Erika Colins

Erika es una chica dura. A pesar de dar la imagen de ser tranquila y de buenas maneras en el fondo es todo una fachada que solo mantiene por que siente que se lo debe a su madre, que tanto trato tiempo y esfuerzo dedico a su educación. De su pasado de asaltadora quedan la rudeza y el gesto burlón con el que se enfrentaba a lo que ocurria a su alrededor. Es la misma coraza con la que se protege de aquellos que la quieren dañar. En el fondo sigue siendo humilde y sencilla, que busca la felicidad como mejor puede aunque hace tiempo que a dejado de creer que el amor lo soluciona todo. S amable y muy alegre cuando se siente segura y tiende a proteger mucho a los suyos, hasta tal punto que estaría dispuesta a recibir cualquier golpe en su lugar. Es una luchadora y cuanto mas le dicen que algo es imposible mas fuertemente trata de alcanzar su objetivo. No se rinde ante nada, y no hay obstáculo lo bastante fuerte como para que no lo supere. Perseverante y tenaz es muy selectiva con sus compañías aunque siempre se mantiene cerca de todos para saber como piensa el enemigo

Los orígenes de Erika son muy diferentes a los de la mayoría de los hijos de clase alta. La joven niña nació en el seno de una familia pobre, cuyo dinero apenas si alcanzaba para comer. Al nacer ella su madre murió dejándolos solos a su padre y a ella. Su padre, un deshollinador, la mantenía lo mejor que podía pero a medida que pasaba el tiempo se vio obligado a tener que robar con tal de tener algo que ambos pudieran llevarse a la boca. La protegía lo mejor que podía y la llevaba a todos los lados como si se tratara de su hijo y la dejaba jugando en el suelo mientras el trabajaba.

Cuando Erika tuvo 6 años la cosa cambió. Su padre, ya cansado y con apenas animo para nada, empezó a enseñarle a robar cualquier cosa que se les pusiera a tiro y pronto desarollaron ardides para ser capaces de robar sin que nadie les prestara atención. Al fin y al cabo ¿Quién prestaría atención a un mendigo harapiento y su escuálido hijo?

Ese estilo de vida no duró mucho. Una noche, durante uno de sus ardides, cometieron el error de tratar de robar a un vampiro. Este se dio cuenta de as intenciones del padre y lo arrastró a un callejón donde le desgarró la garganta de un mordisco. Por suerte no vio a la niña, que observaba atemorizada desde la esquina del callejón.

Le costó unos días superar el horror de lo que había visto, para dejar de llorar por la muerte de su padre. Ahora estaba sola en el mundo y sabia del peligro que poblaban las calles por lo que tenía que encontrar la manera de mantenerse ella sola y luchar contra lo que la esperaba en las calles. Sabiendo que en la ciudad no tenia nada que hacer se fue al campo donde se juntó a un grupo de asaltadores de caminos que la instruyeron en el arte de la lucha cuerpo a cuerpo y el manejo de armas pequeñas como dagas y cuchillos.

Vivió con ellos por un par de años, asaltando todo tipo de comitivas. Con 8 años recién cumplidos, y aun n su apariencia de chico ya que nadie sabia su verdadero sexo, decidió atacar por su cuenta un par de caballos que pasaban por un camino cercano. Uno de los jinetes era un señor de clase alta, que la redujo con facilidad. Sin embargo al descubrir que era una chica quedó sorprendido y, por curiosidad, la tomó bajo su protección y la llevó a su palacio.

Una vez allí trabajó para la señora, una mujer que le tomo mucho cariño y, ya que no podía tener hijos, decidió adoptarla como su propia hija. Desde entonces la instruyó para ser una dama y la animo a dejar de lado su pasado oscuro.

Erika aprendió con multitud de institutrices y ayudo a su nuevo padre en todo lo relacionado con sus tierras. Era buena alumna y aprendía muy deprisa. Además le tomo mucho cariño a su nueva familia. Cuando alcanzó la edad de presentarla en sociedad ya se había convertido en toda una dama y cuando se preguntó por qué sus padres habían mantenido su existencia en secreto ellos simplemente dijeron que habían creído mejor que hiciera simplemente una entrada espectacular.

El rumor de su belleza se extendió por los alrededores y sus buenas maneras parecían hacerla la dama perfecta pero ella no podía olvidar el pasado y lo que había visto en aquel callejón. Cada noche, después de que la mandaran acostarse, se deslizaba por la ventana hasta la sala de armas para practicar lo que había aprendido con los ladrones los años anteriores, preparándose para lo que podía venir.

La muerte sobrevino otra vez en su vida cuando cumplió los 18 años. Hacía ya mucho que había perdido la esperanza de encontrar al vampiro que había asesinado a su padre en aquel oscuro callejón pero no hizo falta que lo encontrara pues el mismo vino a ella. Mientras la buscaba por la casa asesino a sus padres pero antes de que pudiera alimentarse de ellos, en completo silencio, Erika deslizó una estaca a través de su corazón vengando así la muerte de sus dos familias.

Rápidamente asumió el cargo de su padre y recibió multitud de ofertas de nobles para casarse pero ella no los deseaba y simplemente los rechazó. Dejo a uno de los mayordomos al cargo de los terrenos con orden de que la contactara en caso de que hubiera problemas y se traslado a la academia Cross. Allí también continuó con la caza que había comenzado tantos años atrás y empezó a vender sus aptitudes como asesina a sueldo especialidad vampírica, aunque no tiene mayor escrúpulo si se trata de humanos o cazadores, pero nadie sabe sobre ello ya que usa un sobrenombre en esos círculos: Shadow.

-En su viaje aprendió lo básico de varios idiomas.
-No siempre se le paga con dinero, a veces acepta otras cosas importantes para ella, como armas, reliquias o información.
-Odia que le pregunten por su pasado
-Le gusta disfrutar de una noche de cacería
-Su mayor pasion es contar con algún momento junto a un relajante fuego
-Mantiene su contacto con su fiel acompañante Max un perro de gran fuerza y musculoso.
-Siempre que sale de caza lleva puesta una mascara para ocultar su identidad.

Max y mascaras: