Ficha de Sai

Es frío y calculador, no le suele gustar que la gente le pregunte cosas sobre su vida y por eso evita las multitudes. En realidad es un hombre alegre y al que le gusta divertirse, pero el tiempo y la experiencia a la que se ha tenido que enfrentar le han convertido en el témpano que es ahora, siempre alerta, cerrado para todos.
Algunos lo tacharían de sádico pero no es lo que le pasa en realidad, lo que lo diferencia de la gente normal es su falta de escrúpulos, no le importa bañarse en sangre si con eso consigue sus objetivos

Criado con unos padres severos, Sai siempre fue un chico tímido, siempre temía que sus padres le regañaran y por eso se escapaba con regularidad. Es cierto que tenía algunos amigos, y que se lo pasaba muy bien con ellos pero Sai prefería perderse en el bosque, sentir la brisa en su cara y escuchar los sonidos de los animales.
Sai creció, como cualquier otro chico de su edad y no pasó por nada extraño. Aprendió a usar la Katana, por obligación de su padre, y más tarde se casó con una joven preciosa. Sai era muy feliz así, aunque a veces deseaba que en su vida hubiera pasado algo más emocionante.
Una noche, mientras la pareja dormía, un vampiro entró en la habitación de los dos y probó la sangre de su mujer. Ninguno de los dos se dio cuenta, hasta que unos días después la muchacha empezó a palidecer, a sentirse extraña. Dejó de comer y su pulso era muy débil, aunque se movía muy rápido para sus condiciones. Sai hizo llamar a los mejores médicos, pero todos le decían que no tenía remedio y se iban sin más. El chico no comprendía nada ¿Qué había echo mal?... Seguramente dejarse la ventana abierta por la noche.

Después de intentar superarlo durante varios días la mujer de Sai se convirtió finalmente en un vampiro. El la vio, era un ser de la noche, había dejado de ser ella. Su mujer intentó asesinarle ahí mismo, pero Sai no era ningún cobarde. Tenía que dejar sus sentimientos de lado, al fin y al cabo eso solo era el cuerpo de lo que en su día fue su amada, no podía dejar que los dos murieran, no, lo haría por ella.
Sai cogió su katana y en unos ágiles y precisos movimientos llenó su habitación de sangre y restos de carne.
Después del episodio Sai se fue del lugar, abandonó a su familia, su dinero, todo. Era la hora de empezar una nueva vida.

No te acerques a el sin avisar, te puede matar