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Habitación de Megan
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- Katrina Darent
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Localización : Si no estoy muerta aun.... en cualquier parte
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Re: Habitación de Megan
Camino tras Adam en todo momento pendiente de cualquier ruido u olor proveniente de aquella planta. Sus brillantes ojos escrutaban cada rincón y cada sombra. Adam se paro frente a lo que antes fue la habitación de Sarah y que a partir de este mismo día seria la de Megan y le quito a Alex de los brazos instando a que abriera la puerta y en ese momento todo encajo. No había peligro, sabia perfectamente lo protector que era Adam con ella, ese había sido un craso error. Continuo haciendo su papel de madre preocupada y frunció el ceño cuando le arrebato a Alexander de las manos fingiendo perfectamente al tiempo que cerraba su mente para que el no descubriera que le había descubierto.
Se posiciono frente a la blanca puerta y tomo el pomo con sutileza y parsimonia, tal parsimonia que sacaría de quicio a cualquiera. Giro el pomo con lentitud al tiempo que ponía su mano, ahora libre en la madera para empujarla. una suave luz la dio en la cara de frente y simplemente no podía creer lo que veía. Se quedo, literalmente congelada. Es Casi no podía articular palabra. Dio un paso al frente para poder verlo mejor todo. Es maravilloso. Consiguió decir. Era una habitación de bebe, al completo, las paredes estaban recién pintadas y el suelo recién cambiado, aun quedaban en el aire restos del olor al consejo, todo lo había organizado el. Se dio la vuelta para mirarlo. Eres increíble. Dijo mientras se acercaba a el para besarle. Sus ojos volvían a ser verdes como la hierba y escuchaba en su mente la vocecilla de Megan, la gustaba. La tomo en brazos internándose en la habitación, era luminosa, como ella. Nunca le había entusiasmado el rosa pero, cuando vio el conjunto de la habitación no pudo imaginarse un color mejor. ¿Te gusta pequeña? Musito mirando a Megan que estaba en sus brazos.
Se posiciono frente a la blanca puerta y tomo el pomo con sutileza y parsimonia, tal parsimonia que sacaría de quicio a cualquiera. Giro el pomo con lentitud al tiempo que ponía su mano, ahora libre en la madera para empujarla. una suave luz la dio en la cara de frente y simplemente no podía creer lo que veía. Se quedo, literalmente congelada. Es Casi no podía articular palabra. Dio un paso al frente para poder verlo mejor todo. Es maravilloso. Consiguió decir. Era una habitación de bebe, al completo, las paredes estaban recién pintadas y el suelo recién cambiado, aun quedaban en el aire restos del olor al consejo, todo lo había organizado el. Se dio la vuelta para mirarlo. Eres increíble. Dijo mientras se acercaba a el para besarle. Sus ojos volvían a ser verdes como la hierba y escuchaba en su mente la vocecilla de Megan, la gustaba. La tomo en brazos internándose en la habitación, era luminosa, como ella. Nunca le había entusiasmado el rosa pero, cuando vio el conjunto de la habitación no pudo imaginarse un color mejor. ¿Te gusta pequeña? Musito mirando a Megan que estaba en sus brazos.
- Katrina Darent
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Re: Habitación de Megan
Adam esperó impaciente a que ella abriese la puerta. O se estaba tomando el peligro muy enserio o Katrina, realmente, lo que le estaba tomando era el pelo. Frunció el ceño pero luego sonrió satisfecho. A ella le gustaba. Él nunca había sido bueno para estas cosas, desde luego que no, pero el rosa había encajado a la perfección. Al fin y al cabo, su niña era adorable. Ese era el perfecto color para describirla; para describir su ternura y dulzura.
Ingresó tras Katrina una vez que ella sujetó a Megan. Adam miró a Alexander. Hasta él comprendía que el niño veía demasiado rosa pastel como para su temperamento. Rió ante los pensamientos alborotados de ambos bebés. Cuando Katrina le dijo que era increíble, Adam sacó toda su escasa humildad a la luz.
- Lo sé -dijo sonriendo satisfecho, mientras cerraba los ojos.
Ingresó tras Katrina una vez que ella sujetó a Megan. Adam miró a Alexander. Hasta él comprendía que el niño veía demasiado rosa pastel como para su temperamento. Rió ante los pensamientos alborotados de ambos bebés. Cuando Katrina le dijo que era increíble, Adam sacó toda su escasa humildad a la luz.
- Lo sé -dijo sonriendo satisfecho, mientras cerraba los ojos.
- Adam Blade
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Re: Habitación de Megan
Seguía maravillada con lo que sus ojos vean, era ciertamente la habitación de un bebé, si aun tenia reticencias a creer que era madre esa visión lo aclaro todo. Ellos eran suyos, eran sus hijos, eran la consecuencia del amor entre ella y Adam. Quien hubiera dicho, un par de años antes, que los dos individuos mas sanguinarios por estos lares podrían acabar así, formando una familia, sinceramente Katrina no, si en ese momento le hubieran dicho algo parecido seguramente hubiera tomado por loco al interlocutor.
Rió ante la respuesta de Adam. El y su humildad, aunque la verdad es que habían hecho un trabajo excelente, no quedaba ni rastro de humedad ni porquería por ningún lado, aprecia otra habitación completamente distinta a la que había. Pero, ¿Como? ¿cuando? Estaba intrigada, necesitaba saberlo. Ciertamente Adam había conseguido sorprenderla. La pequeña Megan se acomodo entre los brazos de Katrina que hacían de cuna, aprecia estar hecha para encajar en ese sitio.
Rió ante la respuesta de Adam. El y su humildad, aunque la verdad es que habían hecho un trabajo excelente, no quedaba ni rastro de humedad ni porquería por ningún lado, aprecia otra habitación completamente distinta a la que había. Pero, ¿Como? ¿cuando? Estaba intrigada, necesitaba saberlo. Ciertamente Adam había conseguido sorprenderla. La pequeña Megan se acomodo entre los brazos de Katrina que hacían de cuna, aprecia estar hecha para encajar en ese sitio.
- Katrina Darent
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Re: Habitación de Megan
Adam sonrió y luego soltó una pequeña risa cantarina. Levantó el dedo índice de una mano y lo balanceó en el aire, acompañado de un sonido gracioso, como si estuviera tarareando alguna canción con la letra "M". Su mirada expresaba su astucia pero también la satisfacción que sentía. Y al tiempo que él emitía aquel gesto, Alexander estiraba sus manitas procurando atraparlo en el aire.
- Sencillo. Mientras te encargabas de otro trabajo, yo sólo moví algunos contactos -mencionó refiriéndose a que mientras Katrina estaba en medio del parto, él había enviado órdenes claras de que necesitaba todo listo para cuando regresaran.
- Sencillo. Mientras te encargabas de otro trabajo, yo sólo moví algunos contactos -mencionó refiriéndose a que mientras Katrina estaba en medio del parto, él había enviado órdenes claras de que necesitaba todo listo para cuando regresaran.
- Adam Blade
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Re: Habitación de Megan
Katrina giro para mirarle mientras hablaba con una sonrisa ladeada. Así que eso había estado haciendo. Ha quedado simplemente increíble. Dijo. Siempre conseguía hacerla sonreír, hasta en los peores momentos, incluso se había prácticamente olvidado de los vampiros mutantes que asolaban el lugar y toda su mente estaba concentrada en este momento.
Observo que, como ella había querido había una puerta en la habitación, una puerta que daba, suponía, a la habitación de Alexander. Miro a Adam de soslayo y sonrió con la reacción de Alexander, miro hacia Megan, que hacia un rato que había dejado de hablar en su mente, preocupada para descubrir que estaba dormida profundamente. Eran tan tierna. deposito un suave beso en la frente para luego dejarla en la cunita bien arropada, estábamos en pleno invierno.
Tras eso se encamino hacia la habitación de Alexander para verla, tenia bastante curiosidad. Antes de atravesar la puerta puso su mano en la pared, dejando que su energía mental hiciera un bloqueo el cual solo podían saltarse Adam, ella y por supuesto los bebés, no iba a dejar nada a la suerte. ¿Vamos? Alargo la mano hacia Adam para que la cogiera, quería hacerlo junto a el.
Observo que, como ella había querido había una puerta en la habitación, una puerta que daba, suponía, a la habitación de Alexander. Miro a Adam de soslayo y sonrió con la reacción de Alexander, miro hacia Megan, que hacia un rato que había dejado de hablar en su mente, preocupada para descubrir que estaba dormida profundamente. Eran tan tierna. deposito un suave beso en la frente para luego dejarla en la cunita bien arropada, estábamos en pleno invierno.
Tras eso se encamino hacia la habitación de Alexander para verla, tenia bastante curiosidad. Antes de atravesar la puerta puso su mano en la pared, dejando que su energía mental hiciera un bloqueo el cual solo podían saltarse Adam, ella y por supuesto los bebés, no iba a dejar nada a la suerte. ¿Vamos? Alargo la mano hacia Adam para que la cogiera, quería hacerlo junto a el.
- Katrina Darent
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Re: Habitación de Megan
Observó como Megan dormía cual angelito. Eso no lo había heredado de su padre, desde luego. Miró a Katrina y le sonrió. ¿Así que ella aún quería disfrutar de las sorpresas? Pues le parecía sencillamente perfecto. Sujetó su mano mientras sentía aquella energía revistiendo las habitaciones. Aún tenía a Alexander consigo, y lo balanceaba suavemente. El pequeño emitía sonidos que, por momentos, oscilaban entre el llanto y la risa.
- Adam Blade
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Re: Habitación de Megan
La pequeña se desperezo con sus pequeñas y pálidas manos apretadas en dos puños y profiriendo un profundo bostezo, algo que quizá no podría haber hecho un recién nacido cualquiera con tal soltura y elegancia.
Abrió sus verdes ojos en busca de sus padres, al no encontrarlos allí profirió un agudo sonido a modo de queja y luego rompió a llorar agitando las manos extendidas en busca de abrazo.
- Megan Blade Darent
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Re: Habitación de Megan
Katrina abrió la puerta de la habitación con celeridad, sin importarle nada mas que su niña que se hallaba llorado desconsoladamente en su cuna. La sujeto en sus brazos y la acuno con cariño en su pecho esperando a que se calmase. No dejaba de mirarla preocupada pero, con echar un vistazo a su mente se relajo, la pequeña se había asustado al verse sola, quizá seria mejor durante un tiempo mover las cunas a la habitación grande, ellos estarían mas protegidos.. Suspiro y continuo acunando a la pequeña Megan con tranquilidad ahora hasta que se dio cuenta de algo, algo que podría haber sido imperceptible para un humano pero que ella veía claramente, era Megan, había crecido al menos tres centímetros, increíble y alarmante, ¿Como crecía tan rápido? si es cierto que ella misma también había crecido rápido, pero, ¿Tanto? Miro a Adam alarmada esperando esas palabras que siempre tenia en los labios para hacerla entrar en calma.
- Katrina Darent
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Re: Habitación de Megan
Entró en la habitación siguiendo los pasos de Katrina. Al ingresar, encontró aquella agradable imagen maternal. Observó a la vampireza y luego a la pequeña que se mecía entre sus brazos.
- Ha sido un buen susto, ¿eh? -sonrió de lado y se acercó a ellas. Posó una de sus manos sobre la cabecita de Megan. Sonrió dulcemente observándola. Cada día se parecía más y más a Katt. Observó a su amada y ladeó un poco el rostro. Advirtió su expresión, y volvió a mirar a la niña. ¿Qué ocurría? ¿Por qué esa cara tan larga? Frunció el ceño, intentando comprender, hasta que finalmente se percató de lo que sucedía: Megan estaba más grande que la última vez en que la vieron. Ciertamente, habían transcurrido unos meses desde el nacimiento de ambos hermanos, pero.. ¿era cosa de vampiros crecer aceleradamente? ¿O era cosa de Pura Sangre? O, tal vez, cosa de los Blade y los Darent.
- Supongo que no debería ser motivo de preocupación.. -dijo pensativo-. Alexander también está más grande -mencionó, intentando parecer convincente y tratando de quitar aquella expresión preocupada del bello rostro de su Dama.
- Todo estará bien. No pasará nada malo, ¿de acuerdo? -sonrió, amable, y acarició su mejilla con suavidad.
- Ha sido un buen susto, ¿eh? -sonrió de lado y se acercó a ellas. Posó una de sus manos sobre la cabecita de Megan. Sonrió dulcemente observándola. Cada día se parecía más y más a Katt. Observó a su amada y ladeó un poco el rostro. Advirtió su expresión, y volvió a mirar a la niña. ¿Qué ocurría? ¿Por qué esa cara tan larga? Frunció el ceño, intentando comprender, hasta que finalmente se percató de lo que sucedía: Megan estaba más grande que la última vez en que la vieron. Ciertamente, habían transcurrido unos meses desde el nacimiento de ambos hermanos, pero.. ¿era cosa de vampiros crecer aceleradamente? ¿O era cosa de Pura Sangre? O, tal vez, cosa de los Blade y los Darent.
- Supongo que no debería ser motivo de preocupación.. -dijo pensativo-. Alexander también está más grande -mencionó, intentando parecer convincente y tratando de quitar aquella expresión preocupada del bello rostro de su Dama.
- Todo estará bien. No pasará nada malo, ¿de acuerdo? -sonrió, amable, y acarició su mejilla con suavidad.
- Adam Blade
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Re: Habitación de Megan
Katrina miro a Adam y lo escucho atentamente con media sonrisa en la cara, si que había sido un buen susto, era raro pero solo pensar que alguien podía poner una mano encima de sus bebes le daba miedo. Si pero.. ¿Tan rápido? Apenas tienen tres meses y ya parece que tengan un año, es demasiado rápido.
Dijo mirando a la pequeña con cariño, no quería parecer una madre histérica pero estaba preocupada. Levanto la vista cuando lo escucho, esas palabras que hacían que se sintiera bien, ¿Como lograba conseguirlo siempre? no importaba lo mal que estuviera la situación el siempre le daba la seguridad de que todo saldría bien. De pronto recordó algo que se había perdido en su memoria, la voz de Angelique resonó en su memoria. "Aunque, te advierto, la vida no será fácil para ti. Nunca lo fue, y el haber engendrado esas criaturas con Adam no es un hecho que vaya a traerte prosperidad" seguidas del comentario que había hecho Vladimir "Créeme que estás maldita, y lo que engendras lo está el doble" ¿Podía ser eso cierto? No, no podía creerlo, esos dos chalados no iban a hacerle daño a su familia, que ni soñaran con eso... Pensaba mientras su cara se ensombrecía por la ira. Adam también había oído esas palabras en su mente pues Katrina las había reproducido, también quería su opinión.
- Katrina Darent
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Re: Habitación de Megan
Se quedó pensativo ante su comentario. Es cierto. Era muy rápido. Pero no servía nada especular sobre algo malo. Lo único que lograrían era atraer aquellos malos presagios.
- Será mejor que tengamos los ojos sobre ellos más de lo normal, y ver cómo van creciendo. No nos anticipemos, ¿de acuerdo? -sonrió y la abrazó con suavidad. En ese momento, mientras la atesoraba entre sus brazos, tanto a ella como a la pequeña Megan, aquellas frases enfermas acudieron a sus pensamientos.
La sonrisa se borró, la tensión se sintió.
- Nada de eso es verdad. Mienten. Todos mienten. Nadie nos derrumbará esta torre tan alta que hemos construido. Nadie, podrá arrebatarnos la felicidad ahora, Katrina. Luego de todo lo que hemos pasado, merecemos esto -hizo una pausa y la abrazó un poco más fuerte, pero con cuidado de no golpear a Megan-. ¡Lo merecemos! -elevó la voz, cerrando los ojos con fuerza-. Ni siquiera nosotros mismos vamos a destruir esta familia.
Las cosas estaban más que dichas.
- Será mejor que tengamos los ojos sobre ellos más de lo normal, y ver cómo van creciendo. No nos anticipemos, ¿de acuerdo? -sonrió y la abrazó con suavidad. En ese momento, mientras la atesoraba entre sus brazos, tanto a ella como a la pequeña Megan, aquellas frases enfermas acudieron a sus pensamientos.
La sonrisa se borró, la tensión se sintió.
- Nada de eso es verdad. Mienten. Todos mienten. Nadie nos derrumbará esta torre tan alta que hemos construido. Nadie, podrá arrebatarnos la felicidad ahora, Katrina. Luego de todo lo que hemos pasado, merecemos esto -hizo una pausa y la abrazó un poco más fuerte, pero con cuidado de no golpear a Megan-. ¡Lo merecemos! -elevó la voz, cerrando los ojos con fuerza-. Ni siquiera nosotros mismos vamos a destruir esta familia.
Las cosas estaban más que dichas.
- Adam Blade
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Re: Habitación de Megan
Asintió ante las palabras de Adam, el tenia razón, de nada valían los malos presagios, tenían que disfrutar de ellos cuanto pudieran, vivir el día a día. De pronto se vio entre los brazos de Adam y coloco a Megan de un modo para no aplastarla. Apoyo la cabeza sobre el hombro del muchacho y, al escuchar sus palabras una lagrima de rabia corrió por su mejilla. El tenia razón, habían sufrido por todo esto, había corrido sangre por sus manos, pero el juego aun no había terminado. Todo lo que pasamos con anterioridad ya no es valido Adam, ahora, tenemos mucho mas que perder. Dijo levantando la mirada y observándole fijamente con sus verdes iris, como hacia antes cuando creía todo perdido y el siempre arreglaba la situación. Cerro los ojos cuando el elevo la voz, esas palabras se marcaron a fuego en sus venas, era cierto, después de todo lo que habían pasado ambos merecían la paz y la calma que estos pequeños proporcionaban pero también la responsabilidad de protegerlos contra todo mal.
Asintió cuando el termino de hablar, aun entre sus brazos. Pasados unos segundos se separo de el y acaricio su mejilla, cogiendo a Megan con el otro brazo. No permitiré que nada ni nadie os dañe, nunca. Dijo con ternura mirándole con mas lagrimas luchando por aflorar en sus ojos. Hay que empezar ya. Sentencio al tiempo que chasqueaba los dedos y decenas de vampiros comenzaban a salir del bosque colindante a la casa. Una muchacha entro por la ventana e hizo una reverencia, Katrina la miro. Esta es Estrella, una de mis mas fieles efectivos, cuidara de los pequeños junto con un par de patrullas. Dijo Mirando a Adam para luego añadir mentalmente. "Su mente es totalmente transparente para mi, cuidaran de ellos." Así era, ella misma se había encargado de lavarles la mente a los encargados de esta tarea, no quería sorpresas ni contratiempos. Coloco un par de dedos sobre la frente de Megan que se durmió al instante y se la cedió a la vampiresa. Movedlos a ambos a nuestra habitación, es el lugar mas seguro de la casa. Ordeno. Y si algo les pasa, por mínimo rasguño que sea, lo pagareis con vuestras vidas. Tras eso la muchacha y unos cuantos hombres se encaminaron a la habitación de Alexander para cogerlo y llevarlo al lugar acordado sin decir una palabra.
Se giro para mirar a Adam con los ojos verdes con un brillo que parecía haberse perdido ya hacia mucho, el brillo de los ojos de una mujer que había recuperado la esperanza. La guerra ha comenzado y nosotros vamos por detrás, hemos de encontrar a Daphne, a tu hermano, a Nokku y a todo aquel que pueda pelear. Se encamino a la ventana para ver al ejercito de vampiros que aguardaban una sola señal suya. Y tenemos que hacerlo ya. Concluyo girándose de nuevo para mirar a Adam.
- Katrina Darent
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Re: Habitación de Megan
Fue increíble. De un momento para otro, Katrina movió los hilos de aquellas circunstancias como el propio Adam no había hecho jamás. Hace unos momentos estaban abrazados, echando maldiciones por dentro, rugiendo en silencio a causa de la impotencia y el rencor. Pero la fuerza se abría paso entre todos esos sentimientos oscuros. La fuerza que les proporcionaban aquellas dos criaturas, Alexander y Megan. Y lograban transformarlo todo.
Todo.
Adam se apartó de Katt y la miró con infinito cariño. No quería verla llorar. Realmente odiaba aquello. Besó su frente con suavidad, y comenzó a escuchar sus palabras. Tenía razón. En cada cosa que decía tenía razón. Asintió, sintiendo la presencia de los vampiros que rodeaban la casa. Adam ahora pertenecía al Consejo, y sería la mano derecha de Katrina, y también su mano izquierda. Haría su trabajo con total seriedad, y sería más efectivo que cien de ellos.
- Pagarán con cada una de sus vidas y con cada una de las vidas de quienes aprecian -sonrió con frialdad, observando cómo se llevaban a Megan e iban en búsqueda de Alexander. Acto seguido, caminó junto a Katrina y observó a través de la ventana. Sonrió de lado. Un brillo oscuro y sagaz surcó sus rojos ojos.
- ¿Debo pensar que este es otro de tus trucos como mujer fatal? -bromeó. La observó a los ojos fijamente-. Los encontraremos. Pero antes, debemos pensar con la cabeza fría, mi querida -susurró con parsimonia. Caminó a su alrededor, percibiendo que Katt se estaba dejando llevar por sus impulsos demasiado rápido. La conocía, y sabía que muchas veces necesitaba un cable a tierra. Adam sería su voz consejera.
- Debemos actuar con cuidado, Katt. Paso a paso, poco a poco. Un paso en falso, y todo se va al diablo. Lo sabes, ¿verdad? -mencionó junto a su oído, posicionándose detrás de ella y posando ambas manos sobre sus hombros.
Todo.
Adam se apartó de Katt y la miró con infinito cariño. No quería verla llorar. Realmente odiaba aquello. Besó su frente con suavidad, y comenzó a escuchar sus palabras. Tenía razón. En cada cosa que decía tenía razón. Asintió, sintiendo la presencia de los vampiros que rodeaban la casa. Adam ahora pertenecía al Consejo, y sería la mano derecha de Katrina, y también su mano izquierda. Haría su trabajo con total seriedad, y sería más efectivo que cien de ellos.
- Pagarán con cada una de sus vidas y con cada una de las vidas de quienes aprecian -sonrió con frialdad, observando cómo se llevaban a Megan e iban en búsqueda de Alexander. Acto seguido, caminó junto a Katrina y observó a través de la ventana. Sonrió de lado. Un brillo oscuro y sagaz surcó sus rojos ojos.
- ¿Debo pensar que este es otro de tus trucos como mujer fatal? -bromeó. La observó a los ojos fijamente-. Los encontraremos. Pero antes, debemos pensar con la cabeza fría, mi querida -susurró con parsimonia. Caminó a su alrededor, percibiendo que Katt se estaba dejando llevar por sus impulsos demasiado rápido. La conocía, y sabía que muchas veces necesitaba un cable a tierra. Adam sería su voz consejera.
- Debemos actuar con cuidado, Katt. Paso a paso, poco a poco. Un paso en falso, y todo se va al diablo. Lo sabes, ¿verdad? -mencionó junto a su oído, posicionándose detrás de ella y posando ambas manos sobre sus hombros.
- Adam Blade
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Re: Habitación de Megan
Continuaba mirando a Adam mientras hablaba, sabia que tenia razón pero necesitaban hacerlo rápido, cuanto mas tiempo perdieran mas difícil seria todo. Se dio la vuelta para mirar a través de la ventana cuando el se acerco. ¿Mujer fatal? Repitió con una risilla reprimida. No, este es un truco de una madre cabreada. Dijo bromeando. Giro para mirar a Adam cuando el dijo que debían ir con calma ¿Calma? No podían aminorar el paso ni un poco, tenían que hacer en unas semanas lo que habría que haber hecho en meses. Ella así lo creía. Pero sabia que el algo de razón tenia, no podían precipitarse, no como en la fiesta de navidad que fue un absoluto desastre. Si, claro que lo se. Musito mirando al horizonte. Pero el tiempo se nos hecha encima, ¿Cuanto crees que tardaran en cansarse de jugar y quieran acabar con todos nosotros? Fueron creados para eso y lo sabes, no podemos arriesgar mas vidas. Dijo apretando el puño. Y mucho menos el de nuestros hijos.
Sacudió la cabeza para despejarse y abrió la ventana dejando que un aire helado entrara y los golpeara a ambos. Buscadlos, encontrarlos y traedlos, a todos los vampiros que podáis encontrar. Tenéis tres días. Musito y de pronto nadie quedaba abajo, todos habían partido a cumplir su tarea. Se giro para mirar a su amado. ¿Por donde sugieres que empezamos? Le pregunto perspicaz, el quería ir despacio ¿No? Que dijera los pasos a seguir entonces.
Sacudió la cabeza para despejarse y abrió la ventana dejando que un aire helado entrara y los golpeara a ambos. Buscadlos, encontrarlos y traedlos, a todos los vampiros que podáis encontrar. Tenéis tres días. Musito y de pronto nadie quedaba abajo, todos habían partido a cumplir su tarea. Se giro para mirar a su amado. ¿Por donde sugieres que empezamos? Le pregunto perspicaz, el quería ir despacio ¿No? Que dijera los pasos a seguir entonces.
- Katrina Darent
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Re: Habitación de Megan
Observó su expresión ante su frase "mujer fatal". Sonrió ante su propio chiste y escuchó como ella misma se definía. La rodeó con los brazos, apoyando sus manos sobre su abdomen.
- Muy bien madre cabreada, entonces relájate un poco, o te saldrán canas verdes -bromeó nuevamente. Él intentaba quitar de los pensamientos de Katrina todos esos pensamientos tortuosos y nerviosos, pero estaba seguro de que pronto le obsequiaría una buena patada que lo dejaría revolcado en medio del jardín.
- Lo sé. Sé que el tiempo es cada vez más acotado. Pero tú debes saber que, justamente, como fueron creados para eso, no conocen otra cosa que no sea asesinar. Por lo tanto, no debemos enfrentarnos a ellos del mismo modo violento con el cual nos destruirían, pues sabemos que por ese camino iremos erróneamente avazando. Tenemos que atacarlos con algo que ellos desconozcan y no tengan con qué enfrentarlo. O, tal vez, como dijo esa pequeña en la reunión, deberíamos descubrir el modo de arremeter contra el punto débil de cada uno. Creo que sería lo más adecuado partir de esa base, en vez de irnos a las manos esperando, ingenuamente, poder obtener la victoria -explicó su punto de vista y se alejó de ella unos pasos, para caminar por la habitación con una mano en el mentón-. Ahora, mientras tus secuaces buscan refuerzos, nosotros empezaremos los planes de orden intelectual -sonrió fríamente y la miró de reojo. Se acercó a ella y se situó a su lado-. ¿Qué te parece si reanudamos la cuestión relacionada a esa vampireza solitaria?
La mente calculadora de Adam se había puesto a trabajar, y no cesaría hasta observar el más óptimo resultado. Su mirada se perdió en el horizonte, al igual que la de Katrina hace unos minutos.
El juego de ajedrez humano comienza una nueva partida.
· · · · · · ·
Mientras se encontraba allí con Katrina, a punto de trazar nuevos planes, un miembro del Consejo entra desesperado. A los gritos, especificó que el pequeño Alex había huido. ¿Cómo podía ser aquello posible? Adam dio un paso al frente, frunciendo el ceño, y clavó su mirada en el soldadito de juguete que el vampiro tenía clavado en la pierna. ¿Pero qué...? Sin mediar palabra alguna, salió de allí en su búsqueda.
- Muy bien madre cabreada, entonces relájate un poco, o te saldrán canas verdes -bromeó nuevamente. Él intentaba quitar de los pensamientos de Katrina todos esos pensamientos tortuosos y nerviosos, pero estaba seguro de que pronto le obsequiaría una buena patada que lo dejaría revolcado en medio del jardín.
- Lo sé. Sé que el tiempo es cada vez más acotado. Pero tú debes saber que, justamente, como fueron creados para eso, no conocen otra cosa que no sea asesinar. Por lo tanto, no debemos enfrentarnos a ellos del mismo modo violento con el cual nos destruirían, pues sabemos que por ese camino iremos erróneamente avazando. Tenemos que atacarlos con algo que ellos desconozcan y no tengan con qué enfrentarlo. O, tal vez, como dijo esa pequeña en la reunión, deberíamos descubrir el modo de arremeter contra el punto débil de cada uno. Creo que sería lo más adecuado partir de esa base, en vez de irnos a las manos esperando, ingenuamente, poder obtener la victoria -explicó su punto de vista y se alejó de ella unos pasos, para caminar por la habitación con una mano en el mentón-. Ahora, mientras tus secuaces buscan refuerzos, nosotros empezaremos los planes de orden intelectual -sonrió fríamente y la miró de reojo. Se acercó a ella y se situó a su lado-. ¿Qué te parece si reanudamos la cuestión relacionada a esa vampireza solitaria?
La mente calculadora de Adam se había puesto a trabajar, y no cesaría hasta observar el más óptimo resultado. Su mirada se perdió en el horizonte, al igual que la de Katrina hace unos minutos.
El juego de ajedrez humano comienza una nueva partida.
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Mientras se encontraba allí con Katrina, a punto de trazar nuevos planes, un miembro del Consejo entra desesperado. A los gritos, especificó que el pequeño Alex había huido. ¿Cómo podía ser aquello posible? Adam dio un paso al frente, frunciendo el ceño, y clavó su mirada en el soldadito de juguete que el vampiro tenía clavado en la pierna. ¿Pero qué...? Sin mediar palabra alguna, salió de allí en su búsqueda.
- Adam Blade
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