Ficha de Edward Renzi

Para los 23 años que tenía es muy maduro, es inteligente especialmente cuando se trataba de su trabajo. Aunque era decidido, constante, bondadoso y alegre, era misterioso, especialmente con respecto a su vida privada, la cual siempre procuraba mantener oculta y, sobre todo, separada de su trabajo donde se volvia frio y calculador a la hora de hacer desaparecer los objetivos de sus misiones.
Pero, a pesar de todo esto, cuando encuentra a su persona especial se vuelve amable, cariñoso y protector intentando tratar a esa persona especial como si fuera su mejor tesoro.

Edward solo sabe una única cosa, la cual aprendió durante estos últimos 23 años. Ser cazador. Matar vampiros. Pues es lo principal que le queda de Él, su Padre.

El primogénito de Edward era también cazador. Un hombre fiel y honorable que siempre trató de proteger a su familia de los vampiros corruptos. Alguien a quien enseñó a su hijo mayor el sentido de las armas, de defenderse de dichos inmortales. Y mantuvo a los suyos en una de las recónditas y escondidas casas de los familiares que pertenecían a la Asociación de Cazadores. Todo estaba bien, en paz. Sin embargo, el pueblo que una vez pareció tranquilo y sin incidentes, de repente comenzó a revolucionarse. Porque, efectivamente, los vampiros nobles decidieron rebelarse contra los pactos hechos con los cazadores. Y cómo no, si había nuevas amenazas en la zona de las que no podían garantizar su seguridad. Los cazavampiros entraron en caos. Todas las familias de éstos, comenzaron a ser trasladados rápidamente. El lugar en el que los Renzi vivían, comenzó a caer destruido entre el fuego y la metralla.
En cambio, los vampiros realizaron una redada al vehículo que los llevaría a un nuevo lugar. Pero antes de que el enemigo fuese reducido, muchos hombres cayeron entonces, intentando proteger a los que amaban. Y entre éstos, se encontraba aquel rudo hombre que siempre portaba una sonrisa entre los labios: Lucian Renzi.

Pero cada puerta que se cierra, resulta una nueva que se abre. Y aquí llegamos al día de hoy, donde Edward consiguió estabilizar de nuevo a su hermana y madre en las afueras de otro lugar lejano al de la catástrofe; dedicándose a realizar las misiones que le encomiendan, pues “ser cazador, es lo único que sabe hacer”.

Ninguno