando contagiar un poco de ánimo al susodicho. - Venga, vamos, esto es pan comido para ti. - Miraba un poco más allá, porque le daba pánico la sangre. Lo sabía y mordía sin cesar mi labio inferior. No creía que pudiera aguantar la presión de ver a mi mejor amigo desangrarse y pasarlo tan mal. Era algo superior a mí. Tampoco sabía qué hacer, seguramente intentar hacer algo por él, sería al mismo tiempo dañar su orgullo. Y no quería perder a Kai en ninguno de los casos. Miró a Kai esta vez en los ojos, intentando aguantar las lágrimas del pavor que le daba ver la imagen de Kai tan demacrada. Toqué con miedo su pelo, intentando llenarle de la serenidad que a mí me faltaba en esos instantes. Me daba miedo perderle. Pero sabía, que al mismo tiempo, Kasha estaría luchando por sobrevivir, y no podía abandonarla por muy mal que me cayese. Juré un día de mi pasado que jamás volvería a dejar a nadie atrás, y eso mismo haría.
- Kai... Volveré en un rato. - Como si de un hermano o una madre se tratara, besé su frente, para darle una palmada suave en el hombro y marchar de allí a toda prisa, en busca de Kasha.
- Ziel A. Carphatia
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Re: Habitacion de invitados
de repente desperto muy dolorido, pero habia dejado de sangrar, hacia tiempo habia descubierto que se le cerraban las heridas bastante rapido, tardaria unos pocos dias, pero para su sorpresa, no estaba en el parque, estaba en casa de Kasha!!, donde estaba Ziel??, y Kasha??, se incorporo con dificultad y de una mochila que llevaba saco un ungüento que le habia dado su maestro hacia mucho tiempo que cicatrizaba las heridas con rapidez, aunque los huesos eran otra historia, tenia que darse prisa, tenia que volver con Kasha, una vez termino, cogio un botiquin especial que tenia Kasha guardado para casos de emergencia y salio de alli como pudo
- Kai Olivier
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Re: Habitacion de invitados
Yacía dormido cuando Bella dejó mi cuerpo en la cama de la habitación de invitados. Realmente había acabado roto por el cansancio. Tenía un sueno bonito, alegre. De ahí la sonrisa que permanecía entre mis labios. En él, volvía a casa. Es más, estaba en casa.
Desperté entre las altas espigas, tirado en el suelo. Como cuando hacía cuando era pequeño. Hacía tiempo que no recordaba qué olor tenía el campo tras la siembra, ni cómo eran las lluvias estivales. Inspiré el aire, creyendo verdaderamente que había vuelto. Me levanté, comprobando que el campo seguía igual de dorado que el trigo. Y sin pensarlo dos veces, emprendí el camino de siempre hasta casa, corriendo. Emocionado por volver.
Golpeé la puerta a toda prisa, con el pecho accelerado de la emoción de volver a ver a mi madre. Grité su nombre desde fuera y finalmente la puerta cedió. Entré a toda prisa y me senté en la mesa, como solía hacer cuando era pequeño. Y esperé. Quería darle la sorpresa a mi madre de que había vuelto. Que ahora tenía que volver a poner dos platos en la mesa y tendría que volver a regañarme por ser tan distraído. Sonreía, al igual que mi cuerpo exteriormente. No creía para nada que fuera un sueño. Tenía tantas ganas de volver...
Pero mi madre no entró en el salón tras un rato de espera. ¿Mamá? Me levanté para ir a la cocina, pero no estaba. Subí arriba y tampoco. Ni en su habitación, tampoco en el desván ni en el granero. ¿Dónde estaría? Finalmente fui a mi habitación, a recordar cómo era y si era verdad que estaba mi madre en casa. La puerta se cerró tras mi espalda. La única figura que encontré fue la de Marcus. Paciente, con esa sonrisa macabra, esperando como siempre. Empecé a retroceder a toda prisa, sin leer de los labios las palabras que iba pronunciando. Intentaba salir de aquella habitación, sin querer escuchar sus palabras. Tenía que encontrar a mi madre.
En la realidad, fuera del sueño, mi cuerpo empezó a accelerar su respiración, sujeto a la agonía de encontrar a Marcus en mi propia casa. No, aquello no podía estar sucediendo de verdad.
Desperté entre las altas espigas, tirado en el suelo. Como cuando hacía cuando era pequeño. Hacía tiempo que no recordaba qué olor tenía el campo tras la siembra, ni cómo eran las lluvias estivales. Inspiré el aire, creyendo verdaderamente que había vuelto. Me levanté, comprobando que el campo seguía igual de dorado que el trigo. Y sin pensarlo dos veces, emprendí el camino de siempre hasta casa, corriendo. Emocionado por volver.
Golpeé la puerta a toda prisa, con el pecho accelerado de la emoción de volver a ver a mi madre. Grité su nombre desde fuera y finalmente la puerta cedió. Entré a toda prisa y me senté en la mesa, como solía hacer cuando era pequeño. Y esperé. Quería darle la sorpresa a mi madre de que había vuelto. Que ahora tenía que volver a poner dos platos en la mesa y tendría que volver a regañarme por ser tan distraído. Sonreía, al igual que mi cuerpo exteriormente. No creía para nada que fuera un sueño. Tenía tantas ganas de volver...
Pero mi madre no entró en el salón tras un rato de espera. ¿Mamá? Me levanté para ir a la cocina, pero no estaba. Subí arriba y tampoco. Ni en su habitación, tampoco en el desván ni en el granero. ¿Dónde estaría? Finalmente fui a mi habitación, a recordar cómo era y si era verdad que estaba mi madre en casa. La puerta se cerró tras mi espalda. La única figura que encontré fue la de Marcus. Paciente, con esa sonrisa macabra, esperando como siempre. Empecé a retroceder a toda prisa, sin leer de los labios las palabras que iba pronunciando. Intentaba salir de aquella habitación, sin querer escuchar sus palabras. Tenía que encontrar a mi madre.
En la realidad, fuera del sueño, mi cuerpo empezó a accelerar su respiración, sujeto a la agonía de encontrar a Marcus en mi propia casa. No, aquello no podía estar sucediendo de verdad.
- Ziel A. Carphatia
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Re: Habitacion de invitados
Llegué a la habitación dejando a Ziel en la cama con cuidado, tapándole con una manta. Me acerqué a la ventana, cerrando las cortinas para que no entrara mucha luz, además así podría ver a través de ellas sin que nadie me viera a mi. Las calles estaban desiertas.
Hacía tiempo que esto no estaba así, aunque es normal, con los problemas que hay recientemente, la gente no debería salir a la calle.
Supiré. Llevé mi mano hacia mi espalda, tocando levemente la cicatriz. Sabía como se sentía Chlóe. Estábamos marcados de por vida, sea por unas cosas u otras..
Me giré para mirar a Ziel. Sonreía. Tendría un sueño bonito. Al parecer, los sueños son como un mundo paralelo, los cuales pueden transportarte a un mundo más feliz o al peor de ellos.
De repente, la respiración de Ziel comenzó a acelerarse y a poner mala cara. Me acerqué a él y le acaricié la mejilla. Ziel, Ziel despierta.. Dije preocupada. No me hacía gracia despertarle después del duro día que tuvo. Pero si ni en sus sueños puede estar tranquilo, será mejor que despierte y que se vuelva a dormir para olvidar.
Hacía tiempo que esto no estaba así, aunque es normal, con los problemas que hay recientemente, la gente no debería salir a la calle.
Supiré. Llevé mi mano hacia mi espalda, tocando levemente la cicatriz. Sabía como se sentía Chlóe. Estábamos marcados de por vida, sea por unas cosas u otras..
Me giré para mirar a Ziel. Sonreía. Tendría un sueño bonito. Al parecer, los sueños son como un mundo paralelo, los cuales pueden transportarte a un mundo más feliz o al peor de ellos.
De repente, la respiración de Ziel comenzó a acelerarse y a poner mala cara. Me acerqué a él y le acaricié la mejilla. Ziel, Ziel despierta.. Dije preocupada. No me hacía gracia despertarle después del duro día que tuvo. Pero si ni en sus sueños puede estar tranquilo, será mejor que despierte y que se vuelva a dormir para olvidar.
- Bella.N.Gring
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Re: Habitacion de invitados
La voz de Bella no llegaba a mi subconsciente. Y mi cuerpo intentaba debatirse en la realidad, en un fuego invisible que solo permanecía dentro de mi mente. Entrecortando la respiración y arqueando mi espalda a causa de eso.
Tenía que encontrarla. Mi madre. No quería que le pasara nada. Ella no entraba en el trato entre Marcus y yo. Tampoco tenía nada que ver con los vampiros y demás. Tenía que mantenerla aislada. Gritaba a mi madre desde la habitación, intentando escapar de la figura de ese mayordomo. Arañaba la puerta desesperadamente, y cuando volví la cabeza, ya no estaba. Conseguí abrir la puerta y jamás habría imaginado algo como lo que encontré detrás. Fuego. La casa estaba ardiendo. La risa de Marcus se oía por todo el sueño, como si de una canción se tratara. Oía ahora sí, a mi madre en el piso de abajo. Pero el fuego me impedía llegar hasta ella. Igualmente nada me importó, pues empecé a bajar aun si me quemaba en el intento. Sentía como si en verdad me estuviera quemando los brazos, al mismo tiempo que bajaba las escaleras. Mi madre... No podía acceder a ella. Marcus la había dejado encerrada en la cocina.
Me abrí paso como pude, sin reparar en el quemazón de los brazos. Tenía que llegar hasta ella. Caí tras tropezar con una viga que había caído. Y él se acercó, como hacía normalmente. Cogió mi mentón y lo alzó, mientras sus ojos se coloreaban del rojo que pintaba la sangre. Relamiéndose por el manjar de mis venas. No pude más. Otra vez no, no podía.
Desperté con un grito, desgarrando mi garganta.
Abrí los ojos encontrando a Bella. El ojo derecho brillaba de un color rosado con la marca grabada, señalando el pecado. El iris izquierdo, había sido comido por la extensa pupila del terror. El corazón me iba a mil por hora, y la respiración siguiendo sus pasos. Aún tenía la sensación del quemazón en los brazos y la agonía y el terror en el cuerpo. Dolía. Dolía demasiado. Alcé los brazos para agarrarme a algo desesperadamente. - Quema... quema... - Decía desesperadamente.
Tenía que encontrarla. Mi madre. No quería que le pasara nada. Ella no entraba en el trato entre Marcus y yo. Tampoco tenía nada que ver con los vampiros y demás. Tenía que mantenerla aislada. Gritaba a mi madre desde la habitación, intentando escapar de la figura de ese mayordomo. Arañaba la puerta desesperadamente, y cuando volví la cabeza, ya no estaba. Conseguí abrir la puerta y jamás habría imaginado algo como lo que encontré detrás. Fuego. La casa estaba ardiendo. La risa de Marcus se oía por todo el sueño, como si de una canción se tratara. Oía ahora sí, a mi madre en el piso de abajo. Pero el fuego me impedía llegar hasta ella. Igualmente nada me importó, pues empecé a bajar aun si me quemaba en el intento. Sentía como si en verdad me estuviera quemando los brazos, al mismo tiempo que bajaba las escaleras. Mi madre... No podía acceder a ella. Marcus la había dejado encerrada en la cocina.
Me abrí paso como pude, sin reparar en el quemazón de los brazos. Tenía que llegar hasta ella. Caí tras tropezar con una viga que había caído. Y él se acercó, como hacía normalmente. Cogió mi mentón y lo alzó, mientras sus ojos se coloreaban del rojo que pintaba la sangre. Relamiéndose por el manjar de mis venas. No pude más. Otra vez no, no podía.
Desperté con un grito, desgarrando mi garganta.
Abrí los ojos encontrando a Bella. El ojo derecho brillaba de un color rosado con la marca grabada, señalando el pecado. El iris izquierdo, había sido comido por la extensa pupila del terror. El corazón me iba a mil por hora, y la respiración siguiendo sus pasos. Aún tenía la sensación del quemazón en los brazos y la agonía y el terror en el cuerpo. Dolía. Dolía demasiado. Alcé los brazos para agarrarme a algo desesperadamente. - Quema... quema... - Decía desesperadamente.
- Ziel A. Carphatia
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Re: Habitacion de invitados
Ziel no se despertaba y mi preocupación seguía aumentando. Su respiración se entrecortaba y los latidos de su corazón iban aumentando, su cuerpo se movía por si solo. Aterrorizado, como si algo le hiciera daño.
Después de un par de minutos agonizantes Ziel despertó sobresaltado. Su ojo derecho comenzó a brillar, de un color rosa, con la marca del pacto grabada en el.
No se tranquilizaba, y tanto su respiración como el latido de su corazón iban demasiado rápido.
Le abracé como pude, tocando su cabeza con la mano, acariciandole. Shh, ya pasó, ya pasó... susurré mientras seguía acariciandole para que se tranquilizara. Shh tranquilo... Estoy aquí. Ya pasó... Repetí.
Después de un par de minutos agonizantes Ziel despertó sobresaltado. Su ojo derecho comenzó a brillar, de un color rosa, con la marca del pacto grabada en el.
No se tranquilizaba, y tanto su respiración como el latido de su corazón iban demasiado rápido.
Le abracé como pude, tocando su cabeza con la mano, acariciandole. Shh, ya pasó, ya pasó... susurré mientras seguía acariciandole para que se tranquilizara. Shh tranquilo... Estoy aquí. Ya pasó... Repetí.
- Bella.N.Gring
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Re: Habitacion de invitados
Intentaba respirar batiendo con mi propia respiración. Bella me abrazaba, pero no era lo suficiente para mitigar el dolor de mi ojo derecho. Agradecía el gesto, pero sus esfuerzos no llegaban a mi quemazón. Aunque me agarré a la espalda de ella desesperadamente con una mano, mientras con la otra intentaba alcanzar algo, dejando que acariciara mi pelo. El dolor se extendía además por la segunda mordedura de Marcus, como si acabara de hacerla hacía unos segundos. Como si aún estuviera derramándose la sangre por el cuello. Y me quemaba como si tuviera una brasa en el cuerpo. Sabía que él estaba cerca, la marca me lo indicaba. Él me estaba reclamando y yo no estaba acudiendo como un buen siervo.
Mis ojos empezaron a derramar las lágrimas que antes no pude, preso por la agonía.
-Me quema... Bella... me quema... - Susurré en un esfuerzo porque ella hiciera algo para calmarlo. Con la mano libre, rascaba mi ojo derecho en un intento de desprenderme del dolor que estaba matándome por dentro; queriendo incluso arrancarlo, si con ello era posible quitarlo.
Mis ojos empezaron a derramar las lágrimas que antes no pude, preso por la agonía.
-Me quema... Bella... me quema... - Susurré en un esfuerzo porque ella hiciera algo para calmarlo. Con la mano libre, rascaba mi ojo derecho en un intento de desprenderme del dolor que estaba matándome por dentro; queriendo incluso arrancarlo, si con ello era posible quitarlo.
- Ziel A. Carphatia
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Re: Habitacion de invitados
Me incorporé rápidamente al escuchar las palabras de Ziel. No le había entendido bien. Pensaba que al despertar seguía preso de ese sueño. En cuanto lo entendí todo, miré por la ventana. Vale, él no estaba allí. Pero había que darse prisa.
Volví hacia donde estaba Ziel. No llores por favor.. No llores.. Le supliqué. Él no tenía por qué sufrir de esa manera.
Al ver que quería alcanzar algo miré en esa dirección. Pero no vi nada. No sabía que hacer en esta situación.
Qué necesitas, dímelo... Sabía que Marcus estaba cerca pero donde. Ziel, ¿por qué hicieste ese pacto con él? Logré preguntar al fin, presa del pánico. No lograba entender por qué Ziel hizo eso. Aunque Kai me lo hubiera dicho en la enfermería, pero no podía asimilar esas palabras si no las oía de su boca. Aprendí a no fiarme de las palabras de la boca de otros hace mucho tiempo.
Despacio coloqué mi mano encima de su ojo sin llegar a tocarlo. Probablemente con mis poderes curativos esa quemazón desaparezca por lo menos durante un rato. El aura verde comenzó a brotar despacio.
Pensé en llamar a Kai para pedirle su ayuda, para saber cómo llevar esta situación, si Marcus quiere venir aquí.
¡Kai¡ ¡Ven rápido por favor! Grité.
Volví hacia donde estaba Ziel. No llores por favor.. No llores.. Le supliqué. Él no tenía por qué sufrir de esa manera.
Al ver que quería alcanzar algo miré en esa dirección. Pero no vi nada. No sabía que hacer en esta situación.
Qué necesitas, dímelo... Sabía que Marcus estaba cerca pero donde. Ziel, ¿por qué hicieste ese pacto con él? Logré preguntar al fin, presa del pánico. No lograba entender por qué Ziel hizo eso. Aunque Kai me lo hubiera dicho en la enfermería, pero no podía asimilar esas palabras si no las oía de su boca. Aprendí a no fiarme de las palabras de la boca de otros hace mucho tiempo.
Despacio coloqué mi mano encima de su ojo sin llegar a tocarlo. Probablemente con mis poderes curativos esa quemazón desaparezca por lo menos durante un rato. El aura verde comenzó a brotar despacio.
Pensé en llamar a Kai para pedirle su ayuda, para saber cómo llevar esta situación, si Marcus quiere venir aquí.
¡Kai¡ ¡Ven rápido por favor! Grité.
- Bella.N.Gring
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Re: Habitacion de invitados
Abrio la puerta de golpe y entro en la habitacion, se fijo en Ziel, parecia que el ojo donde estaba situada la marca del trato le dolia, eso no era muy buena señal, por la informacion que Kasha le habia dado, eso significaba que lo estaba llamando o que el se acercaba, pero era posible calmar el dolor.
- Bella, ve a la cocina y trae hielo, eso le calmara un poco- Kasha tenia botiquines en todas las habitaciones para las urgencias, se acerco a un armario y saco un botiquin, de el saco un colirio de un color extraño, y unas vendas, a Ziel le iba a molestar lo que iba a hacer, pero la verdad es que no se le ocurria otra cosa y no podia pedir ayuda de nadie.
- Ziel, calmate, sino no podre ayudarte, ¿de acuerdo?- le dijo muy serio y preocupado mientras que se sentaba a su lado con lo que habia cogido del botiquin, despues le daria una pastilla para el dolor para que se pudiera quedar tranquilo
- Bella, ve a la cocina y trae hielo, eso le calmara un poco- Kasha tenia botiquines en todas las habitaciones para las urgencias, se acerco a un armario y saco un botiquin, de el saco un colirio de un color extraño, y unas vendas, a Ziel le iba a molestar lo que iba a hacer, pero la verdad es que no se le ocurria otra cosa y no podia pedir ayuda de nadie.
- Ziel, calmate, sino no podre ayudarte, ¿de acuerdo?- le dijo muy serio y preocupado mientras que se sentaba a su lado con lo que habia cogido del botiquin, despues le daria una pastilla para el dolor para que se pudiera quedar tranquilo
- Kai Olivier
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Re: Habitacion de invitados
Durante aquel sueño intenso,
todas tus visiones se volvieron pesadillas.
Anhelabas un descanso profundo,
cuando hallaste un tormento fortuito.
Un cuervo llamó a tu ventana,
y te retuvo con una mirada que parecía llena de espejismos.
Y dijo:
"La muerte no puede jamás volver a la vida."
todas tus visiones se volvieron pesadillas.
Anhelabas un descanso profundo,
cuando hallaste un tormento fortuito.
Un cuervo llamó a tu ventana,
y te retuvo con una mirada que parecía llena de espejismos.
Y dijo:
"La muerte no puede jamás volver a la vida."
Desde el frío que acechaba en el exterior del cuarto, unos ojos rojos, sedientos, refulgentes como el mismísimo fuego, comenzaba a quemar toda la blanca y pura nieve a su alrededor. Él, la bestia y el amante, aguardaba por su turno. Su llamado palpitaba en los ojos dormidos de un alma frágil. Él requería su presencia, su aroma, su sangre, su vida. Él sabía que no podía huir. No había hacia donde correr. Donde sea que vaya, le encontrará. No había sitio seguro pero, a su vez, no había sitio más seguro que estar a su lado. El refugio y la tempestad convivían en un mismo y helado cuerpo, cuya vida consistía sólo en la muerte. Otra paradoja más del Destino; otro juego de ajedrez maldito, donde el Rey Blanco es el peón de un Caballo Negro.
- ¿Cuánto tiempo más soportarás, Joven Ziel, lejos de mí?
Aquellas palabras fueron susurradas al viento, penetrando fervientemente los sentidos del humano pecador. No obstante, sólo un aliento más de la brisa bastó para que la sofocante presencia en el exterior desapareciera por completo.
- Marcus O'Conell
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Re: Habitacion de invitados
Tenía que ir. Aunque fuera arrastras, tenía que ir. No quería que volviera a hacer lo que hizo, y menos una segunda vez. No quería volver a probar su ira si era posible. Pero aunque no lo viera, mi señal me advertía de ello. Pese a las suplicas de Bella, mis ojos seguían sin querer hacer caso a su propietario, resbalando por las mejillas.
-Tengo que ir... él me llama - Hablaba, casi sin escuchar las preguntas que hacía Bella. En mi mente solamente había un objetivo: buscar a mi "Amo". No había otra cosa que afanara más en esos instantes. Aunque Bella intentara librarme con su don, no parecía que hubiera nada que pudiera calmar ese quemazón. Arañé mi propio ojo, haciendo sangre incluso, en el afán de quitar todo resto de la marca que tenía y poder librarme así de lo que tenía metido hasta el alma.
Con el otro brazo intentaba librarme de Bella. Fue entonces cuando escuché esas palabras, ignorando el resto que había a mi alrededor. Él. No había otra justificación. Necesitaba ir con él, desesperadamente a sus pies, como el siervo fiel que era. Y ahora que mi protectora iba a abandonar sus súplicas para ir a por el botiquín, era mi oportunidad. Levanté mi cuerpo de la cama, llevado más por la obediencia y el pánico, que por el propio peso del mismo. Solamente conseguí dar dos pasos hasta llegar a la ventana, llorando clemencia. - Tengo que ir con él... tengo que ir con él. - ellos no lo entendían. No entendían lo que podría hacer si no iba. No lo sabían bien. Y tampoco quería que él mismo hiciera presencia y les hiciera algo a Kai y Bella. Aunque era preso del pánico y ni si quiera había un pensamiento así en mi cabeza. El único deseo y pensamiento era: ir con él.
-Tengo que ir... él me llama - Hablaba, casi sin escuchar las preguntas que hacía Bella. En mi mente solamente había un objetivo: buscar a mi "Amo". No había otra cosa que afanara más en esos instantes. Aunque Bella intentara librarme con su don, no parecía que hubiera nada que pudiera calmar ese quemazón. Arañé mi propio ojo, haciendo sangre incluso, en el afán de quitar todo resto de la marca que tenía y poder librarme así de lo que tenía metido hasta el alma.
Con el otro brazo intentaba librarme de Bella. Fue entonces cuando escuché esas palabras, ignorando el resto que había a mi alrededor. Él. No había otra justificación. Necesitaba ir con él, desesperadamente a sus pies, como el siervo fiel que era. Y ahora que mi protectora iba a abandonar sus súplicas para ir a por el botiquín, era mi oportunidad. Levanté mi cuerpo de la cama, llevado más por la obediencia y el pánico, que por el propio peso del mismo. Solamente conseguí dar dos pasos hasta llegar a la ventana, llorando clemencia. - Tengo que ir con él... tengo que ir con él. - ellos no lo entendían. No entendían lo que podría hacer si no iba. No lo sabían bien. Y tampoco quería que él mismo hiciera presencia y les hiciera algo a Kai y Bella. Aunque era preso del pánico y ni si quiera había un pensamiento así en mi cabeza. El único deseo y pensamiento era: ir con él.
- Ziel A. Carphatia
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Re: Habitacion de invitados
Dejé todo lo que estaba haciendo para ir a por lo que me dijo Kai, pero antes de salir de la habitación un escalofrío recorrió mi columna. Miré por la ventana y allí estaba él, pero como si de un espejismo se tratase desapareció en un abrir y cerrar de ojos.
Negué con la cabeza y fui corriendo a la cocina para coger el hielo que me había pedido. Fui al congelador y cogí algunos cubitos de hielo envueltos en un trapo.
Volví a la habitación lo más rápido que pude y le entregué el trapo con los hielos a Kai.
En ese momento no era capaz de articular palabra, estaba demasiado nerviosa, furiosa, preocupada y aterrada. Todo esto era una locura.
Y escuché sus palabras. ¿Quiere ir con él? O...¿Debe ir con él? En ese instante pensé en Alucard, el quería hacer algo con Marcus, no sé el qué, pero sabía que tramaba algo, sabía que quería matarle con todas sus fuerzas y este era un buen momento, tenía que avisarle de alguna forma.
Miré a Ziel desesperada.
Te hará daño..¿No te das cuenta? Ya no podía más. Me enfadé. Sé que Marcus le estaba llamado, pero le iba a hacer daño tanto si acudía a su llamada como si no. No iba a permitir que le hiciera más daño.
Negué con la cabeza y fui corriendo a la cocina para coger el hielo que me había pedido. Fui al congelador y cogí algunos cubitos de hielo envueltos en un trapo.
Volví a la habitación lo más rápido que pude y le entregué el trapo con los hielos a Kai.
En ese momento no era capaz de articular palabra, estaba demasiado nerviosa, furiosa, preocupada y aterrada. Todo esto era una locura.
Y escuché sus palabras. ¿Quiere ir con él? O...¿Debe ir con él? En ese instante pensé en Alucard, el quería hacer algo con Marcus, no sé el qué, pero sabía que tramaba algo, sabía que quería matarle con todas sus fuerzas y este era un buen momento, tenía que avisarle de alguna forma.
Miré a Ziel desesperada.
Te hará daño..¿No te das cuenta? Ya no podía más. Me enfadé. Sé que Marcus le estaba llamado, pero le iba a hacer daño tanto si acudía a su llamada como si no. No iba a permitir que le hiciera más daño.
- Bella.N.Gring
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Re: Habitacion de invitados
Ziel consiguio levantarse y llegar hasta la ventana.
- De eso nada, mi hermano no le dara ni una gota mas a ese chupasangre- dijo olvidandose por completo que aun no habia hablado con Ziel, sin pensarselo dos veces, cogio a Ziel por la cintura con un brazo y lo levanto arrastrandolo de nuevo hasta la cama.
- Bella, sujetalo, si sigue arañandose, se hara daño y se quedara ciego del ojo- saco unas gasas y apartando la mano de Ziel, tapo el ojo herido, no sabia como parar el dolor, aunque lo durmiera, Ziel seguiria sintiendo ese dolor y la llamada de su amo.
Sabia que en caso de que Ziel no fuera en su busca, vendria el, pero esta era una casa de cazadores, habia trampas por todas partes, trampas que solo actuaban sobre aquellos que no fueran bienvenidos, como Marcus.
- De eso nada, mi hermano no le dara ni una gota mas a ese chupasangre- dijo olvidandose por completo que aun no habia hablado con Ziel, sin pensarselo dos veces, cogio a Ziel por la cintura con un brazo y lo levanto arrastrandolo de nuevo hasta la cama.
- Bella, sujetalo, si sigue arañandose, se hara daño y se quedara ciego del ojo- saco unas gasas y apartando la mano de Ziel, tapo el ojo herido, no sabia como parar el dolor, aunque lo durmiera, Ziel seguiria sintiendo ese dolor y la llamada de su amo.
Sabia que en caso de que Ziel no fuera en su busca, vendria el, pero esta era una casa de cazadores, habia trampas por todas partes, trampas que solo actuaban sobre aquellos que no fueran bienvenidos, como Marcus.
- Kai Olivier
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Localización : donde menos te lo esperas...
Re: Habitacion de invitados
Asentí a lo que me dijo mientras volvía a depositar a Ziel sobre la cama. La agarré los dos brazos fuerte pero sin hacerle daño. Observé a Kai mientras le vendaba el ojo a Ziel. Parecía mentira que fueran hermanos. Ziel tan cascarrabias y metiendose en líos y Kai tan responsable y protector.
Seguí sujetando a Ziel. Tenía que tranquilizarse.
Tenemos que avisar a Alucard, él sabe lo que hay que hacer con Marcus. Le dije a Kai mentalmente. Sí, él sabrá lo que hacer.
Seguí sujetando a Ziel. Tenía que tranquilizarse.
Tenemos que avisar a Alucard, él sabe lo que hay que hacer con Marcus. Le dije a Kai mentalmente. Sí, él sabrá lo que hacer.
- Bella.N.Gring
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Re: Habitacion de invitados
Estiré el brazo por la ventana, como si quisiera que él apareciera y viera por qué no podía acudir a su llamada. Tenía que ir, tenía que ir. Me llamaba. Seguramente su ira incrementaría a cada segundo que me retrasara, por eso mismo tenía que ir. YA. No había pausa ni descanso hasta que llegara hasta él. Me giré cuando Bella me habló. Casi creí que podía haberla disparado con la Bloody Rose de mi espalda. Pero no la saqué por precaución.
-Si no voy, será peor. Seguramente no volváis a verme de nuevo. - Dije seriamente, sujetando mi propio cuerpo con el apoye sustancial de la pared. Era mejor si iba, al menos podría dejarme con vida otra vez y poder volver a pasar un rato como el de la tarde. No, que si me quedaba allí, dejando que ellos apaciguaran el dolor, puede que no volviera a contarlo por su causa.
Kai me llevó de nuevo a la cama, y arañé su brazo desesperadamente por ir al lado de mi Amo. Inclusó perdí las formas y mordí en su brazo para que me soltara. Aunque si no fuera poco, Bella sujetaba mis brazos en el afán de sujetarme, pese a que mi pánico alimentara el cuerpo y lo hiciera moverse para zafarme de ella. Kai intentó poner algo en mi ojo que todavía seguía brillando intensamente. El dolor no cesaría con eso, solamente él podría sanarlo. - ¡Suéltame!, ¡suéltame! - Grité, escurriéndome como si de una serpiente se tratara.
Y entonces, en una de esas, logré liberar una mano para sacar la Bloody Rose y apuntar a Bella para que soltara mi otro brazo al instante. - Bella, perdóname - Disparé a Bella en un brazo para conseguir librarme de su atadura. Sentía como si se desgarrara mi alma con lo que hice. Lloraba como si fuera mi cuerpo al que le hubieran disparado, como si fuera un trozo de mí. Jamás me perdonaría por lo que hice, ni ella, ni yo mismo. Pero ellos no lo entendían. Si no me dejaban, ellos también correrían peligro. Incluso Bella. Tragué saliva y volví a levantarme, nervioso de mis actos, corroídos por la presencia de Marcus. Tenía que ir con él. De lo contrario... no lo contaría. Aunque en el fondo lo hacía por ellos. No quería que él mismo fuera allí y los matara por mi culpa.
- Lo... siento. - Dije antes de salir por la puerta, casi arrastrando mi cuerpo.
-Si no voy, será peor. Seguramente no volváis a verme de nuevo. - Dije seriamente, sujetando mi propio cuerpo con el apoye sustancial de la pared. Era mejor si iba, al menos podría dejarme con vida otra vez y poder volver a pasar un rato como el de la tarde. No, que si me quedaba allí, dejando que ellos apaciguaran el dolor, puede que no volviera a contarlo por su causa.
Kai me llevó de nuevo a la cama, y arañé su brazo desesperadamente por ir al lado de mi Amo. Inclusó perdí las formas y mordí en su brazo para que me soltara. Aunque si no fuera poco, Bella sujetaba mis brazos en el afán de sujetarme, pese a que mi pánico alimentara el cuerpo y lo hiciera moverse para zafarme de ella. Kai intentó poner algo en mi ojo que todavía seguía brillando intensamente. El dolor no cesaría con eso, solamente él podría sanarlo. - ¡Suéltame!, ¡suéltame! - Grité, escurriéndome como si de una serpiente se tratara.
Y entonces, en una de esas, logré liberar una mano para sacar la Bloody Rose y apuntar a Bella para que soltara mi otro brazo al instante. - Bella, perdóname - Disparé a Bella en un brazo para conseguir librarme de su atadura. Sentía como si se desgarrara mi alma con lo que hice. Lloraba como si fuera mi cuerpo al que le hubieran disparado, como si fuera un trozo de mí. Jamás me perdonaría por lo que hice, ni ella, ni yo mismo. Pero ellos no lo entendían. Si no me dejaban, ellos también correrían peligro. Incluso Bella. Tragué saliva y volví a levantarme, nervioso de mis actos, corroídos por la presencia de Marcus. Tenía que ir con él. De lo contrario... no lo contaría. Aunque en el fondo lo hacía por ellos. No quería que él mismo fuera allí y los matara por mi culpa.
- Lo... siento. - Dije antes de salir por la puerta, casi arrastrando mi cuerpo.
- Ziel A. Carphatia
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Empleo /Ocio : Alumno a tiempo parcial y zorro el resto del día (?)
Humor : No te acerques por si acaso...
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