|
Bienvenidos a Vampire Knight: Academia Cross. Esperamos realmente que los usuarios y también los personajes, disfruten la estadía en el foro y sobre todo, participen en esta comunidad. ¡Diviértanse por encima de todo!
|
|
Conectarse
Últimos temas
Anuncios
No hay anuncios disponibles.
Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Página 1 de 3. • Comparte
Página 1 de 3. • 1, 2, 3
Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
La enorme sala está decorada con motivos navideños, el centro está preparado a modo de pista de baile, al fondo de la sala hay un pequeño escenario donde una banda de música ameniza la noche, a los lados hay mesas con comida.
¡Poneos vuestras mejores galas y preparaos para pasar una buena noche!
Recordad, la fiesta estará abierta desde hoy, día 26 hasta el día 6
- Kaien Cross
Cantidad de envíos :
450
Localización : En mi despacho
Empleo /Ocio : Director de la academia Cross
Humor : Maravilloso~
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
¿Realmente, alguien, en toda esta maldita Academia, podría ser tan considerado como para convencer a Kaien Cross, cohersivamente si es necesario, de que las fiestas que celebra nunca terminan en nada bueno?
Yagari ingresó en el lugar con un grupo de cinco cazadores. Los hombres se dispersaron y tomaron sus posiciones, relajadas de momento pero siempre preparados para actuar. Ya pocos eran los hombres de confianza que le quedaba a la Asociación y él, como Jefe momentáneo, debía hacer lo posible por mantenerlos unidos. Las cosas estaban muy feas y amenazaban con ponerse peor, por lo tanto él debía asumir las responsabilidades que Damaru abandonó con su partida.
Yagari iba vestido de gala y tenía una rosa blanca en uno de los bolsillos de su saco. Sí, no es necesario que lo pregunten, pues es justamente eso que están pensando: Kaien creía que se vería bonito y lo haría mucho más elegante y atractivo. El cazador puso los ojos en blanco tras recordar aquello y se acercó a una pared. Recargó allí su espalda y, como de costumbre, encendió uno de sus cigarros. Y que no le vinieran a joder la paciencia diciendo que aquí no se podía fumar, que suficiente tenía ya con especular cuántos cadáveres debería sacar de allí cuando concluyera la velada.
Yagari ingresó en el lugar con un grupo de cinco cazadores. Los hombres se dispersaron y tomaron sus posiciones, relajadas de momento pero siempre preparados para actuar. Ya pocos eran los hombres de confianza que le quedaba a la Asociación y él, como Jefe momentáneo, debía hacer lo posible por mantenerlos unidos. Las cosas estaban muy feas y amenazaban con ponerse peor, por lo tanto él debía asumir las responsabilidades que Damaru abandonó con su partida.
Yagari iba vestido de gala y tenía una rosa blanca en uno de los bolsillos de su saco. Sí, no es necesario que lo pregunten, pues es justamente eso que están pensando: Kaien creía que se vería bonito y lo haría mucho más elegante y atractivo. El cazador puso los ojos en blanco tras recordar aquello y se acercó a una pared. Recargó allí su espalda y, como de costumbre, encendió uno de sus cigarros. Y que no le vinieran a joder la paciencia diciendo que aquí no se podía fumar, que suficiente tenía ya con especular cuántos cadáveres debería sacar de allí cuando concluyera la velada.
- Yagari Touga
Cantidad de envíos :
541
Empleo /Ocio : Licenciado en pedagogía, educador calificado. Y bueno, sí, también es cazador.
Humor : No fastidies mi paciencia.
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Por fin. Ya podía relajarme un poquito. Estaba harto de Berlin. Harto de trabajar en ese maldito lugar. Gracias a dios que ya me han dejado salir de ahí, con mi respectiva paga, claro. Sin embargo, al volver, me pidieron que viniera aquí, para asegurar que nada se desmadraba en la fiesta. Ah... adornos navideños. Preciosos. Esas luces, esos colores tan característicos... me encantan. Desgraciadamente, no llevaba nada adecuado como atuendo. Iba con mi gabardina, algo sucia. Bueno, al menos no huelo mal.
Cuando traspasé la puerta, la fiesta no había comenzado todavía, pero ya había quien estaba, entre ellos más cazadores, uno de ellos de renombre: Yagari Touga. Había oído hablar de él y tal vez en algún momento intercambiáramos alguna palabra que otra, en alguna... ¿reunión? Me acerqué a él a saludar. Andé con mi característico gesto chulesco y cara risueña.
Hola.-solté amistosamente.
Me puse a su lado, apoyando la espalda en la misma pared que él. No le miré mucho. Pensé que tal vez, como compañeros de profesión mi presencia no le molestara.
Cuando traspasé la puerta, la fiesta no había comenzado todavía, pero ya había quien estaba, entre ellos más cazadores, uno de ellos de renombre: Yagari Touga. Había oído hablar de él y tal vez en algún momento intercambiáramos alguna palabra que otra, en alguna... ¿reunión? Me acerqué a él a saludar. Andé con mi característico gesto chulesco y cara risueña.
Hola.-solté amistosamente.
Me puse a su lado, apoyando la espalda en la misma pared que él. No le miré mucho. Pensé que tal vez, como compañeros de profesión mi presencia no le molestara.
- Dante
Cantidad de envíos :
24
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Mientras se encontraba tranquilo, disfrutando de la nicotina corrosiva invadiendo sus pulmones, divisó una alta figura entre la gente que comenzaba a llegar. No tardó mucho en reconocer que era un cazador. Digamos que las personas como él, son fáciles de advertir. Además, se acordaba del muchacho por haber compartido alguna que otra reunión en la Asociación para planificar las misiones en el pueblo y en el exterior, donde a veces solicitaban de la presencia de los miembros experimentados de la Asociación.
El recién llegado se acercó a Yagari y se situó a su lado, saludándolo de forma amable. Touga lo miró de reojo y asintió con la cabeza, dándole la bienvenida.
- Qué tal, Dante. Espero que tú seas de los nuestros -sonrió de lado, astuto y frío.
El recién llegado se acercó a Yagari y se situó a su lado, saludándolo de forma amable. Touga lo miró de reojo y asintió con la cabeza, dándole la bienvenida.
- Qué tal, Dante. Espero que tú seas de los nuestros -sonrió de lado, astuto y frío.
- Yagari Touga
Cantidad de envíos :
541
Empleo /Ocio : Licenciado en pedagogía, educador calificado. Y bueno, sí, también es cazador.
Humor : No fastidies mi paciencia.
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Yagari me dio un buen recibimiento. Eso me dio buenas vibraciones, sobre todo porque se acordaba de mí. Era de agradecer tratar con buenos tipos.
El humo del cigarro de Yagari se deslizó por mi olfato e hizo que despertara mis ganas de fumar. No era muy fumador, pero de vez en cuando no estaba mal.
Je, por supuesto.-dije con una mueca a la vez que sacaba un cigarro de la cajetilla.-Puedo asegurarte que no soy un perro traidor.-y me coloqué el cigarro entre los labios.
En ese momento, comencé a buscar el encendedor, pero no lo encontraba. Miré en todos mis bolsillos pero nada de nada. ¿Dónde diablos estará? ¿En Berlín?
Oye... ¿es cierto lo del presidente? ¿Ha muerto?-dije tranquilo y bajando un poco el tono.
Tal vez no era el momento para preguntar algo así, pero necesitaba aclararlo. Nokku era un buen amigo mio.
El humo del cigarro de Yagari se deslizó por mi olfato e hizo que despertara mis ganas de fumar. No era muy fumador, pero de vez en cuando no estaba mal.
Je, por supuesto.-dije con una mueca a la vez que sacaba un cigarro de la cajetilla.-Puedo asegurarte que no soy un perro traidor.-y me coloqué el cigarro entre los labios.
En ese momento, comencé a buscar el encendedor, pero no lo encontraba. Miré en todos mis bolsillos pero nada de nada. ¿Dónde diablos estará? ¿En Berlín?
Oye... ¿es cierto lo del presidente? ¿Ha muerto?-dije tranquilo y bajando un poco el tono.
Tal vez no era el momento para preguntar algo así, pero necesitaba aclararlo. Nokku era un buen amigo mio.
- Dante
Cantidad de envíos :
24
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Yagari escuchó su comentario mientras observaba cómo ingresaban en el lugar unas jóvenes de la Clase Diurna. Tan solo esperaba que no terminasen, esta noche, observando las flores crecer desde abajo. El cazador sonrió de lado y exhaló el humo de su cigarrillo. Mejor así. Porque creía que un cazador como Dante ya debería saber qué les deparaba a los traidores por parte de Touga.
- Eso me alivia, pues de esos ya estamos llenos -comentó, sarcástico pero transmitiendo la verdad de forma muy clara, mientras metía una mano en su bolsillo izquierdo y sacaba de allí las cerillas. Se las arrojó a Dante, para que las cogiera al vuelo.
- Así es. Damaru se ha ido y nos ha dejado toda la mierda -murmuró mientras le daba otra pitada al cigarro, manteniendo su mirada fija en los que pasaban caminando delante de ellos, sin descuidar ni un segundo la seguridad del lugar-. Pero confío en que se haya llevado a ese capullo consigo -agregó, refiriéndose al cabecilla de los mutantes: Vladimir D'Shaitis.
- Eso me alivia, pues de esos ya estamos llenos -comentó, sarcástico pero transmitiendo la verdad de forma muy clara, mientras metía una mano en su bolsillo izquierdo y sacaba de allí las cerillas. Se las arrojó a Dante, para que las cogiera al vuelo.
- Así es. Damaru se ha ido y nos ha dejado toda la mierda -murmuró mientras le daba otra pitada al cigarro, manteniendo su mirada fija en los que pasaban caminando delante de ellos, sin descuidar ni un segundo la seguridad del lugar-. Pero confío en que se haya llevado a ese capullo consigo -agregó, refiriéndose al cabecilla de los mutantes: Vladimir D'Shaitis.
- Yagari Touga
Cantidad de envíos :
541
Empleo /Ocio : Licenciado en pedagogía, educador calificado. Y bueno, sí, también es cazador.
Humor : No fastidies mi paciencia.
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Una fiesta de navidad. Que divertido, me dijeron que habría flores y adornos, y música y chicas y cosas que relucían. Genial. Entre en la sala con mi traje de siempre, ya iba lo suficientemente elegante, el verde de mi traje además era algo bastante alegre y como era una fiesta no veía motivo alguno para ponerme algo más incómodo y formal. No conocía a nadie y sin embargo recorrí la sala con la mirada para ver si podía reconocer alguna cara y bueno, de algo si que me pude dar cuenta, había cazadores apostados. ¿Serían traidores o de los pocos leales que quedaban? ¿Eran esos con los que tendría que contar en un futuro o a los que les tendría que cortar la cabeza? No lo sabía con certeza así que rebusqué una vez más en la sala y los encontré: dos cazadores algo extraños, con aire más despreocupado pero sin embargo más poderoso. Intenté que no se notara que los había mirado por un segundo y simplemente empecé a caminar por la sala haciéndome el sorprendido. Bueno, realmente estaba sorprendido así que no tenía nada que exagerar. Nunca antes había estado en una fiesta y la sala parecía tan grande y tan llena de adornos y luces agradables que me daban ganas de reírme.
Fraiah no había llegado así que todavía no tenía que ponerme alerta, a diferencia de ella yo no producía aquel aroma agitador y tentador, de hecho, debería de parecer un estudiante más, un simple e inocente estudiante de la academia, bueno, de nuevo: ciertamente eso es lo que sería si no fuera por lo de Nokku así que lo único que tenía que hacer era seguir mi papel sin dar a entender a los cazadores que yo aparte de todo eso tenía muchos ases bajo la manga.
Me acerqué a una pequeña mesa que había cerca de los cazadores y me senté, de espaldas a ellos, sería estúpido quedarme de frente. Apoyé los codos en la mesa y esperé a que un camarero pasara por ahí con copas de champan. Le arrebaté una con una sencilla pero astuta sonrisa y me volví a sentar, observando la fiesta, sonriendo por tan maravillosa celebración a la vez que escuchaba atentamente todo lo que decían aquellos dos. Tenía que averiguar si eran amigos o enemigos.
Fraiah no había llegado así que todavía no tenía que ponerme alerta, a diferencia de ella yo no producía aquel aroma agitador y tentador, de hecho, debería de parecer un estudiante más, un simple e inocente estudiante de la academia, bueno, de nuevo: ciertamente eso es lo que sería si no fuera por lo de Nokku así que lo único que tenía que hacer era seguir mi papel sin dar a entender a los cazadores que yo aparte de todo eso tenía muchos ases bajo la manga.
Me acerqué a una pequeña mesa que había cerca de los cazadores y me senté, de espaldas a ellos, sería estúpido quedarme de frente. Apoyé los codos en la mesa y esperé a que un camarero pasara por ahí con copas de champan. Le arrebaté una con una sencilla pero astuta sonrisa y me volví a sentar, observando la fiesta, sonriendo por tan maravillosa celebración a la vez que escuchaba atentamente todo lo que decían aquellos dos. Tenía que averiguar si eran amigos o enemigos.
- Jack Wintersnow
Cantidad de envíos :
213
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Al parecer, la asociación estaba llena de traidores. No era un simple rumor o un par de casos, era un hecho. En el fondo, a mi no me condicionaba pues mientras tuviera un sitio aquí, fuera un tipo importante y trabajara con gente como el aquí presente.
Yagari observo mi falta de fuego y me pasó unas cerillas. Lanzó su cajetilla con estilo y la cogí. Sonreí mirando las cerillas.
Gracias.-comenté a la vez que sacaba una cerilla.-Y a mí. Siempre es bueno tratar con buenos cazadores.
Encendí la cerilla y comenzó a emanar la llama. Prendí el cigarro y comencé a disfrutar, aspirando el humo y expulsándolo lentamente. Aun pensaba en ese tema que atentaba a la Asociación. Estábamos rodeados de papanatas traidores y solo se merecían desaparecer. El arrepentimiento ni la disculpa los perdonaría.
Yagari respondió a mi pregunta. Sentí un poco de tristeza, aunque las lágrimas no eran lo mio. La pérdida de un compañero era algo duro, pero no se merecía lágrimas y menos a Nokku, pues a él no le iba mucho esas cosas.
Qué cabrón. Con todos los temas chungos que teníamos... y ahora esto...-inquirí con queja.¿Ya tenemos nuevo presidente?
Dejé la pregunta en el aire, mientras observaba las personas que iban entrando en la fiesta. Ninguno me llamó la atención, ni de aspecto ni de nada. Y eso no era bueno, aunque tampoco malo. Cabía la posibilidad de que se colara un intruso capaz de ocultar su energía. En fin, si hay que machacar a alguien, se le machaca y punto.
Yagari observo mi falta de fuego y me pasó unas cerillas. Lanzó su cajetilla con estilo y la cogí. Sonreí mirando las cerillas.
Gracias.-comenté a la vez que sacaba una cerilla.-Y a mí. Siempre es bueno tratar con buenos cazadores.
Encendí la cerilla y comenzó a emanar la llama. Prendí el cigarro y comencé a disfrutar, aspirando el humo y expulsándolo lentamente. Aun pensaba en ese tema que atentaba a la Asociación. Estábamos rodeados de papanatas traidores y solo se merecían desaparecer. El arrepentimiento ni la disculpa los perdonaría.
Yagari respondió a mi pregunta. Sentí un poco de tristeza, aunque las lágrimas no eran lo mio. La pérdida de un compañero era algo duro, pero no se merecía lágrimas y menos a Nokku, pues a él no le iba mucho esas cosas.
Qué cabrón. Con todos los temas chungos que teníamos... y ahora esto...-inquirí con queja.¿Ya tenemos nuevo presidente?
Dejé la pregunta en el aire, mientras observaba las personas que iban entrando en la fiesta. Ninguno me llamó la atención, ni de aspecto ni de nada. Y eso no era bueno, aunque tampoco malo. Cabía la posibilidad de que se colara un intruso capaz de ocultar su energía. En fin, si hay que machacar a alguien, se le machaca y punto.
- Dante
Cantidad de envíos :
24
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
¡Una fiesta de Navidad! Hacía tanto tiempo que no estaba en ninguna... Me había puesto un vestido de color perla, ajustado de la parte de arriba y suelto por la parte de abajo hasta la rodilla, en forma de campana. Había intentado arreglarme un poco el pelo, pero al tenerlo corto no podía hacerme ningún buen recogido, así que me había puesto una pequeña rosa del mismo color que mi vestido a modo de horquilla en el lado derecho, retirándome hacia atrás un poco el pelo de ese lado. Al entrar me quedé mirando hacia todos sitios sin saber muy bien cómo actuar. Vi gente bailando, hablando, riendo... Incluso un chico que le arrebató a un camarero una copa de champan. Sonreí levemente... todo parecía tan bonito, tan brillante... Pero, aun detrás de todo aquel resplandor, la vigilancia saltaba a la vista para aquellos que no éramos simples humanos. Seguramente, los de la clase nocturna tampoco tardarían en darse cuenta de que en aquel salón no solo había alumnos, profesores y camareros... Miré hacia varios de ellos, infiltrados entre el alumnado. Bien pensado, yo también debería estar vigilando... Pero hacía muy poco que me había unido a la asociación, a parte de que desde que había entrado a la academia no había tenido más noticias de ella.
Hacía tiempo que había oído rumores acerca de la asociación, y no eran precisamente tranquilizadores. Parecía que los cazadores estaban más dispersos que nunca, y que las traiciones estaban a la orden del día. Me alisé con las manos el vestido, nerviosa. Debajo de él, en la pierna izquierda, llevaba una daga sujeta contra el muslo. No había olvidado a qué había venido, pero no podía presentarme en un baile armada con una espada. Al alzar la cabeza hacia el frente, vi una cara conocida. ''¿Podría ser...?'' Abrí mucho los ojos, sorprendida. ¿Qué hacía allí Touga Yagari? Di un par de pasos hacia delante, pero luego me di la vuelta. Me daba vergüenza hablarle... ¡Pero tenía que saber qué ocurría en la asociación! No, pero estaba hablando con otra persona, que sin lugar a dudas era otro cazador... Apreté los labios y finalmente, me di la vuelta y me dirigí hacia ellos con paso decidido. Al llegar allí tuve que alzar mucho la cara para poder hablarles, ya que la diferencia de altura era más que notable, eran como mínimo el doble de altos que yo. Hice acopio de fuerzas y me incliné.- ¡Matsumoto Rangiku, encantada!- Me levanté y miré a la cara al cazador- ¿Usted es Yagari Touga-dono... verdad?- dije, bajando significativamente la voz. Me dirigí hacia el hombre que estaba a su lado y le saludé de la misma manera.-¡Un placer conocerle!- me sonaba también mucho, pero no llegaba a caer en quién era. Esperé la reacción de ambos con nerviosismo, mientras que me retorcía las manos tras la espalda. ¿Me reconocerían de la asociación? ¿Podrían decirme qué era lo que ocurría?
Hacía tiempo que había oído rumores acerca de la asociación, y no eran precisamente tranquilizadores. Parecía que los cazadores estaban más dispersos que nunca, y que las traiciones estaban a la orden del día. Me alisé con las manos el vestido, nerviosa. Debajo de él, en la pierna izquierda, llevaba una daga sujeta contra el muslo. No había olvidado a qué había venido, pero no podía presentarme en un baile armada con una espada. Al alzar la cabeza hacia el frente, vi una cara conocida. ''¿Podría ser...?'' Abrí mucho los ojos, sorprendida. ¿Qué hacía allí Touga Yagari? Di un par de pasos hacia delante, pero luego me di la vuelta. Me daba vergüenza hablarle... ¡Pero tenía que saber qué ocurría en la asociación! No, pero estaba hablando con otra persona, que sin lugar a dudas era otro cazador... Apreté los labios y finalmente, me di la vuelta y me dirigí hacia ellos con paso decidido. Al llegar allí tuve que alzar mucho la cara para poder hablarles, ya que la diferencia de altura era más que notable, eran como mínimo el doble de altos que yo. Hice acopio de fuerzas y me incliné.- ¡Matsumoto Rangiku, encantada!- Me levanté y miré a la cara al cazador- ¿Usted es Yagari Touga-dono... verdad?- dije, bajando significativamente la voz. Me dirigí hacia el hombre que estaba a su lado y le saludé de la misma manera.-¡Un placer conocerle!- me sonaba también mucho, pero no llegaba a caer en quién era. Esperé la reacción de ambos con nerviosismo, mientras que me retorcía las manos tras la espalda. ¿Me reconocerían de la asociación? ¿Podrían decirme qué era lo que ocurría?
- Rangiku Matsumoto
Cantidad de envíos :
631
Edad : 28
Empleo /Ocio : Estudiante por la mañana, cazadora por la tarde y por la noche. Y sin librar los días festivos *snif*
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Otra fiesta, lo que faltaba. Parecía que el director no entraba en razón, ella siempre había apoyado su afán de celebrar las cosas por todo lo alto, pero dado que cada vez todo salía peor, esas ganas de apoyarle y defenderle por querer organizar esos eventos se habían esfumado por completo. Esta vez, ni siquiera pensaba que pudiera salir bien, iba preparada para lo peor. De no ser porque, adoptiva o no, era la hija del director, no habría ido.
Respiró hondo y entró en la sala. Llevaba un vestido rosa pálido, con la falda corta por la parte delantera y larga por atrás, sin mangas, adornado con un lazo en la cintura, esta vez no le había quedado mas remedio que llevar unos zapatos de tacon, los más bajitos y cómodos que pudo encontrar, pero tacones al fin y al cabo, detalle que no le hacía demasiada gracia. Su cabello estaba suelto, adornado con una cinta del mismo tono del vestido.
Observó a los allí presentes, la única cara conocida era la de Yagari, pero dado el "aprecio" que él le tenía, la opción de acercarse y saludar estaba descartada. Así que optó por acercarse a una de las mesas, cosa que era mucho mas agradable, y se detuvo, mirando la comida. No sentía hambre pero aún así, no pudo evitar tomar uno de los canapés que había allí amontonados y llevarselo a la boca. Cualquier cosa con tal de entretenerse para que aquello pasara rápido.
Respiró hondo y entró en la sala. Llevaba un vestido rosa pálido, con la falda corta por la parte delantera y larga por atrás, sin mangas, adornado con un lazo en la cintura, esta vez no le había quedado mas remedio que llevar unos zapatos de tacon, los más bajitos y cómodos que pudo encontrar, pero tacones al fin y al cabo, detalle que no le hacía demasiada gracia. Su cabello estaba suelto, adornado con una cinta del mismo tono del vestido.
Observó a los allí presentes, la única cara conocida era la de Yagari, pero dado el "aprecio" que él le tenía, la opción de acercarse y saludar estaba descartada. Así que optó por acercarse a una de las mesas, cosa que era mucho mas agradable, y se detuvo, mirando la comida. No sentía hambre pero aún así, no pudo evitar tomar uno de los canapés que había allí amontonados y llevarselo a la boca. Cualquier cosa con tal de entretenerse para que aquello pasara rápido.
- Yuuki Cross
Cantidad de envíos :
1975
Edad : 30
Localización : Patrullando o dormida en clase...
Empleo /Ocio : Prefecta de la academia
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
¿Por qué había venido? Quizás por la esperanza de que esta vez no terminase en tragedia.
Fraiah pasó por la puerta del salón y lo primero que hizo fue hacer una pequeña reverencia a modo de saludo. Allí había unas compañeras de su clase, las cuales estaban muy alegres y la habían acaparado para saludarle y para llenarla de preguntas, ya que últimamente no había asistido a clases. Fraiah rió suavemente, hablando con ellas con bastante tranquilidad, aunque por dentro sentía el desafío de esa noche cerniéndose sobre sus hombros. Esas jóvenes, probablemente, no tenían ni idea de las atrocidades pasadas y, evidentemente, venideras. Siempre acababan, luego de las tragedias, con el cerebro lavado por los vampiros de la Clase Nocturna. Fraiah se preguntaba a veces si estas eran fiestas realmente o cuevas para efectuar extraños sacrificios.
- ¡Fraiah! ¿Por qué no has ido a la pijamada de nuestra habitación el martes? Te fuimos a buscar, huyendo de los prefectos, y no estabas en tu habitación -dijo una de las chicas, preocupada y sorprendida. Fraiah había visto por detrás de las muchachas que, a lo lejos, se encontraba Yagari junto a otro cazador, el cual había visto un par de veces en la Asociación cuando Nokku aún estaba con vida. Fraiah levantó su mano suavemente y los saludó desde lejos, de forma disimulada, para luego centrar su atención en las chicas otra vez.
- Estuve enferma y sentí que estaría más tranquila en la casa de un familiar, así que me quedé allí. Lo siento mucho, prometo que la próxima vez iré -se excusó, sonriendo despreocupadamente y de forma amable, mientras las chicas quedaban conformes con la respuesta. Sin embargo, se acercó a ellas un grupo de muchachos. Eran alumnos de la Clase Diurna y ya uno de ellos había intentado acercarse a ellas con ciertas intenciones poco deseables. Fraiah lo miró fijamente, pues él ya debería saber perfectamente que le caía mal.
- ¡Ah, Fraiah-chan! ¿Qué te trae por aquí? ¿No deberías estar con tus antiguos compañeros de clase? -inquirió, señalando con el mentón a unos jóvenes de la Clase Nocturna que se encontraban a lo lejos. El muchacho sabía que ella se había cambiado de clase luego de dejar la Academia por un tiempo, y parecía no descartar oportunidad para demostrarle lo mucho que sabía sobre ella. Aunque a decir verdad sabía bien poco.
- ¿Qué clase de caballero no acompaña a su dama a una fiesta? ¿Dónde está tu novio esta noche? -preguntó, provocativo. Entonces, Fraiah lo observó de reojo, demostrando lo poco que le importaba su presencia, y respondió con una sencilla palabra:
- Muerto.
Las chicas que estaban con ella abrieron los ojos muy grandes. Seguidamente, el muchacho frunció el ceño, observándola de forma extraña, pero luego sonrió creyendo que era una broma, y que en verdad ella quería decir que se había peleado con él y estaba soltera esa noche. Hombres, siempre quieren creer lo que les conviene. Sin embargo, sus compañeras le dieron un breve golpecito en el brazo, susurrando su nombre por lo bajo, como si la regañaran por tener tal temperamento. Ella, simplemente, sonrió de forma jovial y fresca, guiñándoles un ojo y continuó caminando, mientras las chicas aceptaban su gesto y reían, negando con la cabeza su desfachatez.
Tras dejar atrás a aquel grupo, Fraiah continuó andando de forma elegante e imponente. No iría con la cabeza baja nunca más. Eso no era lo que Nokku quería para ella. No sería una sumisa. Por más débil que fuera físicamente y por más desventajas que tuviese, su alma era fuerte y más aún su corazón. Haría que Nokku, cualquiera sea el lugar donde estuviera, se sientiera orgulloso de ella.
Frenó en la mitad de la pista para acomodar un poco su vestido. Había decidido ponerse uno rojo a causa de la Navidad. Creía que era un color bastante adecuado para esta fiesta, más allá de que fuera muy acorde también con las tragedias. Apartó un poco su cabello, el cual llevaba suelto, y ajustó un poco el lazo que tenía alrededor del cuello. Suspiró y oyó la música.
- Bien, Fraiah, allá vamos -se dio ánimos, caminando hasta llegar a las mesas, donde sus ojos divisaron a una persona bastante conocida y hace tiempo desaparecida.
- ¿Yuuki? -preguntó, acercándose, algo temerosa por miedo a que no fuera ella, aunque evidentemente lo era. Sin dudarlo, rió y se acercó, dándole un fuerte abrazo-. No puedo creer que te esté observando. ¿Dónde has estado todo este tiempo? Aunque de acuerdo, no te culparé, yo también me he borrado un poco del mapa -confesó, emocionada y alegre de volver a verla. ¿Cuánto había pasado ya de aquellas reuniones en la fuente donde hablaban de todo lo habido por haber? Y fue en ese momento cuando observó que, detrás de ella, unas mesas más allá, había cierta melena rubia con cierto traje verde llamativo. Fraiah entrecerró un poco los ojos, sonriendo levemente. ¿Así que él también había venido? No sabía por qué, pero le daba cierta alegría y cierta seguridad.
Fraiah pasó por la puerta del salón y lo primero que hizo fue hacer una pequeña reverencia a modo de saludo. Allí había unas compañeras de su clase, las cuales estaban muy alegres y la habían acaparado para saludarle y para llenarla de preguntas, ya que últimamente no había asistido a clases. Fraiah rió suavemente, hablando con ellas con bastante tranquilidad, aunque por dentro sentía el desafío de esa noche cerniéndose sobre sus hombros. Esas jóvenes, probablemente, no tenían ni idea de las atrocidades pasadas y, evidentemente, venideras. Siempre acababan, luego de las tragedias, con el cerebro lavado por los vampiros de la Clase Nocturna. Fraiah se preguntaba a veces si estas eran fiestas realmente o cuevas para efectuar extraños sacrificios.
- ¡Fraiah! ¿Por qué no has ido a la pijamada de nuestra habitación el martes? Te fuimos a buscar, huyendo de los prefectos, y no estabas en tu habitación -dijo una de las chicas, preocupada y sorprendida. Fraiah había visto por detrás de las muchachas que, a lo lejos, se encontraba Yagari junto a otro cazador, el cual había visto un par de veces en la Asociación cuando Nokku aún estaba con vida. Fraiah levantó su mano suavemente y los saludó desde lejos, de forma disimulada, para luego centrar su atención en las chicas otra vez.
- Estuve enferma y sentí que estaría más tranquila en la casa de un familiar, así que me quedé allí. Lo siento mucho, prometo que la próxima vez iré -se excusó, sonriendo despreocupadamente y de forma amable, mientras las chicas quedaban conformes con la respuesta. Sin embargo, se acercó a ellas un grupo de muchachos. Eran alumnos de la Clase Diurna y ya uno de ellos había intentado acercarse a ellas con ciertas intenciones poco deseables. Fraiah lo miró fijamente, pues él ya debería saber perfectamente que le caía mal.
- ¡Ah, Fraiah-chan! ¿Qué te trae por aquí? ¿No deberías estar con tus antiguos compañeros de clase? -inquirió, señalando con el mentón a unos jóvenes de la Clase Nocturna que se encontraban a lo lejos. El muchacho sabía que ella se había cambiado de clase luego de dejar la Academia por un tiempo, y parecía no descartar oportunidad para demostrarle lo mucho que sabía sobre ella. Aunque a decir verdad sabía bien poco.
- ¿Qué clase de caballero no acompaña a su dama a una fiesta? ¿Dónde está tu novio esta noche? -preguntó, provocativo. Entonces, Fraiah lo observó de reojo, demostrando lo poco que le importaba su presencia, y respondió con una sencilla palabra:
- Muerto.
Las chicas que estaban con ella abrieron los ojos muy grandes. Seguidamente, el muchacho frunció el ceño, observándola de forma extraña, pero luego sonrió creyendo que era una broma, y que en verdad ella quería decir que se había peleado con él y estaba soltera esa noche. Hombres, siempre quieren creer lo que les conviene. Sin embargo, sus compañeras le dieron un breve golpecito en el brazo, susurrando su nombre por lo bajo, como si la regañaran por tener tal temperamento. Ella, simplemente, sonrió de forma jovial y fresca, guiñándoles un ojo y continuó caminando, mientras las chicas aceptaban su gesto y reían, negando con la cabeza su desfachatez.
Tras dejar atrás a aquel grupo, Fraiah continuó andando de forma elegante e imponente. No iría con la cabeza baja nunca más. Eso no era lo que Nokku quería para ella. No sería una sumisa. Por más débil que fuera físicamente y por más desventajas que tuviese, su alma era fuerte y más aún su corazón. Haría que Nokku, cualquiera sea el lugar donde estuviera, se sientiera orgulloso de ella.
Frenó en la mitad de la pista para acomodar un poco su vestido. Había decidido ponerse uno rojo a causa de la Navidad. Creía que era un color bastante adecuado para esta fiesta, más allá de que fuera muy acorde también con las tragedias. Apartó un poco su cabello, el cual llevaba suelto, y ajustó un poco el lazo que tenía alrededor del cuello. Suspiró y oyó la música.
- Bien, Fraiah, allá vamos -se dio ánimos, caminando hasta llegar a las mesas, donde sus ojos divisaron a una persona bastante conocida y hace tiempo desaparecida.
- ¿Yuuki? -preguntó, acercándose, algo temerosa por miedo a que no fuera ella, aunque evidentemente lo era. Sin dudarlo, rió y se acercó, dándole un fuerte abrazo-. No puedo creer que te esté observando. ¿Dónde has estado todo este tiempo? Aunque de acuerdo, no te culparé, yo también me he borrado un poco del mapa -confesó, emocionada y alegre de volver a verla. ¿Cuánto había pasado ya de aquellas reuniones en la fuente donde hablaban de todo lo habido por haber? Y fue en ese momento cuando observó que, detrás de ella, unas mesas más allá, había cierta melena rubia con cierto traje verde llamativo. Fraiah entrecerró un poco los ojos, sonriendo levemente. ¿Así que él también había venido? No sabía por qué, pero le daba cierta alegría y cierta seguridad.
- Fraiah B. Eslin
Cantidad de envíos :
6012
Humor : Volátil
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Yo solo era uno más, me había fundido con la gente y pasaba completamente desapercibido para todos aquellos que no me conocían, en resumen, todos menos Fraiah, que todavía no llegaba. Sonreí melancólicamente mientras me tomaba aquel delicioso champán. Las voces de los dos cazadores que tenía atrás seguían sonando como una música de fondo. De pronto una chica bajita y de pelo corto quiso acercarse a aquellos dos, parecía insegura, asustada casi de la figura que representaban los cazadores pero finalmente se decidió y fue directa hacia ellos. Tal vez un ojo inexperto no lo hubiera notado pero Jack era muy... observador y digamos que pudo entrever aquel bulto que tenía bajo la falda cuando estaba caminando de esa forma tan decidida y energética, ella también era una cazadora. Sonreí y miré hacia mi propia mesa, bajando un poco la cabeza "O bien estoy rodeado de compañeros o he metido la pata hasta el fondo" Pensé cómicamente antes de oír hablar a la chica. Nombró a Yagari y le saludo con respeto. No había ningún secretismo y el hecho de que Touga era el presidente sustituto no era algo que yo desconociera. Estaba claro. Eran amigos.
Entonces la vi, hablando con unas amigas y con unos chicos, Fraiah parecía querer esquivarlos y sonreí al ver como dejaba en el sitio a uno de los chavales que se le acercaban, no sabía que le había dicho pero conociendo su carácter seguro que había sido fría y cortante como un témpano afilado al viento. Fraiah se encontró con otra amiga suya, la hija del director si no me equivocaba y si mi memoria no me fallaba, pues en los informes algunas fotos no salían con toda la calidad que uno desearía. Y me vio, no supe muy bien si se alegraba del todo de verme allí o simplemente pensaba que el hecho que yo y algunos cazadores estuviéramos presentes era algo malo. Ella me había advertido de que las fiestas eran peligrosas y que Nokku murió en la última pero esa era razón de más para venir. Le guiñe un ojo a Fraiah durante el instante en el que nuestras miradas se encontraron y luego me terminé la copa de champán. Ya había averiguado lo que quería.
Me levanté de la mesa lentamente, sin hacer ningún movimiento brusco y me volteé, estableciendo un contacto visual directo con Yagari y con su compañero. Me acerqué como lo hubiera hecho un estudiante cualquiera y me quedé mirándoles por unos segundos cuando estuve a un metro de distancia de los dos. Decidí ser directo, completamente directo pero pasivo a la vez. Me dirigí a Yagari ya que era el más representativo que cualquiera de los miembros de los cazadores que habría por ahí.
Espero que mi hermanastro no le haya dejado todas las responsabilidades a usted, el siempre ha sido algo dejado desde que teníamos ocho años. Soy Jack
Dije tendiéndole la mano a Yagari. No era un simple saludo, significaba mucho más. Evidentemente para un hombre normal eso era un saludo más pero para cualquiera que supiera pensar un poco mejor que losdemás se daría cuanta de que mi mano estaba forzando a aquel hombre a saludar a un desconocido. Desafiar de una forma tan sutil pero provocativa al hombre más poderoso de la sala no era algo que pudiera permitirse un personaje que no tuviera el rango que no poseyera mi hermano. Si Yagari era lo suficientemente listo comprendería el mensaje porque esa mano que le tendía no era solo una forma de establecer una relación agradable entre dos compañeros si no que en el fondo era una forma de decirle abiertamente que Jack tarde o temprano tendría más autoridad y presencia que el y si Taouga no aceptaba el saludo eso le afectaría en el futuro. Era complicado de explicar, el lenguaje de los comandantes siempre fue mucho más aya de las palabras y la lingüística.
Aunque tal vez había sido demasiado rápido y repentino y a Yagari no le daría tiempo de asimilar toda esa información. Eso también era una prueba, estaba probando al sustituto de mi hermano "¿Estarás a la altura?" ¿Estaba Yagari a la altura de pensar, analizar y tomar una rápida decisión en una situación totalmente inesperada? ¿Se daría cuenta de todo el poder, de todos los detalles que ese saludo representaba? ¿Podría darse cuenta de que su forma de responder sería clave y que no era una simple formalidad? Necesitaba saber todo lo posible de Yagari desde lo básico. Siempre fuí el mejor analizador y estratega de la escuela. Había sido amable pero si hubiera querido ser frío y osco habría pocas personas que querrían dirigirme la palabra pues siempre encontraría la manera de dejarlos en evidencia en base de los datos que en apariencia eran los "más inútiles". Como el dato de poder analizar la valía de un soldado y alto subordinado solo a base de un saludo. Si, podría analizar a Yagari sin intercambiar más de dos frases con él, posiblemente podría conocerlo mejor de lo que Nokku se hubiera molestado en hacer.
Pensaba usar a todos los miembros de la Asociación de la mejor forma posible, de la mejor forma para ellos y debía empezar por Yagari.
Entonces la vi, hablando con unas amigas y con unos chicos, Fraiah parecía querer esquivarlos y sonreí al ver como dejaba en el sitio a uno de los chavales que se le acercaban, no sabía que le había dicho pero conociendo su carácter seguro que había sido fría y cortante como un témpano afilado al viento. Fraiah se encontró con otra amiga suya, la hija del director si no me equivocaba y si mi memoria no me fallaba, pues en los informes algunas fotos no salían con toda la calidad que uno desearía. Y me vio, no supe muy bien si se alegraba del todo de verme allí o simplemente pensaba que el hecho que yo y algunos cazadores estuviéramos presentes era algo malo. Ella me había advertido de que las fiestas eran peligrosas y que Nokku murió en la última pero esa era razón de más para venir. Le guiñe un ojo a Fraiah durante el instante en el que nuestras miradas se encontraron y luego me terminé la copa de champán. Ya había averiguado lo que quería.
Me levanté de la mesa lentamente, sin hacer ningún movimiento brusco y me volteé, estableciendo un contacto visual directo con Yagari y con su compañero. Me acerqué como lo hubiera hecho un estudiante cualquiera y me quedé mirándoles por unos segundos cuando estuve a un metro de distancia de los dos. Decidí ser directo, completamente directo pero pasivo a la vez. Me dirigí a Yagari ya que era el más representativo que cualquiera de los miembros de los cazadores que habría por ahí.
Espero que mi hermanastro no le haya dejado todas las responsabilidades a usted, el siempre ha sido algo dejado desde que teníamos ocho años. Soy Jack
Dije tendiéndole la mano a Yagari. No era un simple saludo, significaba mucho más. Evidentemente para un hombre normal eso era un saludo más pero para cualquiera que supiera pensar un poco mejor que losdemás se daría cuanta de que mi mano estaba forzando a aquel hombre a saludar a un desconocido. Desafiar de una forma tan sutil pero provocativa al hombre más poderoso de la sala no era algo que pudiera permitirse un personaje que no tuviera el rango que no poseyera mi hermano. Si Yagari era lo suficientemente listo comprendería el mensaje porque esa mano que le tendía no era solo una forma de establecer una relación agradable entre dos compañeros si no que en el fondo era una forma de decirle abiertamente que Jack tarde o temprano tendría más autoridad y presencia que el y si Taouga no aceptaba el saludo eso le afectaría en el futuro. Era complicado de explicar, el lenguaje de los comandantes siempre fue mucho más aya de las palabras y la lingüística.
Aunque tal vez había sido demasiado rápido y repentino y a Yagari no le daría tiempo de asimilar toda esa información. Eso también era una prueba, estaba probando al sustituto de mi hermano "¿Estarás a la altura?" ¿Estaba Yagari a la altura de pensar, analizar y tomar una rápida decisión en una situación totalmente inesperada? ¿Se daría cuenta de todo el poder, de todos los detalles que ese saludo representaba? ¿Podría darse cuenta de que su forma de responder sería clave y que no era una simple formalidad? Necesitaba saber todo lo posible de Yagari desde lo básico. Siempre fuí el mejor analizador y estratega de la escuela. Había sido amable pero si hubiera querido ser frío y osco habría pocas personas que querrían dirigirme la palabra pues siempre encontraría la manera de dejarlos en evidencia en base de los datos que en apariencia eran los "más inútiles". Como el dato de poder analizar la valía de un soldado y alto subordinado solo a base de un saludo. Si, podría analizar a Yagari sin intercambiar más de dos frases con él, posiblemente podría conocerlo mejor de lo que Nokku se hubiera molestado en hacer.
Pensaba usar a todos los miembros de la Asociación de la mejor forma posible, de la mejor forma para ellos y debía empezar por Yagari.
- Jack Wintersnow
Cantidad de envíos :
213
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Yagari asintió ante el agradecimiento de Dante por las cerillas, y continuó escuchando sus palabras. El humo de los cigarros de ambos se entremezclaban formando una pequeña nube en la zona. Ya se imaginaba a Kaien chillando mientras se abalanzaba sobre ellos para ordenarles que dejaran de contaminar el ambiente, y el cazador ya se imaginaba pateándole el trasero y regresándolo de una patada al sitio desde el cual vino. Encima que debía proteger sus fiestas trágicas, lo único que le faltaba era que no le permitiera darse un placer en ellas. Como no le gustaba bailar, lo único bueno que podía encontrar allí se resumía en alcohol y cigarros.
Cuando Dante efectuó aquella pregunta, Yagari hubiera querido responderle afirmativamente, pero no fue así.
- Aún no. Pero confío en el crío de Damaru, y sé que no nos ha dejado todo completamente a la deriva -admitió. Si bien en un principio odiaba tener que obedecerle y cooperar con él, creyendo claramente su inoperancia por ser tan joven e impulsivo, con el tiempo llegó a tomarle un cierto aprecio y respeto. Después de todo, la cosa pareció ser recíproca, pues Damaru lo nombró Sub-jefe y lo dejó a cargo de responsabilidades importantes. Eso sigificaba que en verdad confiaba en él, y Yagari, como hombre de honor que era, no iba a fallarle, y mucho menos iba a fallar en su propósito. Estaba claro: junto con todos los nobles cazadores que quedaban, concluiría el trabajo que Nokku Damaru dejó inconcluso. Además, él había dado su vida por la causa. ¿Qué más noble deber para un cazador que ese? Ya todo estaba dicho, y Yagari había jurado que nadie se saldría con la suya otra vez. Si debían afrontar pérdidas y derrotas, lo harían con la cabeza en alto.
Entre las personas que comenzaban a llegar, Touga reconoció a la viuda de Damaru. Aunque sabía que entre ella y Nokku existían muchos secretos que jamás dijeron al resto, él nunca se interesó por preguntar. Eran dos personas adultas ya y sabían lo que hacían, y Yagari apoyaría a quienes se esmeraban por el bien de la Asociación. Cuando ella los saludó, el cazador asintió con la cabeza y le dedicó una mirada cómplice. Sí, sabía perfectamente que esta noche podía terminar como tantas otras. Lo sabía él, lo sabía Dante, lo sabía Yuuki Kuran -quien acababa de entrar-, lo sabían, en definitiva, todos lo suficientemente conscientes y lo suficientemente arriesgados y temerarios como para poner las manos en el fuego una vez ya conocidos los riesgos.
Y mientras Yagari pensaba y meditaba acerca de esta celebración Navideña, una pequeña figura se acercó a él y a su compañero. El cazador de celeste ojo estaba sumamente concentrado en sus pensamientos, pero entonces la voz femenina de aquella joven lo dispersó. Bajó la mirada hasta ella, ruda y fría como siempre, y la analizó de arriba a abajo. Matsumoto Rang¡ku, tal como ella había dicho. Si mal no recordaba, Zero le había avisado acerca de algunos cazadores que habían ingresado hacía poco en la Asociación, pues venían de lejos. Esta chica era una de ellos, al parecer, pues vagamente recordaba su nombre entre tanto papeleo. No sabía cuáles eran sus intenciones, pero pronto lo averiguaría. Además, algunos de sus hombres se encargaban fielmente de esa labor. Ya se sabe que tal y como están las cosas, no se puede aceptar libremente a cualquier persona por el simple hecho de parecer simpática e inocente, justamente como esta chica.
Yagari asintió. Sí, era él mismo. Y se apresuró a ir al grano.
- Supongo que si estás aquí es porque sabes a lo que te enfrentas -soltó, sin filtro ni anestecia. No estaban como para dar vueltas y andar con rodeos. Las cosas tenían que ser claras y exactas en el momento justo. Las palabras que el cazador dijo a la chica no solo se referían al riesgo de tener que combatir contra vampiros y traidores, sino que contenían el doble sentido de que si ella no quería pasarlo mal, más le convenía saber a qué bando debería pertenecer. Él ya no tendría piedad ni ningún miramiento -si es que acaso alguna vez lo tuvo- y no le daría tiempo a cometer ninguna injuria ni manchar aún más el nombre de la Asociación.
Touga soltó el humo del cigarro luego de darle una última calada y se preparó para decir algo más, pero entonces aquel muchacho rubio apareció. Sus palabras fueron oídas perfectamente por el experimentado cazador y analizó cada uno de sus movimientos. El silencio pareció apopoderarse del pequeño grupo de cazadores que se había formado allí y las intrigas y las lealtades merodeaban cada cuerpo como cartas intercambiables. El porte del muchacho, aquella mirada decidida y, desde luego, el posterior gesto de extender su mano hacia él, indicaron muchas cosas. Entre ellas, que Nokku Damaru no había arrojado sus años liderando la Asociación por la cornisa y realmente tenía todo minuciosamente planificado para cuando el momento llegase.
Y este era el momento.
Touga exhaló el humo del cigarro y este invadió lentamente el rostro del elegante y desafiante joven. Aunque por su apariencia jamás podría jurar que aquel chico fuera un cazador, aquel brillo decidido en sus ojos y aquel ímpetu poderoso podían asegurar que el lobo estaba oculto tras aquel disfraz de cordero. Fue así entonces que Yagari extendió su mano y sujetó la del chico, dándole un fuerte apretón. Clavó su mirada celeste en los ojos de Jack y, de no ser por el parche que cubría su otra pupila, el escrutamiento hubiera sido aún más tenaz.
- Pues verás que el muy cabrón así lo hizo, y no es que toda esta mierda sea fácil de limpiar -dijo al fin, suelta y abiertamente, como si estuviese hablando con alguien ya conocido, pero sin que sus palabras sonaran libres de aquel tono severo y áspero, típico y característico de un cazador como él. Ahora que lo veía lo comprendía, y entendía que confiar en aquella corazonada fue lo más acertado: Damaru lo tenía todo planeado, y he aquí la muestra de que la "fiesta" acababa de comenzar.
Cuando Dante efectuó aquella pregunta, Yagari hubiera querido responderle afirmativamente, pero no fue así.
- Aún no. Pero confío en el crío de Damaru, y sé que no nos ha dejado todo completamente a la deriva -admitió. Si bien en un principio odiaba tener que obedecerle y cooperar con él, creyendo claramente su inoperancia por ser tan joven e impulsivo, con el tiempo llegó a tomarle un cierto aprecio y respeto. Después de todo, la cosa pareció ser recíproca, pues Damaru lo nombró Sub-jefe y lo dejó a cargo de responsabilidades importantes. Eso sigificaba que en verdad confiaba en él, y Yagari, como hombre de honor que era, no iba a fallarle, y mucho menos iba a fallar en su propósito. Estaba claro: junto con todos los nobles cazadores que quedaban, concluiría el trabajo que Nokku Damaru dejó inconcluso. Además, él había dado su vida por la causa. ¿Qué más noble deber para un cazador que ese? Ya todo estaba dicho, y Yagari había jurado que nadie se saldría con la suya otra vez. Si debían afrontar pérdidas y derrotas, lo harían con la cabeza en alto.
Entre las personas que comenzaban a llegar, Touga reconoció a la viuda de Damaru. Aunque sabía que entre ella y Nokku existían muchos secretos que jamás dijeron al resto, él nunca se interesó por preguntar. Eran dos personas adultas ya y sabían lo que hacían, y Yagari apoyaría a quienes se esmeraban por el bien de la Asociación. Cuando ella los saludó, el cazador asintió con la cabeza y le dedicó una mirada cómplice. Sí, sabía perfectamente que esta noche podía terminar como tantas otras. Lo sabía él, lo sabía Dante, lo sabía Yuuki Kuran -quien acababa de entrar-, lo sabían, en definitiva, todos lo suficientemente conscientes y lo suficientemente arriesgados y temerarios como para poner las manos en el fuego una vez ya conocidos los riesgos.
Y mientras Yagari pensaba y meditaba acerca de esta celebración Navideña, una pequeña figura se acercó a él y a su compañero. El cazador de celeste ojo estaba sumamente concentrado en sus pensamientos, pero entonces la voz femenina de aquella joven lo dispersó. Bajó la mirada hasta ella, ruda y fría como siempre, y la analizó de arriba a abajo. Matsumoto Rang¡ku, tal como ella había dicho. Si mal no recordaba, Zero le había avisado acerca de algunos cazadores que habían ingresado hacía poco en la Asociación, pues venían de lejos. Esta chica era una de ellos, al parecer, pues vagamente recordaba su nombre entre tanto papeleo. No sabía cuáles eran sus intenciones, pero pronto lo averiguaría. Además, algunos de sus hombres se encargaban fielmente de esa labor. Ya se sabe que tal y como están las cosas, no se puede aceptar libremente a cualquier persona por el simple hecho de parecer simpática e inocente, justamente como esta chica.
Yagari asintió. Sí, era él mismo. Y se apresuró a ir al grano.
- Supongo que si estás aquí es porque sabes a lo que te enfrentas -soltó, sin filtro ni anestecia. No estaban como para dar vueltas y andar con rodeos. Las cosas tenían que ser claras y exactas en el momento justo. Las palabras que el cazador dijo a la chica no solo se referían al riesgo de tener que combatir contra vampiros y traidores, sino que contenían el doble sentido de que si ella no quería pasarlo mal, más le convenía saber a qué bando debería pertenecer. Él ya no tendría piedad ni ningún miramiento -si es que acaso alguna vez lo tuvo- y no le daría tiempo a cometer ninguna injuria ni manchar aún más el nombre de la Asociación.
Touga soltó el humo del cigarro luego de darle una última calada y se preparó para decir algo más, pero entonces aquel muchacho rubio apareció. Sus palabras fueron oídas perfectamente por el experimentado cazador y analizó cada uno de sus movimientos. El silencio pareció apopoderarse del pequeño grupo de cazadores que se había formado allí y las intrigas y las lealtades merodeaban cada cuerpo como cartas intercambiables. El porte del muchacho, aquella mirada decidida y, desde luego, el posterior gesto de extender su mano hacia él, indicaron muchas cosas. Entre ellas, que Nokku Damaru no había arrojado sus años liderando la Asociación por la cornisa y realmente tenía todo minuciosamente planificado para cuando el momento llegase.
Y este era el momento.
Touga exhaló el humo del cigarro y este invadió lentamente el rostro del elegante y desafiante joven. Aunque por su apariencia jamás podría jurar que aquel chico fuera un cazador, aquel brillo decidido en sus ojos y aquel ímpetu poderoso podían asegurar que el lobo estaba oculto tras aquel disfraz de cordero. Fue así entonces que Yagari extendió su mano y sujetó la del chico, dándole un fuerte apretón. Clavó su mirada celeste en los ojos de Jack y, de no ser por el parche que cubría su otra pupila, el escrutamiento hubiera sido aún más tenaz.
- Pues verás que el muy cabrón así lo hizo, y no es que toda esta mierda sea fácil de limpiar -dijo al fin, suelta y abiertamente, como si estuviese hablando con alguien ya conocido, pero sin que sus palabras sonaran libres de aquel tono severo y áspero, típico y característico de un cazador como él. Ahora que lo veía lo comprendía, y entendía que confiar en aquella corazonada fue lo más acertado: Damaru lo tenía todo planeado, y he aquí la muestra de que la "fiesta" acababa de comenzar.
- Yagari Touga
Cantidad de envíos :
541
Empleo /Ocio : Licenciado en pedagogía, educador calificado. Y bueno, sí, también es cazador.
Humor : No fastidies mi paciencia.
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Como decía, la asociación se estaba yendo al carajo. Yagari lo dejaba claro con su actitud y las palabras que utilizaba. Traidores que se revelaban, y por si fuera poco, aun debíamos mantener a raya a los vampiros, aunque eso no fuera exactamente un problema.
Yagari expulsaba tranquilo el humo del cigarro y respondía a mis palabras con serenidad y determinación, con esa actitud fria y seria que lo caracterizaba o al menos en esta situación.
Eso espero.-dijo alargando las vocales.
Seguía inmerso en mi cigarro cuando una chica se nos enfrentó a mi compañero y a mí. De baja estatura y... altamente educada... ¿no? Se dirigió a Yagari, saludándolo con sumo respeto -o eso me parecía mí cuando se inclinó- y haciendo lo mismo conmigo. Rangiku Matsumoto. Al principio no lo cogí, pero también era una cazadora. Jamás lo habría adivinado con una simple mirada... maldita sea, soy tan poco observador. En realidad lo soy cuando a mí me da la gana, mientras tanto... soy un tío que únicamente se le da bien destrozar cosas.
Igualmente.-Respondí, inclinando mi cabeza ligeramente. La respuesta solo era simple cortesía.-Estate alerta.
En ese momento, me crucé de brazos y dejé mi cigarro en la boca. Ya se estaba acabando. Joder, también se me da bien acabar los cigarros en un suspiro. Entonces, decidí observar el panorama. El lugar ya se iba llenando de gente, ciertas damas jovencitas a las que no pude evitar no echar el ojo, aunque... estoy trabajando... incluso en fiestas... mierda, mi vida es solo trabajo, vaya putada. Pero de entre toda esa gente, un nuevo chico con aire juvenil comenzó a caminar hacia nosotros. Vestido de verde, algo ... llamativo a mi ver, y se plantó frente nuestra. Se decantó especialmente en Yagari. Él debía de tener más renombre o al menos más importancia, pues comenzó disculpándose por lo que hizo su hermanastro. Ni idea de quien era ese, pero Yagari parecía conocerlo.
Se dieron un apretón de manos algo especial que cualquiera que estuviera en contacto con relaciones y conversaciones entre rangos de las altas esferas sabría comprender. Eran palabras sin voz que significaban todo un discurso, tal vez de confianza, de agradecimiento, de algo con un gran valor comunicativo que solo entre ellos dos podrían comprender a la perfección. Además, eso se vio reforzado cuando observe el rostro del chico. Era esa mirada, no distinta a otras que yo hubiera visto, era... similar a otra que recordaba. No sabía en quien pensaba exactamente, pero me gustó. Tenía ese toque con estilo, de esos que molaban. El rubito daba buenas vibraciones.
Esperé a que su momento terminara. Me atreví a preguntar por el nombrado hermanastro:
Perdón...-comencé. Me puse a pensar en el nombre con el que se había presentado.-...Jack. ¿Puedo preguntar quien es ese hermanastro?-concluí dubitativo y serio, pero no ofensivo ni mucho menos. La gente a veces me malinterpretaba.
Lo que era evidente es que si este chaval se acercaba a nosotros era porque era un cazador. Solo como apunte personal.
Yagari expulsaba tranquilo el humo del cigarro y respondía a mis palabras con serenidad y determinación, con esa actitud fria y seria que lo caracterizaba o al menos en esta situación.
Eso espero.-dijo alargando las vocales.
Seguía inmerso en mi cigarro cuando una chica se nos enfrentó a mi compañero y a mí. De baja estatura y... altamente educada... ¿no? Se dirigió a Yagari, saludándolo con sumo respeto -o eso me parecía mí cuando se inclinó- y haciendo lo mismo conmigo. Rangiku Matsumoto. Al principio no lo cogí, pero también era una cazadora. Jamás lo habría adivinado con una simple mirada... maldita sea, soy tan poco observador. En realidad lo soy cuando a mí me da la gana, mientras tanto... soy un tío que únicamente se le da bien destrozar cosas.
Igualmente.-Respondí, inclinando mi cabeza ligeramente. La respuesta solo era simple cortesía.-Estate alerta.
En ese momento, me crucé de brazos y dejé mi cigarro en la boca. Ya se estaba acabando. Joder, también se me da bien acabar los cigarros en un suspiro. Entonces, decidí observar el panorama. El lugar ya se iba llenando de gente, ciertas damas jovencitas a las que no pude evitar no echar el ojo, aunque... estoy trabajando... incluso en fiestas... mierda, mi vida es solo trabajo, vaya putada. Pero de entre toda esa gente, un nuevo chico con aire juvenil comenzó a caminar hacia nosotros. Vestido de verde, algo ... llamativo a mi ver, y se plantó frente nuestra. Se decantó especialmente en Yagari. Él debía de tener más renombre o al menos más importancia, pues comenzó disculpándose por lo que hizo su hermanastro. Ni idea de quien era ese, pero Yagari parecía conocerlo.
Se dieron un apretón de manos algo especial que cualquiera que estuviera en contacto con relaciones y conversaciones entre rangos de las altas esferas sabría comprender. Eran palabras sin voz que significaban todo un discurso, tal vez de confianza, de agradecimiento, de algo con un gran valor comunicativo que solo entre ellos dos podrían comprender a la perfección. Además, eso se vio reforzado cuando observe el rostro del chico. Era esa mirada, no distinta a otras que yo hubiera visto, era... similar a otra que recordaba. No sabía en quien pensaba exactamente, pero me gustó. Tenía ese toque con estilo, de esos que molaban. El rubito daba buenas vibraciones.
Esperé a que su momento terminara. Me atreví a preguntar por el nombrado hermanastro:
Perdón...-comencé. Me puse a pensar en el nombre con el que se había presentado.-...Jack. ¿Puedo preguntar quien es ese hermanastro?-concluí dubitativo y serio, pero no ofensivo ni mucho menos. La gente a veces me malinterpretaba.
Lo que era evidente es que si este chaval se acercaba a nosotros era porque era un cazador. Solo como apunte personal.
- Dante
Cantidad de envíos :
24
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Aguanté, sin poder evitar sentirme intimidada, la mirada de Yagari Touga. Tan intimidante como lo había visto hacía ya tiempo y tanto o más como decían los rumores, y aun más desde mi altura. Sentí que enrojecía ante aquel reconocimiento, así que aparté la mirada mientras. Cuando soltó con dureza aquello de que si estaba allí era porque sabía a qué me enfrentaba, bajé la mirada hacia el suelo y miré distraídamente mis zapatos, mientras mi expresión, antes infantil y asustada, se tornaba seria. Jamás podría olvidar los motivos que me habían llevado a acabar allí. Evité sucumbir al sentimiento de melancolía y de sed de venganza que traían consigo mis recuerdos, y levanté la mirada para clavarla con decisión en aquel inquietante ojo azul.- Lo sé.- Dije con sencillez. A pesar del timbre de mi voz, que solía ser demasiado suave debido a la timidez, se podía apreciar de que no había vacilación en aquella contestación. Tosí con suavidad cuando exhaló el humo, tapándome la boca con las manos... no me gustaba nada el tabaco... aun así, parecía dispuesto a decir algo más, así que lo miré atenta, mientras mi expresión volvía a ser la de siempre. Tenía muchas cosas que preguntarle, pero escucharía antes... Al menos, así me habían educado. Antes de que pudiera decir algo, apareció el chico que había visto antes con la copa de champan. Me retiré un poco, dándole espacio delante de Yagari, mientras lo miraba con curiosidad. Parecía simpático, pero la tensión se podía palpar en el aire. Observé como aquel muchacho de traje verde, Jack, le daba la mano a Yagari, y éste se la devolvía. El desafío que se adivinaba en los ojos de ambos hicieron que me sintiese aun más intimidada, así que esperé pacientemente a que terminasen de hablar, mientras me retorcía de nuevo las manos detrás de la espalda y miraba hacia todos lados. En una mesa, pude distinguir a la que me pareció la hija del director, Yuuki, hablando con otra chica de pelo muy largo. La miré asombrada, me pareció muy elegante. Volví en mí cuando Yagari le contestó con algo de brusquedad a Jack. Los miré a ambos, pasando la mirada de uno a otro, como si estuviera viendo un partido de tenis. Por la situación, podía adivinarse que aquel chico tenía que ver algo con la asociación. Volví mis ojos negros hacia el hombre que estaba al lado de Yagari, que hizo la misma pregunta que me estaba haciéndo yo misma que aquellos momentos. Tragué saliva, nerviosa. No sabía si estaba siendo oportuna, pero necesitaba saber la situación.- Etto...- me atreví a levantar la mirada hacia Jack. Parpadeé varias veces, y me incliné, presentándome como había hecho anteriormente.- Rangiku Matsumoto, ¡encantada de conocerle!- Me incorporé con rapidez y le dije sin tapujos -Por favor... Jack-sama... ¿Qué está pasando con la asociación...?
- Rangiku Matsumoto
Cantidad de envíos :
631
Edad : 28
Empleo /Ocio : Estudiante por la mañana, cazadora por la tarde y por la noche. Y sin librar los días festivos *snif*
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Inhalé el humo de Yagari con una sonrisa, como si se tratase de una brisa de primavera. Esa era una bonita forma de decirme que no le gustaba que nadie le diga lo que tiene que hacer, pero sin embargo me tendió la mano con fuerza y decisión. Sería una buena pieza de la futura Asociación, Yagari haría lo que hiciera falta por cumplir con su deber aun si me odiara o quisiera matarme, eso era bueno pero claro, esperaba no tener que llegar a ninguno de esos dos extremos.
Con sus siguientes palabras me lo aclaró aun más, tenía razón, no aguantaba que le ordenaran cosas pero lo aceptaba si tenía que hacerlo por una causa mayor "¿Pero es un poquito amargado verdad?" Seguramente habría tenido muchas dificultades así que no merecía la pena pensar en ello. Nos soltamos la mano al unisono pero tardé todavía unos segundos en decir nada, seguía aguantándole la mirada, analizándolo poco a poco cada vez más.
No te preocupes, empezaremos a limpiarla de lo lindo muy pronto.
Y ahí lo tenía, por si no le había quedado claro todavía que era lo que mi figura representaba. Con esas palabras dí por terminada nuestra corta pero intensa conversación. En esa sencilla frase le estaba indicando con luces de neón que el que tendría que iniciar la limpieza era yo y que eso significaba que yo tenía de por si más poder que él y amigos ¿Qué persona tiene más autoridad que el sub-lider? Claro, no hay que pensar mucho ¿Verdad? Le dediqué una última sonrisa de aceptación a Yagari y entonces me giré hacia los otros dos cazadores, que me habían planteado una pregunta casi simultáneamente.
No respondí al instante, igual que con Yagari, si no que me quedé mirándolos durante unos momentos. Parecían buenos chicos y los dos eran como el día y la noche, uno alto, corpulento y seguro y la otra bajita humilde y tímida. En primer lugar estaba el cazador de talante llamativo. Quiero decir que era llamativo porque ¿A quien se le ocurre ir con gabardina a una fiesta? Era como llevar un cartel en la frente que decía "Mirar, aquí, soy un jugoso cazador, meterme una bala entre las cejas si quereis" Pero eso no parecía importarle, es más, se ponía al lado de su superior lo que significaba que en caso de que los enemigos lo localizasen a él también localizarían rápidamente a Yagari... pero pensándolo bien, recapacitando y dejándonos de pura estrategia militar ciertamente ninguno de los dos sería difícil de localizar por el humo y tal vez el pobre no haya tenido elección, a lo mejor era como Nokku y su armario se limitaba a chaquetas de cuero. En cuanto a la pregunta... pensé que lo había dejado claro, era evidente la identidad de mi hermanastro ¿Quién va a dejarle un marrón a Yagari si no es Nokku? ¿De verdad solo lo había entendido Touga? Ciertamente si no estabas prestando total atención ese detalle se te podría escapar así que no me preocupe y decidí que se lo dejaría claro, después de todo el tío parecía un soldado excelente, de esos a los que les importa tres cominos comerse dos balazos si con eso pueden arrancarle la cabeza a su enemigo, si, de esos que darían su vida en el campo de batalla sin dudarlo dos veces. No necesitábamos a idiotas cobardes en la asociación y ese hombre seguramente no sería ninguna de las dos cosas.
"Espera un momento... si, la descripción que acabo de hacer encaja perfectamente con el perfil" Nokku ya me había hablado de ese tipo y eran buenos amigos si mal no recuerdo.
Chaqueta de cuero, mirada pasiva pero amenazante, tendencia a observar a las mujeres de los alrededores mientras los superiores hablan -si, claro que me dí cuenta- tú debes de ser Dante, Nokku me habló muy bien de ti, pero ¿Te has cortado el pelo?
En efecto, Nokku me había descrito a ese hombre como un tipo con el pelo algo largo pero sin embargo ahora lo llevaba bastante corto, por eso no había reparado en el en un principio. Y con todo esta vez me aseguré de nombrar a mi hermanastro, si no lo entendía esta vez realmente si que podría decir que era un completo despistado. Pero no me importaría repetírselo una vez más, al fin y al cabo cuantas más veces explicara mi "árbol familiar" más claro dejaba mi identidad real.
Entonces dirigí mi mirada hacia la chica. Era un mujer bajita, mona, de mirada tímida pero potente, de gestos vergonzosos pero de mentalidad pura y clara. Era sin duda una cazadora que debería apreciar mucho en el futuro, la mayoría de los que trabajaban para la asociación se volvían unos tipos sangrientos y para nada limpios en cuanto al tema mental se refiere, pero sin embargo esa chica parecía de otro mundo, todavía me costaba creer que hacía tan solo unos minutos había conseguido vislumbrar ese arma que llevaba escondida. Era sin duda una mujer también muy lista al dirigirse a mi de esa manera, se había dado cuenta de mi "verdadero yo" incluso sin que la hubiera mirado. El hecho de que me dijera Jack-sama ya significaba que me trataba como a un superior pero, en este caso yo realmente solo era un estudiante. Me incliné, al igual que hizo ella, solo que lo hice mucho más lento y como si fuera más una reverencia que un gesto de respeto, quería recalcar que no hacía falta un trato tan formal conmigo realmente.
Por favor, llámame solo Jack- dije con una gran sonrisa cuando me erguí - Bueno, Rangiku, eso es lo que he venido a averiguar y con vuestra ayuda espero que todo se resuelva sin mucho jaleo. Solo puedo decirte que ahora la Asociación no es más que la sombra de lo que era, pues los traidores y los cobardes han salido de sus agujeros y se han juntado como un ejercito para formar una gigantesca rata que amenaza con roer lo poco que queda de nuestra orgullosa y honorable organización.
Esta vez me alargué y utilicé un lenguaje más melodioso porque necesitaba que esa persona confiara en mí más que los demás Sabía que no tenía que hacerme el amable con Yagari o con Dante, esos dos eran colegas de sus colegas y lo más parecido a un colega que había tenido yo era Nokku, sin embargo Rangiku, a pesar de su aparentemente titánica lealtad y sumisión era una persona que se mostraba a veces insegura, como esa vez, hacia tan solo cuarenta segundos, cuando no sabía si atreverse a hablar a Yagari, o incluso cuando no sabía ni siquiera a donde mirar cuando yo estaba conversando con este mismo. Me aseguraría de que mi figura representara para ella algo distinto a un jefe, necesitábamos más confianza y confidencia que lo que el mero trato oficial nos permitía. Tenía que ganarme la confianza interior que se le da a un buen amigo. Y créeme que lograría la confianza de todos los buenos miembros de la Asociación. "Caballeros, me temo que yo no seré igual de descuidado que mi hermano" Pensé mientras esperaba que Dante y Rangiku me hablaran por orden.
Con sus siguientes palabras me lo aclaró aun más, tenía razón, no aguantaba que le ordenaran cosas pero lo aceptaba si tenía que hacerlo por una causa mayor "¿Pero es un poquito amargado verdad?" Seguramente habría tenido muchas dificultades así que no merecía la pena pensar en ello. Nos soltamos la mano al unisono pero tardé todavía unos segundos en decir nada, seguía aguantándole la mirada, analizándolo poco a poco cada vez más.
No te preocupes, empezaremos a limpiarla de lo lindo muy pronto.
Y ahí lo tenía, por si no le había quedado claro todavía que era lo que mi figura representaba. Con esas palabras dí por terminada nuestra corta pero intensa conversación. En esa sencilla frase le estaba indicando con luces de neón que el que tendría que iniciar la limpieza era yo y que eso significaba que yo tenía de por si más poder que él y amigos ¿Qué persona tiene más autoridad que el sub-lider? Claro, no hay que pensar mucho ¿Verdad? Le dediqué una última sonrisa de aceptación a Yagari y entonces me giré hacia los otros dos cazadores, que me habían planteado una pregunta casi simultáneamente.
No respondí al instante, igual que con Yagari, si no que me quedé mirándolos durante unos momentos. Parecían buenos chicos y los dos eran como el día y la noche, uno alto, corpulento y seguro y la otra bajita humilde y tímida. En primer lugar estaba el cazador de talante llamativo. Quiero decir que era llamativo porque ¿A quien se le ocurre ir con gabardina a una fiesta? Era como llevar un cartel en la frente que decía "Mirar, aquí, soy un jugoso cazador, meterme una bala entre las cejas si quereis" Pero eso no parecía importarle, es más, se ponía al lado de su superior lo que significaba que en caso de que los enemigos lo localizasen a él también localizarían rápidamente a Yagari... pero pensándolo bien, recapacitando y dejándonos de pura estrategia militar ciertamente ninguno de los dos sería difícil de localizar por el humo y tal vez el pobre no haya tenido elección, a lo mejor era como Nokku y su armario se limitaba a chaquetas de cuero. En cuanto a la pregunta... pensé que lo había dejado claro, era evidente la identidad de mi hermanastro ¿Quién va a dejarle un marrón a Yagari si no es Nokku? ¿De verdad solo lo había entendido Touga? Ciertamente si no estabas prestando total atención ese detalle se te podría escapar así que no me preocupe y decidí que se lo dejaría claro, después de todo el tío parecía un soldado excelente, de esos a los que les importa tres cominos comerse dos balazos si con eso pueden arrancarle la cabeza a su enemigo, si, de esos que darían su vida en el campo de batalla sin dudarlo dos veces. No necesitábamos a idiotas cobardes en la asociación y ese hombre seguramente no sería ninguna de las dos cosas.
"Espera un momento... si, la descripción que acabo de hacer encaja perfectamente con el perfil" Nokku ya me había hablado de ese tipo y eran buenos amigos si mal no recuerdo.
Chaqueta de cuero, mirada pasiva pero amenazante, tendencia a observar a las mujeres de los alrededores mientras los superiores hablan -si, claro que me dí cuenta- tú debes de ser Dante, Nokku me habló muy bien de ti, pero ¿Te has cortado el pelo?
En efecto, Nokku me había descrito a ese hombre como un tipo con el pelo algo largo pero sin embargo ahora lo llevaba bastante corto, por eso no había reparado en el en un principio. Y con todo esta vez me aseguré de nombrar a mi hermanastro, si no lo entendía esta vez realmente si que podría decir que era un completo despistado. Pero no me importaría repetírselo una vez más, al fin y al cabo cuantas más veces explicara mi "árbol familiar" más claro dejaba mi identidad real.
Entonces dirigí mi mirada hacia la chica. Era un mujer bajita, mona, de mirada tímida pero potente, de gestos vergonzosos pero de mentalidad pura y clara. Era sin duda una cazadora que debería apreciar mucho en el futuro, la mayoría de los que trabajaban para la asociación se volvían unos tipos sangrientos y para nada limpios en cuanto al tema mental se refiere, pero sin embargo esa chica parecía de otro mundo, todavía me costaba creer que hacía tan solo unos minutos había conseguido vislumbrar ese arma que llevaba escondida. Era sin duda una mujer también muy lista al dirigirse a mi de esa manera, se había dado cuenta de mi "verdadero yo" incluso sin que la hubiera mirado. El hecho de que me dijera Jack-sama ya significaba que me trataba como a un superior pero, en este caso yo realmente solo era un estudiante. Me incliné, al igual que hizo ella, solo que lo hice mucho más lento y como si fuera más una reverencia que un gesto de respeto, quería recalcar que no hacía falta un trato tan formal conmigo realmente.
Por favor, llámame solo Jack- dije con una gran sonrisa cuando me erguí - Bueno, Rangiku, eso es lo que he venido a averiguar y con vuestra ayuda espero que todo se resuelva sin mucho jaleo. Solo puedo decirte que ahora la Asociación no es más que la sombra de lo que era, pues los traidores y los cobardes han salido de sus agujeros y se han juntado como un ejercito para formar una gigantesca rata que amenaza con roer lo poco que queda de nuestra orgullosa y honorable organización.
Esta vez me alargué y utilicé un lenguaje más melodioso porque necesitaba que esa persona confiara en mí más que los demás Sabía que no tenía que hacerme el amable con Yagari o con Dante, esos dos eran colegas de sus colegas y lo más parecido a un colega que había tenido yo era Nokku, sin embargo Rangiku, a pesar de su aparentemente titánica lealtad y sumisión era una persona que se mostraba a veces insegura, como esa vez, hacia tan solo cuarenta segundos, cuando no sabía si atreverse a hablar a Yagari, o incluso cuando no sabía ni siquiera a donde mirar cuando yo estaba conversando con este mismo. Me aseguraría de que mi figura representara para ella algo distinto a un jefe, necesitábamos más confianza y confidencia que lo que el mero trato oficial nos permitía. Tenía que ganarme la confianza interior que se le da a un buen amigo. Y créeme que lograría la confianza de todos los buenos miembros de la Asociación. "Caballeros, me temo que yo no seré igual de descuidado que mi hermano" Pensé mientras esperaba que Dante y Rangiku me hablaran por orden.
En tiempos de paz prepárate para la guerra y en tiempos de guerra asegura la paz
- Jack Wintersnow
Cantidad de envíos :
213
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Cuatro cazadores. Cuatro individuos que se parecían mas bien en poco pero que compartían, a su vez, los mismos objetivos. Bastaba tan sólo observarlos para saber que no le darían tregua a nadie, pues aquel tiempo ya se había terminado. Era hora de actuar, ¿y qué mejor momento para comenzar que haciendo las cosas bien de una buena vez? Cada vez eran menos los leales a la Asociación y eran aún más los que se pasaban al bando contrario, revelando secretos confidenciales y creyendo que pueden estar un paso adelante de los que no son unos traidores como ellos. Yagari ya estaba un poco harto, más de lo corriente, y su mirada poseía mayor tenacidad que antes. Vería la sangre correr y se deleitaría con ella.
Cuando el apretón de manos se deshizo, ya todo estaba dicho. ¿Así que de esto se trataba, eh? Yagari sonrió de lado, sutilmente, y bajó la mirada para sacar otro cigarro de su caja. Sí, uno tras otro, a quién le importaba. Haría valer el hecho de que estaba en una fiesta, aunque para ser sinceros, le hacía falta un buen vaso de whisky, uno bien fuerte. Sin embargo, debería conformarse por el momento y luego saldría a buscar su apetecido trago. Entonces, encendió el cigarro y permitió que el humo se extendiera otra vez en aquel pequeño grupo. Pude ver de reojo, anteriormente, que a la pequeña cazadora parecía molestarle el cigarro, pero se acostumbraría. Yagari no era muy educado para estas cuestiones y siempre hacía lo que se le daba la gana. Un paso para comenzar a enfrentar todos los problemas era superar el tabaco de Yagari en el medio de tu cara.
- Eso espero. Ya no podia esperar -aseguró a Jack tras sus palabras. Y luego se quedó en silencio permitiendo que los otros dos cazadores se pusieran en sintonía. El nuevo Presidente había hecho su aparición y qué mejor ocasión que esta. A decir verdad, eso de ser el Líder es una porquería y Yagari se sentía sumamente feliz, en medio de su amargura y su tradicional mal humor, con volver a su puesto de Sub-Líder habitual. Mientras los cazadores dialogaban entre sí, Yagari echaba un ojo, literalmente, a todos los invitados de la fiesta, estando alerta. La verdad es que un tipo como Jack quizás le viniera bien a la Asociación. Ya sabes, esos tonos verdes no es lo que más se vea por allí, y seguramente dirían mucho de su personalidad contrastante con la mayoría de los miembros, incluso con Yagari mismo.
Cuando el apretón de manos se deshizo, ya todo estaba dicho. ¿Así que de esto se trataba, eh? Yagari sonrió de lado, sutilmente, y bajó la mirada para sacar otro cigarro de su caja. Sí, uno tras otro, a quién le importaba. Haría valer el hecho de que estaba en una fiesta, aunque para ser sinceros, le hacía falta un buen vaso de whisky, uno bien fuerte. Sin embargo, debería conformarse por el momento y luego saldría a buscar su apetecido trago. Entonces, encendió el cigarro y permitió que el humo se extendiera otra vez en aquel pequeño grupo. Pude ver de reojo, anteriormente, que a la pequeña cazadora parecía molestarle el cigarro, pero se acostumbraría. Yagari no era muy educado para estas cuestiones y siempre hacía lo que se le daba la gana. Un paso para comenzar a enfrentar todos los problemas era superar el tabaco de Yagari en el medio de tu cara.
- Eso espero. Ya no podia esperar -aseguró a Jack tras sus palabras. Y luego se quedó en silencio permitiendo que los otros dos cazadores se pusieran en sintonía. El nuevo Presidente había hecho su aparición y qué mejor ocasión que esta. A decir verdad, eso de ser el Líder es una porquería y Yagari se sentía sumamente feliz, en medio de su amargura y su tradicional mal humor, con volver a su puesto de Sub-Líder habitual. Mientras los cazadores dialogaban entre sí, Yagari echaba un ojo, literalmente, a todos los invitados de la fiesta, estando alerta. La verdad es que un tipo como Jack quizás le viniera bien a la Asociación. Ya sabes, esos tonos verdes no es lo que más se vea por allí, y seguramente dirían mucho de su personalidad contrastante con la mayoría de los miembros, incluso con Yagari mismo.
- Yagari Touga
Cantidad de envíos :
541
Empleo /Ocio : Licenciado en pedagogía, educador calificado. Y bueno, sí, también es cazador.
Humor : No fastidies mi paciencia.
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
La fiesta de Navidad. Las fiestas no eran lo que más le agradaba a un joven tímido e introvertido como él, pero su profesión en la Academia le impedían no ir. Por esa razon, eligió su mejor traje de gala y marchó hacia allí.
Al entrar por la puerta, observó la gran cantidad de personas que se arremolinaban en la pista y en las mesas. Se percató de un grupo de alumnas que lo observaban y murmuraban. Nathan frunció levemente el ceño y aflojó un poco el cuello de su camisa, sintiéndose algo abrumado y nervioso. Por momentos sentía como si conociese de algo a toda aquella gente o, lo que era peor, que todos ellos lo conociesen a él a la perfección. Y la verdad era que si alguno de los presentes recordaba al pianista sangriento de la fiesta anterior, podría ver en él su calco exacto, incluso portaba el mismo traje.
Pero no habría forma de que Nathan supiera eso. Él ya no era Vladimir D'Shaitis hace un largo tiempo.
La oscuridad de su pasado brilló en sus iris azulados y oscuros. Comenzó a caminar hacia una mesa, en busca de algún apetitoso canapé, sin saber muy bien qué hacer más que degustar la comida. Llevaba un libro pequeño oculto en el bolsillo de su saco, por lo que lo sacó y comenzó a ojearlo. Ah, ¿acaso este muchacho no descansaría la vista ni para apreciar las bellas mujeres que allí yacían?
Al entrar por la puerta, observó la gran cantidad de personas que se arremolinaban en la pista y en las mesas. Se percató de un grupo de alumnas que lo observaban y murmuraban. Nathan frunció levemente el ceño y aflojó un poco el cuello de su camisa, sintiéndose algo abrumado y nervioso. Por momentos sentía como si conociese de algo a toda aquella gente o, lo que era peor, que todos ellos lo conociesen a él a la perfección. Y la verdad era que si alguno de los presentes recordaba al pianista sangriento de la fiesta anterior, podría ver en él su calco exacto, incluso portaba el mismo traje.
Pero no habría forma de que Nathan supiera eso. Él ya no era Vladimir D'Shaitis hace un largo tiempo.
La oscuridad de su pasado brilló en sus iris azulados y oscuros. Comenzó a caminar hacia una mesa, en busca de algún apetitoso canapé, sin saber muy bien qué hacer más que degustar la comida. Llevaba un libro pequeño oculto en el bolsillo de su saco, por lo que lo sacó y comenzó a ojearlo. Ah, ¿acaso este muchacho no descansaría la vista ni para apreciar las bellas mujeres que allí yacían?
- Nathan Hawthorne
Cantidad de envíos :
106
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Me sentía extraña en aquel grupo, era totalmente distinta, de hecho, no creo que hubiese mucha gente que fuera capaz de adivinar a qué invertía mi tiempo, a no ser que vieran el arma que llevaba oculta. Me encontraba ante tres hombre, dos con apariencia intimidante y uno que, sin lugar a dudas, sabía muchísimo más de lo que aparentaba. Parecía que Jack era una figura muy importante en la asociación. Daba la sensación de ser alguien muy perspicaz, además de tener mucha confianza en sí mismo. Lo observé mientras conversaba con el otro cazador (¿Había dicho Dante?) y fui confirmando lo que había pensado de un principio de él. Por parte de Dante, realmente parecía ser también lo que aparentaba; parecía rudo, pero al menos no parecía mala persona... creo. Sonreí ante las observaciones que hizo.
Nokku, Nokku... ¿De qué me sonaba ese nombre? Me llevé una mano a la sien, tratando de recordar... Hum... Nokku... ¿¡Por qué me resultaba tan conocido pero no llegaba a caer!? Si lograra acordarme de su apellido... Ese hombre que había muerto... ¿De qué me sonaba? Respiré hondo y suspiré, a la vez que me volví rápidamente hacia Jack, quien ya estaba respondiendo a mi pregunta. Alcé la cabeza para mirarlo, juntando las manos por delante mía. Asentí con una tímida sonrisa cuando me dijo que le dijese solo Jack. Abrí mucho los ojos cuando comenzó a explicarme la situación.-¿Trai...dores...?- Así que era cierto... No podía ser... Sentí como si una garra helada apretara mi corazón. Al parecer los rumores que habían llegado a mis oídos sobre un descontrol total eran ciertos... Y aquello de que se había reunido como un ejército... Tan solo traería más dolor. No pude evitar que una sombra de tristeza se cruzara por mi mirada. Me había puesto como meta saber qué le había ocurrido de verdad a mi amiga, y quienes habían sido los que les habían atacado... pero... estaba claro que aquel asunto era más importante. Actuar sin pensar y obsesionarse con la venganza no me iban a traer de vuelta a mis seres queridos, tan solo me empeorarían las cosas. La asociación debía mantenerse firme, o si no las consecuencias podrían ser horribles. Tenía constancia de vampiros que no atacarían a un humano, sin embargo... ¿Quiénes controlarían a los que sí estaban dispuestos a hacerlo? A pesar de mis motivos personales, al haberme convertido en cazadora había aceptado la responsabilidad que ello traía consigo.- Pueden contar conmigo.- Dije casi en un susurro, pero sin vacilar.
Pasé el peso del cuerpo de un pie a otro, sintiéndome un poco más cómoda. Incluso el humo del tabaco de Yagari había dejado de molestarme tanto, aunque me había tenido que aguantar la tos un par de veces. En fin, sería mejor así; no tendría más remedio que acostumbrarme. Suspiré de nuevo, perdiéndome en mis pensamientos... Nokku... Bajé la cabeza y cerré los ojos, como si estuviera sola. Nokku... Abrí los ojos bruscamente. ''No... no puede ser.... Todo era cierto... El presidente...'' Levanté la cabeza y miré hacia todos lados de forma muy rápida, y al ver pasar un camarero le arrebaté una de las copas que llevaba. Sería champan o algo por el estilo, no lo sabía... Y nunca había bebido, pero se me había quedado la garganta seca. Di un trago largo de aquello, pero saltó a la vista que no estaba acostumbrada, ya que me tuve que llevar la mano que tenía libre y taparme la boca, para tragar con lentitud aquello. Tosí volviendo la cara hacia un lado y miré la copa, nerviosa.- Damaru-dono... Entonces son ciertos los rumores... Está muerto...- Me llevé de nuevo la mano a la boca, pero esta vez no era debido a la bebida... La cosa estaba peor de lo que pensaba.
Nokku, Nokku... ¿De qué me sonaba ese nombre? Me llevé una mano a la sien, tratando de recordar... Hum... Nokku... ¿¡Por qué me resultaba tan conocido pero no llegaba a caer!? Si lograra acordarme de su apellido... Ese hombre que había muerto... ¿De qué me sonaba? Respiré hondo y suspiré, a la vez que me volví rápidamente hacia Jack, quien ya estaba respondiendo a mi pregunta. Alcé la cabeza para mirarlo, juntando las manos por delante mía. Asentí con una tímida sonrisa cuando me dijo que le dijese solo Jack. Abrí mucho los ojos cuando comenzó a explicarme la situación.-¿Trai...dores...?- Así que era cierto... No podía ser... Sentí como si una garra helada apretara mi corazón. Al parecer los rumores que habían llegado a mis oídos sobre un descontrol total eran ciertos... Y aquello de que se había reunido como un ejército... Tan solo traería más dolor. No pude evitar que una sombra de tristeza se cruzara por mi mirada. Me había puesto como meta saber qué le había ocurrido de verdad a mi amiga, y quienes habían sido los que les habían atacado... pero... estaba claro que aquel asunto era más importante. Actuar sin pensar y obsesionarse con la venganza no me iban a traer de vuelta a mis seres queridos, tan solo me empeorarían las cosas. La asociación debía mantenerse firme, o si no las consecuencias podrían ser horribles. Tenía constancia de vampiros que no atacarían a un humano, sin embargo... ¿Quiénes controlarían a los que sí estaban dispuestos a hacerlo? A pesar de mis motivos personales, al haberme convertido en cazadora había aceptado la responsabilidad que ello traía consigo.- Pueden contar conmigo.- Dije casi en un susurro, pero sin vacilar.
Pasé el peso del cuerpo de un pie a otro, sintiéndome un poco más cómoda. Incluso el humo del tabaco de Yagari había dejado de molestarme tanto, aunque me había tenido que aguantar la tos un par de veces. En fin, sería mejor así; no tendría más remedio que acostumbrarme. Suspiré de nuevo, perdiéndome en mis pensamientos... Nokku... Bajé la cabeza y cerré los ojos, como si estuviera sola. Nokku... Abrí los ojos bruscamente. ''No... no puede ser.... Todo era cierto... El presidente...'' Levanté la cabeza y miré hacia todos lados de forma muy rápida, y al ver pasar un camarero le arrebaté una de las copas que llevaba. Sería champan o algo por el estilo, no lo sabía... Y nunca había bebido, pero se me había quedado la garganta seca. Di un trago largo de aquello, pero saltó a la vista que no estaba acostumbrada, ya que me tuve que llevar la mano que tenía libre y taparme la boca, para tragar con lentitud aquello. Tosí volviendo la cara hacia un lado y miré la copa, nerviosa.- Damaru-dono... Entonces son ciertos los rumores... Está muerto...- Me llevé de nuevo la mano a la boca, pero esta vez no era debido a la bebida... La cosa estaba peor de lo que pensaba.
- Rangiku Matsumoto
Cantidad de envíos :
631
Edad : 28
Empleo /Ocio : Estudiante por la mañana, cazadora por la tarde y por la noche. Y sin librar los días festivos *snif*
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
La figura prominente de Cordelia Heinz se hizo ver en la fiesta de Navidad de la Academia Cross. La elegante mujer ingresó en el salón junto a cuatro hombres de traje, vampiros al igual que ella, que la escoltaban con delicadeza. Muchos de los presentes se voltearon a verla, humanos y vampiros, y entre estos últimos no faltaba niñato que maldijera al Consejo de Ancianos al verla pasar. Cordelia, simplemente, les echaba una mirada aguda y refinada, pero letal y sobradora. ¿Cuándo comprenderían que el Consejo existía solo para proteger a la raza y dispersar las amenazas?
La dama continuó avanzando y arrebató una copa de vino de una de las bandejas de los mozos. Se la llevó a sus provocativos labios y probó aquel elixir que tanto se asemejaba a la sangre. Sus ojos verdes, centelleantes, recorrieron la sala en búsqueda de Kaien Cross, pero al parecer no se encontraba allí. Sin embargo, pudo apreciar a lo lejos a su querida hija adoptiva, la Princesa Kuran. ¿Dónde estaría su amado hermano? En otro extremo, había un grupo de cazadores. Cordelia los observó por unos momentos pero luego desvió la mirada. Aunque no le gustase demasiado tratar con ellos, sabía que en esta fiesta serían una seguridad para los humanos, lo cual veía excelente. Ya conocía los antecedentes de estos eventos y prefería que todos pudiesen disfrutar de una hermosa velada.
La dama continuó avanzando y arrebató una copa de vino de una de las bandejas de los mozos. Se la llevó a sus provocativos labios y probó aquel elixir que tanto se asemejaba a la sangre. Sus ojos verdes, centelleantes, recorrieron la sala en búsqueda de Kaien Cross, pero al parecer no se encontraba allí. Sin embargo, pudo apreciar a lo lejos a su querida hija adoptiva, la Princesa Kuran. ¿Dónde estaría su amado hermano? En otro extremo, había un grupo de cazadores. Cordelia los observó por unos momentos pero luego desvió la mirada. Aunque no le gustase demasiado tratar con ellos, sabía que en esta fiesta serían una seguridad para los humanos, lo cual veía excelente. Ya conocía los antecedentes de estos eventos y prefería que todos pudiesen disfrutar de una hermosa velada.
- Cordelia Heinz
Cantidad de envíos :
44
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
¿Cómo? ¿Que nadie la había invitado? Pues se colaba, ya ves tu que problema. Miku entro de manera despreocupada en el salón de aquella gran fiesta de navidad. En las fiestas de navidad siempre pasaban cosas malas según le habían contado a la pequeña así que su presencia no podía faltar allí. Había elegido un vestido para la ocasión: era mucho más corto que las cosas que solía llevar Miku, y más oscuro, esa noche tenía pensado destacar. Y al igual que habían hecho muchas personas Miku había adornado su vestido con un par de rosas, a la altura de la cintura.
La chiquilla comenzó a pasearse alegremente por el recinto mientas lanzaba miradas provocadoras a muchos de los allí presentes. Quería jugar, quería sangre ¿Por qué no había ya sangre allí? ¿Qué era eso? ¿Champán? Menuda estupidez, deberían servir sangre en esas bonitas, finas y brillantes copas.
Mientras Miku paseaba por la sala intentó no tropezar con ningún profesor, no quería que se dieran cuenta de que no era ninguna alumna de la academia y tampoco quería que la interrogaran. Pero si se tropezó con muchos estudiantes que se sintieron atraídos por ella. La siguieron pero ella no prestó atención, hasta que uno de ellos la paró en seco y la cogió levemente del brazo para preguntarle una cosa. Estúpidos pervertidos. Miku se giró de la forma más amable que pudo y con una sonrisa le dijo casi susurrando al chico.
Vuelve a tocarme y te cortaré en pedazos.
Si las palabras de advertencia de Miku no había surtido efecto seguro que el brillo carmesí en sus iris de color zian lo advirtieron lo suficiente, porque se apartó asustado y retrocedió, escabulléndose hacia su grupo de amigos. Miku prosigió paseando contenta de haber alejado a esos patanes a la espera de algo divertido.
La chiquilla comenzó a pasearse alegremente por el recinto mientas lanzaba miradas provocadoras a muchos de los allí presentes. Quería jugar, quería sangre ¿Por qué no había ya sangre allí? ¿Qué era eso? ¿Champán? Menuda estupidez, deberían servir sangre en esas bonitas, finas y brillantes copas.
Mientras Miku paseaba por la sala intentó no tropezar con ningún profesor, no quería que se dieran cuenta de que no era ninguna alumna de la academia y tampoco quería que la interrogaran. Pero si se tropezó con muchos estudiantes que se sintieron atraídos por ella. La siguieron pero ella no prestó atención, hasta que uno de ellos la paró en seco y la cogió levemente del brazo para preguntarle una cosa. Estúpidos pervertidos. Miku se giró de la forma más amable que pudo y con una sonrisa le dijo casi susurrando al chico.
Vuelve a tocarme y te cortaré en pedazos.
Si las palabras de advertencia de Miku no había surtido efecto seguro que el brillo carmesí en sus iris de color zian lo advirtieron lo suficiente, porque se apartó asustado y retrocedió, escabulléndose hacia su grupo de amigos. Miku prosigió paseando contenta de haber alejado a esos patanes a la espera de algo divertido.
- Hatsune Miku
Cantidad de envíos :
78
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Poco a poco la sala se iba llenando. Humanos y vampiros casi por igual. Deseaba descuartizarlos a todos, pero no provocaban un mal imparable, pues su presencia no resultaba dañina para nadie. Mientras tanto, continuaba la conversación con los cazadores. Rangiku, Yagari y Jack. Mi pregunta fue contestada con cierta sorpresa. Era el hermanastro de Nokku. ¿Cuán tonto podría llegar a ser para no pillar ese dato? En mi defensa diré que llevo mucho tiempo son saber ninguna información directa de la Asociación. La muerte de Nokku, los traidores... casi todo me venía de golpe. Menos mal que contaba con tipos tranquilos como los aquí presentes.
Pero además, Jack, quien, sorprendentemente, era nuestro futuro -sino nuevo- presidente, me reconoció por lo que Nokku le habló sobre mí. Al parecer, no se había olvidado de mí. Creo que su código no se lo permitiría. Olvidarse de un amigo... mm... ni siquiera está en el mio. Me atrevería a decir que me lo pegó... su forma de pensar y esas cosas...
¿En serio? Vaya, menudo figura está hecho nuestro difunto compañero.-dije nostálgico, pero con cierto tono alegre.-Y sí, me corté el pelo y me lo teñí. Antes lo tenía blanco y ahora...-alcé mi mano y señalé mi cabello, alargando únicamente el dedo índice.
En ese momento, me detuve. Pensé que debía presentarme a mi nuevo jefe. Ya me conocía, pero esta era la primera vez que nos veíamos.
Por cierto, aun no me he presentado como es debido.-y di un paso al frente, ofreciéndole a la vez mi mano.-Dante, a su servicio-y marqué en mi rostro una sonrisa de lado, además de mirarle a los ojos directamente.
No se que sería para él, pero esto podría ser el inicio de una buena relación. Si este era el hermano de Nokku, estoy seguro que el rubio es como ver a Nokku. Tenerle de jefe... espero que sea adecuado y que cumpla como su cometido como Presidente de la Asociación. Por otro lado, Rangiku aun parecía sorprendida de la noticia del ex-presidente. Simplemente afirmé entrecerrando los ojos, como signo de acompañamiento sentimental.
Fue en ese momento, cuando me di cuenta de que lo único que tenía en la boca era el filtro del cigarro. En cierto modo me asusté, porque mi entretenimiento se me había terminado. Cogí la colilla, con cierto gesto de "menuda putada", y lo lancé con mis dedos, como si de un tirachinas se tratase. Voló algo lejos y fue a caer justo donde yo quería: dentro de una de las copas de champan. Voila.
Pero además, Jack, quien, sorprendentemente, era nuestro futuro -sino nuevo- presidente, me reconoció por lo que Nokku le habló sobre mí. Al parecer, no se había olvidado de mí. Creo que su código no se lo permitiría. Olvidarse de un amigo... mm... ni siquiera está en el mio. Me atrevería a decir que me lo pegó... su forma de pensar y esas cosas...
¿En serio? Vaya, menudo figura está hecho nuestro difunto compañero.-dije nostálgico, pero con cierto tono alegre.-Y sí, me corté el pelo y me lo teñí. Antes lo tenía blanco y ahora...-alcé mi mano y señalé mi cabello, alargando únicamente el dedo índice.
En ese momento, me detuve. Pensé que debía presentarme a mi nuevo jefe. Ya me conocía, pero esta era la primera vez que nos veíamos.
Por cierto, aun no me he presentado como es debido.-y di un paso al frente, ofreciéndole a la vez mi mano.-Dante, a su servicio-y marqué en mi rostro una sonrisa de lado, además de mirarle a los ojos directamente.
No se que sería para él, pero esto podría ser el inicio de una buena relación. Si este era el hermano de Nokku, estoy seguro que el rubio es como ver a Nokku. Tenerle de jefe... espero que sea adecuado y que cumpla como su cometido como Presidente de la Asociación. Por otro lado, Rangiku aun parecía sorprendida de la noticia del ex-presidente. Simplemente afirmé entrecerrando los ojos, como signo de acompañamiento sentimental.
Fue en ese momento, cuando me di cuenta de que lo único que tenía en la boca era el filtro del cigarro. En cierto modo me asusté, porque mi entretenimiento se me había terminado. Cogí la colilla, con cierto gesto de "menuda putada", y lo lancé con mis dedos, como si de un tirachinas se tratase. Voló algo lejos y fue a caer justo donde yo quería: dentro de una de las copas de champan. Voila.
- Dante
Cantidad de envíos :
24
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Que bueno, no había tensiones, no había resentimientos, nadie parecía inconforme con mi llegada, es más parecía que estaban deseando cargarle el peso de la asociación a alguien cuanto antes. Eso era muy bueno, pero ¿Qué les pasaba estos chicos? ¿Eran superdotados o algo? Quiero decir, si, que había dejado claro que era su compañero, pero me parecía que no me empezarían a rendir respetos hasta dentro de mucho. Bueno, eso fue una sorpresa agradable, pero era completamente innecesario. Que yo no era nada superior a ellos, si, les daría ordenes más adelante pero eso no significaba que ellos me tuvieran que "servir" realmente. Mi deber se limitaba a dirigir a esas personas, no gobernarlas. Aunque me temo que hay muchos que confunden esos dos conceptos.
Dante me tendió la mano, al tiempo que me miraba a los ojos, seguro de si mismo. Le respondí al saludo y apreté con fuerza mientras sonreía. Había dado en el clavo, era el mismo cazador del que me había hablado Nokku. Pero después de todas aquellas formalidades decidí que había que relajar un poco más el ambiente.
Técnicamente nadie esta a mi servicio, no se si me comprendéis jajajajajaja realmente yo ni siquiera os he dicho que soy cazador. Sin embargo me habéis calado solo con una mirada, sois geniales. Seguro que es tu culpa Yagari, les diste alguna pista.
Giré la cabeza para mirarlo al decir aquello. Claramente estaba bromeando, estábamos en una fiesta y yo quería que no dejara de ser eso, una fiesta. Si de pronto los cazadores se ponían tensos y demasiado atentos eso alertaría a algunos vampiros y podrían surgir conflictos que de otro modo no ocurrirían.
Podéis contar conmigo para cualquier cosa.
Sonreí y después me giré hacia la multitud, para descubrir que, como había predicho antes de entrar a la fiesta, aquel vampiro con el que había luchado en la cafetería no estaba presente.
Por cierto. Yagari. No se si tu sabrás algo al respecto, pero... hace poco me tuve que enfrentar a un vampiro un tanto extraño para proteger a la señorita de ahí - dije señalando con los ojos a Fraiah - y ciertamente: casi acaba conmigo, era mucho más poderoso de lo habitual y no parecía un pura sangre. Es una pena que no pudiera ejecutarlo cuando tuve la oportunidad, un desertor me distrajo lo suficiente como para que el vampiro pudiera escapar, no creo que trabajen juntos aunque por desgracia no pude interrogar al traidor tampoco, por un momento se me olvido que si troceas a un hombre posiblemente luego no puedas preguntarle nada. Y ya sabeis, esas cosas... ocurren tan rápido.
Estaba hablando casi para mi mismo mientras le explicaba mi encuentro a los chicos. En cierto modo podría parecer raro que yo dijera todo eso pues mi apariencia me solía otorgar el título de "no mataría ni a una mosca" pero necesitaba que supieran aquello, además ¿Qué clase de cazador no puede enfrentarse a un vampiro, por muy duro que sea este siempre hay que plantarles cara a menos que vaya a ser evidente que te van a matar? E incluso en esa situación muchos deciden dar su vida para proteger a los suyos. Bueno, de cualquier forma: yo les planteé la situación de los nuevos vampiros, si es que no lo sabían ya. Además, si Yagaría tenía algo de información sobre ellos, que seguramente la tendría, sería bueno que pudiera compartirla conmigo. Aunque yo no hablé de la intervención de Fraiah en mi lucha contra el neófito, y tampoco le dije que yo no era para nada como Nokku y que mis habilidades no respondían a mis impulsos conscientes.
De cualquier forma, en esta fiesta, si explotaba el caos me tendría que ocupar de que ninguno de mis miembros más importantes sufriera heridas graves o acabara muerto, al igual que no podía permitir que dañaran a Fraiah. Pero yo confiaba en ellos, estaba seguro de que podrían arreglárselas bien sin ayuda, al fin y al cabo ellos eran cazadores experimentados que habían sido entrenados en una academia especializada.
Observé como Dante encestaba la colilla de su cigarrillo en una copa de champan ajena y me reí un poco.
Buena puntería!
Dije casi entre dientes con una sonrisa mientras me acomodaba cada vez más en aquel grupo que acabábamos de crear. Esperaba que no tuvieramos que entrar en acción, pero ¿Quién sabe? Así podría evaluar aun mejor a los cazadores. Por el momento ya tenía conmigo a un grupo que rozaba la perfección porque con solo tres personas más había conseguido reunir: por una parte la sabiduría de la experiencia, por otra una energía ilimitada, jovial, potente, segura y bruta y por último una parte humilde, inteligente, leal y persistente. Que suerte había tenido de encontrar a las personas adecuadas en el sitio y en el momento adecuado. ¿Sería el destino?
Dante me tendió la mano, al tiempo que me miraba a los ojos, seguro de si mismo. Le respondí al saludo y apreté con fuerza mientras sonreía. Había dado en el clavo, era el mismo cazador del que me había hablado Nokku. Pero después de todas aquellas formalidades decidí que había que relajar un poco más el ambiente.
Técnicamente nadie esta a mi servicio, no se si me comprendéis jajajajajaja realmente yo ni siquiera os he dicho que soy cazador. Sin embargo me habéis calado solo con una mirada, sois geniales. Seguro que es tu culpa Yagari, les diste alguna pista.
Giré la cabeza para mirarlo al decir aquello. Claramente estaba bromeando, estábamos en una fiesta y yo quería que no dejara de ser eso, una fiesta. Si de pronto los cazadores se ponían tensos y demasiado atentos eso alertaría a algunos vampiros y podrían surgir conflictos que de otro modo no ocurrirían.
Podéis contar conmigo para cualquier cosa.
Sonreí y después me giré hacia la multitud, para descubrir que, como había predicho antes de entrar a la fiesta, aquel vampiro con el que había luchado en la cafetería no estaba presente.
Por cierto. Yagari. No se si tu sabrás algo al respecto, pero... hace poco me tuve que enfrentar a un vampiro un tanto extraño para proteger a la señorita de ahí - dije señalando con los ojos a Fraiah - y ciertamente: casi acaba conmigo, era mucho más poderoso de lo habitual y no parecía un pura sangre. Es una pena que no pudiera ejecutarlo cuando tuve la oportunidad, un desertor me distrajo lo suficiente como para que el vampiro pudiera escapar, no creo que trabajen juntos aunque por desgracia no pude interrogar al traidor tampoco, por un momento se me olvido que si troceas a un hombre posiblemente luego no puedas preguntarle nada. Y ya sabeis, esas cosas... ocurren tan rápido.
Estaba hablando casi para mi mismo mientras le explicaba mi encuentro a los chicos. En cierto modo podría parecer raro que yo dijera todo eso pues mi apariencia me solía otorgar el título de "no mataría ni a una mosca" pero necesitaba que supieran aquello, además ¿Qué clase de cazador no puede enfrentarse a un vampiro, por muy duro que sea este siempre hay que plantarles cara a menos que vaya a ser evidente que te van a matar? E incluso en esa situación muchos deciden dar su vida para proteger a los suyos. Bueno, de cualquier forma: yo les planteé la situación de los nuevos vampiros, si es que no lo sabían ya. Además, si Yagaría tenía algo de información sobre ellos, que seguramente la tendría, sería bueno que pudiera compartirla conmigo. Aunque yo no hablé de la intervención de Fraiah en mi lucha contra el neófito, y tampoco le dije que yo no era para nada como Nokku y que mis habilidades no respondían a mis impulsos conscientes.
De cualquier forma, en esta fiesta, si explotaba el caos me tendría que ocupar de que ninguno de mis miembros más importantes sufriera heridas graves o acabara muerto, al igual que no podía permitir que dañaran a Fraiah. Pero yo confiaba en ellos, estaba seguro de que podrían arreglárselas bien sin ayuda, al fin y al cabo ellos eran cazadores experimentados que habían sido entrenados en una academia especializada.
Observé como Dante encestaba la colilla de su cigarrillo en una copa de champan ajena y me reí un poco.
Buena puntería!
Dije casi entre dientes con una sonrisa mientras me acomodaba cada vez más en aquel grupo que acabábamos de crear. Esperaba que no tuvieramos que entrar en acción, pero ¿Quién sabe? Así podría evaluar aun mejor a los cazadores. Por el momento ya tenía conmigo a un grupo que rozaba la perfección porque con solo tres personas más había conseguido reunir: por una parte la sabiduría de la experiencia, por otra una energía ilimitada, jovial, potente, segura y bruta y por último una parte humilde, inteligente, leal y persistente. Que suerte había tenido de encontrar a las personas adecuadas en el sitio y en el momento adecuado. ¿Sería el destino?
- Jack Wintersnow
Cantidad de envíos :
213
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Yagari observaba tranquilo cómo se desarrolaba aquella conversación y examinaba los rumbos que iba tomando. Parecía irónico y hasta curioso, pero sin pensarlo, en un abrir y cerrar de ojos, se sentía como si la Asociación hubiera escalado un escalón más. Definitivamente, al tener nuevo Presidente las cosas se apaciguarían dentro del edificio y portarían mayor organización. Yagari odiaba todas esas cosas de ser Líder, por lo que en cierto modo se apiadaba de aquel joven cazador. Sin embargo, no dudaba en que pudiera llevar adelante esta mision, y confiaba fervientemente en que acabarían con ese séquito de oportunistas traidores e infradotados.
Tougqa le dio otra calada al cigarro y asintió con la cabeza, sonriendo de lado cuando Jack dijo aquel chiste. Claro, seguramente les habría dado alguna pista, sobre todo cuando no tenía ni puta idea acerca de que el Presidente se iba a aparecer en esta fiesta Navideña que con tanto ímpetu organizaba el Director Cross. Miró a su alrededor, exhalando el humor y apoyando la planta de uno de sus pies sobre la pared, flexionando la rodilla y encorvando apenas el torso para bajar un poco la cabeza. Cerró los ojos e hizo una mueca de extraña aprobación, mientras volvía a deleitarse con el cigarrillo sobre sus labios.
- Me descubriste -agregó, con su tono serio de siempre, pero haciendo evidente la gracia en el trasfondo de sus palabras y en su manera de actuar ante la broma de Jack.
La música invadía el ambiente y el pequeño grupo continuaba reunido en un extremo apartado del salón. Jack decidió hablar de nuevo, y entonces Yagari se puso serio en verdad. Alzó la vista y observó hacia el sitio donde el muchacho señalaba, y allí estaba la señorita Eslin. Entrecerró los ojos, oyendo con detenimiento cada detalle. No había duda en que Jack se había encontrado, efectivamente, con uno de los hijos de Vladimir. Se preguntaba con cuál de ellos.
- La viuda de Damaru, ¿eh? -musitó más para sí que para los presentes, y pasó la mirada por Dante, luego por Rangiku, para por fin acabar en Jack. No dudaba en que ella y él ya deberían conocerse, pues Damaru era un joven impulsivo pero también muy calculador. Era evidente que esos dos deberían haberse encontrado cuando aún nadie sabía de la existencia del nuevo Presidente, pero prefería obviar la pregunta porque sabía que la respuesta era justamente lo que él pensaba. Y, tras meditar un poco sobre la coincidencia, exhaló nuevamente el humo y miró directo a los ojos verdes del chico-. Estoy seguro de que te has encontrado con uno de los vampiros mutantes. Lo que me gustaría saber sería cuál de ellos. Por lo que sé, solo quedan tres, y digamos que uno está o bien fuera de juego o, en un caso hipotético y sorprendente, más de nuestro lado que del suyo -musitó, refiriéndose con esto último al bando de Vladimir o de los desertores-. El problema es que si no los atrapamos pronto, con la tecnología que parecen estar generando nuestro enemigos, desviándose de lo pactado por el Metal Madre, temo porque esos traidores buenos para nada los utilicen para su provecho en vez de exterminarlos. De D'Shaitis no sabemos nada, ha desaparecido el día en que Nokku luchó contra él y murió, pero yo aún tengo mis dudas -concluyó, pasando la mirada por sobre todos los presentes y alcazando levemente una ceja, denotando así un gesto desconfiado acerca de la situación y los planes de los adversarios. Era claro que ninguno de los cazadores que continuaban por la buena senda debían dormirse ni descuidarse.
Cuando Dante se deshizo de la colilla, Yagari acabó con su segundo cigarro e hizo lo propio. Observó la colilla y se tomó el trabajo de apagarla contra la pared en la cual estaba apoyado. Luego, observó una de las copas de un grupo de vampiros que tenía a unos metros y suspiró suavemente. Ladeó un poco la cabeza y una expresión sagaz pudo apreciarse en su sabiondo rostro.
- Que sean dos -murmuró al tiempo en que arrojaba la colilla y esta caía sobre la bebida de una de esas copas. Sonrió con astucia y regresó la atención al grupo de cazadores. Parecía que arrojar colillas sería el entretenimiento número uno de la noche. Él aún se preguntaba dónde diablos guardaban el buen alcohol. Ah, lo que daría por un trago en Thw Crow ahora mismo.
Tougqa le dio otra calada al cigarro y asintió con la cabeza, sonriendo de lado cuando Jack dijo aquel chiste. Claro, seguramente les habría dado alguna pista, sobre todo cuando no tenía ni puta idea acerca de que el Presidente se iba a aparecer en esta fiesta Navideña que con tanto ímpetu organizaba el Director Cross. Miró a su alrededor, exhalando el humor y apoyando la planta de uno de sus pies sobre la pared, flexionando la rodilla y encorvando apenas el torso para bajar un poco la cabeza. Cerró los ojos e hizo una mueca de extraña aprobación, mientras volvía a deleitarse con el cigarrillo sobre sus labios.
- Me descubriste -agregó, con su tono serio de siempre, pero haciendo evidente la gracia en el trasfondo de sus palabras y en su manera de actuar ante la broma de Jack.
La música invadía el ambiente y el pequeño grupo continuaba reunido en un extremo apartado del salón. Jack decidió hablar de nuevo, y entonces Yagari se puso serio en verdad. Alzó la vista y observó hacia el sitio donde el muchacho señalaba, y allí estaba la señorita Eslin. Entrecerró los ojos, oyendo con detenimiento cada detalle. No había duda en que Jack se había encontrado, efectivamente, con uno de los hijos de Vladimir. Se preguntaba con cuál de ellos.
- La viuda de Damaru, ¿eh? -musitó más para sí que para los presentes, y pasó la mirada por Dante, luego por Rangiku, para por fin acabar en Jack. No dudaba en que ella y él ya deberían conocerse, pues Damaru era un joven impulsivo pero también muy calculador. Era evidente que esos dos deberían haberse encontrado cuando aún nadie sabía de la existencia del nuevo Presidente, pero prefería obviar la pregunta porque sabía que la respuesta era justamente lo que él pensaba. Y, tras meditar un poco sobre la coincidencia, exhaló nuevamente el humo y miró directo a los ojos verdes del chico-. Estoy seguro de que te has encontrado con uno de los vampiros mutantes. Lo que me gustaría saber sería cuál de ellos. Por lo que sé, solo quedan tres, y digamos que uno está o bien fuera de juego o, en un caso hipotético y sorprendente, más de nuestro lado que del suyo -musitó, refiriéndose con esto último al bando de Vladimir o de los desertores-. El problema es que si no los atrapamos pronto, con la tecnología que parecen estar generando nuestro enemigos, desviándose de lo pactado por el Metal Madre, temo porque esos traidores buenos para nada los utilicen para su provecho en vez de exterminarlos. De D'Shaitis no sabemos nada, ha desaparecido el día en que Nokku luchó contra él y murió, pero yo aún tengo mis dudas -concluyó, pasando la mirada por sobre todos los presentes y alcazando levemente una ceja, denotando así un gesto desconfiado acerca de la situación y los planes de los adversarios. Era claro que ninguno de los cazadores que continuaban por la buena senda debían dormirse ni descuidarse.
Cuando Dante se deshizo de la colilla, Yagari acabó con su segundo cigarro e hizo lo propio. Observó la colilla y se tomó el trabajo de apagarla contra la pared en la cual estaba apoyado. Luego, observó una de las copas de un grupo de vampiros que tenía a unos metros y suspiró suavemente. Ladeó un poco la cabeza y una expresión sagaz pudo apreciarse en su sabiondo rostro.
- Que sean dos -murmuró al tiempo en que arrojaba la colilla y esta caía sobre la bebida de una de esas copas. Sonrió con astucia y regresó la atención al grupo de cazadores. Parecía que arrojar colillas sería el entretenimiento número uno de la noche. Él aún se preguntaba dónde diablos guardaban el buen alcohol. Ah, lo que daría por un trago en Thw Crow ahora mismo.
- Yagari Touga
Cantidad de envíos :
541
Empleo /Ocio : Licenciado en pedagogía, educador calificado. Y bueno, sí, también es cazador.
Humor : No fastidies mi paciencia.
Re: Fiesta de Navidad (26/12-6/1)
Me quedé mirando hacia la copa que tenía entre las manos, haciendo que su contenido girase en un interior. Parecía que en aquellos instantes no había nada más interesante para mí que hacer girar aquella bebida. Ahora comprendía muchas cosas... había hecho bien con ir a la fiesta. Pero, tal y como decía su nombre, era una fiesta, había que estar alegre, y además atento de lo que podía pasar. Volví a colocar la copa sobre mis labios, pensando en probar de nuevo a beber, pero al final la acabé bajando con una sonrisa cansada nada más que el champan rozó mi boca. Yo no servía para beber aquello. Parecía una niña hasta en aquello, pensé. Suspiré, nostálgica, e intenté recobrar la compostura.
Levanté la vista y comencé a pasear la mirada de mis ojos negros por toda la sala. Todo el mundo parecía estar divirtiéndose despreocupadamente, todos luciendo sus mejores galas. Al poco entró una mujer muy elegante, acompañada por cuatro hombres que parecían escoltarla. No hacía tener mucha vista para darse cuenta de que aquella mujer era un vampiro. Al poco también entró otra chica que realmente destacaba, seguramente también vampiresa. Aquellos seres... Todos poseían aquella belleza y elegancia características. Observé los movimientos de ambas, diferentes pero a la vez con la misma gracia. Había días que me preguntaba cómo unos seres así podían transformarse en aquellos monstruos, cómo detrás de aquella elegancia y aquel porte se escondía un ser sediento de sangre... Sacudí la cabeza, tratando de alejar aquellos pensamientos de mi mente. ¿Qué me pasaba? Seguramente sería por la noticia tan repentina de la muerte de Damaru...
Volví a centrarme en la conversación que manteníamos en aquel extraño grupo. Reí con ganas cuando Dante encanastó la colilla en una de las copas. Tenía buena puntería. Volví a centrarme en las palabras de Jack, siempre tan animado. Miré cuando mencionó que había tenido que proteger a una señorita y me encontré con la chica que se había sentado con la hija del director. Tenía una mirada triste... Volví a la realidad mientras Jack seguía explicando lo que le había ocurrido y Yagari le respondía. Hablaban de cosas que no entendí, y mencionaron un montón de cosas raras, como algo de el Metal Madre. Los miré, extrañada, pero sin atreverme a preguntar. Lo cierto era que estaba más bien algo ida... Me restregué un ojo con cansancio y miré a mi alrededor buscando un reloj. No sabía que hora era, lo que tenía seguro era que me estaba entrando sueño. ''Maldito complejo de marmota'' Volví a restregarme los ojos y le di un pequeño trago a la copa, el cual me sentó como una patada en el estómago, pero al menos me quitó las ganas de dormir. Con asombro, vi como Yagari encanastaba su colilla tal y como lo había hecho Dante antes, pero esta vez las copas eran de un grupo de vampiros. La colilla entró limpiamente dentro de una de las copas, y me tuve que tapar la boca para aguantar la risa. Aquella había sido una buena provocación, aunque más valía que no terminase en nada serio. Acabé quitándome la mano de la boca y dándole rienda suelta a mi risa. Era una fiesta al fin y al cabo.
Levanté la vista y comencé a pasear la mirada de mis ojos negros por toda la sala. Todo el mundo parecía estar divirtiéndose despreocupadamente, todos luciendo sus mejores galas. Al poco entró una mujer muy elegante, acompañada por cuatro hombres que parecían escoltarla. No hacía tener mucha vista para darse cuenta de que aquella mujer era un vampiro. Al poco también entró otra chica que realmente destacaba, seguramente también vampiresa. Aquellos seres... Todos poseían aquella belleza y elegancia características. Observé los movimientos de ambas, diferentes pero a la vez con la misma gracia. Había días que me preguntaba cómo unos seres así podían transformarse en aquellos monstruos, cómo detrás de aquella elegancia y aquel porte se escondía un ser sediento de sangre... Sacudí la cabeza, tratando de alejar aquellos pensamientos de mi mente. ¿Qué me pasaba? Seguramente sería por la noticia tan repentina de la muerte de Damaru...
Volví a centrarme en la conversación que manteníamos en aquel extraño grupo. Reí con ganas cuando Dante encanastó la colilla en una de las copas. Tenía buena puntería. Volví a centrarme en las palabras de Jack, siempre tan animado. Miré cuando mencionó que había tenido que proteger a una señorita y me encontré con la chica que se había sentado con la hija del director. Tenía una mirada triste... Volví a la realidad mientras Jack seguía explicando lo que le había ocurrido y Yagari le respondía. Hablaban de cosas que no entendí, y mencionaron un montón de cosas raras, como algo de el Metal Madre. Los miré, extrañada, pero sin atreverme a preguntar. Lo cierto era que estaba más bien algo ida... Me restregué un ojo con cansancio y miré a mi alrededor buscando un reloj. No sabía que hora era, lo que tenía seguro era que me estaba entrando sueño. ''Maldito complejo de marmota'' Volví a restregarme los ojos y le di un pequeño trago a la copa, el cual me sentó como una patada en el estómago, pero al menos me quitó las ganas de dormir. Con asombro, vi como Yagari encanastaba su colilla tal y como lo había hecho Dante antes, pero esta vez las copas eran de un grupo de vampiros. La colilla entró limpiamente dentro de una de las copas, y me tuve que tapar la boca para aguantar la risa. Aquella había sido una buena provocación, aunque más valía que no terminase en nada serio. Acabé quitándome la mano de la boca y dándole rienda suelta a mi risa. Era una fiesta al fin y al cabo.
- Rangiku Matsumoto
Cantidad de envíos :
631
Edad : 28
Empleo /Ocio : Estudiante por la mañana, cazadora por la tarde y por la noche. Y sin librar los días festivos *snif*
Página 1 de 3. • 1, 2, 3
Temas similares
» Fiesta de Navidad
» Fiesta de Navidad (18-28/12)
» ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
» Fiesta del 2º aniversario
» Fiesta del consejo
» Fiesta de Navidad (18-28/12)
» ¡Fiesta de Navidad! (20-29 diciembre)
» Fiesta del 2º aniversario
» Fiesta del consejo
Página 1 de 3.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Ene 01, 2024 11:07 pm por Ichihara Yuuko
» Plaza del pueblo
Miér Jul 01, 2020 3:36 pm por Issei Chrane
» Define en una palabra.
Sáb Oct 12, 2019 3:06 pm por Fraiah B. Eslin
» Que harias con el de arriba si se quedaran en cerrados en un habitación.
Jue Oct 10, 2019 9:42 pm por Ziel A. Carphatia
» Edificios abandonados
Dom Abr 22, 2018 9:41 pm por Ryu Olivier
» Calles
Dom Mayo 21, 2017 7:11 pm por Lisbeth C.
» El que llegue a 100 gana
Sáb Ene 21, 2017 9:21 pm por Nathan Von Kleist
» ¿Roleas?
Miér Ene 04, 2017 12:52 am por Celest Blaze
» ¿Qué estás escuchando?
Lun Dic 19, 2016 1:56 am por Rangiku Matsumoto