Violette Dumont

Si tuvieras que describirla con una única palabra la elegida seria encantadora, su rostro muestra una sonrisa continuamente, parece que nada puede hacerla desaparecer. Es una chica extrovertida y habladora -al menos lo intenta, pues no domina muy bien el idioma- confía en la gente con facilidad, lo que a veces puede resultarle algo problemático, pero generalmente, sale de los problemas con facilidad. Es incapaz de llorar en público, puede aguantar todo lo que le echen sin derramar una sola lágrima, ha crecido en un mundo en el que la apariencia lo es todo, por lo que no puede arruinar su imagen siendo una niña llorona, eso si, en el momento en que se queda sola es cuando se derrumba.
Detrás de esa fachada -que no lo es del todo- se oculta una chica egoísta, caprichosa, que siempre obtiene lo que quiere a toda costa. Parece ser algo ingenua y hacer las cosas sin ningún tipo de interés de cara a obtener algo, aunque nada mas lejos de la realidad, no tiene un pelo de tonta y todo lo que hace lo hace por algún motivo en concreto. No suele pensar antes de actuar y si comete errores no lo admitirá, en el fondo es muy orgullosa.

Hace dieciséis años nació en Paris la única hija de los Dumont. Su padre era un empresario de prestigio y su madre una famosa modelo francesa. Violette era la niña de sus ojos, la criaron con mimo y rodeada de lujos, siempre tenía lo que quería y si no lo tenía, no tardaba en conseguirlo. No tardó mucho en seguir los pasos de su madre, comenzando como modelo en revistas infantiles. Esta, que a simple vista podía parecer una profesión fácil y bonita, era dura, Violette tenía que mostrarse sonriente continuamente, hacer todo lo que le pedían sin rechistar, soportando las críticas de todo el mundo, que no siempre eran buenas. Si no hubiera sido tan orgullosa y obstinada, habría abandonado en tan solo unos días. Pero siguió, años y años, hasta hacerse bastante conocida. Durante este tiempo se descubrió también su talento para la música y aprendió a tocar el piano y a hacer sus primeras actuaciones como cantante.
Pero no todo puede ser perfecto para siempre, sus padres se divorciaron cuando ella contaba con diez años de edad. Acordaron que se iría a vivir con su madre y su vida cambió drásticamente, debido a su trabajo, ella viajaba muy a menudo y la dejaba sola en casa durante muchos días, incluso semanas. Pasaron de vivir en una lujosa mansión a las afueras, rodeada de una atmósfera tranquila, a vivir en pleno centro de la capital francesa, en un pequeño piso, que aunque no fuera muy modesto, si estaba privado de gran parte de las cosas con las que había crecido. Su madre volvió a casarse y al quedarse embarazada, decidió que Violette debía marcharse con su padre, pues ella estaría muy ocupada con su nuevo hijo y no podría hacerse cargo de ella. La chica la odió por ello, pero no le quedó mas remedio, hizo las maletas y cogió un vuelo a Japón, donde ahora residía su padre, una vez allí, se inscribió en la Academia Cross.

~Aún habiéndose mudado lejos, continua con su trabajo como modelo y cantante, aunque éste último lo tiene mas aparcado.
~Está acostumbrada a ser el centro de atención, no tiene intenciones de pasar desapercibida.
~Tiene un conejo de mascota, pero por lo general, no suelen gustarle los animales.
~No habla muy bien el idioma.