Sala del consejo

Llegó tras él, deteniendose un poco al entrar. Ese lugar estaba tal y como lo recordaba...Si fuera otro momento se habría parado a recordar el tiempo pasado allí con su padre, pero no tenía tiempo. Se dirigió a la sala en la que supuso que había entrado y dejó a la chica en el suelo, agarrandola de las muñecas para que no se moviera demasiado. Se aproximo a dónde se encontraba.
-¿A qué vinimos aquí? -Preguntó visiblemente impaciente.

Cuando ella forecejeó, lo único que consiguió fue que Luke ejerciera un poco mas de presión en sus muñecas.
-Se buena y estate quieta -le indicó.
Asintió dándole la razón, había oido hablar de la actual lider del consejo, así que mejor aquí que en alguna otra parte. Observó sus movimientos en completo silencio, esperando a que dijera algo que captara su interés.
-¿Una persona querida para ella? Eso es fácil, nuestra madre era alguien muy importante para ella, todo lo que a hecho hasta ahora fue por lo que le ocurrió. -respondió- Aunque lo del miedo es bastante mas complicado, la última vez que tuve una conversación sobre eso con ella fue hace muchísimos años y tras la muerte de mi madre ella no volvió a confiar en mí. Podría decirte sus miedos de cuando era niña ¿pero los actuales? Complicado lo veo, ella ha cambiado demasiado como para deducirlos.
Frunció levemente el ceño, pensativo.

Asintió levemente. Se moría de curiosidad por saber cuales eran sus planes, en su mente afloraban las preguntas, una tras otra, pero el se mantenía tranquilo, impasible, ignorándolas por completo, limitandose a esperar para que los sucesos las respondieran por si mismos.
En un primer momento le desconcertaron sus palabras pero ese desconcierto apenas duró un instante. Le miró con desconfianza, su mente no era un lugar al que pudiera dejar acceder a alguien, así que se lo pensó seriamente. Terminó por aceptar, un poco a regañadientes, quería verlo por si mismo.
-De acuerdo -respondió antes de tomar una gota de sangre- pero no curiosees mucho, ahí hay cosas que no me gustaría que salieran a la luz.
Respiró hondo, preparándose.

Le extrañó un tanto que también quisiera que la chica lo viera, no dijo nada, se limitó a sujetarla con fuera para que no se moviera, cuanto antes terminara mejor.
Y el momento esperado no tardó en llegar, se concentró un poco y cuando las primeras imagenes se hicieron visibles en su cabeza sonrió complacido. Aquella sonrisa estaba plagada de odio y sed de venganza.

Luke estaba disfrutando aquello, sonreía con arrogancia mientras observaba lo que sucedía. Parece ser que Kairi no era tan fuerte como aparentaba bastaban un par de cosillas como esa para hacerla sufrir un poco. ¿Lo mejor de todo? Que aquello solo era el principio.
Observaba con espectación, esperando ver que tenía preparado para ella, la venganza era tan dulce.
Aprieta un poco mas su agarre cuando la chica forcejea de nuevo.
-Ya te he dicho que te quedes quieta -espetó.

Sonrió de nuevo, disfrutando del éspectaculo, ver el sufrimiento de su hermana era algo maravilloso, nunca pensó que la sensación sería tan gratificante. Asintió, dándole la razón.
-Finge ser fuerte, pero en realidad no lo es. -comentó
Suspiró exasperado ante sus gritos y forcejeos, la miró un tanto enfadado, antes de esbozar una sonrisa irónica.
-¿Acaso crees que ella no lo es? Creeme, se lo merece. -respondió

Se alivió un tanto cuando cogió a la chica, estaba cansado de lidiar con ella. Entonces terminó, Luke estaba satisfecho con lo ocurrido, pero aún ansiaba mas, deseaba con todas sus fuerzas que si sufrimiento fuera aún mayor que el de esta noche.
Sonrió ampliamente al escucharle.
-Perfecto -dijo solamente.
Asintió de forma leve, comenzando a caminar tras él, pregúntandose a donde irían. Al escucharle se alegró, por fin conocía el nombre del que era su aliado. Sin decir nada más, salió del lugar siguiendo sus pasos.