Dormitorio

*llego y me tiro a la cama*

Hoy ha sido un día duro y cansado, lleno de aventuras.
Me tiro directamente a cama, no aguantaba mi cuerpo, era una de las desventajas de ser humano.

Llego con la chica y la dejo en la cama, la pobre se llevó un susto de muerte, voy a la cocina para buscar alguna bebida rica en azúcares para que se recupere del susto y la dejo al lado de la cama. Voy a la sala de estar y me pongo a leer el noticiero.

-No me digas que me sigues teniendo miedo (digo aún sorprendido)

-Si hubiese querido matarte, ya no estarías pensando lo que estás pensando. (digo con la mayor sinceridad posible) quieres un café?

-Esta es "La Cabaña", el sitio donde vivo, no la puedes hallar a menos que no seas fuego amigo, de eso se aseguraron los magos del norte, es decir, salvo que seas algún tipo de nigromante, si vienes con malas intenciones no las hallarás. Es pequeño, pero acogedor. (digo con una sonrisa) Haz como si estuvieses en tu casa.

Escucho atenta la informacion que me da y la almaceno para futoros usos, ¿Magos del norte? ¿De que norte? En fin, mejor no parecer cotilla. ~Gracias, supongo, pero me gustaria tomar un poco el aire, ¿Quieres acompañarme?~ Le pregunto con una gran sonrisa.

-Por supuesto (respondo inmediatamente) después del susto que me diste, necesito tomar el aire

Sonrei aun mas con lo del susto. ~TU fuiste el que me asusto a mi~ Le dije levantando el dedo acusadoramente e inflando los mofletes como una niña chica. Me separe de la pared sintiendome algo mas segura de mi misma y de Tetsuya. ~Bueno, y.. ¿Donde vamos? Tu eres el que conoce el lugar~

-Jum, no estoy yo tan de acuerdo, eres la primera persona que me hace eso
-Sígueme, hay un pueblo aquí cerca, así de paso te enseño lo poco que conozco de él.

Llego con la chica a espaldas y la deposito en la cama, necesitaba descansar, no todos los días eres atacado por un vampiro, y claro, sobre todo si nunca antes has tenido contacto con ellos. Que cruel es el mundo. Me sigo preguntando por qué los vampiros se habrían empezado a saltar el reglamento, y se me ocurrían tres cosas, o iba por libre, o Kaname empezaba una rebelión, o los vampiros empezaban a ir por libre al margen de Kaname.
Decidí no pensar más en ello y coger un periódico esperando a que la chica despertase para que me explicase un poco lo que había pasado, o quizás no, tampoco me importaba demasiado mientras ella estuviese bien.
Me preparo otro café, sé que en exceso no son buenos, pero necesito mantener la energía, hoy ha sido un día duro.

Dejo el café, la chica se puso a gritar, parece como si estuviese teniendo una horrible pesadilla.
Empecé a sacudirla.
- Oye, oye, despierta, esto no es real, estás solo soñando...

Me sorprendió de tal manera que no me dio tiempo a reaccionar, me pregunto en qué estaría soñando para poder hacer eso.
- Oye, oye, tranquilízate un poco - le digo intentando mantener la calma, cosa que era complicada.

Se ve que fue una pesadilla y se alteró, me ha soltado y se ha dado cuenta de lo que estaba haciendo.
- Oye, tranquila, no pasa nada, sólo ha sido una mala pesadilla. ¿Quieres que te prepare algo? - le digo.

- Te traje a mi casa - respondí - no se como te llamas por lo que no podía llevarte a tu habitación, además, pensé que estarías más segura aquí.